A vueltas con la Productividad

La semana pasada comenté los datos de crecimiento de la productividad de EE.UU. y los comparé con los nuestros. Victor Ríos respondió, con razón, que no es claro que lo que nos interese sea la productividad observada del trabajo, sino más bien alguna medida de productividad total de los factores (PTF). El problema de la PTF es que requiere más hipótesis por parte del economista que la productividad observada que simplemente se define, para mejor o peor, como producción dividida por horas.
Como el mundo es pequeño justo esta semana he visto un artículo nuevo del John Fernald midiendo el crecimiento de la PFT en EE.UU. que intenta corregir por las variaciones en la utilización de los factores (el manuscrito está aquí y esto es un resumen). No me voy aquí a poner a hacer un referee informal del artículo, aunque si lo cito es porque me ha resultado interesante, pero sí quería llamar la atención sobre alguno de los resultados.
El que me parece más relevante es que, una vez que corregimos por utilización, la PFT sigue creciendo a muy buen ritmo y que la desaceleración que sufrimos alrededor del 2005, y que llevó a algunos a pensar que los buenos tiempos de 1995-2004 habían sido solo un boom temporal causado por las nuevas tecnologías de la información y que nos revertíamos a la mala época de 1973-1994, ha desaparecido. Si esto es así, son muy buenas noticias, pues en el largo plazo un punto más o menos de crecimiento anual de la PFT tiene mucha más relevancia que todas las recesiones del mundo.
Por supuesto, aún es pronto para estar totalmente convencido de esta lectura optimista (el principal escollo que le veo son los cambios en PFT inducidos por el boom y colapso de la construcción, que como tiene baja PFT medida, sesgan los datos de crecimiento de la PFT hacia abajo en 2005-2006, pero seguro que a muchos de vosotros se os ocurren muchas otras objeciones). Pero después de los comentarios negativos de las últimas semanas consuela ver cosas más positivas.