La American Economic Review (o AER a secas), quizás la revista profesional más influyente entre los economistas, cumple estos días 100 años.
Para celebrarlo, el número de febrero del 2011 que acaba de salir arranca con un artículo preparado por un distinguido grupo de economistas (Kenneth Arrow, B. Douglas Bernheim, Martin S. Feldstein, Daniel L. McFadden, James M. Poterba y Robert M. Solow) que selecciona 20 trabajos publicados en estos 100 años y que los referidos autores han considerado como los más importantes en términos de influencia e importancia de este primer siglo de la AER (nota: yo soy miembro del consejo editorial de la revista pero, obviamente, no he tenido nada que ver con la selección de estos 20 trabajos).
Como parte de la celebración, el artículo esta disponible para el público en general aquí e incluye enlaces gratuitos a los 20 trabajos sin necesidad de estar subscrito a la revista o disponer de acceso a una biblioteca universitaria.
Fruto de varias conversaciones entre los editores de NeG, hemos decidido comenzar una serie ocasional donde, en las próximas semanas, explicaremos a nuestros lectores la importancia de estos trabajos. El artículo antes referido acompaña a cada uno de los 20 trabajos con un breve comentario, pero este es probablemente poco esclarecedor para aquellos que estén menos metidos en la literatura por su brevedad y por asumir un nivel considerable de conocimiento previo. Creemos, además, que incluso aquellos economistas más familiarizados con estos trabajos podrán re-encontrarse con ellos y leerlos con nuevos ojos.
Y como yo soy el que introduce esta serie también es lógico que sea el que rompa el hielo y sea el primero en explicar uno de estos artículos. En concreto, voy a hablar del trabajo de F.A. Hayek “The Use of Knowledge in Society” publicado en 1945. Dos razones me llevan a ello.
Una, porque es un artículo corto pero profundo que trata de un tema que siempre me ha atraído, el uso y transmisión de la información en grupos sociales (por ejemplo, algo de esto hay detrás de posts recientes míos como este o aquel a nivel agregado pero que también es relevante en otros niveles como en una empresa, algo en lo que Luis Garicano ha trabajado con detalle). Además, el artículo está escrito sin matemáticas, lo que lo hace más accessible y de cómoda lectura, lo cual recomiendo a nuestros lectores encarecidamente (como lo hago, por otra parte, a todos mis estudiantes).
Dos, porque me dejará a las puertas de hablar en una segunda entrega de otro de los 20 trabajos, por Grossman y Stiglitz, que en cierto sentido construye sobre la contribución de Hayek y que demuestra lo mucho (o poco) que ha avanzado la economía desde 1945.
Hayek escribió este trabajo como consecuencia de sus reflexiones acerca del problema de si era o no posible el cálculo en una economía socialista.
La historia de este debate (con la obligada simplificación a la que me obliga la limitación del espacio y que espero me perdonen aquello lectores más expertos en el tema) es a grandes trazos más o menos la siguiente.
Marx nunca se preocupó demasiado de articular una teoría de cómo debería funcionar el nuevo sistema económico que sucediera a lo que llamó capitalismo. Su visión era que, bajo la nueva organización social creada por la victoria del proletariado, la productividad sería tal que los problemas de escasez desaparecerían y con ello el objeto de la teoría económica (en todo caso quedarían problemas técnicos de organización de la producción más propios de ingenieros que de economistas, en una famosa pero desafortunada frase de Joan Robinson, el trabajo de un directivo de empresa es simplemente mirar en un manual cuál es la mejor manera de organizar la factoría).
Esta visión simplista de la economía del socialismo se enfrentó con la realidad de la Unión Soviética en los años 20 del siglo XX donde, obviamente, los problemas de escasez no habían ni mucho menos desaparecido. Fruto de este problema eminentemente práctico, muchos economistas descubrieron un argumento que, si bien había ya circulado en distintas formas embrionarias desde finales del siglo XIX, tuvo su más clara exposición en un artículo de Von Mises, un economista austriaco e importante influencia intelectual y personal en Hayek, de 1920. Mises argumentaba que una economía socialista el cálculo económico era sencillamente imposible. En ausencia de un sistema de precios los distintos recursos de una sociedad (heterogéneos en su mera esencia) no podían ser asignados correctamente.
La respuesta de una buena parte de los economistas fue reconocer que si bien Mises había presentado un argumento muy poderoso, en realidad este no tenía las implicaciones tan radicales que Mises había extraído del mismo. En concreto, Orkar Lange (y otros) propusieron la idea de un socialismo de mercado: la autoridad central de planificación anunciaría unos precios y ordenaría a los directivos de las empresas socialistas que se comportaran como maximizadores de beneficios dados esos precios. La autoridad central simplemente jugaría con los precios (como un subastador Walrasiano) hasta que los mercados de vaciasen.
La idea de Lange es que este esquema reproduciría lo mejor de las economías de mercado (el sistema de precios) sin lo que él pensaba eran sus desventajas (como la distribución de renta). Es más, en tanto que todos los directivos se comportaran como maximizadores de beneficios dados precios, la asignación sería más eficiente que la de mercado ya que se evitarían problemas como el poder de mercado que introducen una cuña entre precios y coste marginal. Tan contento estaba Lange con su esquema que incluso bromeaba que en el patio de entrada del ministerio de planificación de toda economía socialista debería colocarse un busto de Mises por haberles recordado la importancia del sistema de precios.
El argumento de Lange convenció a muchísimos economistas y fue una fuerza clave detrás del renacimiento de la teoría del equilibrio general después de la segunda guerra mundial. Gente como Ken Arrow querían tener un modelo matemático de cómo funcionaba la economía de mercado precisamente porque querían construir un sistema económico alternativo (por cierto, esto también demuestra que la “historia” que uno lee a menudo narrada por periodistas que nos cuentan que los modelos matemáticos en economía son una invención de los acérrimos defensores de la economía de mercado para justificar esta no es más que una tontería y fruto de una lectura infantil y superficial de la historia de nuestra ciencia).
Hayek, en su trabajo de 1945, critica la posibilidad de un socialismo de mercado y, de manera más general, el enfoque imperante en la corriente principal de la economía. Hayek explica que la mayoría de las discusiones sobre la eficiencia de un sistema económico (sea una empresa, un estado o cualquier otro) parten de la hipótesis que conocemos las preferencias, la tecnología y los conjuntos de información de los agentes. Dados estos datos, el problema de cálculo es relativamente sencillo ya que es un mero problema de optimización matemática, más o menos complejo de implementar pero conceptualmente trivial.
Desafortunadamente, esto no es una descripción muy útil del problema en la práctica ya que este se caracteriza, más que nada, por la dispersión de la información. La verdadera cuestión es pues cómo diseñar un sistema económico que consigue agregar de una manera satisfactoria esta información. Hayek afirma que, con todas sus imperfecciones, el sistema de precios es la mejor manera que conocemos de lograr este objetivo y que intentar pretender reproducir su funcionamiento por medio de un planificador central, por mucho que este actúe como un subastador walrasiano, está condenado al fracaso.
En particular, Hayek argumenta que el conocimiento está desperdigado entre todos los miembros del grupo social y que ninguna autoridad central será capaz de agregarlo, aunque solo sea porque este conocimiento en muchas ocasiones no se puede verbalizar o cuantificar (o, utilizando una posición más moderna, porque los agentes no tienen incentivos a revelar tal información de manera veraz a ninguna autoridad central) y porque este cambia constantemente. Solo los precios, al suministrar información sobre la escasez relativa de los distintos bienes, pueden inducir a los agentes a comportarse de una manera que, por medio de la búsqueda de su propio interés, lleve a la agregación de la información. Para ilustrar este punto, Hayek utiliza el ejemplo de un incremento en la demanda de estaño. El precio relativo del estaño es que nos suministra a los productores y los consumidores de estaño lo que necesitamos saber (es más rentable producir estaño, es más caro consumir estaño) sin necesidad de entender o conocer las razones que han llevado al cambio en la demanda.
Uno se puede quejar con motivo, y a esto volveremos en una segunda entrega de esta serie, que aunque Hayek sugiere que un sistema de precios puede agregar esta información social, no nos ofrece una prueba de que esto sea así o que la agregación por medio de precios no tenga problemas importantes. De hecho es trivial encontrar ejemplos donde el sistema de precios agrega información de manera muy ineficiente y que lleva a asignaciones sociales muy malas que pueden ser facilmente mejoradas (pensemos en cualquier situación con información asimétrica, con heterogeneidad de expectativas o en modelos con cascadas informativas, un ejemplo bien conocido es un "beauty contest" propuesto por Keynes en 1936), lo cual nos indica que Hayek era excesivamente optimista con respecto a la utilidad del sistema de precios.
A pesar de estas indudables deficiencias, el trabajo de Hayek tuvo, quizás de una manera poco visible pero no por ello menos cierta, un gran influencia en muchos economistas. Aunque la teoría moderna, altamente formal y matemática, se parezca poco a lo que Hayek pensaba que era la mejor manera de teorizar (en esto siempre he pensado que Hayek estaba equivocado, pero eso es otra batalla), su herencia es indudable. Por ejemplo, Leo Hurwicz, el “padre” intelectual del departamento de economía de Minnesota (y con ello, indirectamente de dos de los editores de este blog y muchos de sus colaboradores) estudió con Hayek en Londres justo antes de la Segunda Guerra Mundial. Como nos contó Hurwicz en persona en una clase que cogí con él en 1997, fueron las ideas de Hayek las que le llevaron a empezar a pensar en temas como el diseño de mecanismos y la teoría de la compatibilidad de incentivos y que tratan precisamente de pensar cuándo y cómo elicitar información dispersa de manera rigurosa. En concreto, los aspectos dinámicos de la revelación de la información son a la vez sorprendentes y sutiles y desafían constantemente a nuestra intuición, de nuevo otra prueba aplastante del papel de los métodos formales (un gran resumen de muchos de estos resultados aparece en este trabajo).
El papel central que estas ideas ocupan hoy en la teoría económica moderna y todas sus aplicaciones, desde la teoría de la regulación a la teoría de subastas o la imposición óptima es quizás el mejor resumen de la importancia e influencia del trabajo de Hayek y la más clara justificación de porque ha sido seleccionado en la lista de 20 artículos más influyentes de la historia de la revista.
Como anunciaba anteriormente, en la entrega siguiente discutiré un trabajo de Grossman y Stiglitz que se pregunta explícitamente si el mecanismo de precios puede resolver los problemas enfatizados por Hayek. La respuesta será, cuando menos, ambigua pero no por ello menos apasionante.
Hay 65 comentarios
Entiendo la reacción que genera el Mises Insitute, no sólo entre académicos "no austriacos" e incluso también entre "economistas austriacos" (sea lo que sea entendamos por esa distinción). No obstante, el Mises Institute no es un centro de desarrollo de ideas académicas, sino de difusión.
Creo que es inapropiado utilizar el Mises Institute como principal referencia del trabajo académico de los austriacos. Si la evaluación va a ser de carácter académico, en lugar de eficiencia en difusión de ideas, entonces sería más interesante una opinión sobre los trabajos académicos de economistas que siguen de cerca el trabajo no sólo de otros austriacos, sino también de Mises.
Por ejemplo, ¿qué es tan problemático en trabajos como los de Peter Boettke, Lawrence H. White, George Selgin, Mario Rizzo, Israel Kirzner, Edward P. Stringham, Benjamin Powell, Bruce Caldwell, Steven Horwitz o Fritz Machlup? Por mencionar a algunos. Sus CV y publicaciones son fáciles de encontrar.
Entiendo que para referirse a los austriacos como paranoicos, obsesionados con tonterías, humo intelectual o filosofía mal dirigida tiene un conocimiento profundo de estos autores. También entiendo que ha leído con el detenimiento que merece obras de Mises como "Epistemological Problems in Economics", "Liberalism", "Human Action", "The Ultima Foundation of Economic Science" y "Theory and History" para referirse en esos término; del mismo modo que lo merecería cualquier otro autor. Economista que, por cierto, no se ha quedado corto en reconocimientos académicos más allá de los errores que, como toda persona, seguramente posea.
Entiendo que si ese no es el caso, entonces la paranoia e ideología se encuentra en otro lugar.
Nicolas
Cuando digo "Austriacos" me refiero a la mayoria de la gente que estos dias se autodenominan como economistas "austriacos." Si bien es cierto que en la academia hay gente como Boettke y demas que son serios, el "austriaco" medio, sobre todo el que escribe en los medios de comunicacion, esta como un cencerro.
Y si, he leido "Human Action" *y casi todas las otras que se citan* aunque la tuve que acabar mas por prurito personal que por otra cosa porque me parecio un toston insoportable. Siempre me sorprende la reverencia hermeneutica de los seguidores de Mises por sus libros. En eso, igualito que los marxistas y su amor a "El Capital."
Por cierto, Bruce Caldwell no es "austriaco." Es bastante amiguete mio (coincidimos cuando yo fui professor en Duke, el visitaba a menudo porque estaba a punto de incorporarse al departamento) y dado nuestro interes comun en Hayek, hablamos mil veces, sobre todo sobre lo que habia o no de cierto en las memorias de Charlotte Cubitt que acaban de salir (incluido el tema de si era o no verdad que Hayek tuvo un lio con la mujer de Mises y eso explica porque en la ultima etapa de su vida la relacion entre los dos se enfrio).
J
Ok. Entonces no es un punto menor que no se refería a los trabajos académicos sino a "austriacos amateurs." Es bueno que esta distinción quede clara para los lectores del blog y no se confundan unos con los otros.
Saludos,
NC
"El Capital" de Marx, "Human Action" de Mises, "The General Theory" de Keynes son obras maestras que generan un impacto importante dentro de cada unas de esas tres tradiciones. En cada una de ellas, están los que no procesan el contenido y sólo lo repiten. Esto desde luego no ocurre solamente en la Escuela Austriaca, y es algo que debemos criticar como conducta no académica.
Jesús decía más arriba "No confundas el triste panorama de la enseñanza de la micro en la mayoria de las universidades españolas con el estado de la teoria economica." Lo que Nicolás dice aquí es relevante: "No conundas el triste panorama que reflejan los austriacos amateurs en los blogs, con aquello que la Escuela Austriaca puede aportar."
@JFV
Si me lo permites voy a responderte a tu comentario, por alusiones
Respecto al comentario sobre Galbraith que hago, lo que menciono lo digo por mi propia experiencia y de los muchos que conozco en ese ámbito, y claro, en este sentido uno sigue las ideas que aportan "verosimilitud", para no caer en el seguimiento ciego de la "auctoritas" o como dice el chiste de Groucho Marx: "¿a quien va a creer usted, a sus ojos o a mí...?"
Respecto a Hayek es un individuo que sostiene tesis que considero contradictorias, entre ellas sus lectura "liberal" de la construcción normativa junto con un "tradicionalismo" de las suyas propias. Pero respecto a mi comentario sobre la ausencia de "justicia social", él mismo lleva bastante lejos su argumento, ya que una vez que la selección de las normas éticas se basa en la selección natural evolutiva de sus contenidos en la "gran sociedad" (Mercado), cualquier cosa que en nuestra mente se asocia con "justicia" él considera "sin sentido" si no se adapta a esa ley evolutiva; la frase que incluí es muy clara al respecto
Por ejemplo en otro texto Hayek menciona que algo así como "los valores de altruismo y solidaridad son anacrónicos", en el sentido de que son propios de una "sociedad tribal" superada e impropios de la "gran sociedad" (término cercano a la "sociedad abierta" de Popper). Un poco fuerte para mí
La comparación con el nazismo es que ambos, como el predestinacionismo calvinista, establecen una desigualdad intrínseca (falla cualitativa) entre los seres humanos; y así los modelos explicativos de sociedad que usan la terminología evolutiva establecen también una justificación en la existencia y persistencia de las desigualdades inherentes entre "linajes" del ser humano
No conozco a fondo la tradición afectiva de Hayek y su adherencia o no al calvinismo, pero el motivo de la aceptación de su forma de ver las cosas, viene de una sociedad predispuesta a aceptar ese mensaje por que ya "le suena" de antiguo, pues se trata de una paráfrasis del mensaje meritocrático justificado "cientificistamente"
Por otro lado Herbert Spencer es el primero en habla de "orden espontáneo" en la articulación social, en aplicar criterios evolucionistas y de selección natural a las normas sociales, etc... por lo que influyó mucho a los iniciadores de la Escuela Austríaca, como Carl Menger y Von Wiesser, y a través de ellos, en Hayek
Lo de la "ametralladora retórica" y los "lugares comunes ideológicos" creo que no son mi fuerte, procuro argumentar siempre mis comentarios, aunque los recorto para que no sean demasiado extensos
Un saludo
Hace pocas semanas Caldwell dio esta entrevista sobre su percepción de Hayek. Es larga.
http://www.econtalk.org/archives/2011/01/caldwell_on_hay.html
Saludos
Interesante el intercambio.
En cuanto a la "reverencia hermenéutica" de los austriacos hacia la obra de Mises, creo que Jesús tiene mucha parte de razón. No veo demasiado productivo debatir eternamente sobre qué es lo que quiso o no decir Mises... salvo quizá para cuestiones "marginales" de debate en pensamiento económico. En esto parece dar la sensación de que lo lo que en realidad decía Mises se considera como la Verdad, y lo que los economistas debemos hacer es "descubrirla" en sus textos.
En cuanto a Caldwell, si bien no es "austriaco" (por cierto, esto de las etiquetas no sé hasta qué punto es adecuado... p.ej. el economista George Selgin rechaza autodenominarse 'austriaco', y creo que tiene un punto), sí que creo que simpatiza con las ideas de Hayek. Nunca he hablado con él, y Jesús sí, por lo que él sabrá mucho mejor lo que piensa Caldwell, pero eso es lo que se desprende de escuchar este podcast con Russ Roberts: http://www.econtalk.org/archives/2011/01/caldwell_on_hay.html
Gracias Jesús por mantener este debate.
Para DFC.
Supongo que Jesús F-V te responderá pero, sin ser un experto ni un devoto austríaco, me ha llamado la atención una de tus frases que no me parece fundada en los hechos que conocemos de Hayek.
Concretamente me refiero a......"ya que una vez que la selección de las normas éticas se basa en la selección natural evolutiva de sus contenidos en la “gran sociedad” (Mercado)".
José, en uno de los primeros comentarios, trajo un video con una de las últimas entrevistas de Hayek en la cual aborda precisamente este punto y lo hace, creo yo, en sentido distinto y muy posiblemente contrario.
Es decir, dice que todos los conflictos sociales de los últimos 200 años pueden explicarse por incoherencias entre tres niveles de conductas (entendidas como "mores", costumbres, y no como normas "éticas").
1. Los innatos de proximidad: Familia, trabajo, etc. Todo lo "cercano", de confianza, en lo cual figuraría de modo instintivo la conducta altruista.
2. Los aprendidos socialmente de modo autónomo y espontáneo: "Trial and error" por así decirlo. Aquellos hábitos que no se basan incialmente en reglas establecidas por intelectuales (dice incluso que estos no las aceptan "porque no las establecieron ellos", una frase bastante reveladora) pero que han demostrado su éxito. Concretamente habla del concepto de propiedad y de la familia.
3. Reglas para la sociedad "extensa", --distante, la menos próxima o más lejana--, establecidas por intelectuales que piensan que sus normas funcionarán mejor que las desarrolladas de modo, digamos, natural tras ser patente su éxito.
En primer lugar una interpretación directa del concepto de proximidad (familiaridad, confianza) nos permite decir que la conducta altruísta es muy natural en el ser humano y que, por ende, es muy beneficiosa socialmente y no se restrige a lo próximo físicamente.
Las sociedades con este rasgo bien administrado son exitosas. Todos vemos que un ser humano maduro, bien desarrollado, tiende al altruísmo a muchos niveles de modo espontáneo.
En segundo lugar, creo que lo que se deduce de la entrevista es que la "anomalía", en todo caso, serían aquellas normas establecidas por intelectuales e impuestas a toda la sociedad que no las ha desarrollado tras la experiencia notoria de su éxito.
Por otro lado traes el concepto de Justicia o de Equidad y lo haces en ausencia de una definición de los mismos. No te preocupes porque a John Rawls le sucede lo mismo. Las definiciones son espejos y prisiones.
Como sabes, este es un terreno de lo más pantanoso y que en el fondo va a entrar en conflicto con los conceptos de mérito social y a requerir la imposición de medidas de colectivización de talentos, rentas y activos privados.
En este sentido yo no se muy bien lo que pensaba Hayek pero, por alguna de sus frases, me parece que no anda muy lejos de los principios de John Rawls que toda la social democracia a ambos lados del Atlántico reverencia. Es decir, el no reconocimiento del mérito (por ser "fruto del azar o la suerte") y por consiguiente se encontraría en el grupo de esos "intelectuales" que se erigen en arquitectos e impositores de normas no naturales porque ellos lo saben mejor que las personas individuales los grupos y las colectividades.
Esto me sorprendería mucho tras haber escuchado la entrevista con atención.
Pero si este fuera el caso, que no lo sé, Hayek estaría en abierta contradicción con gente como Röpke, otro de la escuela, en el que es mucho más fácil detectar una idea y unos fines trascendentes del ser humano de lo que a mi me resulta en Hayek (creyendo que también la tiene).
Toda la discusión sobre mercados, precios como metáforas informativas e ingenierías sociales tienden a olvidar varias de las grandes pasiones del ser humano: su libertad, su responsabilidad por sus actos morales para consigo mismo y su creencia en fines propios trascendentes. Queremos crecer, no que "nos crezcan" ni nos manejen.
Aquellas doctrinas que omiten esta realidad tienen un problema porque trasladan sus "externalidades negativas" (las doctrinas también las producen) a cada individuo de la sociedad y éstos terminan por rechazarlas.
Saludos
DFC
Veo que no replicas a mi argumento que Hayek nunca defendio la idea de competencia perfecta de la micro de principios del siglo XX, lo cual es una concesion.
Lo de Galbraith: cualquiera que escribio un libro que puso a GM como paradigma de la todopoderosa corporacion moderna ha sido golpeado por la historia de manera inecuanime. Esto no niega que los mercados sean imperfectos, niega que Galbraith dijera algo interesante sobre el tema, que es muy distinto. No cambiemos el topico de la discusion cuando te quedes sin argumentos.
Hayek y la justicia social y si es o no contradictorio: de nuevo no era el topico de la discusion original. Hayek pensaba que existia una justicia, distinta de la que tu apruebas y de la que yo apruebo. Pero acusarle de no tener un concepto de justicia es incorrecto. Punto. No confundamos proposiciones normativas con positivas.
Me hace gracia la referencia de nuevo al calvinismo. Antes comprobamos que no sabias mucho sobre la historia del nazismo. Ahora veo que tambien haces agua sobre los conceptos basicos de la teologia reformada. Uno de los cinco principios basicos del Calvinismo es la Eleccion Incondicional de Dios de aquellos llamados a la predestinacion y que esta no esta basada en la virtud, sabiduria o merito alguno de los "santos". En la teologia reformada ortodoxa no hay diferencias entre los seres humanos pues todos estan inundados por la depravidad total. Pero bueno, no perdamos el tiempo con los Canones de Dort. En todo caso Hayek se crio en Austria, que como buen centro de la contrareforma en las tierras de habla alemana, tenia metido hasta lo mas profundo de su conciencia social la concepcion jesuitica de la Gracia y la co-operacion humana en la salvacion y por tanto a Hayek, desde el punto de vista cultural, el calvinismo siempre le resbalo mucho.
Spencer: tu argumento era que Hayek hasta habia copiado el titulo de Camino de Servidumbre de Spencer. Esto era utilizado como una clara geanologia del pensamiento de Spencer a Hayek. Mi argumento era que, a parte de ser una atribucion falsa (no, Hayek no se inspiro en Spencer al elegir el titulo de su libro), chocaba contra las numerosas criticas que Hayek hizo de Spencer durante toda su carrera. Que Hayek utilizase conceptos de Spencer como el orden espontaneo no significa nada. Todos los economistas utilizamos conceptos de Ricardo o de Marx y no por ello somos Ricardianos o Marxistas o debemos ser vinculados con las posiciones politicas de ninguno de ellos.
Ah, y no te subestimes, las “ametralladora retórica” y los “lugares comunes ideológicos” si que son tu fuerte, aderezadas eso si con bastante confusion sobre la historia intelectual de Europa.
La conexión entre Hayek y el darwinismo social solo cabe en quien no ha leído a Hayek o no sabe qué es el darwinismo social. El mismo Hayek se molestó en contrastar sus ideas con esta doctrina, por ejemplo en el primer capítulo de La fatal arrogancia.
En cuanto a Spencer, probablemente sea una influencia más, y no de las más importantes. La tradición política de Hayek es la de la Ilustración escocesa (Adam Smith, Hume, etc.), Burke, Tocqueville, Acton, etc. La idea del orden espontáneo había aparecido bastante antes de Spencer, por ejemplo en Mandeville, Ferguson o Adam Smith.
Lo de que Carl Menger y Von Wieser fueron influidos por Spencer es otra opinión sesgada sin argumentación. Von Wieser, por cierto, era un socialista fabiano.
JFV,
La verdad, no me gusta polemizar, pero una vez que se pasa de los argumentos sobre las ideas a los juicios de valor sobre los que los emiten, estoy forzado a intervenir. Espero que me des la oportunidad de hacerlo
+ Galbraith: El Nuevo Estado Industrial habla de mucho más que de GM, quédate con las conclusiones. Depués de todo, ¿como está GM ahora?¿porqué se la ha reflotado? A lo mejor los argumentos de Galbraith no estaban descaminados
+ Hayek y su concepto de justicia: empezamos a entendernos
+ La Reforma: Conozco perfectamente el fundamento de la Reforma, y más en particular la Calvinista. Efectivamente está basada en la "Justificación por la sola Fé" que Lutero extrae de una lectura interesada de la epístola a los Gálatas y de algunas tesis de San Agustín
Pero la idea central de la ética calvinista predestinacionista "aplicada" es que la "certitudo salutis" (la certeza de la salvación) era la obsesión del creyente reformado, pues al considerarse que las buenas obras eran una manifestación y NO la causa de la salvación, no era concebible que el "justo" pecara, y de ahí la absoluta obsesión por el pecado de estos individuos que recibieron, por esta causa, el nombre de Puritanos
Efectivamente, es de Lutero la descripción de la naturaleza ineludiblemente depravada del Hombre, que le impide "ganarse" la gracia por sus obras. Ahí está el famoso intercambio epistolar con Erasmo sobre este asunto ("de Liberum Arbitrium" y "de servo Arbitrium")
Otro de los rasgos de la ética protestante era la identificación del "éxito" como manifestación de la pertenencia a la casta de los "elegidos", y esta es la razón última de la fuerza de lo que llamo "meritocracia" llevada al extremo
Está ya en Lutero la "vocación" laica, en la propia profesión, de hecho "calling" no existía en español y es un término de la Reforma que llama a cada cual a servir a Dios en su oficio. Lutero vació los monasterios para convertir a toda la sociedad en un monasterio
De esos conceptos teológicos deriva la obsesión por el "éxito" como manifestación de la "gracia" y de hecho, en USA, como sabrás, se usa el término "triunfador" (winner) y "perdedor" (loser) como atributo inherente de las personas, no como verbo, y esto está directamente relacionado con la identificación puritana entre el éxito de los "elegidos" y el fracaso (justo) de los "réprobos"
En nuestro ámbito católico nosotros perdemos o ganamos pero no "lo somos" (ganadores o perdedores) en sí
Esto tiene un efecto devastador sobre la noción de "Justicia" y la ayuda que los desafortunados "se merecen", y es una de las razones del tipo de "selección" de doctrinas que hace esa sociedad. Por ello fueron proclives en adoptar las ideas de Hayek, porque se adecuaban al marco de referencia ideológico que les era familiar
No se puede entender la estructura de los mitos y héroes cinematográficos de USA, la referencias al "pueblo elegido", al "destino manifiesto", al tipo de colonización exenta de mestizaje y proclive al exterminio (sin Leyenda Negra, sin autocrítica, sino con orgullo) si no se entiende ese concepto fundamental de la teología protestante
+ Spencer: lee el ensayo que te menciono y algunos libros suyos a ver si el encuentras la relación, creo que salta a la vista. Hayek critica algunas conclusiones de Spencer pero usa un gran número de argumentos del mismo, por lo que le debe mucho a este autor
No voy a responder a descalificaciones personales de ningún tipo, lo único que digo es que no sabes nada de mí
Jesús,
Cuando me refería a que era interesante tratar las rigideces que impiden los ajustes de precios a velocidad infinita de los distintos mercados, lo hacía sin desmerecer el comentario que al respecto esbozas en el artículo. Me parece cuanto menos acertado. Simplemente quería lanzar una invitación a la reflexión sobre si la evidencia empírica refuta las tesis de Hayek. En particular, opino que sí, y de manera aplastante. En este sentido, creo que la teoría económica "establecida" debe buscar referentes que se ajusten a la realidad (en la medida de lo "imposible"). A día de hoy, el tono mayoritario de la profesión está cercano a glorificar las bondades del libre mercado de la mano de una crítica feroz a la intervención pública. Las matemáticas han pasado de ser un instrumento a convertirse en un fin. Y esto perjudica a mi entender la riqueza del pensamiento económico, en cuanto excluye todo aquello no microfundamentado y falto de "rigor".
Veo que estamos bastante alejados en cuanto a la percepción de la intervención de los gobernantes en la economía. Espero que no consideres esto humo retórico, porque no lo es. La crisis actual ha puesto de relieve aspectos que deberían hacer desaparecer o, al menos, rebajar el escepticismo en el que te hallas. Me valdrá un ejemplo. El mantenimiento de una política de austeridad no es precisamente una postura partidista (como es lógico), más bien es el sometimiento de los estímulos fiscales al dispendio monetario. Un buen punto de partida para retroceder un poco en el tiempo. La ortodoxia que tanto se predicó desde que se firmaron los acuerdos monetarios para controlar la inflación, ha sido tirada por la borda sin ningún complejo aparente. La inflación ya no es un objetivo prioritario. La realidad, en muchas ocasiones (me resisto a pensar que siempre) es que los mercados castigan a entidades y gobiernos, con estrategias perfectamente diseñadas y que no tienen otro fundamento que intereses particulares. No hay, a mi juicio (y esto son valoraciones personales), razones de entidad suficiente como para pensar que la intervencion estatal se hace siempre con fines partidistas. En este sentido, soy bastante crítico con la aportación de la nueva macroeconomía clásica y en especial con la aplicacion de la teoría de las expectativas racionales (que fue afortunadamente disuasoria del ánimo de convertir la curva de Philips en religion, todo sea dicho) para demostrar que los individuos conocen de antemano las intenciones de los gobiernos. Supuesto crucial, puesto que entonces serían incapaces de lograr sus propósitos de disminuir el paro para posicionarse en curvas isovoto mas cercanas al origen de un eje cartesiano. Lo terrible es que han tenido un gran calado.
Una cuestión adicional, de la que me gustaría a ser posible conocer tu opinión. ¿No crees que se ha hecho mucho hincapie en hacer políticas de oferta cuando existen problemas graves en la demanda?
Un cordial saludo
DFC
Para serte sincero me aburre de manera infinita responderte así que no voy a seguir. No aprendo nada de hablar contigo.
Tu digresión sobre el papel del Calvinismo no es más que un refrito de un Max Weber y su “Ética Protestante…” mal digerido (que todos nos hemos leído el libro, ¿qué te crees?) aderezado con una buena dosis de interpretación infantil de la teología reformada (estamos hablando del Calvinismo, no de Lutero; el Calvinismo ortodoxo cree que en la perseverancia de los santos, que es la clave en el problema de la angustia reformada, el Luteranismo no, me parece que te tienes que repasar tu TULIP) y un poco de pop american studies.
Una cosa sola porque me ha recordado aquella estupidez que dijo Bush hijo de que el problema de Francia era que en francés no existía una palabra para “entrepeneur”:
‘de hecho “calling” no existía en español y es un término de la Reforma que llama a cada cual a servir a Dios en su oficio’
En Latín existe la palabra vocatio, de donde viene por supuesto la muy castellana palabra vocación, que significa “llamada”. Por ejemplo, los romanos la empleaban para “llamar” a un testigo a un juicio. En la edad media la literatura cristiana lo utilizó extensivamente para referirse a la llamada que le hace Dios a cada uno. Incluso más divertido, Calvino, en "Institutio Christianae religioni" utiliza la palabra "vocatio" para referirse a la "llamada del Cristiano". "Calling" es unicamente la manera en la que los calvinistas tradujeron "vocatio" al inglés.
Vamos, eso de que “calling” no tenía equivalente en castellano es como lo de la influencia de Spencer en el titulo de “Camino de Servidumbre”, una tontería como la copa de un pino que o te has inventado por las buenas o que te han contado y de manera bastante acrítica te has tragado.
Me impresión es la segunda: tienes un cultura de aluvión, de lecturas aquí y allí, en general mal asimiladas y desconectadas, que forman un conjunto incoherente, pero muy hispano por otra parte, que amalgama falsedades con pobreza analítica en una mezcolanza que solo es destacable por su mediocridad.
Me parece que no se te puede ayudar, así que, como decía antes, “have a nice life” y hasta nunca.
@ JFV
Esto es tremendamente divertido. La disquisición sobre el término "calling" está incluida en el capítulo III (título: Concepción luterana de la profesión, pag 81) de la edición que tengo de "La Etica Protestante y el Espíritu del Capitalismo", que, evidentemente no te has leído como muchas de los asertos que mencionas
¿No te das cuenta de que con esas exhibiciones de arrogancia, soberbia y mala leche quien se pone en evidencia eres tú? Algo totalmente impropio de alguien que se considera "académico"
Sigue así, estoy seguro que llegarás lejos....Hasta otra
DFC
Prometia que no te iba a contestar, pero bueno, como dices que no he leido el capitulo III. Esto es lo que escribe Weber en tal capitulo:
"In den romanischen Sprachen hat nur das spanische »vocacion« im Sinne des inneren »Berufes« zu etwas: vom geistlichen Amt übertragen, eine dem deutschen Wortsinn teilweise entsprechende Färbung, wird aber nie vom »Beruf« im äußerlichen Sinn gebraucht."
Weber reconoce que tenemos una palabra para ello aunque afirma que no le damos esa carga de dedicacion en el mundo. Particularmente creo (y el consenso de la literatura academica esta conmigo) que Weber, como buen Protestante, tenia una vision muy sesgada de las connotaciones que tienen las palabras en el mundo Catolico. Pero el argumento mas aplastante sigue siendo que Calvino utiliza repetidamente la palabra "vocatio" en latin para referirse a la llamada.
Asi que la palabra existir, existia. No hemos tenido que inventar nada.
Y ya se acabo. Cierro los comentarios que esto es un rollazo.....
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