Sobre carritos de la compra y avances de la sociedad de la información en España

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Créanme, esta foto no está manipulada. Y no, no fue tomada en el siglo pasado, ni en un país tropical. La saqué hace unos días, aquí, en un hospital central y universitario, el mío. Retrata una escena común: toparse con un carrito tipo supermercado cargado de historiales médicos confidenciales. Unos tochos que los celadores trasladan de una dependencia a otra y que los médicos manejan con una asombrosa habilidad. No vayan a pensar que sólo ocurre en mi aldea. Mi amigo Sergi me asegura que en el Hospital Clínic de Barcelona (una de las institución más productivas en investigación del país), se vivían escenas similares hasta hace un par de años.

Muy pronto la plantilla del complejo hospitalario se moverá a unos nuevos y flamantes edificios, dotados de las más avanzadas tecnologías médicas. ¿Qué harán con los carritos?

El celador no quiso salir en la foto, pero me aseguró que no abandonaría su carrito, que lo acompañaría al nuevo hospital. No me lo creo. Vale que le tenga cariño, pero sería un tanto ineficiente verle paseando por ahí con su carrito vacío. ¿O no? ¿Fueron los recortes los que  no permitieron instalar un nuevo sistema informático?  Pues, tampoco, al menos directamente. Según la prensa local, “la impericia informática de la plantilla (es) un obstáculo añadido al traslado de hospital” (LNE, 09/04/2014 y portada). Tampoco me lo puedo creer. En realidad, el programa informático (denominado, con acierto,“Milenio”) tiene a todo el personal insatisfecho. Según he oído reiteradamente, tendría un montón de fallos. Pero, sobre todo, existe una falta clara de incentivos para invertir en formación en un ambiente de frustración por los efectos de los recortes y cambios importantes en la condicione laborales. En fin, los médicos amenazaron con ir a la huelga, de nuevo.

La (im)pericia informática 

Son muchos las cuestiones que plantea y curiosidades que despierta  esta pequeña historia local. Por ejemplo, el tema de la cualificación informática de nuestra población.  ¿Qué habrá pasado con ella  durante este período de crisis? Hace ya 5 años, en el inicio de la recesión, escribíamos Sergi Jiménez y yo, un trabajo en el que prestábamos especial atención a nuestro déficit en cualificación informática, siendo para nosotros uno de los principales obstáculos para alcanzar una nueva senda de crecimiento sostenible. España no tenía un déficit especial en inversión en TICs, sino en la cualificación necesaria para utilizarla.

Con la crisis se podrían esperar dos cosas: que con los posibles recortes en gastos de formación en las empresas y la caída del empleo se produjera una menor adquisición de conocimientos informáticos (dado que el centro de trabajo es uno de los lugares principales en el que se adquiere o mejora dicho conocimiento), y, por lo contrario, que más paro también supusiera más tiempo y necesidad de invertir en este tipo de capital humano.

Los datos de Eurostat sobre la evolución de las cualificaciones informáticas de las poblaciones de los países de la UE-28 se resumen en los dos primeros gráficos. Los datos se basan en encuestas en las que las personas son preguntadas sobre diferentes tipos de actividades o tareas informáticas con distintos grados de dificultad, desde utilizar un ratón para arrancar un navegador o un procesador de textos, pasando por copiar o mover un archivo, etc.. hasta una sexta tarea que consiste en escribir un programa informático utilizando un lenguaje de programación especializado. Los que no saben realizar ninguna de estas tareas son considerados como analfabetos informáticos, y los que consiguen hacer hasta 5 o 6 tareas se clasifican con un nivel de cualificación alto.

Como se puede observar en los dos gráficos, España muestra una distribución dual de su población por niveles de cualificación informática. Por una parte, tiene un porcentaje muy alto de personas con un nivel equivalente al analfabetismo, un 33% de la población de 16 a 74 años. Son diez puntos  menos que en el inicio de la crisis, en 2007, y casi en la media de la UE-28.

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Y también ha alcanzado una proporción muy alta de personas con un nivel informático elevado: un 35%, 7 pp más que al inicio de la crisis, y muy por encima de la media de la UE-28, a niveles similares a los países escandinavos.

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El envejecimiento del empleo en la sanidad pública y la pericia informática

Cómo se constata en el Gráfico 3,  nuestra sanidad pública, y en especial, los titulados superiores (básicamente médicos y enfermeras) empleados en este sector, están envejeciendo de forma galopante, al igual que otros sectores de nuestro estado de Bienestar. Casi una cuarta parte de estos profesionales tiene 55 años o más....

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... Y la proporción de personas con esta edad y este nivel de estudios que sólo alcanzan como mucho un nivel bajo de cualificación informática es aún muy alta (37%)....

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.., lo que podría explicar los posibles desincentivos a invertir en cambios informáticos a estas alturas de su vida laboral. En este sentido, y yendo un poco más allá, la bajísima  tasa de renovación de las plantillas que supone la regla de reposición de los empleado públicos en un 1 x 10, no es un buen ejemplo de responsabilidad fiscal....

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Otra curiosidad que despierta nuestra historia es qué pasará con los celadores  cuando el nuevo programa informático sea adoptado. La respuesta esté en lo que tanto sociólogos como economistas denominamos "polarización" de las ocupaciones, y que nuestros lectores más asiduos conocen ya bien dado que lo hemos abordado en varias ocasiones (aquíaquí , aquí o en el libro de Luis Garicano). La literatura ya empieza a ser tajante sobre este tema. Un último ejemplo es un trabajo de Michaels, Natraj y Van Reenen publicado recientemente. Vuelven a confirmar la hipótesis de que las TICs polarizan los mercados de trabajo, con escasos efectos sobre los trabajadores menos educados. Esta vez, ofrecen evidencia internacional utilizando datos para EEUU, Japón y 9 países europeos en el período  1980 y 2004. Encuentran que las industrias con mayor crecimiento en TIC han cambiado trabajadores con estudios medios por estudios superiores y que estas nuevas tecnologías contribuyeron a una cuarta parte del aumento de la demanda de estos trabajadores.

Los celadores no deberían pues estar demasiado preocupados y deberían poder aparcar los carritos sin perder su empleo, entre otras razones porque tienen otras muchas funciones de atención a los pacientes que no pueden ser sustituidos por las nuevas tecnologías. Sin embargo, no todos los empleos de atención al público que no deberían requerir de mucha educación pueden sentirse tan seguros, por ejemplo, los ordenanzas o el personal de servicios que se dediquen a orientar a los visitantes por los edificios de las empresas o instituciones. Véase sino esta foto sacada recientemente en Coruscant del Monte

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 @ffelgueroso

 

 

Hay 10 comentarios
  • Una entrada muy interesante, y además, un tema realmente acuciante. Otros sectores han vivido experiencias semejantes, por ejemplo el bancario con la introducción masiva de aplicaciones informáticas ya hace de eso bastantes años...Al final, esos perfiles de edad no se suelen adaptar por falta de ganas, interés, capacidad etc...(llamémosle incentivos).

    Una apreciación: en el 3er gráfico el título indica "% de trabajadores..." pero el eje se titula "años".

  • Es tremendo, pero la sanidad no es lo más llamativo, hay otro campo que literalmente se ahoga en el papel. La judicatura está desbordada hasta extremos muchísimo mas dramáticos, totalmente tercermundistas y que condenan al sistema judicial a una ineficiencia extrema y a la paralización de causas debido simplemente al extravío de la documentación.

    • Lo de la judicatura no lo entiendo. No es tan caro montar un sistema de información más ágil, flexible y moderno. Yo creo que hay intereses que oponen mucha resistencia para que no se arregle ese tema... (entre otros, ¿los propios jueces?)

  • En mi experiencia, incluso las personas “competentes” en informática son muy poco capaces de automatizar tareas repetitivas. Primero es necesario ver que la tarea se puede automatizar, y después saber como hacerlo. Es sorprendente que mucha gente ni siquiera es consciente de lo primero. El resultado es un modo de producción muy ineficiente. (Repito que estoy hablando de personal altamente cualificado.)
    Yo creo que gran parte de la culpa se puede atribuir a las interfícies de usuario gráficas. Me gustaría hacer un experimento: coger a un grupo de niños (p.ej. de entre 7 y 11 años) y hacer que utilicen durante un tiempo un S.O. tipo Unix con una interfície de usuario de texto. Si quieren jugar a un juego, explicarles dónde encontrar el código fuente y que lo compilen. 20 años más tarde comparar su productividad con la un grupo de control.

  • Si esto les parece mal, no se imaginan los carritos de la compra llenos de pleitos en un juzgado con la nueva oficina judicial, que es lo más moderno en administración de justicia !!

  • A su preocupación por los puestos del personal no sanitario, querría añadir una pequeña observación sobre como funciona el mercado y cómo la sanidad pública:
    1) Sanidad pública. Puede que Milenium esté destinado a grandes hospitales pero Selene ya lleva años implantado lo que supone que hay historia clínica electrónica (HC). Funcionamiento: el médico con su tablet actualiza la HC, ahorro una secretaria por servicio, coste de facultativo haciendo labores de secretaria.
    2) Instituto Oftalmológico Vega en Oviedo. El facultativo pasa la consulta con una secretaria que se ocupa de llevar toda la información y comentarios del oculista a la historia clínica mientras el facultativo no mira más que pacientes.
    ¿Quien es más eficiente?.
    Yo, por lo menos tengo dudas y, a veces (desde mi ignorancia) pienso que estamos comprando programas informáticos porque nos los venden bien, igual que hacíamos autopistas o trenes de alta velocidad cuando Bruselas nos lo recomendaba señalando que habría una subvención detrás.
    Saludos

  • La impericia de los usuarios es un factor. Pero yo he observado que, a veces, los programas que les obligan a usar no son nada intuitivos, se cuelgan todo el rato y crean bastantes frustraciones. Creo que también hay un problema en los incentivos para encargar, diseñar y mantener esos programas.

    • Hola Carlos, ¡qué bueno tenerte por aquí!
      Completamente de acuerdo. Me refiero a lo primero en el texto como "fallos". Carmen, una compañera en Fedea, también me recuerda que el programa Milenio no es compatible con el que se utiliza en otros hospitales de la región. Estupendo, ¿no? Y para rematar, lo que mencionas en ultimo lugar: el diseño, el mantenimiento... ¿Se puede hacer peor??? Y aún así funciona... En parte porque la calidad de todo el personal es increible. Un abrazo

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