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Nuestros Motivos y el Artículo de EL PAIS

(este post es conjunto de Luis, Tano y Jesús)

Nuestro artículo del pasado viernes en EL PAIS ha tenido un impacto muy superior al que esperábamos y, en general, creemos que alentador. Comentaristas varios, tanto de un lado como del otro, han reaccionado de forma sorprendentemente positiva. Esto nos dan esperanzas de que España puede avanzar hacia un consenso similar al que proponíamos. Por ejemplo, Herman Tersch, columnista del ABC, decía en Twiter “‏@hermanntertsch Un artículo refrescante y muy cierto. En elpaís y contra de las falacias habituales del izquierdismo. Y no sólo de él.” Vicente Lozano, redactor jefe de EL MUNDO decía “‏@vicentelozano No queremos volver a la España de los 50. Lo suscribo totalmente” y recomendaba leer EL PAIS (¿cuántas veces ha sucedido esto?). O entre los agentes sociales, como CC.OO. Aragón "‏@CCOOAragon Hay una España posible por la que #CCOOAragon también queremos luchar, moderna, con instituciones fuertes". Quizás sean nuestros sesgos, pero nos parece que el discurso ultranacionalista y germanófobo que estaba arrastrando incluso a los medios de comunicación más serios se ha ralentizado.

Pero claro, también ha habido críticas negativas. No pretendemos con este post responder a todas ellas. Algunos, por ejemplo, han criticado de forma honesta y opinan que la propuesta de un nuevo gobierno que reflejase un amplio acuerdo entre todos los partidos era algo en la que no nos debemos meter, ya que como mejor podemos influir es con la critica razonada dentro de lo estrictamente económico. Sinceramente creemos que, dada la gravedad de la situación, esta vez había que ir un poco más allá, pero respetamos profundamente a quien difiere de nosotros en este aspecto. Lejos de intentar socavar los principios de nuestra constitución, queríamos beber de una gran tradición existente en las democracias parlamentarias europeas de agrupar el mayor número posible de apoyos, más incluso de los estrictamente necesarios, en momentos en los que las naciones se enfrentan a situaciones de extrema gravedad.

Pero sí queremos ofrecer una reflexión sobre la observación que, con diferencia, entre las críticas, la más común ha sido referida a nuestras motivaciones y no la substancia del argumento de nuestro artículo.

Que esto sea así nosotros lo leemos de dos maneras, una favorable y una desfavorable. La favorable es que, cuando se juega en el futbol a la rodilla del contrario y no al balón, es porque no se sabe hacer mejor. Es decir, que todos aquellos que nos dicen “es que FEDEA os manda” o “es que queréis un cargo” en realidad están concediéndonos la razón: cómo no tienen nada que decir más profundo, intentan emborronar el panorama. La desfavorable es que en España, tristemente, este tipo de argumentación aún está aceptada entre los medios de comunicación, normalmente bajo el lema de “periodismo crítico” y por parte de gente cuya vida sí que depende de estar adscritos a un cierto grupo político o mediático.

Quizás por ello no nos quede mucho más remedio de explicar a nuestros queridos lectores porqué estas críticas no se sostienen.

La primera versión de la crítica es “esto lo habéis escrito porque sois…”, con tres variantes, “socialistas”, “la derecha neoliberal” o (en una frase que nos hizo particularmente reír) la “extrema derecha neocatólica”. Obviamente, en el mejor de los casos, solo una de las tres puede ser cierta: es francamente difícil ser la “extrema derecha neoliberal neocatólica socialista”. El que se nos acuse de un lado de ser del otro y del otro del ser del uno es buena prueba de que hemos sabido mantener nuestra independencia. El que alguna gente nos tache de ser cosas que poco o nada tienen que ver con nuestras ideas políticas nos hace muchísima gracia.

La segunda versión de la crítica es “esto lo habéis escrito porque FEDEA/Europa/la gran banca/el establishment/Perico el de los palotes os lo ha pedido”. Pues no, esto lo escribimos aprovechando que Jesús estaba en Londres la semana pasada y podía charlar con Luis, por una vez, en el mismo huso horario. Después de hablarlo entre los tres el jueves por la mañana, le dimos un par de vueltas en apenas unas horas y lo enviamos. En retrospectiva hay varias frases en el artículo que no están escritas con la elegancia y la distancia que nos gustaría y el tono es quizás un poco desabrido, pero pensamos que era importante ser lo más claro y directo posible.

El artículo ni nos lo pidió nadie ni nadie en FEDEA lo vio antes de enviarlo. Es más, existían buenas razones para no involucrar a la fundación en una cosa tan política (y con la que muchos miembros probablemente estén en desacuerdo). Por eso lo firmamos con nuestro nombre solo, porque eran nuestras ideas personales. Los que ven en el artículo manos escondidas lo único que hacen es pasar su Test de Rorschach particular: nos dicen más sobre sus obsesiones que ninguna otra cosa.

¿Si quisiéramos engraciarnos con nadie por un plato de lentejas, por qué sacamos “Cuál es la salud verdadera del sistema financiero?” (8/9/2009), “¿Nos Podemos Creer los datos de mora?” (17/09/09); “¿Para cuando la reestructuración del sistema Financiero Español?” (13/09/09), "Es hora de que el Banco de España pase a la acción", (18/02/10); “Las Cajas se pasan" (19/02/10); o “El Banco de España responde: Transparencia, Regulación y Supervisión del Sistema Financiero Español” 16/03/2010, todos ellos escritos cuando nadie en España ponía en duda los números de la banca?

La tercera versión de la crítica es “esto lo habéis escrito porque queréis un cargo”. Esta puede ser la versión más compleja de desmontar en unos párrafos por ser la más plausible ex ante pero también la más boba. Para demostrarlo, vamos a emplear argumentos “teóricos” y “empíricos”.

Los “teóricos” son muy sencillos. Nuestra vida está montada fuera de España, nuestras queridas mujeres no son españolas y, en general, nos hemos acostumbrado a vivir en nuestros respectivos sitios: Tano y Luis llevan más de dos décadas fuera de España y Jesús casi tantos. Para nosotros volver a España supondría un coste de ajuste brutal y un sacrificio que no le podemos pedir a nuestras familias. Es más, los tres somos catedráticos en universidades de prestigio, lo cual quiere decir que tenemos la vida resuelta de buena manera y que ganamos unos sueldos que son muy superiores a los que pudiésemos obtener en cualquier alto cargo español. Lo que hacemos en FEDEA, que nos acarrea un altísimo coste de oportunidad, lo hacemos precisamente porque creemos que nuestra posición en universidades de prestigio, la independencia de la que disfrutamos, intelectual y económica, nos obliga a más como españoles. Son muchas las voces dentro de España que no hablan tanto como podría esperarse dados sus conocimientos. Y ello porque los ataque que sufrimos, dentro de España donde tantas cosas en las universidades están conectadas al estado, vendrían acompañados de más cosas y la gente no se le puede pedir que sacrifique sus estabilidad financiera así como así. Es precisamente porque nosotros no corremos ese riesgo que sentimos la obligación de hablar. Es costumbre habitual acusar a quien critica de motivos personales en lo que hace y así sembrar las dudas en las mentes ni con el tiempo ni la paciencia de averiguar la verdad de la acusación. En nuestro caso esto es inmediato: No hay nada que ocultar.

Finalmente, nos queda el tema de nuestra “personalidad”, que no cuadra ni con cola con el mundo de la política. Jesús, por ejemplo, considera que uno de los pagos más importantes de su trabajo es poder ir en bermudas, camiseta y chanclas todos los días al despacho y se pone la corbata, muy reaciamente, una o dos veces al año y cuando no le queda más remedio. ¿Alguien lo ve con traje a diario? Él desde luego no.

Los argumentos “empíricos” son que si quisiéramos cargos oficiales ¿habríamos jamás escrito “¿Es el euro la tragedia española?” (07/02/2010, en el que criticábamos a la clase política en general por no entender el Euro), “Tarde, mal y nunca: España, una oportunidad perdida” (05/05/2010, donde ya pedíamos un cambio de equipo económico en el gobierno de Zapatero básicamente con los mismos argumentos que ahora: más capacidad, menos voluntarismo, mejor comunicación), “La incierta deriva de Rajoy: de 'popular' a populista” (21/12/2010, cuando ya estaba claro que el PP iba a ganar las siguientes elecciones y nos asustaban las declaraciones de muchos hoy altos cargos de que no había que reformar las pensiones ni subir impuestos), "El impuesto del Patrimonio es una mala idea" (06/09/2011, donde dijimos que la promesa del PP de no subir el IVA era insostenible) o “Prisioneros del populismo pasado” (10/04/2012, al poco de ganarlas)? Pues obviamente no.

A lo que nosotros aspiramos no a un cargo allí o aquí, sino en seguir la estela de nuestros grandes héroes: Keynes, Friedman y Samuelson, grandísimos economistas (nosotros no les llegamos ni a la altura del betún de los zapatos) que por décadas contribuyeron a la política económica de sus países como creadores de opinión, no como dirigentes políticos.

Bueno, no nos alargamos más. El resumen del post es sencillo: ni escribimos esto porque seamos de un bando o de otro, ni nos lo pidió nadie ni queremos sacar nada de ello y menos que nada un cargo. Sabemos que en esta España nuestra, tan cainita y envidiosa, tan llena de atávicos rencores, tan carpetovetónica y estrecha de miras, esto pueda resultar raro de entender pero es la pura verdad. Así que, querido lector, cuando usted lea una versión de estas críticas dirigidas contra nosotros, ya sabe: mucho humo pero poco contenido, el que lo escribe es un fraude intelectual.