El contrato único en "La Vanguardia"

En este blog hemos insistido mucho en la propuesta –del Manifiesto de los 100– de unificar todos los contratos laborales en un único contrato indefinido (ver una explicación aquí). Pensamos que es la única forma efectiva de atajar la temporalidad laboral, que tan perniciosos efectos tiene en nuestro país. Aunque probablemente los lectores de Nada es Gratis ya estén saciados (“Mmm, ¿Qué hay de nuevo, viejo?”), el tema ha desaparecido del debate nacional. Hoy Juanjo Dolado y yo insistimos en él, en una mini-entrevista de La Vanguardia, en el contexto de su iniciativa “La Vanguardia de la Ciencia”. Mas pronto o más tarde este asunto volverá a la palestra.

Hay 18 comentarios
  • Hola, Samuel, buenas tardes.

    Hay aspectos de la vida social de los que no se suele hablar mucho en economía pero vuestro trabajo los trae a colación de modo indirecto.
    Me refiero a la estrecha relación entre “cantidad” y “calidad”. Esta última tiene que ver con la calidad moral --en este caso pública-- y con los efectos sociales de la equidad entendida como un valor moral.

    De modo genérico estaríamos lidiando con los efectos cuantitativos de la cualidad. Del mismo modo que la “calidad” del dinero (que tan escasamente ha sido estudiada en sus efectos) influye y altera la ecuación de la teoría cuantitativa.

    Las consideraciones cualitativas complican extraordinariamente los tratamientos cuantitativos pero omitir los factores cualitativos es como ignorar la interacción universal entre cantidad y cualidad. Es decir, una simplificación que nos lleva a un callejón sin salida o a conclusiones inciertas.

    Hace unos días comentamos, con el acuerdo general, vuestra tesis desde los ángulos contractuales y de las actividades económicas tan diferentes entre Francia y España.
    Hoy quiero dejarte unas líneas sobre su vertiente moral que a mi modo de ver sería otra razón quizás más poderosa para que vuestra hipótesis fuese aún más probable.

    Entonces apunté, en passant, que la diversidad de contratos equivale, --además de a una injerencia que muchos legítimamente cuestionan--, a una paupérrima moral pública de indudables efectos prácticos.

    Estamos tan acostumbrados a que el estado opere en un vacío ético (o que se esfuerce en ser productor de sus propios valores morales) que no damos importancia a los efectos de la inmoralidad pública a pesar de que cada vez hay más muestras de que hay formas de gobierno que tienen efectos económicos destructivos precisamente por su carencia de valor moral. Damos por sentado que nuestro estado actúa frecuentemente de modo inmoral. No es gratis.

    A mi modo de ver la multiplicidad de contratos a los niveles actuales es una de ellas que termina por hacer visible a toda la población una estrategia orientada a crear ciudadanos y contratos de segunda o de quinta y ponerlos a disposición del mercado (público y privado) de forma que inexorablemente se inicia un ciclo de emigración de profesionales cualificados autóctonos que son sustituidos por otros de menor cualificación y sueldos provenientes de la emigración buscada con ahínco.
    Este es el caso de nuestra sanidad pública cuya dinámica es notoria en perjuicio de toda la sociedad.

    El caso de la construcción y la generación de demanda de vivienda de modo artificioso es el otro que no gloso porque lo conocemos todos.

    Esta forma de actuar ha creado una enorme indignación en grandes y relevantes capas de la población que ven que “su” gobierno tiene en mente traer gente hasta que seamos “66 millones” (titulares de Sebastián en las últimas municipales) y no se le ocurre al menos preguntar a la ciudadanía si queremos ese escenario.

    A nadie se le escapa que este tipo de estado no se merece el menor esfuerzo más allá del mínimo imprescindible para ir tirando y que la semilla de la pérdida de autoestima colectiva está teniendo efectos arrasadores sobre el conjunto de motivaciones que mueven una sociedad.

    No hace falta pegar el oído al suelo para escuchar este mensaje ni leer “Trust” “The Social Virtues and the Creation of Prosperity” de Fukuyama (1995) para caer en la cuenta de la carcoma soterrada que entra en el sistema de la mano de gobiernos que tan alegremente desprecian las bases morales y éticas de la sociedad.

    En un momento en el cual va a hacer falta mucha “solidaridad intergeneracional”, mucho sacrificio y mucha voluntad de sufrir y arriesgar ¿alguien ha pensado en lo destructivo de esta conducta “cualitativa”?.

    Pensemos en un escenario sin los errores de las políticas de estímulo tan alegremente adoptadas ¿tendríamos un paro equivalente con el escenario social de contratos iguales para circunstancias iguales?
    Yo creo que no. Ni de lejos.

    Por eso estoy convencido de que la discriminación contractual ha sido una bomba destructiva de nuestra confianza social.
    Un error de juicio que dice muy poco del concepto de justicia y de ciudadanía que debe tener una economía por la que "valga la pena esforzarse".

    Un saludo cordial.

    • Manu Oquendo,

      Estoy de acuerdo en que los contratos temporales están rompiendo el pacto intergeneracional, pues los jóvenes cuando van dejando de serlo no tienen perspectivas de consolidar su empleo, lo que rompe todas sus expectativas de carrera profesional y su motivación. Ésta es una vía por la que se rompe la confianza social o "social trust" en inglés.

      Te ruego que en el futuro escribas comentarios más cortos, para hacer más agil la discusión. Muchas gracias.

  • Ruego disculpen , antes puse el enlace equivocado.
    http://tabloncentral2010.blogspot.com/2010/04/cp2-el-coste-del-despido-colaboracion.html

    y esta es la nota de VREDONDOF a la que me referia , (a continuacion hay un estudio de Carlos Novillo , muy interesante).

    NOTA DE VRedondoF : estos dias vuelve a entrar en GRAN ACTUALIDAD , ( para mi siempre estará) , independiente de que parezca mucho o poco la indemnizacion por despido , yo creo que lo mas importante es COMPARARLO , y en funcion de esa comparacion uno puede configurar SU CONOCIMIENTO DE CAUSA.
    Este estudio es del 19-10-2009 y es de lo mejor que he visto por la nube.
    MI opinion es que los politicos siempre complican TODO.

    En mi experiencia de empresario tengo que decir que es MUY NEGATIVO el despedir a un empleado , ya que pierdes toda LA FORMACION que les has dado y meter un nuevo empleado tiene unos costes altisimos sobre todo porque lo paga la CALIDAD del trabajo.

    ES mi criterio que no deberia haber nada mas que un tipo de contrato , y ese deberia ser el INDEFINIDO , habria otros contratos con bonificaciones en la Seguridad social , en funcion del interes puntual , jovenes , mas de 45 años por ejemplo o minusvalidos.

    En una palabra bonificaciones en funcion del INTERES SOCIAL que tuviera ese colectivo , y lo que tendrian que negociar era la bonificacion sobre los costes de la SS.

    Tambien el despido tendria que ser rapido , si una empresa necesita ajustar personal ... pues que lo pudiera hacer rapido ...
    Eso provocaria que volver a contratar seria tambien muy rapido.
    La indemnizacion por despido que fuera la media entre los paises de nuestro entorno que fueran homologables .

    Uno de los problemas que se encuentra un empresario para "dejar fijo" a un empleado, es que una vez que le haces el contrato indefinido , ese empleado se hecha a la bartola (estoy generalizando) y deja de rendir al nivel que lo hacia cuando tenia la incognita si le renuevan o no el contrato ... parece mentira pero asi es.
    Las personas "semos ansi y viva la madre que nos pario"

    Por ello si le despido es rapido y a un nivel economico satisfactorio ... se empezaria a crear empleo.

    La situacion es la de "la pescadilla que se puede la cola".

    Parece mentira , pero las cosas son mas faciles de lo que parecen.

    • Psanzf,

      Estoy de acuerdo en que los empresarios incurren en unos costes de formación que les hacen no desear rotar trabajadores. Los contratos temporales, al reducir tanto el coste de despido, han reducido los incentivos empresariales a invertir en formación. El resultado es un menor crecimiento de la producitividad, lo que se estudia empíricamente en este trabajo de Dolado y Stucchi:

      http://ideas.repec.org/p/iza/izadps/dp3832.html

      Te ruego que en el futuro escribas comentarios más cortos, para hacer más agil la discusión. Muchas gracias.

  • Samuel,

    En tu entrada dice que la propuesta del contrato único "ha desaparecido del debate nacional". Es verdad que ya no se habla mucho en la prensa o en los medios. El papel por el que aparecéis en la Vanguardiar sí que ha gozado de cierta difusión en diversos medios académicos.

    Quería sin embargo referirme al debate que sobre este tema ha lanzado la propia Comisión Europa. Ya se que los papeles de la Comisión no son los más atrayentes, pero sin embargo sus propuestas influyen en muchos casos en las medidas que posteriormente son tomadas por los Estados Miembros. No siempre.

    En efecto, en los últimos meses la propuesta de lo que se llama contrato único ha sido retomada por la propia Comisión como una de las maneras de enfrentarse a la segmentación el algunos de los mercados laborales de la Unión Europea. Así nos encontramos que en las Comunicaciones Juventud en Movimiento (15.09.2010) y en de Agenda de nuevas cualificaciones y empleos (23.11.2010) (ver
    http://ec.europa.eu/education/yom/com_es.pdf
    http://eur-lex.europa.eu/LexUriServ/LexUriServ.do?uri=COM:2010:0682:FIN:ES:PDF-
    Estas comunicaciones plantean un debate sobre la reforma de los mercados laborales, uno de cuyos problemas es la segmentación.

    Más recientemente la Comisión aprobó el 12 de enero sus propuestas para orientar los planes nationales de reforma de los Estados Miembros en lo que se ha dado en llamar el Semestre Europeo. Este documento identifica una serie de medidas que los Estados Miembros deberían poner en práctica de manera prioritaria, dependiendo de su situación. Si en el primer documento de la Comisión se hablaba directamente de "contrato único" ahora se habla de "Disposiciones contractuales de duración indefinida" (open-ended contract), pero es un eufemismo del contrato único.

    En definitiva, que el debate no está cerrado y habrá que seguir hablando y hacer pedagogía, porque no todo el mundo entiende de qué se está hablando y nos jugamos el futuro de nuestra juventud.

    • Santi,

      Muchas gracias por los enlaces (por cierto, el segundo aparentemente no funciona). Es una estupenda noticia que la Comisión Europea promueva el contrato indefinido, no lo sabía. En el pasado también el Fondo Monetario Internacional y la OCDE han señalado la conveniencia de converger a un contrato laboral único en sus informes sobre España. También hay estudios de académicos para Francia e Italia que recomiendan el contrato único. Al igual que ha sucedido en otros aspectos del mercado laboral, se está creando un consenso que podría desembocar en una reforma futura.

  • Muy interesante la opción del contrato único, para mí con el pantanal de los diferentes contratos, solo se ha introducido confusión y desconfianza en las relaciones laborales, por otra parte, creo que a todos los seres humanos nos gusta aportar valor y hacer bien nuestro trabajo, no sé si la formación del empresario español es óptima, desde luego a algunos de los que he tratado, les falta mucha formación, de todo tipo, vamos que yo no los contrataría ni para mando intermedio.

  • Pues sinceramente las medidas que sugiere el grupo de Fedea parecen un poco "duras", pero necesarias para aumentar nuestra competitividad y beneficiosas para todos a largo plazo. Es que el mundo corre mucho, incluso los alemanes y nosotros seguimos sesteando.

    También hoy he leído en el Diario de Navarra A Pablo Vázquez sugiriendo que el sistema educativo se reforme para hacerlo más competitivo.

  • Estaría bien que en algún momento se abordarse el tema de los contratos "temporales camuflados" que son una tónica en ciertos sectores de nuestro país.

    En los que las empresas subcontratan mano de obra a "consultoras", las cuáles pueden contratar indefinidamente al empleado, pero finalmente se acaba trabajando para la primera empresa y ésta puede prescindir de la mano de obra en cualquier momento, con lo que tanto la carrera profesional como la motivación, que comentas, son cercanos a cero aún teniendo contrato indefinido.

    • Gabriel González,

      La subcontratación es un reto, pues creo que en la Encuesta de Población activa lo que aparecerán serán los contratos de la consultora con sus empleados y si éstos son indefinidos, entonces no hay temporalidad real, solo una puesta a disposición de otras empresas.

  • La subcontratación, el outsourcing, los contratos por obra y nuchas otras variedades de prestación de servicios es un mundo complejo que todos los occidentales de más de 50 años hemos visto nacer y entendemos muy bien sus causas.
    Se parte de situaciones perfectamente lógicas y racionales.
    Por ejemplo, el mantenimiento de los filtros del aire acondicionado de cualquier empresa, o su limpieza. No parece tener sentido dedicar parte del talento interno, que debiera estar concentrado en labores estratégicas, a actividades periódicas y no esenciales.

    Otro ejemplo, menos frecuente pero también de los primeros, sería el de un banco o una aerolínea pequeña que no tiene lugar en su cuenta de explotación para un modelo de gestión informática centrada en Mainframes con una gran barrera de entrada de, pongamos, 20 o 30 millones de euros anuales entre una cosa y otra.
    Tiene sentido, o así parecería, para estas compañías, hacerlo algo más barato y entregar este aspecto de su gestión a un proveedor del servicio.

    Estas actividades son ejemplos clásicos de subcontratación pero la causa inmediata de su gran expansión y proliferación en Europa ha sido la rigidez de nuestras leyes laborales.
    Para evitar la adición de contratos fijos hemos estado trasladando el problema con dos efectos inmediatos a igualdad de carga de trabajo: Un incremento del coste corriente del servicio y el traslado al cliente final de dicho coste así como del IVA correspondiente.

    El efecto de la enorme expansión de estas prácticas ha sido, en el fondo, otro deterioro importante de nuestra capacidad de competir fuera de nuestro entorno jurídico-legal.

    El ejemplo más extremo que conozco ha sido el de los call-centers de atención a clientes de las operadoras de telecomunicaciones.
    Las nuevas redes multifunción son tremendamente ineficientes y en su conjunto provocan una gran corriente de tráfico entre operadora y clientes así como una falta de confianza en la capacidad de los supervisores para controlar las prácticas comerciales de estas empresas.

    Inicialmente estas organizaciones formaban parte de la estructura orgánica de las Telco's.

    Hasta que en determinado momento los analistas de los bancos de inversión comenzaron a basar sus recomendaciones de compra o venta y sus juicios sobre la calidad de la gestión incluyendo un indicador: Líneas telefóniocas por empleado de plantilla o contratos (RGU's en el argot) por empleado.
    En menos de dos años prácticamente todas las compañías segregaron jurídicamente esta actividad que de modo inexorable se fue haciendo más ineficaz y más onerosa para el cliente final. Al final vivíamos una mentira y la ineficacia general fue creciendo casi sin barreras.

    Hasta tal punto que hay una clara correlación inversa entre crecimiento en valor de estas compañías y el nivel de satisfacción del cliente. A más incidencias más ingresos y más valor.

    Tenemos en nuestra forma de vida económica muchas incoherencias como las anteriores.

    Saludos

    • Manu Oquendo,

      Veo que mi petición de hacer comentarios cortos cae en saco roto.

  • Samuel:

    Te planteo una pregunta que no se si ya te he hecho, pero a la que le doy vueltas últimamente. Vuestra propuesta incluye una indemnización creciente en número de días por año trabajado. ¿No implica eso que la indemnización crece cuadráticamente? Se incrementaría linealmente si fueran x días por año trabajado, indemnizando una cantidad t.x. Si se emplea la fórmula de la indemnización creciente, la indemnización será t(x+t.dx). Siendo así, ¿no crees que puede llevar a una selección adversa? El empleador, especialmente si es cortoplacista (pyme) despedirá en función de la indemnización. Así pues, puede mantener a alguien que por edad tiene un rendimiento ya decreciente, mientras que a otro más joven de rendimiento creciente lo despide, lo cual es malo para la propia empresa.

    Resumiendo, quiero decir que el cambio será de temporales vs indefinidos pasará a indefinidos con poca antigüedad vs indefinidos con mucha antigüedad.

    ¿Qué opinas?

    • FER,
      (se perdió la respuesta)

      El crecimiento no es lineal pero tampoco cuadrático. Por otra parte una dimensión importante es cuándo se alcanza la indemnización máxima. Si es en 6-7 años, entonces no habría un incentivo fuerte para despedir a personas con poca antigüedad y desde luego menos que ahora, cuando el salto del contrato temporal al indefinido es un 'muro'.

  • ¿Por qué esta insistencia con los comentarios cortos? A mi, en general, me interesa lo que se cuenta en los comentarios, aunque sea largo.

    Existiendo la ruedecita de scroll down en el ratón y el Av Pág en el teclado, ¿para qué forzar a los comentaristas a reducir lo que escriben?

    • Enric,

      La postura del blog es esta:

      "En las últimas semanas se han disparado los comentarios a las entradas, lo que es sin duda una excelente noticia. Dentro de esa multiplicación de comentarios, sin embargo, comienzan a aparecer algunos que constituyen una entrada alternativa (...). El problema de estos comentarios es que, como en la Ley de Gresham, evitan la más que probable participación de muchos seguidores del blog, que si bien podrían aportar muchas cosas interesantes al debate, prefieren no hacerlo en un ambiente como este."

      https://nadaesgratis.es/?p=7608

      Pensamos que cuando los lectores tienen que bajar varias páginas para leer una entrada o un comentario o llegar al siguiente comentario tienden a perder motivación. Yo confieso que a mí me sucede.
      Personalmente, además, pienso que someterse a una disciplina de longitud limitada fuerza a concretar más las ideas, lo que me parece que es bueno.
      Admito discrepancias con estas apreciaciones, pero es la política fijada por los editores del blog y entiendo que mientras no haya suficiente evidencia en contra, se mantendrá.

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