Un Nuevo Sistema Electoral para España

Hoy voy a proponer un nuevo sistema electoral para España. Dado que esta es una de las reclamaciones básicas de los manifestantes del 15M, quiero ser lo más constructivo que pueda a la vez que me alejo de eslóganes fáciles. Igualmente, voy a ser lo más concreto posible sin alargarme en exceso.

Antes de entrar en detalles, déjenme que aclare dos cosas. Uno, el sistema que voy a proponer surge de muchos años de estudiar sistemas electorales, de dar clases sobre el tema y de leer la literatura relevante. En el marco de un post de unos cuantos cientos de palabras, espero que el lector me disculpe si no justifico todas mis afirmaciones en detalle. Quizás en artículos futuros tenga tiempo de ello (en NeG ya he publicado mucho al respecto, como ejemplos uno, dos, tres, cuatro y cinco). Segundo, el sistema que voy a proponer es de mi propia cosecha y por tanto, en este caso, solo me represento a mi mismo.

Lo primero que tenemos que hacer es identificar lo que creo que son los objetivos básicos de un buen diseño:

1) Un sistema electoral que asegure la gobernabilidad. Al final del día el fin último de un sistema electoral es tener un gobierno en un plazo razonable de tiempo sin que unas minorías reducidas puedan condicionar a todo el país.

2) Un sistema electoral que refleje, de manera aproximada, la diversidad de opiniones en España. En nuestro país esto tiene que incluir diferencias ideológicas pero también, por mucho que a alguno no le haga gracia, las innegables diferencias territoriales. Hay que encontrar un punto de equilibrio entre el punto 1) anterior y este deseo de diversidad.

3) Un sistema electoral que evite los excesos de las burocracias partidistas que hemos visto estos últimos años en España.

4) Pero también un sistema electoral que reconozca que los partidos políticos son importantes, que minimizan costes de información, que cumplen un papel de disciplina necesario y que las grandes burocracias centrales de los partidos suelen centrar y moderar la vida política, haciéndola más aburrida y quizás frustrante pero también más sensata.

Lo segundo que tenemos que hacer es reconocer que TODO sistema electoral va a tener serios defectos (por una vez en este artículo déjenme que sea más técnico: esto se puede demostrar matemáticamente, incluso si todos los votantes son sinceros, serios y altruistas, es una propiedad de los sistemas de agregación de preferencias). Nuestra labor ha de ser encontrar un sistema que minimice, en lo posible, esos defectos dada la estructura de nuestra sociedad y la idiosincrasia de España.

Lo tercero que tenemos que hacer es olvidarnos por un momento de lo que diga o no la Constitución y otras leyes. El ordenamiento jurídico está para servir a la sociedad, no al revés. Si se tiene que cambiar, se cambia y se acabó. Igualmente, me voy a olvidar de si se podría o no convencer a los partidos políticos de aceptar el nuevo sistema. Si uno no sabe a dónde quiere ir uno no puede resolver los problemas de ejecución del plan.

Basándome en estos tres conjuntos de consideraciones, y en lo que creo que es la mejor tradición constitucionalista de equilibrios y balances, mi sistema es mixto entre el mayoritario y el proporcional. Estos son los detalles:

1.) El Congreso de los Diputados seguiría teniendo 350 diputados, como ahora. No creo que aumentar el número de diputados sirva para mucho y reducirlo, crearía, como explicaré en un momento, circunscripciones demasiado grandes (en realidad sería mejor subirlo a 351 para evitar empates, pero bueno…)

2.) La mitad de los diputados, 175, se elegirían por distritos unipersonales con sistema mayoritario a vuelta única. Esto permitiría una conexión directa entre los diputados y los electores y, lo más probable, sobre-representar al partido ganador de las elecciones para permitir mayorías de gobierno que puedan funcionar.

a) Cada distrito, dada nuestra población actual, tendría unos 200.000 votantes (una relación sensata entre población y diputado). Una junta electoral de expertos independientes diseñaría los distritos para evitar manipulaciones, mantener la igualdad aproximada de tamaño y tener distritos en unidades territoriales con sentido común (aunque algún distrito raro siempre saldría).

b) Los partidos políticos pueden “apoyar” a uno o varios candidatos, pero estos se presentarían siempre a nivel personal, lo que facilita la entrada de candidatos alternativos. El puesto, si lo ganan, es del diputado, no del partido.

3.) La otra mitad de los diputados, 175, se elegirían por un sistema proporcional. Este segundo componente de elección busca representar a las minorías y corregir los posibles defectos de la cuota mayoritaria.

a) Si la circunscripción es nacional, como me parece lo más simple, el tener un sistema proporcional puro o un sistema D’Hondt es un tanto irrelevante ya que en circunscripciones con más de 50 diputados los resultados de ambos son casi iguales. Se podría pensar en mantener circunscripciones autonómicas (las provinciales con solo 175 diputados serían casi todas cuasi-mayoritarias lo que mata el objetivo de corregir los problemas de representación de la cuota mayoritaria) pero muchas de las comunidades (La Rioja, Cantabria, Navarra) elegirían tan pocos diputados que de nuevo frustramos el objetivo de esta segunda mitad de diputados. Por tanto recomendaría irnos a la circunscripción nacional.

b) Se establecería un mínimo de votos para entrar en el reparto proporcional y así evitar una excesiva fragmentación del Congreso y la entrada de los partidos más radicales. El 3% que se utiliza ahora en muchas elecciones es sensato y garantizaría a cualquier partido que lo alcance unos 5 diputados. Siempre se podría aumentar a 5% si fuera preciso.

c) Los partidos nacionalistas podrían agruparse, como ahora hacen para las europeas, con listas conjuntas. Por otra parte CiU y PNV probablemente se llevasen bastantes diputados de la cuota mayoritaria y CC arrancase uno o dos (por Tenerife). ERC, EA o BNG lo tendrían más difícil y probablemente solo entrasen en el reparto proporcional en una lista conjunta.

d) Con 175 diputados por lista es casi imposible tener posibilidad de listas abiertas pero un sistema limitado como el Holandés o el Sueco, donde el votante puede seleccionar 1 o 2 diputados favoritos (o eliminar 1 o 2) puede permitir cierta satisfacción del deseo popular de mayor control sobre las listas. Mientras que yo no lo recomendaría, es una posibilidad que bien implementada puede tener efectos inocuos.

4.) No se establecerían primarias para las circunscripciones unipersonales. La experiencia en EE.UU. deja bastante claro que, para votaciones de importancia menor como las circunscripciones unipersonales, el día de la primaria solo aparecen a votar los más radicales de cada partido (esto pasa incluso en las primarias presidenciales). Una solución alternativa sería tener primarias pero con voto obligatorio (para evitar el efecto de radicalización) o lo que se llaman primarias instantáneas: en la circunscripción uno elige la papeleta del partido (por ejemplo, PSOE) y dentro de ella vota, de entre todos los afiliados que se hayan postulado, a su favorito. El distrito lo gana el partido con más votos y, condicional en el partido, el candidato con más votos de entre los del partido. No soy un gran partidario de ninguna de las dos alternativas pero, dado que tenemos los 175 diputados de couta proporcional, podemos dar mayor margen en las circunscripciones unipersonales (sobre todo si no introducimos ningún elemento de diputados favoritos en la lista nacional).

5.) La elección del presidente del gobierno sería como es ahora, por el Congreso. Siempre se podría imponer la obligación de que este fuera un cabeza de lista de una de las listas nacionales (o el segundo en caso de incapacidad) para reforzar el sentimiento de legitimidad. La elección directa del Presidente del Gobierno es compleja en un sistema como el nuestro que no es presidencialista.

6.) Se suprime el Senado, que actualmente no cumple ningún papel excepto malgastar dinero. En caso de que la oposición de las CC.AA. fuera excesiva (aunque yo resistiría la tentación tanto como pudiera), se puede crear un Senado con muchos menos senadores, unos 51, elegidos por las Asambleas autonómicas con cierta proporción a la población de cada una. Pero si este es el caso, el Senado solo debería tratar temas muy específicos directísimamente relacionados con la estructura territorial del Estado.

7.) Se fija el día de la elección de manera sistemática (por ejemplo, el segundo domingo de Octubre o similar cada 4 años). Si queremos dar autonomía a los diputados de las circunscripciones unipersonales, estos tienen que tener un calendario claro que les permita organizarse sin depender totalmente del partido.

8.) Se eliminan restricciones como la prohibición de encuestas en la última semana o el día de reflexión que no tienen mucho sentido en un mundo con internet.

9.) Se establece un sistema de financiación más similar al de EE.UU., con un porcentaje público y uno privado. Las donaciones privadas, limitadas en una cantidad razonable, serían gestionadas por una comisión que publicaría la información de cada donación.

Espero no dejarme ningún aspecto importante del diseño. El lector más agudo habrá visto que lo que propongo se parece mucho al sistema alemán con préstamos del americano. No es casualidad. De igual manera, deberíamos mantener los ojos abiertos a cómo el sistema se comporte en la práctica y permitir ajustes con el tiempo. La sociedad cambia y con ella nuestra vida política.

Por otra parte no he hablado ni de las elecciones municipales ni de las autonómicas. Dejo eso para otro día (aunque este es un post mío sobre como re-organizar las municipales).

Para concluir solo aventurar que no creo que el sistema que he propuesto opere milagros. Sí, pienso que existe una posibilidad razonable que mejore la vida política en España pero muchas otras reformas son importantes y al final, nos guste o no, las democracias modernas son asuntos siempre un poco “descorazonadores”. Seamos pragmáticos.

Hay 85 comentarios
  • Como sugerencia sobre el modelo propuesto, creo que sería necesario visualizar alguna diferencia de estatus entre los diputados elegidos por el sistema mayoritario de la mitad elegida por el sistema proporcional: tiene más mérito jugarse el escaño en elecciones unipersonales, que actuar bajo el cobijo de una lista electoral. Por ello, mi propuesta pasaría por una cámara baja de 300 diputados elegida por una fórmula proporcional de Hare en circunscripciones autonómicas, y una cámara alta de 175 senadores elegidos por circunscripciones uninominales. Ambas cámaras deberían tener el mismo poder decisorio en el procedimiento de elaboración de las leyes (no como actualmente, con un Congreso que, por mayoría absoluta, puede imponer su voto de calidad); de la lista más votada de la cámara baja saldría el presidente del gobierno, si obtiene la confianza de esa cámara. Para compensar, el presidente podría disolver y convocar elecciones para la cámara baja, pero no para la cámara alta, que se elegiría en fechas fijas, o en elecciones parciales en el caso de muerte, incapacidad o renuncia de un senador. Para ello sería ineludible la reforma de la Constitución.

  • Agradeciendote tu esfuerzo yo creo que sería más interesante que pensarás en un sistema que se ajustara a la constitución puesto que sería mucho más practico.
    Personalmente pienso que la gobernabilidad aumentaría dejando en 300 los diputados que se eligen por cincunscripciones provinciales y 50 en una circunscripción nacional. Creo que este sistema mantedría la diversidad territorial y aumentaría la gobernabilidad.

  • Estimado Sr. Dr. Villaverde,

    el sistema alemán con "toques" americanos que usted propone me parece sensato.
    El sistema alemán lo conozco bastante bien (soy alemán y español a la vez) pero, tiene un pequeño defecto.
    El sistema alemán se constituye por votos directos e indirectos. El Parlamento alemán se forma primeramente por votos indirectos; pero si un partido recibe más votos directos de la región auntonómica (creo que en su caso eran las diputaciones) que votos indirectos que por numero de habitantes le pertocan, se crean mandatos-excedentes. El partido se queda con unos mandatos que en principio en base a los votos indirectos le pertocan.

    La pregunta que le formulo y espero que me haya expresado con corrección, es como lo resolvería usted esto en el caso de España?

    Si no me he expresado correctamente o tiene alguna duda, no dude por favor en ponerse en contacto conmigo.

    Saludos,
    Christian

  • El sistema que propones es básicamente el que elaboró la legislatura pasada una comisión de expertos en el Parlamento catalán, inspirado por el modelo alemán. Te puedes imaginar cómo acabó la cosa.
    Encuentro que una sola lista de 175 es demasiado grande, da mucha manga a los partidos para centralizar aún más el poder en la comisión que elabora las listas. Ahora, por lo menos, estas son provinciales.
    Coíncido en lo de descartar la doble vuelta, aunque creo que se podría estudiar para los alcaldes.
    En Israel experimentaron con elección directa del primer ministro, pero no funcionó por la extrema fragmentación del parlamento israelí y el que constituiconalmente seguía siendo un sistema parlamentario.
    Yo me inclino por un sistema mixto presidencialista-parlamentario: elección directa del presidente, con funciones claramente delimitadas por la constitución y sólo derribable por impeachment, con gobierno de gabinete sujeto al parlamento y senado, con capacidad de censurar ministros. Mandatos fijos, ni el presidente puede disolver el parlamento ni convocar presidenciales.
    El senado, estimo necesario que actue de cámara de representación territorial, siguiendo el modelo USA: dos senadores por comunidad (38) elegidos por periódos de 8 años en turnos alternos. Les encomendaría tambien la representación exterior de su comunidad, antes España y en Europa (así pasamos de embajadas y se limita la tentación de los gobiernos autonómicos de hacer política exterior).
    Y finalmente: para el Congreso, me inclino por un sistema como el uriguayo descrito por NaBUru38: pequeñas circunscripciones uninominales de unos 100.000 hab. Pueden presentarse varios candidatos por un partido. El computo se hace por partidos a nivel nacional, con barrera del 3 o 5%. Se calcula el reparto de escaños por cada partido y se adjudican al más votado en cada circunscripción dentro de cada lista. Así tienes una proporcionalidad bastante alta, con una representación directa de la circunscripción, independéncia del diputado dentro de un límite (tiene que tener el respaldo del partido para que sus votos computen en el recuento global. Aquí sustituiría las primarias por un sistema de avales). El sistema estimularia la concentración del voto por el efecto mayoritario de la elección presidencial (el presidente ha de tener el respaldo de la mayoría, su función no es representativa: para eso está el Congreso) y acomodaría las sensibilidades minoritarias en el congreso.
    Es una idea

  • Hola a todos

    Me encontrais de viaje de Philly a Suecia asi que tengo que ser mas breve de lo que me gustaria. Muchas gracias por vuestras ideas y comentarios! Son magnificos. Intento contestar a uno o dos cositas solo y si luego tengo mas tiempo en otros dias seguire.

    Arturo: lo de Junio es buena idea. La mayoria de los sistemas mas antiguos tienen dias en el otoño porque era cuando se habia acabado la cosecha pero no habia nevado. Llevarlo al principio del verano es sensato.

    Iñigo: por supuesto que hay que reformar muchas mas cosas! Pero es que entonces, mas que un post seria un libro:) Pero si, temas de re-organizar nuestra estructura territorial y de profesionalizar las AAPP al maximo son para mi prioridades.

    El octavo guerrero: veo factible cambiar el articulo de la CE donde se especifican detalles del sistema electoral. Cambia la forma del estado es un tomate de mucho cuidado. Pero si, es cierto que ahi tengo una cierta inconsistencia. Touche!

    Vicenç: una idea interesante. Tengo que pensar algo mas en ella. Creo que los diputados uninominales tendrian mas proyeccion de futuro en el partido y eso les animaria. Seguro que ser del distrito te da una "medalla" de honor con valor intangible pero cierto.

    Christian: si, el sistema aleman es mi principal inspiracion pero con cambios. Uno de ellos es el tema de los mandatos extras que no tendriamos en mi propuesta (ni una contabilizacion de votos directos/indirectos). La idea es que realmente el diputado de la parte mayoritaria es un mandato individiual. Asi intento erosionar el excesivo poder de los partidos.

    Juan Miguel: el problema del modelo del senado americano es que Andalucia y La Rioja tendrian la misma representacion, lo que no parece muy equitativo. Mi idea de mantener, si fuera necesario, una camara regional, intentaria dar algun representante mas a las CCAA para paliar este defecto.

  • Jesús, respondiéndote al comentario que has hecho al mío. Imagínate una región de España - pongamos, Extremadura - donde los votantes estan partidos en dos partidos solamente, y de manera uniforme, de modo que Izquierda Republicana de Extremadura tenga el 49% de los votos y Convergencia Democrática de Extremadura tenga el 51%. Como ya dije en el post anterior, lo más razonable sería que IRE recibiera 1% de los Congresistas - unos 3 - y CDE recibiese otros tantos. Con el sistema que planteas, solamente CDE recibiría 5, e IRE recibiría 0. Este es precisamente el problema que veo al 3% y al 5%. La parte representativa de la primera mitad está la mar de bien para el partido más votado - y solamente para este - y a mi me parece defendible. Pero los partidos con muchos votantes en zonas determinadas pero sin mayoría de votantes quedarían relegadas completamente con tu propuesta.

  • Me gusta bastante. Gracias por el esfuerzo.
    Una cosa que siempre me fastidia es que los medios de comunicación nunca tratan el tema de gobernabilidad. Siempre sale gente quejándose de que no hay suficiente democracia (algunos parece que hasta querrían tener democracia directa en vez de representativa), y nunca hay artículos resaltando que gracias a los padres de nuestra constitución, nuestros gobiernos no se parecen a los italianos, que cambian con las estaciones.

  • Disiento totalmente con el planteamiento adoptado. No podemos olvidarnos de la Constitución, porque esta no es solamente "el ordenamiento jurídico", son las reglas de juego del sistema. Así que, puesto que cambiar la C. está mostrándose complicado, incluso para pequeños temas teóricamente fáciles, hay que buscar otra vía de reforma o arriesgarnos a construir castillos de naipes, que es lo que leo en este post.
    La vía no está tan oculta. La circunscripción que consagra la C. son las provincias, y estas no tienen porqué ser las que son, puesto que su modificación requiere "solo" de una Ley orgánica. Así que bastaría con dos pasos para iniciar el efecto palanca sobre todo el sistema político español. 1, el cambio de la Ley electoral, haciendo que el mínimo de representación provincial que define la C. sea de un diputado por provincia (aumento de la proporcionalidad) y 2, reforma administrativa que implique más provincias, profundizando en el modelo napoleónico (un núcleo urbano y su hinterland). Si el número de provincias es el adecuado, se puede conseguir circunscripciones de tres o cinco elegibles, que, llegado el caso, pueden incluso hacerse coincidir con los Ayuntamientos, si una dismininución drástica de los mismos fuera necesaria (caso de Grecia) o en casos especiales (Madrid, Barcelona, ...). El problema de aumento de la burocracia provincial se podría solucionar con un traspaso de competencias a un ente administrativo a nivel de Comunidad autónoma, una especie de gran Mancomunidad de provincias.
    Todo ello sin abrir el melón de la C. que haría que los independentistas pidieran la luna.
    Saludos.

  • Creo que es importante cambiar el sistema electoral español. Sin embargo su propuesta me parece complicadísima, y eso es algo que, al final, le resta legitimidad. La gente tendría muy claro cual es su diputado, pero no entendería que el colegio nacional modificase unos resultados, por lo que entiendo que el colegio nacional debería ser más pequeño.

    Creo que el cambio más importante debería ser la posibilidad de listas abiertas. Estoy seguro qu en esa situación podríamos quitarnos de el medio a muchos de los corruptos que circulan por las listas electorales. La gente podría votar a su opción ideológica sin que eso supusiese la legitimación de ciertas actitudes, que es lo que ahora ocurre con los Camps, Fabras, Mercasevillas, etc

    También me parece interesante la propuesta de mandatos fijos. Creo que daría independencia al poder legislativo (algo que actualmente es claro de no tiene) y posiblemente acabaría dando independencia al poder judicial (los puestos del CGPJ elegidos por el legislativo no dependerían tanto de acuerdos entre partidos).

    Un saludo

  • Jesús, gracias por tu trabajo, he llevado tu propuesta al Grupo de Trabajo de Política de Largo Plazo de la Acampada de Sol. Les ha parecido interesante, y me han prometido que se la leerán. En este grupo son gente muy joven, que no ha terminado su carrera, y que están enormemente agradecidos de las aportaciones de gente más formada. Como ya dije, a pesar de sus defectos, estos jóvenes tienen los incentivos correctos, y por eso confío en ellos.

    En la medida en que pueda, intentaré llevar allí vuestras propuestas, dentro del respeto hacia las posturas diferentes de cada uno.

    Un saludo.

    Un saludo.

  • Enhorabuena por su propuesta.

    Visto desde un punto de vista práctico entiendo que la forma en la que los españoles tendríamos más elementos de juicio para elegir un nuevo sistema electoral sería hacer un referendum sobre cual de los sistemas electorales VIGENTES de los distintos paises democráticos quiere el elector que se implante en España.

    De esta forma no solo conoceríamos la teoría sino la práctica.

    No obstante una persona que tiene la capacidad intelectual de diseñar un nuevo sistema estará en una privilegiada posición para opinar sobre qué sistema se ajusutaría más a nuestras características.

  • Emilio parece que actúas de buena fe llevándoles lo que propone JFV pero creo que no tiene ningún sentido. La gente de la puerta del Sol (el 80% siendo muy conservador) lo que quiere es volver a un sistema soviet infantilizado por lecturas baratas de cuatro fumados.

    Ayer estuve haciendo fotocopias en la facultad de políticas de la complutense (no es que sea de allí pero me venía bien) y aquello daba miedo; no ya por carteles, placas (muchos de ellos institucionalizados como fotos de niños palestinos o placa a Evo Morales) y pintadas sino por los comentarios de profesores y alumnos que en la cola de reprografía se juntaron.

    Si a esto juntamos el video que me mando anoche un amigo de la biodanza (http://www.ustream.tv/recorded/14931630) en la puerta del sol permíteme que sea un tanto “escéptico” de lo que esta “gente” representa y sus objetivos.

  • He de admitir que su propuesta, la oí hace mucho tiempo en alguna radio y me pareció extraordinaria. En aquel momento, solo llegué a entender unas cuantas pinceladas dado que llegué tarde y solo unos trazos de lo que habría sido una exposición interesantísima se me quedaron grabados. Intenté, en vano, hilvanar lo que Vd. pretendía y, sin embargo, ahora puedo leer en profundidad lo que entonces sólo intuí.

    Digo yo que sería Vd., sino lo era, hay alguien más que opina como Vd. o de forma muy parecida.

    Muchas gracias

    Un saludo

  • Juan Miguel, no propongo para España circunscripciones tan chicas y mucho menos idénticas. Viendo que las provincias de España tienen casi todas por lo menos 200.000 habitantes y la docena más grande al menos 1 millón, propongo que cada provincia tenga un diputado cada aproximadamente 80.000 habitantes, con un mínimo de 1 para Ceuta y Melilla y 2 para las demás. Así, Madid tendría unos 80 diputados, Barcelona unos 70 y Valencia unos 30. Que haya varios diputados por provincia permitiría una representación más proporcional que con circunscripciones unipersonales, y fomentaría la organización partidara en vez de personal.

  • Calculé mal los números. Debería haber puesto un diputado cada 160.000 habitantes de las provincias, con un mínimo de 1 por provincia. Madid tendría unas 40, o sea aproximadamente el 14% de las bancas, igual que su tasa de población.

  • tu lo has dicho, la sociedad cambia y con ella ha de hacerlo la politica, llevamos mas de 30 años con la misma constitucion que se hico para salir de un momento historico delicado cuanto menos, ya es hora de reflexionar pedir el cambio constitucional

  • Jesús, en Alemania tiene sentido que la cámara baja se elija por mitades porque la mitad proporcional se utiliza para corregir las desproporcionalidades producidas por el sistema mayoritario en la mitad uninominal (algo similar sucedía en Italia entre el 1994 y el 2006); es lo que se llama un sistema proporcional personalizado, que parece un sistema mixto, pero en realidad es proporcional. Por el contrario, en el sistema que tu propones no se da ese efecto corrector, sino que las dos mitades son independientes (se trata de un sistema mixto paralelo). De ahí que me plantee pasar del sistema mixto paralelo a la elección de dos cámaras; una proporcional, y la otra mayoritaria. Como inconveniente, puede complicar el proceso legislativo (creo que es una complicación menor, porque esta es una cuestión que en política comparada parece bien resuelta mediante comisiones mixtas); como ventajas, permite dotar de mayor independencia a los representantes mayoritarios con respecto a los partidos políticos (la financiación se puede asignar individualmente a cada parlamentario en la cámara alta, y a los grupos parlamentarios, en la cámara baja; los representantes por circunscripción única de un mismo partido no quedarían incluidos dentro el mismo grupo parlamentario que los diputados por elección proporcional del mismo partido, al estar en dos cámaras distintas, e incluso se puede establecer una duración del mandato mayor, o no condicionada a la disolución anticipada de las cámaras a instancias del Gobierno), y para el ciudadano parece más transparente (cuando vota sabe que está eligiendo dos cámaras distintas).

    El sistema de doble voto basado en el modelo alemán contó, según se dijo en los medios, con el visto bueno de CiU y el PSC para la elaboración de la Ley electoral de Catalunya, pero no fue el recomendado por la Comisión de Expertos por la dificultad en fijar las circunscripciones uninominales y por la coexistencia en un mismo parlamento de diputados elegidos por lista y diputados elegidos personalmente (páginas 81 y 82),.
    http://www20.gencat.cat/docs/governacio/Eleccions/Documents/Info%20general/Arxius/Informe%20final_pdf.pdf

    David, para modificar la composición del Congreso de los Diputados y suprimir el Senado (aunque yo lo conservaría como cámara mayoritaria por cirunscripciones uninominales) el procedimiento de reforma de la Constitución es el ordinario (mayoría de tres quintos de ambas cámaras). Vamos, que por acuerdo entre PSOE-PP, se puede hacer, si hay voluntad política para ello, sin mayores problemas. De hecho, no está de más recordar que el artículo 13 CE ya se modificó en el año 92 (en lo relativo al derecho de sufragio de los extranjeros en las elecciones municipales) para que España pudiera firmar el tratado de Masstricht.

  • La modificanción del artículo 13 de la C., Vicenc, se puede considerar "técnica". Cualquier otra modificación, puede incluir en ciertas condiciones, un referendum, incluso si no son artículos blindados (artículo 167, párrafo 3). Poner de acuerdo a los dos partidos alternativa en una sociedad democrática es algo que debe quedar para situaciones extremas, no deberiamos olvidar que la esencia de la democracia moderna es la alternancia en el gobierno, aquello que despeja situaciones enquistadas por gobiernos sucesivos del mismo color. El problema es que, puestos a reformar la C., ¿porqué no aprovechar que el Pisuerga ... para añadir a la reforma cualquier cosa que se le ocurra a cualquier partido político en condición de presionar para ello, como los referendum vinculantes o la autodeterminación (o cualquier nombre alternativo que signifique lo mismo)?.
    Cualquier cambio a corto o medio plazo solo es viable hacerlo mediante ley orgánica, ¡y ya es dificil!. Lo demás nos lleva a preciosas construcciones teóricas, imposibles de concretar en la práctica.
    Saludos.

  • Estimado Jesús,

    Como bien dices, seamos pragmáticos. Un cambio en el sistema electoral sólo será posible si se da una de estas dos circunstancias:

    - Beneficia a los grandes partidos, que tienen el control sobre el legislativo para llevar a cabo las reformas necesarias. Si en partido en el gobierno en ese momento depende de otro partido pequeño (seamos pragmáticos: un partido nacionalista), ésta también debe salir beneficiado.
    - Somos capaces de convencer a los ciudadanos de que el cambio es bueno para ellos, creamos un partido que proponga el cambio (o mediante uno que ya exista, diferente de los grandes, pues en ese caso estaríamos en el supuesto anterior), la gente nos vota, nos volvemos grandes y no cambiamos de opinión cuando somos grandes a pesar de que entonces el cambio no nos venga bien.

    Siendo pragmático me temo que la cosa va para largo (ya hay 2 partidos que defienden un cambio, y su éxito en este punto creo que lo conocemos), para muy largo...

    En todo caso, eso no quita para que tu propuesta sea muy interesante y sugerente. Sólo nos queda decidir si tiramos por la vía 1 ó 2 para llevarla adelante 🙂

    Un abrazo y como siempre, muchas gracias por todo vuestro trabajo y vuestros magníficos artículos.

    Manuel

  • Jesús, te informo que tu propuesta está siendo tomada en consideración por el Grupo de Política de Corto Plazo de la Acampada de Sol. Por tanto, os animo a seguir trabajando.

    Mi impresión charlando con estos chicos, es que andan algo perdidos, pero tienen buena voluntad.

  • Las listas abiertas y los sistemas electorales mixtos son complicados de entender para gente con bajos niveles de sofisticacion politica e incrementan los costes de informacion. Por tanto, reducen la participacion electoral entre este tipo de personas, que suelen ser ademas mas pobres i menos educadas. Una consecuencia no deseada es un incremento en las diferencias en los perfiles socio-economicos de votantes y abstencionistas. Si gran parte de los pobres no vota (como en EEUU), los partidos politicos tienen menos incentivos para intentar convencerles y hacer politicas publicas que les beneficien. Por tanto, paradojicamente, mas capacidad de eleccion puede suponer menos democracia.

  • Una pregunta....nadie se ha planteado por que el voto no puede ser proporcional a la renta?

    Dado que los derechos fundamentales estan garantizados por ley, hoy la politica se reduce unicamente a la gestion, esto es a la administracion de la ley de presupuestos.

    Los que mas aporten (por irpf), debieran tener un voto con mayor coeficiente que otros, todos somos coparticipes, de una empresa que se llama España y nuestro voto debería coincidir con nuestra cuota de participacion en los presupuestos.

    ¿Que opinais?

  • Se me ocurre que puede haber una forma de hacer menos complicado el sistema.

    Consistiría en asignar la mitad de diputados como propone Jesús y la otra mitad asignarla de manera "proporcional" pero usando las cifras que salen en cada distrito, sumadas por agrupaciones de distritos o "sobredistritos", sean estos provincias, CCAA o regiones (noroeste, centro, sureste, etc...). Un ejemplo.

    En Asturias habría 8 distritos de 200.000 personas. Eso son 8 diputados directos.
    Como en el caso mas extremo, cada distrito se gana con un 51%, se disponen otros 8 diputados para repartir de manera proporcional.

    Como se reparten:

    A cada partido se le calcula su porcentaje de votos sumando todos los resultados de los distritos,
    Se le resta de ese porcentaje, el que ya han ganado con los diputados "directos". Si queda a 0% no entra en el reparto, pero no hay porcentajes negativos.
    Se reparten los diputados "indirectos" con los nuevos porcentajes que han salido de la resta. La manera de repartirlo sería proporcional, D'hondt o la que fuera mas conveniente dado el tamaño del "sobredistrito".
    La "lista" de diputados que van al proporcional se hace poniendo a los miembros del partido (o simpatizantes dado el caso) ordenados según los votos que sacaron en su distrito, de mayor a menor.

    Que factores se mejoran:

    - Solo hay que votar una vez, y no hay que elegir entre listas muy grandes.
    - Es muy "abierto" ya que incluso los diputados de la parte proporcional son elegidos directamente por los ciudadanos del distrito. Digamos que es una lista abierta mas o menos.
    - Aún los diputados de la parte proporcional están vinculados a un grupo de ciudadanos, ya que provienen de las elecciones de distrito, aunque de distritos mas grandes.

    Bueno, una idea mas.

  • Don Jesús:
    ¿Conoce usted las propuestas de don Antonio García-Trevijano en esta materia, expuestas en su libro Teoría Pura de la República? ¿Qué opinión le merecen?
    Muchas gracias,
    Fernando Villamil

  • Miguel:
    Supongo que este blog nos obliga a ser especialmente rigurosos, así que precisemos tus datos: El número de electores de Asturias es de 987.027 según el INE para las últimas autonómicas, luego con distritos de 200.000 nos daría cuatro elegibles enteros y una fracción. Si por el otro sistema que propones se eligen los otros cuatro, habría que asignar el noveno por alguno de los dos métodos, cuestión en todo caso técnica. El problema es político. Si asignas los votos mediante elección directa a los candidatos, ello representa una transferencia de representatividad a ellos, y si el segundo método de elección es indirecto, derivado del primero, se añade más representatividad al sistema inicial. Para eso bastaría con proponer un sistema mayoritario sin más. Pero la premisa inicial era que los partidos, su existencia y su parcela de poder, eran beneficiosos para la sociedad, luego es necesario mantenerlos y mantenerla (la parcela de poder de cada uno).
    Saludos:

  • Hola,

    Me complace informaros que la propuesta que tiene más fuerza en las asambleas es la de un sistema tipo alemán. Lamento que la inciativa no vino de Madrid sino de Barcelona, así que no podemos dar crédito a Jesús Fernández-Villaverde.

    Espero que con el trabajo de todos podamos tener verdadera democracia en España.

  • Más sencillo todavía. Distrito único electoral y que todos los votos valgan lo mismo seas catalán, andaluz, vasco o madrileño. Eso es lo único justo. Todos iguales, nada de premiar agrupaciones de votos.

  • Si las elecciones fueran un proceso cuya única función consistiera en crear gobierno, un sistema como que el propuesto por nohaybebos podría ser aceptable (ni siquiera harían falta listas de candidatos, bastaría con el emblema y el nombre del partido, lo demás lo pondrian estos). Sin embargo, una elección a parlamentos, lo es a representantes de los ciudadanos, luego a otros ciudadanos que nos representan en los distintos momentos y lugares políticos, tanto gobiernos como legisladores como institucionales, como ... Siendo esto así, es vital para el elector conocer a la persona (persona, no tanto a la sigla) a la que convierte en su representante. A veces, obsesionados con los argumentos de los que pierden escaños por efectos del conteo de votos, olvidamos lo fundamental de la democracia representativa (no busquemos, que no hay otra sostenible).
    Los problemas que los ciudadanos percibimos en nuestro sistema político (eso que se suele llamar con ligereza "los políticos"), derivan de esa pérdida de contacto entre elector y elegido, por transferencia de la representatividad a los partidos políticos, que son los que actúan en nombre del ciudadano, apropiándose algo que pertenece al diputado elegido. Así que, espero que buscando eliminar los defectos que ha generado nuestro sistema político imperfecto, no inventemos otro más imperfecto aún, otro que de todo el poder a los partidos políticos, que al final, siguiendo un conocido argumentario, creo que fué de Trosky, pero no estoy seguro, acaba siendo todo el poder para el lider del partido.
    Saludos.

  • Lo importante del río es el agua que transporta, no el cauce en el que se desarrolla, cambiante por naturaleza. En España, actualmente, los partidos políticos son -pretenden ser- el cauce y el agua, todo en uno. Y es el cauce el que quiere ser agua.
    Lo digo porque el sistema electoral democrático (no más ni menos, sino "el puro") es el sistema mayoritario a doble vuelta en circunscripciones uninominales, llamadas "mónadas", de entre 100.000 ó 150.000 electores. Y todo en el marco de un sistema presidencialista, donde se elija al Jefe del Ejecutivo (¿por qué no al Jefe del Estado?) mediante elección directa a doble vuelta en circunscrión única (toda España). Por supuesto que los elegidos están sujetos a mandato imperativo de los electores y son éstos quiénes pagan al elegido, para que así no dependa del Estado y no se alejen de las necesidades de los electores. Los sistemas de listas abiertas o proporcionales vician la representatividad y, por tanto, la democracia.

  • ¿Y qué hacemos con los parlamentos? ¿Sobran? ¿Todo el poder para el ejecutivo? ¿No es necesario que, la elaboración de las leyes, a las cuales está sometido incluso el ejecutivo, corresponda al Soberano (es decir, a quien ostenta la soberanía) por medio de sus representantes?
    En todo caso, no vi que hubiera una premisa en las condiciones iniciales que permitieran cambiar de régimen de gobierno (de monarquía parlamentaria a república presidencialista), y a mi al menos me gusta jugar con las reglas de juego claras.
    Saludos.

  • El sistema propueso desde la Universidad de Granada (enlace en uno de los primeros comentarios) está bien y es sencillo de entender, además de que, en base a todas las elecciones generales hasta el momento se puede observar que la relación votos/diputado es más o menos equilibrada pero ayudando al partido vencedor para que no tenga que hacer grandes coaliciones a la vez que hay más partidos medianos y no depender de un pacto único que hace que sea el minoritario el verdadero ganador.

    En cuanto al tema de las listas abiertas, la idea es bonita pero veo varias pegas.
    Por una parte, no sirve para nada si se siguen teniendo que someter a una doctrino de partido que anula la voluntad individual de cada diputado.
    Por otra, tomando como ejemplo las municipales, ¿cuántos candidatos a concejales conocíamos? La gente podría castigar a alguien en especial, pero seguiríamos votando a quien el partido nos presente o al primero que salga en la lista. Honestamente, creo que ya pasa en para el Senado.

    A la anterior pregunta sobre ponderar sobre el IRPF, ¿cómo controlas la proporcionalidad del voto pero que siga siendo secreto? Y, más importante, serviría para que los que tuvieran más poder siguieran legislando a sus anchas, haciendo más profundas las diferencias económicas entre las clases sociales y dificultando que un "currante" pueda llegar a mejorar su situación social.

    Enhorabuena por el blog, soy un joven que, aún deseando una revolución, me decepciona este movimiento que no propone ideas (al menos hasta hace poco).
    Para poder debatir hay que tener un punto de partida, aunque sean ideas poco factibles es mejor que sólo decir "estoy enfadado".

  • Sr. Fernández-Villaverde, segun Ud :
    "1) Un sistema electoral que asegure la gobernabilidad. Al final del día el fin último de un sistema electoral es tener un gobierno en un plazo razonable de tiempo sin que unas minorías reducidas puedan condicionar a todo el país.
    3) Un sistema electoral que evite los excesos de las burocracias partidistas que hemos visto estos últimos años en España"

    Le expogo mis razonamientos poruqe estos dos Puntos 1 y 3 no casan muy bien

    La función central de unas Elecciones consiste en convertir votos emitidos en escaños conseguidos y así determinar quién resulta elegido y quien accede al poder, pero por otro lado, no se puede pasar por alto el hecho que las elecciones cubren otras funciones muy importantes ; así, proveer representación política, entre otros. Los sistemas electorales regulan el proceso electoral y puesto que hay a disposición varios sistemas electorales que no sólo poseen características propias sino que produce una serie de consecuencias distintas (e incluso contrarias), entonces la adopción de uno u otro afectará de manera muy distinta no solo la relación voto emitido-escaño conseguido (y por tanto quien es elegido) sino también afectará el contexto político, especialmente el modelo de representación.

    Así, si por ejemplo se adopta una clasificación de los sistemas electorales entre sistemas electorales en que los electores deben votar a Partidos o aquellos en los que deben votar a candidatos individuales, se puede comprobar que los sistemas electorales en que los electores votan a Partidos (como por ejemplo en el sistema Proporcional por listas) fomentan y refuerzan a los Partidos como únicos agentes de representación, pues son los partidos ( y no representantes individuales) los únicos autorizados a llevar a cabo programas durante la campaña electoral y crear políticas durante su mandato . Esto además potencia que los Partidos necesiten gran cohesión y estricta disciplina interna y que por tanto la vinculación entre los representantes elegidos y su base electoral sea inexistente, así como la dificultad de rechazarlos cuando consideren que no está ejerciendo su cargo de manera adecuada, ya que los representantes no son identificados por los electores con una base electoral o localidad sino con un Partido por el que se quiere que gane.
    Esto significa que si se adopta un sistema proporcional se fortalece el estado de partidos. Para coregirlo propne un hibrido.” La mitad de los diputados, 175, se elegirían por distritos unipersonales con sistema mayoritario a vuelta única y La otra mitad de los diputados, 175, se elegirían por un sistema proporcional)”.
    Dado que propone seguir con sistema parlamentario (“ La elección del presidente del gobierno sería como es ahora, por el Congreso”). Las consecuencias a mi modo de ver pueden ser dos: puede resultar como existe en Reino Unido donde a pesar de haber exclusivamente un sistema electoral mayoritario, los partidos son quienes controlan a los candidatos del distrito y de hecho , los votantes se identifican con partidos , por tanto apenas no hay representación de los electores de distritos y volvemos a excesos de las burocracias partidistas (esta situación sospecho que se daría con más razón en un sistema sistemas mixto con sistema proporcional por medio como propone)O
    Otra posibilidad es que los votantes no se identifican con partidos sino con representantes y entonces puesto que según punto 5 usted está a favor de un continuar con regimen parlamentario, entonces hay tal fragmentación del parlamento que punto 1 ( Un sistema electoral que asegure la gobernabilidad) se vuelve imposible de satisfacer.
    En definitiva este hibrido mayoritario-proporcional en sistema parlamentario es inestable o favorece lo mismo que hay, un sistema de partidos muy fuerte, que es precisamente lo que pasa en Alemania.

    Asi pues los siguientes puntos,

    1) Un sistema electoral que asegure la gobernabilidad. Al final del día el fin último de un sistema electoral es tener un gobierno en un plazo razonable de tiempo sin que unas minorías reducidas puedan condicionar a todo el país.
    3) Un sistema electoral que evite los excesos de las burocracias partidistas que hemos visto estos últimos años en España

    Son incompatibles

    Un saludo

  • La conclusion es que el sistema electoral es más coherente con un regimen parlamentario como tenemos ahora, Y un sistema mayoritario es más coherente con un regimen presidencial (como en EE.UU).

  • Pido disculpas por no quedar claro el mensaje anterior

    La conclusion es que el sistema electoral proporcional es más coherente con un regimen parlamentario como tenemos ahora, Y un sistema mayoritario es más coherente con un regimen presidencial (como en EE.UU).

    un abrazo

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