- Nada es Gratis - https://nadaesgratis.es -

Política de Comentarios

En estas semanas hemos tenido un gran subidón de audiencia y muchos nuevos lectores. Como quizás algunos no estén familiarizados con nuestra política de comentarios creo que merece la pena que repita algunas ideas sobre la misma y que clarifique algunas cosas que vamos a aplicar con un poco más de firmeza.

1) En este blog los comentarios están moderados. Esto quiere decir que solo se publican aquellos comentarios que nosotros queremos. Esto no es censura como nos dicen muchas veces. La censura es, por definición, algo ejercido por un poder público, no por una parte privada. Nosotros realizamos decisiones editoriales (sin las cuales, la libertad de expresión carece de contenido práctico). Si usted envía mañana un artículo o una carta al director a un periódico y no se lo publican, no se le ocurriría decir que es censura, es simplemente que al director no le ha resultado interesante. Pues con un blog pasa lo mismo. Ponemos lo que nos parece mejor. Si usted no está de acuerdo con nuestras decisiones, eso es lo grande de la blogsfera: crea su propio blog y allí explica usted todo lo que quiera con todo el gustazo y espacio del mundo.

2) Los comentarios están moderados porque, lamentablemente, detrás de la anonimidad de internet se esconden gente que no está interesada en una conversación civilizada. El 99.9% de nuestros lectores son personas normales y razonables, con la que podemos o no estar de acuerdo. Sus comentarios nunca se ven afectados por nuestras reglas. Desafortunadamente, el 0.1% restante tienden a llenar el blog de comentarios inútiles y pasa como con la ley de Gresham: los malos comentarios expulsan a los buenos. Algún día si tengo tiempo contaré alguna anécdota (la más divertida: un tipo que dejaba un comentario y 30 segundos después entraba con otro nombre a “autodarse” la razón, y encima se enfadó cuando se lo dijimos y nos amenazó con denunciarnos por violación de su derecho a la intimidad).

3) Longitud: esto lo vamos a empezar a vigilar más de cerca: máximo 350 palabras (la mitad de una columna de un periódico en España), a menos que sea algo, muy, pero que muy bien escrito e increíblemente interesante. Como decía Baltasar Gracián, lo bueno si breve dos veces bueno. En 350 palabras le da a uno espacio para contar mucho. Esta regla se aplicará de manera más laxa a académicos que digan claro quiénes son siempre, claro, que cuenten algo que merezca la pena ser leído. La razón de la excepción es que queremos animar a aquellas personas en la universidad a participar y que, al decir su nombre, arriesgan su reputación profesional. Por ello pueden necesitar más espacio para evitar malentendidos o simplemente, dar una visión más matizada de los problemas.

4) Hay varias líneas rojas que no toleramos: racismo, homofobia, sexismo, insultos varios, acusaciones de mala fe (“esto se escribe porque X ha pagado por ello”, hoy acabamos de tener uno con una acusación de pago bastante peregrina) y semejantes. A veces la línea es difícil de determinar. Por ejemplo, con los últimos posts sobre nacionalismos había unos cuantos, a ambos lados del espectro, que estaban casi, casi más allá de lo aceptable. La mayoría los hemos dejado. Muchos, más claros en unas posiciones inaceptables en una discusión entre adultos, los hemos quitado.

5) Si un comentario se desvía mucho del tema principal, lo solemos quitar.

6) Si algo ya se ha repetido muchas veces o las respuestas caen al nivel de “vale, tu dices que 2+2=4, pero yo no lo veo tan claro”, fuera (de estos hemos tenido cantidad con el tema de reforma electoral).

7) La moderación la realiza, en primera instancia, una persona joven que nos ayuda con el blog. Últimamente hemos tenido más de un exabrupto en los comentarios contra los editores. Antes de escribirlos, piense lo siguiente: la probabilidad que los editores leamos ese comentario es baja. No pierda el tiempo y no le haga usted la vida más difícil a una persona que no tiene culpa de nada.