Hace unas semanas escribía un post sobre el terremoto de Haití. Una de las cosas que resaltaba era la fortísima evidencia empírica entre nivel de desarrollo económico y el número de víctimas de los desastres naturales.
La terrible experiencia de Chile nos ha confirmado esas predicciones (aunque es una de esas cosas que mejor no haber tenido nunca confirmación y que la gente de Chile no hubiese sufrido). El terremoto de Chile ha sido unas 100 veces más potente que el de Haití (8.8 frente a 7.0, es una escala en logs) y el número de muertos es de unos 400 (aunque probablemente aumente en las próximas horas) mientras que en Haití van por 230000 (nota: para que los números fueran totalmente comparables debería de controlar por densidad de población, algo para lo que no tengo datos a manos, mi impresión de mirar los mapas de los dos epicentros es que la diferencia debe ser menos de un orden de magnitud).
Bob Lucas, uno de los grandes economistas de la historia, dijo una vez que una vez que uno empezaba a pensar sobre las causas del crecimiento económico, era difícil pensar en ninguna otra cosa. El hecho que hoy Chile llore 400 muertos en vez de 230000 es la mejor muestra de cuanta razón Lucas tiene.