Quizás el post del que en retrospectiva me sienta más orgulloso de los que he escrito en este blog sea este sobre la desagradable aritmética del ajuste fiscal (y que es la base de uno de los capítulos del libro de Nada Es Gratis). No solo porque identificaba de manera clara el origen de nuestros problemas fiscales sino también por enfatizar la imposibilidad de cerrar la brecha fiscal sin subidas de impuestos.
Decía en Junio de 2010:
“Para resolver esta brecha [me refería a una brecha de unos 2.5 puntos de PIB] solo nos quedan tres posibilidades:
1. Un incremento de impuestos. Una buena subida de especiales, emisiones de CO2, IVA, y retoques a IRPF son, en ese orden, las mejores opciones.”
Pues eso, que sin subir los impuestos no se iba a ninguna parte. Y el nuevo gobierno parece haber concedido este punto en el consejo de ministros de hoy y ha anunciado un importe recargo en el IRPF. Yo hubiese preferido empezar por especiales (nadie parece acordarse estos días del calentamiento global pero nos estamos cargando el planeta) e IVA, pero bueno.
Toda esta consolidación fiscal hará que 2012 sea incluso peor que 2011 pero mientras que los políticos de la Eurozona sigan sin entender nada, no me parece que nos quede mucho más remedio (por cierto, hace justo un año ya anunciábamos lo malo que sería 2011: "Afronto, en consecuencia, el 2011 mucho, mucho más pesimista que como me encontraba, por ejemplo, en Mayo (de 2010)", "Sinceramente espero estar equivocado. Nada me gustaría más que volver la cabeza atrás de aquí a doce meses y percatarme que mi pesimismo carecía de buen fundamento. Pero lo que no puedo es no contar cómo, a día de hoy, veo las cosas y estas las veo mal. Desde este blog intentaremos durante todo el 2011 hacer lo que podamos para remediar lo remediable." Da rabia acertar en estos casos).
Al menos, como buenas noticias, se elimina el canon digital (aunque no entiendo muy bien qué es el "sistema de compensación"), el ejemplo más sangrante de cómo un grupo de presión bien conectado había expropiado rentas a todos y cada uno de los españoles. El canon digital pasará a la historia como una de las decisiones más ridículas jamás tomadas por un gobierno democrático.