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¿Vale la pena estudiar? (VI) La inusual caída de la ganancia salarial resultante de la educación avanzada

por Florentino Felgueroso, Luis Garicano y Sergi Jiménez

Continuamos nuestra serie de entradas sobre el rendimiento económico de la educación y el papel que este rendimiento juega en nuestro retraso educativo con un tema que ha dado mucho trabajo a los investigadores: la fuerte e inusual caída de la prima o ganancia salarial debida a la educación en España-- la ganancia salarial de los que continúan estudiando respecto a los que paran. Esta variable ha sido objeto de una enorme literatura a la que nosotros hemos contribuido en diferentes trabajos (por ejemplo, Floren y Sergi con Hidalgo y Luis en este trabajo con Rossi Hansberg).El punto de partida es que (1) la prima salarial educativa creció de forma muy considerable en EEUU desde principios de los 80; y, (2) aunque los trabajos iniciales, generalmente comparativos, encontraron una evolución diferente en Europa, estudios recientes centrados en países específicos no dan resultados muy distintos de los americanos sobre el aumento de los premios salariales a la educación, aunque si observan cierto retraso en este aumento. Por ejemplo, estos tres documentos muestran que las diferencias salariales por niveles educativos habrían aumentado en Suecia, Holanda o Alemania desde la década de los años 90, tras un período más o menos largo de caída. Otros trabajos con nuevas bases de datos de salarios internacionales también obtienen que, en realidad, la desigualdad salarial se ha incrementado en la mayoría de países de la OCDE desde mediados de los años 90 (ver OECD Employment Outlook del 2007 o Christopoulu, Jimeno y Lamo, por ejemplo).

¿A qué se debe esta subida? La explicación más aceptada (avanzada inicialmente por Kevin M. Murphy y Larry Katz) para explicar el aumento de la prima salarial de los graduados universitarios es que su demanda relativa creció más rápidamente que la oferta en un contexto de cambió técnico particularmente sesgado a favor de la cualificación (véase, por ejemplo, un trabajo reciente Goldin y Katz que consiguen explicar la evolución de la prima desde 1890 con este mecanismo de oferta y demanda).  Es decir, el cambio tecnológico (probablemente las tecnologías de la información) favorece relativamente a los que tienen estudios avanzados.

España está entre las raras excepciones en las que en lugar de incrementarse la desigualdad salarial, ha disminuido y, gran parte de los estudios existentes, achacan esta caída de la prima a la educación (véase, por ejemplo, Pijoan-Mas y Sánchez-Marcos, Izquierdo y Lacuesta, Felgueroso, Hidalgo y Jiménez). Esto es preocupante: si la inversión en capital humano es cada vez menos rentable, cada vez tenderemos menos a acumularlo. Discutimos aquí la evidencia al respecto. Nos centramos en la prima a la vía universitaria/bachiller, ya que Samuel Bentolila trató recientemente (en la parte V) la FP.

 

(1) La caída de la prima salarial en España

Para ilustrar las claves de esta caída utilizamos dos fuentes de datos: la Encuesta de Estructura Salarial (para los años 1995, 2002 y 2006) y la Muestra Continua de Vidas Laborales de la Seguridad Social. La primera nos permite diseccionar con detalle las diferencias según el nivel educativo y la segunda nos permite abarcar un período más amplio, aunque para ello nos tengamos que limitar a la diferencia salarial entre educados y no educados.

En el Cuadro 1, mostramos la prima salarial a la educación estimado utilizando la primera fuente datos. La prima salarial es el incremento porcentual en el salario real por hora obtenido por los que  inverten en adquirir el nivel educativo correspondiente, e.g. los que adquieren ESO ganan el 2.7% mas que los que abandonan en primaria.

Como se puede ver fácilmente en el Cuadro 1:

(a) Las ganancias salariales del título de ESO son prácticamente nulas:

La diferencia salarial entre aquellos que sólo tienen una educación primaria o menos y ESO es muy baja y se ha mantenido estable- la ganancia salarial es (después de eliminar los efectos de sexo y antigüedad) un 1%-2% de salario. Es tan baja esta ganancia que si fuera sólo cuestión de salarios que una vez decidido el abandono escolar, uno se puede quedar perfectamente con la primaria, cuatro años de estudios adicionales no aumentan casi nada los salarios.

(b) A mayor nivel de estudios, mayor caída de la prima salarial:

Se observa una caída dramática de la prima del Bachiller en relación con la ESO (o menos): de un incremento del 28% de ganancia salarial real por hora por hacer bachiller a solo el 17% más.

De forma similar, continuar estudiando hacia la Universidad también es menos rentable que antes. Los que adquirieron Titulaciones Universitarias Superiores pasaron de ganar un 50% más que los que tienen el Bachiller a un 40% más. Esto es muy sorprendente en el contexto internacional, ya que esta diferencia es la que se considera de forma estándar como prima salarial a la cualificación, y tal como explicabamos más arriba, en el resto del mundo esta prima ha subido durante este mismo período. Discutimos los dos efectos que causan esta caída más abajo.

El análisis previo se puede completar con los datos sobre prima salarial procedentes de los registros de la Seguridad Social. Esta fuente permite ampliar el período de análisis de las diferencias salariales, pero son sólo fiables las diferencias entre niveles educativos extremos salariales, esto es, entre titulados universitarios en comparación con los de ESO o menos.

 

En el Gráfico 1 se muestra que después de una intensa subida durante los años 80, la diferencia salarial entre los trabajadores con un nivel educativo alto y aquellos con un nivel bajo,  no habría cesado de caer desde principios de los años 90. De nuevo, justo lo contrario de lo ilustrado en la mayoría de países de la OCDE. En el caso de los varones la caída habría sido sustancial llegando ya casi a los niveles de mediados de los años 80, mientras que en el caso de las mujeres se observa un claro estancamiento.

(2) De los 10 puntos de caída de la prima salarial real por hora, 8 se deben al incremento del subempleo

También en el Gráfico 1 observamos que la caída (estancamiento) de la prima a la ocupación para los hombres (mujeres) es muy posterior a la caída de la prima a la educación anteriormente comentada. Ello apunta a que gran parte de la caída de la prima a la educación es debida a un efecto composición inducido por el aumento de la fracción de trabajadores educados subempleados.

La importancia del efecto composición se puede observar volviendo a analizar la evidencia derivada de la Encuesta de Estructura Salarial, aunque distinguiendo, esta vez, entre subempleados y ajustados (ajustados son los que tienen una ocupación igual o superior, y no inferior, a la que su título les cualifica para ejercer). Encontramos que, efectivamente, los subempleados tienen una prima salarial muy inferior que los ajustados, y que este se mantiene casi constante (tanto para los titulados superiores como para los diplomados). Como aumenta de forma considerable la proporción de universitarios subempleados (del 40 al 60% de los titulados superiores empleados y del 52 al 76% de los diplomados de la muestra), el efecto composición –importante subida del subempleo– explica la mayor parte de la caída de la prima. En particular, de los casi 10 puntos porcentuales de caída para los titulados superiores, el efecto composición explica algo más de 8 puntos (es decir, 8 puntos sería la caída cambiando solo las proporciones de subempleados, manteniendo las primas en su nivel de 1995). Pero incluso para los universitarios ajustados (los no subempleados) cae, como vemos en el Cuadro 2, la prima en relación con el bachiller (y, por ende, con los trabajadores con ESO o menos). Este último fenómeno, como veremos a continuación, está relacionado con la mayor temporalidad y el menor premio por el capital humano específico (o antigüedad en la empresa).

Globalmente, la caída de la prima de los titulados superiores es aún mayor que las de los diplomados. En definitiva, a más educación, mayor caída de la prima.

(3) Los efectos de la temporalidad

Otro factor importante a la hora de explicar la caída de la prima salarial es la temporalidad (véase el Gráfico 2), en particular, la explosión de la misma en la población con educación superior, no sólo entre los entrantes más jóvenes, sino también en edades más avanzadas.  El aumento de la temporalidad entre los educados ha tenido importantes repercusiones sobre las diferencias en la experiencia laboral y la antigüedad en la empresa entre titulados universitarios y no titulados. La temporalidad ha ayudado a que estos últimos tengan más experiencia laboral, mientras que ambos grupos han visto reducida de forma significativa su antigüedad en la empresa, factor que ha repercutido en mayor medida en la prima salarial a los educados, ya que para ellos la prima salarial al capital humano que se con la permanencia en la empresa  es mayor (véase aquí).

(4)  La persistencia de la caída de la prima salarial por cohortes de edad

 

Finalmente, la evolución de la prima salarial por cohortes nos indica que las caídas registradas en la entrada en el mercado de trabajo se mantienen a medida que las cohortes envejecen. Lo que vienen a decir estos datos es que los efectos en entrada de los tamaños de las cohortes no se disipan con el tiempo. No se produce una sustitución entre trabajadores con titulaciones similares aún cuando los últimos entrantes van adquiriendo experiencia laboral. Este hecho, que compartimos con otros países mediterráneos, ya había sido comprobado en otros trabajos (véase, por ejemplo, Brunello & Lauer), siendo uno de los principales causantes el elevado nivel de protección del empleo a medida que aumenta la edad.

Es importante remarcar que estos hechos tienen importantes implicaciones sobre varios aspectos del mercado de trabajo y del sistema de protección social. Por ejemplo, debido a caída de la prima salarial en las últimas cohortes la sustitución de generaciones de baja cualificación por generaciones de alta educación no generará aumentos de cotizaciones sociales tan importantes como se podría esperar a priori ya  que la contribución de los educados será relativamente menor.

(5) Conclusiones

Por tanto, la prima salarial de la educación tiene un comportamiento muy inusual en España. Mientras en otros países, el invertir en capital humano cada vez es más valorado por el mercado, la situación ha sido la inversa en España –el mercado ha ido valorando cada vez menos la inversión en capital humano. Hay al menos tres posibles explicaciones de este hecho, ambas preocupantes:

1) la calidad de las titulaciones educativas ha disminuido –la cantidad de capital humano “real” contenida en una titulación superior es menor que antes.

2) El modelo productivo ha incrementado la demanda de trabajadores sin cualificar (ladrillos, bares) y ha incrementado el precio relativo de éstos.

3) Tenemos un exceso de oferta de titulados universitarios.

Las consecuencias en cualquier caso son alarmantes. La prima o retorno a la educación es un precio clave en el mercado de trabajo; su caída da una señal a los jóvenes que debería preocuparnos: que estudiar, en realidad, no vale la pena.
Este problema puede ser parte de la clave para entender los malos resultados de PISA- si al final completar  la secundaria post-obligatoria o, incluso, ir a la universidad no valen la pena, ¿para qué esforzarse?

PS. Varios comentaristas han comentado que el post no entraba en el posible exceso de oferta de titulados. Error mío (es decir, de Luis). Lo hemos comentado mil veces (y es, creo, la explicación favorita de Floren y Sergi), pero se cayó de la conclusión en el fragor de la noche. Lo he revisado para clarificarlo. Disculpas, y gracias por los atentos comentarios - es un placer escribir para vosotros.