- Nada es Gratis - https://nadaesgratis.es -

Experimentos con Nuestro Sistema Electoral II

Este es el segundo y último post en el que trato distintos experimentos con nuestro sistema electoral. Remito a nuestro querido lector al post anterior para más explicaciones y advertencias.

Hoy voy a estudiar dos cambios en el sistema. El primero es reducir el mínimo de diputados por provincia de 2 a 1 (los demás se ajustan por población). El segundo es cambiar la asignación de diputados del sistema D’Hondt actual a uno puramente proporcional (también llamado Cociente Hare).

Antes que nada, recordemos la distribución actual de escaños:

PSOE: 169
PP: 154
CiU: 10
PNV: 6
ERC: 3
IU: 2
BNG: 2
CC: 2
UPyD: 1
Nafarroa Bai: 1

El primer experimento, al reducir el mínimo de diputados por provincia de 2 a 1, elimina buena parte de la sobrerrepresentación de las provincias pequeñas. Por poner un ejemplo, ahora Soria tiene 2 diputados y Madrid 35. Con el nuevo sistema Soria tendría 1 diputado y Madrid 48. Quizás esto se ve mejor si pensamos que con esta reforma pasaríamos de que cada voto en Soria “cuente” 3.79 veces más que en Madrid a que “solo cuente” 1.38 veces más.

La gran ventaja de esta reforma electoral es que no obliga a cambiar nada excepto la ley electoral ya que es una reforma plenamente constitucional. Mientras que 1.38 no es todavía 1, el problema de sobrerrepresentación se reduce muchísimo. La comparación Madrid/Soria siempre es la más extrema (excepto por Ceuta y Melilla), con lo cual una cota superior de sobrerrepresentación del 40% es algo con lo que creo se puede vivir sin mayor problema, sobre todo porque casi todas las provincias estarían muy cercanas a 1. Si nos fuéramos a 400 diputados la situación mejoraría incluso más pero a costa de tener que pagar 50 sueldos adicionales.

Con esta sencilla reforma, la composición del Congreso en 2008 hubiera sido:

PSOE: 167
PP: 153
CiU: 12
PNV: 4
ERC: 4
IU: 4
BNG: 2
CC: 2
UPyD: 1
Nafarroa Bai: 1

Es decir, cambios mínimos: IU y CIU suben dos diputados, ERC uno, PSOE y PNV pierden dos y PP uno. El incluir el 3% o no como mínimo por provincia no tiene ningún efecto.

(Nota: en el post anterior hice ejercicios con circunscripciones autonómicas y nacional: en la nacional lógicamente no existen mínimos de escaño y en la autonómica, los efectos de re-asignar o no diputados por población con distintos mínimos solo resta algún escaño al PP en beneficio de IU en comparación con lo ahí reportado, así que en interés del espacio me ahorro detalles).

Mi último experimento es pasar a una cuota Hare. Por no extenderme demasiado, voy a reportar solo el caso por provincia (circunscripciones autonómicas y nacional, el pasar a Hare tiene un efecto casi mínimo pues D’Hondt y Hare convergen a la misma asignación en cuanto tenemos suficientes diputados a repartir).

La nueva redistribución sería:

PSOE: 159
PP: 151
CiU: 10
PNV: 6
ERC: 5
IU: 9
BNG: 2
CC: 3
UPyD: 1
Nafarroa Bai: 1
EA: 1
Chunta: 1
Nueva Canarias: 1

Como vemos, los perdedores son PSOE y PP (sobre todo el PSOE), los nacionalistas de derechas se quedan igual y los ganadores son IU y los nacionalistas de izquierda, con EA, la Chunta y Nueva Canarias entrando en las Cortes. El sistema proporcional pura haría así más pivotales a CiU, PNV y CC, cuyos diputados son más valiosos ahora que nunca, o a una coalición IU-ERC-BNG.

Concluyo así mi repaso de distintos contrafactuales de nuestro sistema electoral. Existen muchos otros ejercicios alternativos posibles para analizar, pero después de presentar todos los incluidos en esos dos posts creo que las lineas generales de las posibles reformas están bien claras: cambios relativamente pequeños, con ganancias para IU y perdidas (ligeras) para PSOE y PP mientras que los nacionalistas se quedan más o menos como estaban.

En el siguiente post la semana que viene, y para concluir el curso antes de las vacaciones de agosto, presentaré un resumen de algunas ideas que he ido desarrollando a lo largo de toda esta serie de posts sobre sistemas electorales.