Hace un par de semanas The Economist publicó un par de artículos sobre el estado de la macro y de la economía financiera. Mientras el de macro era más o menos aceptable (aunque terriblemente sesgado hacia una posición del debate), el de economía financiera era bastante pobre, con el típico ensalzamiento de la gente de behavioral (incluida un guiño al libro de Akerlof y Shiller, que no me parece que valga para mucho) y una incomprensión de lo que dice o deja de decir la teoría moderna de valoración de activos.
En el número de esta semana, Bob Lucas responde a alguna de las críticas. Como siempre, merece la pena leer lo que Lucas escribe. .
Yo personalmente habría sido incluso más agresivo. La recesión actual ha sido fuerte pero, quizás, sin todo lo que hemos aprendido en los últimos 20 años, esta hubiese sido mucho peor. Esa es la ventaja, y a la vez, la principal dificultad, de la economía: todas las evaluaciones de política implican un contrafactual. Decir que la situación actual es mala es infantil. Hay que argumentar, convincentemente, que dado el conjunto de información existente en cada momento y una valoración ex ante del riesgo, podríamos haberlo hecho mejor. Y esto es algo mucho más complejo…