¡Menuda manera de empezar la semana! Me acaba de llamar Luis para contarme que, en portada del FAZ (que es el periódico de referencia del mundo de habla alemana) sale un artículo sobre un caso de plagio en la Universidad de Vigo por parte de un grupo de investigadores dirigido por Juan Carlos Mejuto.
Mirando en Google, he visto que hace unas semanas salió algo en la prensa española (aquí en EL PAÍS) pero no parece haber tenido mucha repercusión.
El artículo de FAZ es absolutamente estremecedor y, después de leerlo, le dan a uno ganas de llorar. Pero, por citar fuentes en Español, copio del artículo de EL PAÍS:
“El pasado 11 de enero, la revista, Journal of Chemical and Engineering Data, comunicó oficialmente su decisión de retirar los dos artículos del grupo español por tratarse de "publicación duplicada", aclarando que "porciones significativas de estos artículos habían sido previamente publicados por diferentes autores" en otras revistas.
En uno de los artículos de Vigo coincide, palabra por palabra, el resumen inicial y el largo primer párrafo del artículo, exceptuando la última línea.”
Vamos, plagio descarado. Pero claro esto es España y todos, hasta los más sinvergüenzas, tienen excusas para sus propias miserias. De nuevo copio de EL PAÍS:
“Mejuto reconoció que se trata de "malas practicas y negligencia" por su parte, pero que en ningún momento hubo intención de violar las normas éticas. "Reconozco que soy un chapucero pero no soy un tramposo; esto es un error, pero no un plagio", afirmó.
Su explicación de la "chapuza" es la siguiente: se utilizaron los primeros párrafos de los artículos de los chinos para redactar los propios trabajos (se aducen dificultades de escribir en inglés) y por error se enviaron a la revista los ficheros previos y no los de los artículos definitivos. Luego se publicaron y ninguno de los seis firmantes volvió a mirar esos trabajos suyos ni alertó del error, hasta que la revista se puso en contacto con Mejuto.”
Sinceramente, me quedo sin palabras. ¿Pero cómo se puede ser tan caradura? ¿Pero cómo se cree nadie que viva en la universidad esta explicación de “mi perro se comió la redacción”?
En cualquier país normal, Mejuto estaría ya suspendido de empleo y sueldo por la universidad. No solo por ser un sinvergüenza (o en el mejor de los casos un incompetente indigno de ser catedrático), sino por el daño que hoy, desde FAZ, le ha hecho a toda España.
Pero claro Mejuto no es un catedrático cualquiera, fue un decano (léase, “cacique”) así que todo se quedará en agua de borrajas.
Personalmente todas estas cosas me dan bastante asco y repugnancia. Contra esto es contra lo que tenían que marchar los indignados: estas son las cosas que hacen que España sea lo que sea y que no tengan futuro y no estupideces como “los mercados nos oprimen”.