En el restaurante italiano de Camden Town donde he entrado atraído por una peligrosa tarta de chocolate (y si, estaba muy buena) la camarera era valenciana. Había estudiado una carrera y un máster, diseño gráfico, pero “no hay trabajo para nadie, y menos sin inglés”, así que ha venido a aprender. Su novio, también en un restaurante, y su hermano a punto de venirse. Y esto, que hace poco tiempo no pasaba nunca, es ahora casi lo normal: en el metro de Londres se habla español, pero no ya español de turista pijo "gimme two," lo habitual hace 5 años, sino español de joven camarero, obrero o estudiante, siempre espabilado, dinámico, con ganas de esforzarse y salir adelante.
Enhorabuena por la decisión. No hay cosa más perniciosa desde un punto de vista psicológico o económico que estarse mano sobre mano esperando a que las cosas cambien. Las cosas no van a cambiar. Y pasarse la juventud esperando a que pase un tren que no va a pasar no es un plan para nada. Es necesario convertir esta situación terrorífica en una oportunidad.
Como hemos dicho aquí en otras ocasiones, hay que usar el tiempo para aprender idiomas (que no es tan difícil, ni debería ser tan caro) y para formarse en lo que a uno le guste y sea capaz de hacer bien, usando en particular los enormes recursos gratuitos que existen en internet.
Pero la forma más sencilla de aprender idiomas y formarse, quitarse el polvo de la dehesa y coger un poco de aire, es irse fuera, al extranjero. En muchos países, como Holanda o Alemania o EEUU, los cursos de idiomas para extranjeros son gratuitos. En EEUU no son gratuitos para turistas, pero como no quieren asustar a los sin papeles, normalmente no preguntan. O sea que llega uno, se apunta, y se terminó.
También puede uno irse a estudiar al extranjero no el idioma, sino la carrera o el posgrado. La mayoría de las Universidades en los países del Norte del Rin son casi gratis y excelentes (¿será coincidencia que ni Francia, ni Italia, ni Grecia, ni España ni Portugal, cunas históricas del saber hasta hace unos siglos, tengan buenas universidades, y que si las tengan Noruega, Suecia, Alemania o Holanda?) . Noruega no cobra nada, pero muchos otros países alrededor de 1000 euros, que con un trabajo (recordemos que en el norte de Europa no hay paro) son perfectamente asequibles. Es habitual estudiar y trabajar a la vez, de camarero o lo que sea, en casi toda Europa. La formación que se puede recibir, simplemente por ser en otro idioma y en otra cultura, cambiará vuestra vida, y no os preocuparéis más del paro.
Para los más ambiciosos (los de matrículas de honor y sobresalientes con ganas excesivas de dejarse la piel a trabajar) podéis intentar hacer lo que Samuel, Tano, Antonio, Jesús, y los demás que escribimos en NeG hemos hecho: iros a estudiar el doctorado o el máster a EEUU, o incluso la licenciatura.
En una entrada próxima os cuento cómo irse a hacer un máster o doctorado fuera, que exámenes hay que hacer, cómo prepararse, etc. Pero creo que la duda, en este momento, no cabe: si tienes ahora entre 17 y 30 años, y no tienes un contrato fijo, toca carretera y manta. Y tratar de hacer de la necesidad, virtud.