por Samuel Bentolila, Pierre Cahuc, Juan J. Dolado y Thomas Le Barbanchon
El viernes pasado se conocieron los datos de la Encuesta de Población Activa del cuarto trimestre de 2010. La tasa de paro sigue encallada alrededor del 20%, lo cual no es sorprendente, aunque sí muy deprimente. Para intentar entender este grave problema, hemos llevado a cabo una investigación sobre la diferencia entre el aumento del paro en España y en Francia durante la Gran Recesión. Este trabajo acaba de ser elegido como uno de los ocho finalistas del I Premio Vanguardia de la Ciencia para investigación de excelencia.
La Gran Recesión destaca con respecto a las recesiones anteriores por su profundidad y su escala, pero para España la historia tiene un aire extrañamente familiar. Seguir el paro de España es como montarse en una montaña rusa (Blanchard et al., 1995, Bentolila y Jimeno, 2006). Comparemos España con Francia: ambos países comparten similares instituciones laborales (legislación de protección del empleo, prestaciones por desempleo, negociación colectiva, etc.) y tenían tasas de paro casi idénticas, alrededor del 8%, justo antes de la crisis. No obstante, mientras que la tasa de paro en Francia sólo ha aumentado hasta el 10% durante la recesión, la española ha alcanzado el 20% (Gráfico 1).
Gráfico 1. El paro en Francia y España, 1976-2010
Francia y España se encuentran entre las economías europeas que más promovieron los contratos temporales en el pasado para lograr flexibilidad laboral en el margen. Sin embargo, el empleo temporal es mucho más importante en España que en Francia. En España, históricamente, la tasa de temporalidad es del 33% de los asalariados –habiendo caído al 25% en la actualidad, tras la destrucción de 1.6 millones de empleos temporales desde el verano de 2007– mientras que Francia es del 15%.
En una investigación reciente (Bentolila et al., 2010) estudiamos hasta qué punto esta diferencia en la temporalidad puede explicar los diferentes niveles de paro durante la Gran Recesión, una vez se consideran otros posibles determinantes –como el mayor peso del sector de la construcción en España–.
¿Por qué son Francia y España tan diferentes?
En la legislación de protección del empleo (LPE), que es aparentemente muy similar en ambos países, detectamos dos diferencias importantes: España tiene una mayor brecha entre los costes de despido de los trabajadores con contratos indefinidos y temporales, y una regulación mucho más laxa sobre el uso de los contratos temporales. Hallamos que la combinación de estas dos diferencias, que llamamos “brecha de LPE” en adelante, podría explicar una parte considerable del mucho mayor aumento del paro en España.
Para estudiar este asunto desarrollamos un modelo en el que las empresas pueden emplear contratos tanto indefinidos como temporales (1). Estos últimos pueden transformarse en indefinidos a su vencimiento y el resto se extingue con costes bajos o nulos. Por el contrario, el despido de trabajadores indefinidos supone una indemnización por despido alta y lleva tiempo, debido al preaviso y a los eventuales procesos judiciales.
Es bien sabido que facilitar la temporalidad tiene un efecto ambiguo sobre el paro, ya que incrementa tanto la creación como la destrucción de empleo. Sin embargo, un resultado novedoso que destacamos en nuestro trabajo es que, si la brecha de LPE es suficientemente alta, la destrucción de empleo predomina. La razón es que cuanto mayor sea esa diferencia de protección, menor será la proporción de empleos temporales que se transformen en indefinidos, porque los mayores costes de despido de estos últimos inducen a las empresas a utilizar trabajos temporales secuencialmente –especialmente si las restricciones para ello son leves– en lugar de convertirlos en contratos a largo plazo. Como resultado, es más probable que una mayor brecha de LPE eleve el paro en las recesiones.
Éste es precisamente el caso de España, que heredó del régimen de Franco una alta protección del empleo a cambio de salarios bajos y de la ausencia de una negociación colectiva libre. Si bien las dos últimas características desaparecieron al llegar la democracia, el primero se mantuvo sin cambios hasta 1984, cuando se extendió el uso de contratos temporales con costes de despido muy bajos.
Cuidado con la brecha de LPE
De acuerdo con el ampliamente usado índice de la OCDE (2004) de severidad de la LPE, que varía de 0 a 6, el valor global de la LPE es 3.0 para Francia y 3.1 para España. Por tanto, España sólo aparenta tener una protección ligeramente mayor que Francia. Sin embargo, hay razones para pensar que este índice, basado en la legislación y no en su aplicación, no capta bien la LPE española. De hecho, la LPE de los contratos temporales es mucho más débil en España que en Francia, mientras que lo contrario es cierto para los contratos indefinidos.
Considerando sólo los costes de despido burocráticos generados por terceros –tales como los juzgados de lo social y las autoridades laborales– que no se pueden compensar en la negociación salarial (pues no implican una transferencia de la empresa al trabajador), hallamos que la brecha entre ambos tipos de contrato es un 50% mayor en España que en Francia.
Además, el uso de contratos temporales está bastante más limitado en Francia que en España. En ambos países sólo se pueden usar en casos específicos (por ejemplo, para sustituciones temporales, actividades de temporada, formación, etc.) y pueden durar hasta 24 meses. Sin embargo, de hecho existen muchas menos restricciones en España; por ejemplo, los contratos de obra podían legalmente durar un tiempo indeterminado (hasta la reforma laboral de junio de 2010).
Los efectos de la brecha de LPE en el desajuste laboral
Otra dimensión en la que diferían estas dos economías antes de la Gran Recesión era la mayor dependencia española de la construcción (11.9% del PIB y 13.3% del empleo en 2007, frente a 6.3% y 6.9% en Francia). Pensamos que la especialización sectorial de España está muy relacionada con la gran dualidad de su mercado de trabajo. En efecto, como consecuencia de una mayor inflación en España, los tipos de interés reales se redujeron en 6 puntos porcentuales cuando se introdujo el euro, frente a 1.5 puntos en Francia. Esto alimentó un gran auge de la construcción, favorecido por al menos dos factores:
• Los rígidos contratos indefinidos hubieran sido inadecuados para especializarse en las industrias más innovadoras, que requieren una mayor flexibilidad laboral para adaptarse a los mayores riesgos que conllevan (Saint-Paul, 1997).
• Hubo un gran aumento de la dotación relativa de mano de obra poco cualificada. La mayor disponibilidad de empleos poco cualificados a través de contratos flexibles fomentó una tasa de abandonos muy elevada en la enseñanza obligatoria (del 18% en 1987 al 32% en 1997) y luego una enorme afluencia de inmigrantes de baja cualificación. Por tanto, la mayoría de las empresas, especialmente las pequeñas y medianas, adoptó tecnologías complementarias con la mano de obra poco cualificada.
El resultado fue una enorme burbuja inmobiliaria. La posterior destrucción de más del 35% de los empleos no cualificados en la construcción como consecuencia del estallido de la burbuja –junto con una muy baja movilidad laboral interregional, inducida por un mercado de alquiler poco desarrollado y por la inestabilidad laboral– ha sido una fuente de mucho más desajuste laboral (falta de coherencia entre la oferta y la demanda) en España que en Francia, a través de un lento proceso de reasignación de trabajadores desde la construcción hacia otros sectores. El alto desajuste es evidente en el enorme desplazamiento hacia afuera de la curva de Beveridge española (relación entre la tasa de vacantes y la tasa de paro) durante la Gran Recesión (ver Gráfico 2); ahora hay muchos más trabajadores desempleados por cada vacante.
Figura 2. Curva de Beveridge española, 1994-2010
¿Y si España hubiera tenido la legislación francesa?
Para cuantificar el impacto de la LPE sobre el paro usamos contrapartidas empíricas de los parámetros del modelo antes mencionado, a fin de replicar un conjunto de variables laborales en ambos países –las tasas de paro, de temporalidad y de destrucción de empleo indefinido– tanto durante la expansión (2005-2007) como durante la Gran Recesión (2008-2009). El impacto de la crisis es captado por una perturbación agregada de productividad adversa y un mayor desajuste. En consonancia con la discusión anterior sobre el desajuste, encontramos que, mientras que una perturbación negativa global (de cerca del 10% de la productividad) es suficiente para replicar esas variables en Francia durante la crisis, se necesita una reducción de alrededor del 40% de la eficiencia del emparejamiento, además de una perturbación agregada similar a la de Francia, para replicar las citadas variables en España.
Una vez que el modelo funciona bien en ambos períodos, se lleva a cabo una simulación numérica para calcular cuál habría sido el aumento del paro durante la recesión si España hubiera adoptado la legislación francesa justo antes (fin de 2007). Al imputar a España el nivel de la LPE de Francia se obtiene un resultado llamativo: la tasa de paro habría aumentado un 45% menos de lo observado (es decir, 4.1 puntos porcentuales en vez de los 7.5 puntos experimentados entre 2005-2007 y 2008-2009).
Conclusión
Recientemente ha habido varias propuestas de política económica en España, Francia e Italia (véase esta entrada) defendiendo la idea de eliminar la brecha de LPE. Todas las propuestas destacan los efectos negativos inducidos por esa brecha entre los contratos indefinidos y los temporales. Como resultado, abogan por la eliminación de la mayoría de los contratos temporales y la introducción de un contrato laboral indefinido único con una indemnización por despido creciente con la antigüedad en el empleo (como se propuso en el Manifiesto de los 100). Consideramos que nuestros resultados proporcionan cierto apoyo a estas propuestas.
Nota. Esta entrada ha aparecido también en Vox, socio de Nada es Gratis en el consorcio europeo de blogs de Economía.
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(1) Es un modelo de búsqueda y emparejamiento con destrucción de empleo endógena a la Mortensen-Pissarides (1994) que extiende los modelos de Blanchard y Landier (2002) y Cahuc y Postel-Vinay (2002).
Referencias
Bentolila, S., P. Cahuc, J. Dolado y T. Le Barbanchon (2010), “Two-Tier Labor Markets in the Great Recession: France vs. Spain”, CEPR Discussion Paper 8152.
Bentolila, S. y J.F. Jimeno (2006), “Spanish Unemployment: The End of the Wild Ride?”, in M Werding (ed.), Structural Unemployment in Western Europe: Reasons and Remedies, MIT Press.
Blanchard, O.J. et al. (1995), “Spanish Unemployment: Is There a Solution?”, CEPR, Londres.
Blanchard, O.J. y A. Landier (2002), “The Perverse Effects of Partial Labor Market Reform: Fixed Duration Contracts in France”, Economic Journal 112: 214-244.
Cahuc, P y F Postel-Vinay (2002), “Temporary Jobs, Employment Protection and Labor Market Performance”, Labor Economics, 9: 63-91.
Mortensen, D.T. y C.A. Pissarides (1994), “Job Creation and Job Destruction in the Theory of Unemployment”, Review of Economic Studies, 61: 397-415.
OCDE (2004), Employment Outlook, Paris.
Saint-Paul, G. (1997), “Is Labour Rigidity Harming Europe's Competitiveness? The Effect of Job Protection on the Pattern of Trade and Welfare”, European Economic Review, 41: 499-506.
Hay 35 comentarios
Enhorabuena por el artículo!.
¿Existe entonces una relación entre volatilidad del empleo y volatilidad del consumo y demanda inmobililiaria?. Esto es; ¿la mayor inflexibilidad laboral en Francia, aporta una menor perdida de consumo en los años de la crisis, lo que ayuda a mantener empleo? y, ¿la mayor flexibilidad laboral española , contribuyó a la burbuja inmobiliaria, lo que fue nefasto para la crisis?.
Teo Millán,
Gracias. La menor brecha de protección del empleo entre indefinidos y temporales en Francia genera menos volatilidad del empleo y por tanto debería generar menor volatilidad del consumo, aunque esto último dependerá de los mecanismos de seguro que existan en los dos países (prestaciones públicas, mercados financieros, redes familiares). En España las redes familiares probablemente compensan la menor protección pública y (si es así) el menor desarrollo financiero que en Francia, pero no he comparado ambos países en este área (sí he confirmado en un trabajo con A. Ichino que el consumo de alimentos de los hogares responde igual en España, Italia, EEUU y RU ante el paro del cabeza de familia).
En cuanto al segundo punto, sí, pensamos que los contratos temporales favorecieron (junto con otros factores) la burbuja inmobiliaria y también han contribuido a la exagerada destrucción de empleo actual (tanto por que provenía de la construcción como por ser contratos temporales).
Hola, Samuel.
Veo que vuestro estudio encuentra que una de las razones del aumento del desempleo en España (comparado con Francia) podría ser el gap de costes de rescisión entre fijos y temporales. Es posible.
Sin embargo, estando muy de acuerdo en que esa brecha discriminatoria es problemática (además de poco decente y más propia de negreros que de un país moderno y justo), no me parece que sea el factor más importante.
Hace algunos años tuve que hacer una fuerte reducción de empleo fijo en varios países de Europa. Los despidos fueron unos cuantos centenares, casi mil, de los cuales como un 25% en Francia. En un par de centros de trabajo en la zona de Niza.
El más sencillo y económico de todos fue Inglaterra. Se hizo en cuestión de semanas. El siguiente en facilidad y coste (incluyendo 55 días por año, 45+10) fue España. Hasta hubo voluntarios para dejar la subsidiaria.
A la cola de la lista estaban Francia y Alemania donde estuve empantanado en negociaciones sindicales la friolera de año y medio. Un horror.
El resultado neto es que el coste real del despido en estos dos países fue prohibitivo no por las indemnizaciones (parecidas a las nuestras) sino por los largos plazos en los que no puedes realmente hacer nada y sigues gastando en balde cada minuto de cada día.
Por consiguiente, si tuviese que volver a hacerlo, no excluiría cerrar los sitios donde más barato sale despedir y ajustar plantillas y trasladar producción a lugares donde ni siquiera tengo el dinero para sentarme a perder tiempo con los sindicatos.
Si además estoy en la misma moneda se refuerza bastante esta lógica que sería enteramente racional para muchos gestores que actúan con gran presión de tiempo.
El problema del diferencial de desempleo es, también parcialmente, cuestión de perspectiva y si cambias de ángulo surgen otras explicaciones evidentes e intuitivas en el sentido cartesiano: claras y nítidas.
En el caso que nos ocupa, España estaba fomentando de modo muy extremado una burbuja artificial de empleo. Nuestro empleo no respondía a una economía en situación razonable. La de Francia estaba mucho más cerca de la normalidad, no tuvieron una burbuja de empleo como la nuestra.
Una vez que se hizo notorio que el mecanismo (traigo demanda --emigración-- y mano de obra barata, doy crédito baratísimo si es para vivienda porque es el que más multiplicador de empleo y demanda produce, etc) estaba condenado al fracaso, los bancos entraron en pánico la burbuja de empleo se redujo a la nada y la realidad se vio anoréxica y sin ropa.
Este es nuestro problema pero no el de Francia.
Saludos y enhorabuena
PD. Semántica.
Tras darle unas vueltas prefiero dejar de hablar de "burbuja financiera" para referirme a lo que, basado en legislación concreta, en realidad ha sucedido: Una "burbuja de empleo" impulsada por un chorro de crédito dirigido ex profeso (intereses diferenciales) hacia la construcción.
Manu Oquendo,
Gracias. Tienes razón en que en Francia se tarda más en despedir que en España. Esto está tenido en cuenta en nuestro trabajo, pues un parámetro del modelo es el retraso en poder despedir y en España ese parámetro es significativamente menor que en Francia. En los despidos individuales en España existe el despido exprés (pagar los 45 días y no ir a juicio. Esto tarda pocos días. En los despidos colectivos se necesita la autorización adminstrativa (que no existe en Francia) que de facto nunca se concede si el expediente no llega acordado con los representantes de los trabajadores. Esto lleva tiempo y negociaciones (por eso solo el 3.5% de los despidos provienen de ERE en España).
En el trabajo también tenemos en cuenta la construcción. Por un lado, parte del desarrollo de la construcción se debe a los propios contratos temporales. Por otro lado, incluimos una perturbación de desajuste "mismatch" que reduce un 40% la eficiencia de los emparejamientos y trata de captar, por ejemplo, la desigual incidencia de la construcción por regiones y la falta de movilidad geográfica de los trabajadores. En este sentido, se trata de una perturbación exógena (shock) de gran magnitud que nos permite replicar el valor de la tasa de paro en la recesión.
Es la primera vez que leo: "Gran Recesión", excepto en blogs o lugares sin demasiada profesionalidad.
Toda solución pasa por aceptar el problema y comprenderlo, hasta ahora, solo los tontos creíamos percibirlo así, por lo menos los que no tenemos poder de decisión ni influencia.
Es cierto que el coste del despido influye en nuestro recelo a la hora de contratar nuevos trabajadores -hablo como empresario- aunque reconozco que eso es un problema más cultural que real. El salario en España es lo suficiente bajo como para contrarrestar el coste de un hipotético despido. Después hay otras maneras de rebajar la factura, a partir del tipo de contrato. Quizá lo que nos falte es más profesionalidad y saber explotar los resquicios legales.
Hace poco, a un amigo pintor en paro lo contrató Fomento, y cuál sería mi sorpresa ver que había recibido la carta de despido antes de firmar el contrato. Cuando me la enseñó no podía creerlo.
Supongo que para montar tal tinglado, despedir y contratar, enseñar a un trabajador qué se espera de él, que cuando lo sabe ya debe irse, debe tener un coste económico y también laboral. Se necesita el esfuerzo de otro trabajador para eso, seguramente a tiempo parcial y, quizá, con cargo político.
Un año antes, un buen amigo, responsable de una importante empresa del ayuntamiento, me decía que andaba loco. La empresa le obligaba a contratar sus secretarios de manera temporal, cuando la empresa tiene el futuro, tanto político como de trabajo, asegurado. El pobre me decía que de ser privada, ya tendría aquella secretaria que tuvo que despedir, con cinco idiomas, más lista que el hambre y bien relacionada con todos los capitostes de la gran empresa española. -Ahora paso el día dando tumbos a la búsqueda de un mirlo que no encuentro, enseñando a inútiles que saben que no vale la pena aprender- me dijo compungido.
Es evidente que mi amigo no rinde ni la mitad de lo que debería, mientras la municipalidad se distrae contratando y descontratando sin parar.
¿Es que nos hemos vuelto locos?
Es evidente que si, empezando por los electores.
A mi modo de ver, antes de hablar sobre el coeficiente que representa la construcción en el paro generado, deberíamos ponernos de acuerdo en lo que es construcción.
Conozco fábricas de pintura y empresas del ramo que han cerrado o despedido casi la totalidad de sus trabajadores, sin contar los autónomos subcontratados. Conozco fábricas de lámparas, afortunadas por no haber tenido que cerrar, que han despedido hasta el 70% de sus trabajadores. Conozco empresas de instalación eléctrica, de calefacción y de aire acondicionado que han desaparecido o despedido la mayoría de sus trabajadores. Conozco transportistas sin trabajo porque su clientela es la nombrada anteriormente.
Y todos sabemos que el paro generado por esta industria ha descontrolado el resto. Hemos dejado de gastar, de mover el dinero, las pequeñas cantidades que no necesitan crédito ni bancos, asustados por la situación; y eso ha provocado más paro.
Pero lo que más demuestra que la situación creada, nada tiene que ver con el sistema de contratación, precisamente es la correspondencia anterior con Francia. El mismo paro con distintas modalidades de crecimiento y contratación. Y con la llegada de la Gran Recesión, solo una de las dos situaciones ha quebrado: el modelo de crecimiento, la construcción.
Pau,
Gracias. "Gran Recesión" es un término también muy usado ya en la literatura académica en economía. Es apropiado porque ha resultado ser una recesión y no una depresión, pero ha sido muy intensa, y por tanto GR se usa como recordatorio de la Gran Depresión de los años 30 del siglo pasado.
En efecto, la construcción no solo ha afectado a los promotores y constructores sino a todas las empresas asociadas a ese sector, incluidas las financieras. Pero una definición correcta solo se podría hacer utilizando las tablas input-output que captan el uso de la producción de unos sectores como factor de producción en otros sectores. No he visto que nadie haya hecho este cálculo rigurosamente, pero sería interesante hacerlo.
Entregar la carta de despido a la vez que se firma el contrato es exactamente lo que sucede con los 13.2 millones de contratos temporales (flujo) que se firmaron el año pasado, en especial si se tiene en cuenta que el nivel medio de ocupados en 2010 fue de 18.5 millones (stock).
Enhorabuena por el artículo, gran trabajo de investigación.
IMHO como sucede en este tipo de problemas, se sobre-simplifica el entorno y se restringen las variables que entran en juego, por lo que la conclusión, aún puediendo ser cierta, no se la puede dar una validez extrapolable a un mundo económico real.
Es realmente la brecha LPE la causa del desempleo como proponéis en el artículo?
O por el contrario, es el resultado de otro tipo de políticas de mucho mayor calado, como puede ser la eduación?
Es realmente la brecha LPE la causa del exceso de una mano de obra no cualificada?
O es la falta de mano de obra especializada y que tengamos una mentalidad todavía anclada en la revolución industrial, la causa de la brecha LPE?
Saludos.
Gabriel,
Gracias. En efecto, en toda investigación es necesario simplificar la situación real para que se pueda captar con un modelo económico los rasgos principales de un problema, y normalmente no todos sino con una perspectiva concreta. Nosotros tenemos una serie de variables y parámetros grande, pero no totalmente general. Esto es inevitable.
La brecha de LPE no es la causa única ni principal del paro. Hay muchas: aparte de factores cíclicos, las instituciones del mercado de trabajo, las regulaciones del mercado de producto, el proceso de cambio técnico, el nivel educativo, la distribución de tamaños de las empresas, la eficiencia del Estado, etc.
Los costes de despido no son muy importantes en la determinación del nivel medio de la tasa de paro y tanto la teoría como las estimaciones empíricas arrojan resultados no concluyentes al respecto.
Es importante señalar que en el trabajo no decimos que la brecha de LPE sea la principal causa del paro. Lo que mostramos es que es un factor crucial en la volatilidad del paro, es decir, del hecho de que la tasa de paro suba mucho en las recesiones y caiga mucho en las expansiones, todo ello en relación con el nivel medio de esa tasa. Este es un problema grave, que no tienen en Francia.
La temporalidad es solo una de las causas de que tengamos un exceso de mano de obra poco cualificada, al haber fomentado el crecimiento de sectores intensivos en ese tipo de mano de obra que, por ejemplo, han llevado al aumento del abandono escolar y a la inmigración masiva. Otros factores son los que dificultan la innovación y la reorganización de las empresas, que incluyen otras regulaciones laborales, la calidad de la educación, la ley concursal, las regulaciones burocráticas, el mal funcionamiento de la justicia, etc.
Excelente artículo! Enhorabuena y gracias por compartirlo.
En cualquier caso, me gustaría hacer una observación. Dado que en España el desempleo es de tipo estructural e involuntario fundamentalmente y no tanto friccional, no sería conveniente emplear modelos que tratan de explicar el primero como el de los insiders y outsiders, los de salarios de eficiencia o el de contratos implícitos? Yo entiendo que la curva de Beveridge explica sobre todo el emparejamiento de vacantes y desempleados y, por tanto, se refiere al desempleo friccional.
Espero no haber dicho ninguna burrada y de ser así, pido disculpas, ya que sólo soy una estudiante.
Gracias.
Marina,
Gracias. El principal problema del desempleo es su alto nivel medio (estructural), aunque también es muy costoso que sea tan volátil. En nuestro trabajo nos fijamos en la brecha de protección del empleo que, como he contestado en la respuesta a Gabriel más arriba, afecta más a la volatilidad que al nivel medio.
El paro estructural también se puede estudiar con modelos de búsqueda y emparejamiento. Éstos se fijan en esos procesos y son muy útiles para entender los flujos de contratación y despido en las economías de mercado, que son enormes. Pero también permiten hallar la tasa de paro de equilibrio (o estructural) de la economía, no solo el desempleo friccional, y nos ayudan a entender cómo las instituciones laborales (protección del empleo, prestaciones por desempleo, negociación colectiva) afectan a esa tasa de paro. Muchos de esos resultados han sido confirmados por la evidencia empírica.
El concepto de paro involuntario está abandonado. El paro depende de la oferta y la demanda de trabajo, que a su vez dependen de las instituciones laborales y de las condiciones cíclicas. A mi juicio no se puede hacer una vinculación directa entre modelos de búsqueda y desempleo voluntario.
Es cierto que en España tenemos un problema grave de insiders vs. outsiders' (indefinidos vs. temporales y parados) y que hay muy pocos trabajos con modelos de búsqueda que incluyan una fijación de salarios dual y sindicatos. Uno es: "Product Market Regulation and Endogenous Union Formation", de Monique Ebell y Christian Haefke. De todas formas, en nuestro trabajo los salarios de los indefinidos son en promedio distintos de los salarios de los temporales y están afectados por las instituciones laborales que mencionaba antes.
Samuel.
Te agradezco el vocabulario que utilizas en tu respuesta, lo suficiente comprensible para mí.
A mi parecer deberíamos empezar a ampliar el concepto de industrias secundarias, tal como hacemos en la automoción. Si la SEAT, por poner un ejemplo, reduce su producción, su industria secundaria es afectada en proporción más unos puntos. Nadie se plantea que el fabricante de su óptica, de sus alfombras... son parte de su industria.
Es cierto que un fabricante de lámparas tiene más margen de maniobra, pero eso no significa que una parte importante de su producción no dependa directamente, aparte de otra indirecta.
Pero el fondo del asunto estaba dirigido hacia otro tema, eso sí, desde mi punto de vista, interdependiente del que hablamos.
Hablábamos de la convergencia entre el paro y el sistema de contratación y el coste del despido o, mejor, la divergencia entre el caso español y el francés.
A final de mi comentario hacía hincapié sobre la coincidencia de la baja tasa de paro en los dos países , que es en lo que se basa el tema abierto, y la diferencia como desenlace de la GR.
¿Qué motiva dicha diferencia?
Para mi, y creo que se demuestra siguiendo vuestro razonamiento, simplemente es el modelo de crecimiento; ya que las diferencias legislativas no la habían afectado en su momento y solo queda, por descarte, el modelo productivo.
En mi comentario no he querido incidir sobre la oferta de mano de obra poco cualificada, ya que hace tiempo hablamos del tema, creo que en uno abierto por ti mismo.
Vivimos en un mundo liberal, por lo menos en contratación y movimiento humano. Si llega mano de obra poco cualificada es porque se demanda.
Por ejemplo... si nuestra industria farmacéutica se dedicara a crear productos de nueva tecnología, demandaría más biólogos y químicos. Pero no, en todo caso busca crear nuevos productos cambiando el nombre, el envase y el excipiente; y para eso solo necesita vendedores, que salen más baratos y consiguen la misma ayuda oficial para investigación. El problema, como dije entonces, es legislativo y de calidad entre nuestra clase empresarial.
Yo no contrato un marroquí, por poner un ejemplo, que solo sabe empaquetar. Para eso ya tengo una máquina construida, por desgracia, en Alemania. Yo contrato un marroquí polivalente, que sepa utilizar esa máquina sin dañarla, que sepa solucionar un problema inherente a ella y que, en caso de apuro, sepa responder al teléfono. Y, claro, eso vale dinero y que el empresario se considere tan capaz como el empleado. En el momento que se den esas condiciones, la mano de obra que llegue será cualificada.
Pau,
Yo creo que la distinta regulación y su cumplimiento sí habían afectado a la evolución del paro en ambos países. Del gráfico de la tasa de paro se desprende que la volatilidad del paro es en España mucho mayor que en Francia (mayores subidas y mayores caídas) antes y después de la GR. Nosotros nos centramos en la GR porque es una perturbación exógena común a ambos países y que tiene lugar en un momento en que ambos tienen tasas de paro similares. Pero los mismos efectos se apreciaban en periodos anteriores.
Sobre la mano de obra no cualificada estoy de acuerdo. Se ofrece, interna o externa, porque se demanda esa, por varios motivos. Si se demandase otra, se ofrecería otra (si la remuneración fuera la adecuada).
Me parece muy correcta la idea del contrato único con indemnización creciente. Pero el problema de la alta tasa de paro es la estructura productiva que es dependiente de la construcción. Además mientras en españa había mucho empleo debido a la burbuja se estaba produciendo un goteo de cierres se empresas textiles, de componentes y manofactureras que son muy exportadoras y que hubieran resistido mejor al crisis que la construcción dependiente del crédito o la inversión estatal.
El País vasco tiene la misma legislación laboral pero su estructura productiva es muy diferente al resto de España y el comportamiento del desempleo en esta recesión ha sido más amortiguado a pesar de la fortísima conexión con la economía española y además el paro bajó el pasado año.
Maois,
Gracias. Yo no niego que la construcción haya agudizado el paro, y por eso en el trabajo se capta su impacto con una perturbación propia. Lo que decimos es que una parte del auge de la construcción se debió a la facilidad y el bajo coste para realizar contratos temporales.
Es llamativo que la tasa de paro en el País Vasco haya caído en 1 año en casi un punto porcentual. Pero lo importante es que la estructura sectorial no viene dada desde fuera, tiene que ver con muchas características de la región en términos de su capital humano, calidad de sus empresas, regulaciones del gobierno autonómico, etc.
Pero la recesión en el País Vasco ha llevado a un aumento de los contratos temporales. Del 4º trimestre de 2007 al 4º de 2010 aumentaron de 139.100 a 174.000 empleados temporales, mientras que los indefinidos cayeron de 509.300 a 473.100. Luego la volatilidad del empleo probablemente aumentará.
El grueso de la contratación en el sector construcción y servicios es temporal por definición de la actividad. Hay trabajo mientras hay obra, y se hacen los contratos por la duración prevista de la obra. En el turismo es igual, la mayoría de los contratos son de temporada. Así que como bien decís es quizás el sistema productivo que utiliza este sistema de contratación. En el pico de paro de los años 80 no creo que existieran los contratos temporales, pero aun así el paro subió del 8 al 20 % tambien.
Pero eliminar este tipo de contratos es necesario, no motiva a nadie tener un trabajo temporal. Entrar a trabajar con un contrato normal motiva más a trabajador y empresario para entre ambos conseguir que sea lo más indefinido posible....
También quiero hacer notar una peculiaridad del País Vasco, y es la alta tasa de cooperativismo, donde los medios de producción son de los trabajadores. En las sociedades cooperativas ha habido despidos de trabajadores no cooperativistas que son la minoría, pero fueron muy flexibles bajando los sueldos de los trabajadores-dueños e incrementando sus horas para abaratar costes y han salvado toda o casi toda su actividad que es lo fundamental en el primer envite.
En algunas empresas privadas de Guipuzcoa que han suspedido pagos el pasado año, los trabajadores han fundado una cooperativa para continuar, aunque sea pasándolo mal. Muchas de las actuales cooperativas se crearon en anteriores crisis en las que los trabajadores pidieron créditos para seguir ellos la actividad. No soy experto en el tema solo cuento lo que observo y las cooperativas por su estructura son muy flexibles y difíciles de quebrar.
Maois,
El grueso de la contratación en la construcción es temporal, ciertamente, pero el nivel de actividad en la construcción no está predeterminado, depende de la rentabilidad de ese sector. El pico de paro de los 80 fue antes de la extensión de la temporalidad (1984). Pero ese pico se debe a los efectos de los dos shocks del petróleo y de la transición a la democracia. Pero puedes observar que el aumento fue mucho más lento (10 años) y esa lentitud se debe a la mucha menor importancia de la temporalidad, es decir que había menos volatilidad.
La tasa media de paro depende entre otros factores de cómo se haga la negociación colectiva, lo cual a su vez depende de cómo esté regulada. En España la negociación colectiva está plagada de problemas, como he señalado varias veces en este blog. El cooperativismo aporta una flexibilidad en las condiciones de trabajo que la estructura de la negociación colectiva no permite a las relaciones laborales habituales.
El tema no puede ser más de actualidad, y en cualquier caso la discusión es bienvenida
Pienso que al abordar los problemas estadísticamente, siempre queda la diatriba entre causalidad-correlación, pues como todo el mundo sabe, no son en absoluto lo mismo. Yo esperaba que los resultados de la reforma laboral aprobada este verano aportara algo más de luz al respecto, pero creo que no ha sido así (al menos a mí me lo parece)
Tengo algunos matices que hacer a lo que descrito en el artículo:
a) Una cosa son las indemnizaciones legales, tal y como se emplean en España, y otra las efectivas que se llevan a cabo en virtud de la jurisprudencia laboral, como se usa mucho más en otros países, quizás teniendo en cuenta este último factor, las diferencias no serán tan notables entre España y Francia, y hay que tener en cuenta que en otros países, a la hora de los despidos se exige una "causación" y no tanto la vía rápida del despido. En este sentido los sindicatos franceses no son un ejemplo de "flexibilidad" y eso lo hemos visto y lo veremos en los futuros intentos de aplicar medidas laborales y sociales como las que se están aplicando en España
b) Pienso que la comparación más adecuada de nuestro país no es con Francia, al menos yo nunca me he creído el triunfalismo necio de los que vendían que íbamos a sobrepasar a Francia o que habíamos sobrepasado a Italia; ¿alguien que no "ponga el cazo" de verdad se lo creyó? Creo que, como estructura productiva y sociedad, supongo que nuestra comparación sería más con Portugal o Grecia, y es con ellos con los que debemos comparar nuestra tasa de paro, que por cierto, sigue siendo mucho más alta
Si me lo permitís me alargaré un poco respecto a lo que creo va a ocurrir en los países occidentales:
Una de las cosas que tengo clara es que lo que ha definido y definirá la riqueza de las sociedades es la capacidad de producir bienes, ya que por lo que la gente trabaja, se endeuda, emprende negocios, etc... es para conseguir dinero con lo que comprar bienes (productos), en otro modelo de sociedad a lo mejor se construye una economía "cultural" o similar, pero esos intentos (como en Cuba) no tienen visos de prosperar y ni siquiera los que lo defienden se lo creen
Dicho esto, lo que ha ocurrido y está ocurriendo en casi todos los países de occidente es la destrucción a fondo de su estructura productiva, de sus industrias, lo cual va a suponer, en el medio plazo, ni más ni menos que el fin de una clase media mayoritaria tal y como la hemos conocido en las décadas pasadas y en Europa desde la posguerra mundial
El caso USA es paradigmático, en el anterior ciclo de crecimiento económico (2001-2007) este se ha producido casi sin creación de empleo, y en cambio los niveles de desigualdad económicos (por ejemplo observando el % de ingresos acaparados por el 1% más rico) en 2007 ha tomado valores como no se veían desde 1928, es decir, antes del New Deal. Todo esto tiene una causa: la entrada de China en la OMC en 2001 auspiciado por las grandes multinacionales
En el caso español se ha producido el mismo fenómeno algo más atenuado, se han creado una gran cantidad de nuevos millonarios (muchos en B) mientras los salarios reales han sufrido el mayor estancamiento de la OCDE en este período de "2º milagro español" (ver los trabajos sobre desigualdad de Piketti y Saez)
El debate sobre el peso de la producción y empleo industrial y la influencia nefasta de China, se ha abierto en USA; pero es algo que no se habla en Europa, y mucho menos en España, y el motivo es muy claro: Alemania es "el" proveedor global de bienes de "prestigio" (Mercedes, BMW, Audi, Porsche, etc....), es decir, aquellos que no se venden ni compiten por precio, sino todo lo contrario, y que además no se pueden deslocalizar (un Porsche "made in China" no creo que sea lo mismo para el que lo compra), por que se vende el "made in Germany"; por ello Alemania, y sus países "satélites" son unos de los grandes beneficiados de la globalización, en particular de la sed de productos de prestigio de los nuevos ricos asiáticos
El caso de España es el contrario, hemos destruido la infraestructura industrial hasta los cimientos y sólo había perdurado la asociada al "pelotazo" y el aparato oligopólico-político, y lo triste es que para recuperarla sólo parece quedarnos la alternativa de la "sinización"
Desde mi punto de vista hay una causación (no sólo correlación) entre crecimiento de la desigualdad de rentas y globalización, y puede verse como en el "globalizado" mundo anterior a la crisis de 1929 las desigualdades eran brutales y como , a partir del New Deal, se construye una sólida clase media en los países occidentales y se disminuye una gran parte de la desigualdad de las rentas, en medio de un ambiente de mercados mucho más cerrados y donde la globalización estaba muy limitada por la lucha ideológica global y los temores subsiguientes a la seguridad jurídica de las inversiones
Ahora, ya podemos tener sindicatos agresivos, ya pueden hacerse huelgas a cual más salvaje, cuando el factor trabajo es completamente prescindible y deslocalizable permaneciendo completamente abiertos los mercados, este factor no hará más que abaratarse más y más
DFC,
Gracias. Sobre tus puntos:
a) Nosotros destacamos precisamente la diferencia entre indemnizaciones y costes burocráticos y nos centramos en los segundos. En España el despido individual sufre un sobrecoste con respecto a la indemnización por causas económicas debido al bloqueo total de estos despidos en los juzgados de lo social. Pero el despido es más rápido que en Francia. En Francia los despidos colectivos no son fáciles pero pensamos que son un poco más sencillos porque en España la autorización administrativa exige el acuerdo sindical.
b) Si comparamos España con Grecia o Portugal, aún tenemos una tasa de temporalidad más alta que ellos. Pero otras instituciones son más parecidas en Francia.
Muchas gracias Samuel por tus aclaraciones! Interesante discusión
Samuel, algún comentario al nuevo plan de incentivos a la contratación?
No parece muy coherente con la reforma laboral pero, a lo mejor precisamente por eso, puede ser efectivo impulsando la contratación. Que te parece?
Los datos de hoy de la Seguridad Social siguen siendo bastante deprimentes...
Pacto,
Gracias. Tus impresiones parecen razonables, pero prefiero no pronunciarme en caliente sobre propuestas sin conocer bien los detalles y sin haber podido pensar con calma los probables efectos (en economía hay muchos efectos cruzados y todo se determina conjuntamente, es el 'equilibrio general'). Imagino que lo haré, junto con otros compañeros, en el futuro próximo.
Muchas gracias, muy interesante, ya sé que no es fácil, pero tengo la sospecha de que además del paro de trabajadores con poca cualificación, el problema en España tiene una vertiente silenciosa y está en el número de trabajadores de las plantillas de las grandes empresas. ¿Se podría comparar la evolución del empleo de calidad, esto es con contrato indefinido, beneficios sociales y un salario suficiente, entre las del Ibex 35 y las del Cac 40?. Véase Telefónica versus France Telecom.
Carlos,
Gracias. ¿Quieres decir que en España hay menos 'empleos de calidad' que en Francia? Si te refieres a eso, creo que debe de ser cierto, tanto porque tenemos más temporalidad como porque el peso en el empleo de las empresas grandes es menor que en Francia. Pero no estoy seguro de qué captaría este indicador.
La pregunta que plantea el trabajo es "¿por qué han divergido tanto las tasas de paro entre Francia y España?"
El estudio aduce diferencias en los mix de contratación, muestra correlaciones y establece una posible causalidad.
Dos comentaristas, DFC y Carlos, sacan a relucir aspectos relativos a diferencias en la calidad del empleo. Calidad intrínseca en cuanto a la naturaleza del trabajo desempeñado --en el caso de DFC-- y a la propia de la relación contractual --en el caso de Carlos.
Esta mañana también intenté abordar la pregunta desde la perpectiva --de Erik Reinert-- de la naturaleza de los tipos de "trabajo". Es decir, ¿qué se produce y para qué? Supongo que en la redacción me salí del contexto porque no encuentro lo que escribí.
Los trabajos pueden analizarse de muchas formas. Los contratos de empleo también. No es lo mismo un trabajo que un contrato de empleo. El primero es sustancia, ente, y el segundo es un medio para el primero. Ambos "noúmenos", trabajo y contrato, tienen relación y se influencian mutuamente pero son cosas distintas.
A mí, en este asunto, me parece más importante el qué que el cómo y en este sentido sería quizás positivo que, además de pensar en cómo son nuestros contratos, (dice el estudio que son bastante parecidos excepto en la frecuencia más alta de temporalidad en España), analizásemos lo sustancial: Qué se hace con el trabajo contratado.
Por ejemplo:
La mitad norte de las costas de España vive del turismo estacional en porcentajes muy importantes. La gente trabaja unos meses y se pasa en el paro el resto, quizás un 60-40.
La construcción es otro clásico de la temporalidad y para nuestra sorpresa y escarnio tenemos trabajadores "por semana" de lunes a viernes.
El peso de estas actividades, tan afectadas de temporalidad, es muy inferior en porcentaje en Francia y por consiguiente la relación de causalidad contrato-empleo es complicada de establecer mientras que es mucho más sencillo ver la relación necesaria entre un empleo industrial y un contrato fijo.
De hecho en cuanto la cualificación de un empleado comienza a ser diferencial casi siempre será fijo aunque la empresa esté pasando dificultades (lo normal).
Por otra parte el estudio se inicia con la apreciación de que el punto de arranque son tasas de desempleo análogas para distanciarse enormemente en cuento se pincha nuestra burbuja de empleo.
Esto quiere decir que la semejanza del punto de partida es sólo aparente. Una economía tenía una burbuja temporal de empleo y la otra no.
Bueno, buenas noches a todos.
Manu Oquendo,
Nuestro análisis es mucho más sencillo: los contratos indefinidos tienen unos costes de despido muy altos, los temporales muy bajos. Dado que los empresarios necesitan flexibilidad para hacer frente a las perturbaciones que les afectan optan por una fracción de temporales alta. En Francia la diferencia de costes es menor y por tanto la tasa de temporalidad es más baja. Un efecto negativo (entre otros en los que no entramos) es la gran volatilidad de la tasa de paro.
Gracias, Samuel.
En mi primer comentario, al principio, dije que no es posible excluir la conexión que vuestro estudio sugiere. Sin duda hay relación.
Luego, hablando de ello durante la cena con un consuegro francés recién jubilado --con sesenta y dos años--, fuimos repasando cosas acerca de las diferencias entre las estructuras productivas de ambos países que como bien sabes son enormes.
Entonces fue cuando recordé que Erik Reinert pone muchó énfasis en las tipologías de los trabajos (lo mismo que dice DFC en su post) distinguiendo entre empleos de rendimientos crecientes y decrecientes. Es decir, otra forma de analizar el tablero que a mi modo de ver también incide en el mix de temporalidad laboral si bien sería otro trabajo, distinto del vuestro.
Dado que produces bastantes research papers y artículos sobre el empleo, mi comentario en el fondo expresa interés en saber qué podríamos hacer para mejorar nuestra tasa de empleos industriales entre los que hay mucha actividad generadora de riqueza (rendimientos crecientes) evitando caer en empleos de rendimientos decrecientes (en general de servicios porque los agrícolas de ese tipo ya son muy pocos) que, en neto, crean poca o ninguna acumulación de riqueza si no obtienen ingresos desde fuera del sistema.
El comentario de DFC viene a decir lo mismo y ambos, de alguna forma, inciden en una necesidad muy real para comenzar a pensar en salir de esta situación que todos queremos cambiar y mejorar.
Saludos y gracias.
Manu Oquendo,
La terminología de Reinert es totalmente errónea. No tiene sentido para una empresa operar en el tramo de rendimientos crecientes, se maximizan beneficios en el tramo de rendimientos decrecientes. Y esto no tiene que ver con el tipo de contrato. No he hecho prospectiva sobre en qué sectores deberíamos crecer. A grandes rasgos debería ser en sectores de tecnología media y alta, con tasas de creciminento de la productividad altas.
Hola, Samuel
Me interesa mucho lo que has dicho sobre Reinert. Si no te parece oportuno aquí, podemos hablarlo a mi correo.
Una empresa, efectivamente, debe colocarse en el punto de inflexión para optimizar marginalmente. Micro y optimización.
Pero para llegar a ese punto debe subir antes por la curva de rendimientos --crecientes-- y no se está nada mal en esa situación.
Es, por ejemplo, la posición de Microsoft (una industria de rendimientos crecientes por excelencia) que lleva toda su vida --35 años-- subiendo la cuesta y todavía no ha "optimizado" su posición. Le queda aún mucho recorrido. Como otros quince o veinte años y de momento ya es el mayor accionista de Apple. Otra igual. Lejos del óptimo y modélica. Su modelo corporativo es osmótico, rendimientos creciente en volumenes crecientes que se refuerzan con cada paso.
La teoría de colocarse al borde marginal de los rendimientos decrecientes es lo que en términos de ciclo se corresponde con la etapa del Cash-Cow, la última parte del ciclo de vida de una industria. El punto del "ciclo de vida" es importante.
He pasado unos cuantos años en esa parte terminal del ciclo de la industria tecnológica. Un horror. Toda la vida reestructurando, fusionando y haciendo downsizing a ver quién se queda sólo con el monopolio.
Creo que Reinert no se refiere a eso. Lo que creo que dice es (Macro) que un país no acumula riqueza o prosperidad duradera “si no se tienen industrias de rendimientos crecientes” y que para tenerlas no hay un sólo caso en la historia del desarrollo de los últimos 400 años en el que un país haya llegado ahí, a ser próspero, a través de la técnica Ricardiana de especialización relativa.
¿Qué sucede cuando eres débil en todos los campos? Esto es algo que sucede a la mayoría y entre ellos estamos nosotros.
Sólo te queda la subordinación, la dependencia y el empobrecimiento con respecto a los que son más eficaces.
Si desde la inferioridad juegas con la estrategia del lider pierdes siempre.
Por recordar el famoso ejemplo de Ricardo, lana inglesa y vino portugués. Las principales casas de Port (como las de Sherry) siempre fueron Inglesas y ahí siguen.
Desde Enrique VIII es un dato que un país solo pasa a propugnar "libre comercio" cuando ya se encuentra en una posición de superioridad relativa y que para llegar a ella ha tenido que cultivar sus joyas en invernadero y con esmero.
Un equilibrio muy difícil pero es el camino seguido por India, China, Corea, Japón y, ahora estamos asistiendo al intento de Irán y Brasil. Ambas desarrollando otro esfuerzo clásico: una impresionante industria de armamento.
Lo que es evidente es que las cosas que Reinert dice no le van a generar mucha simpatía. Por eso anda por Estonia o Letonia, como exiliado, lejos del paraíso. Por otra parte, también es cierto que la ortodoxia nos ha traido a donde hoy nos encontramos: Ya en la cuesta abajo de las "Rentas per Cápita decrecientes"
Pero en fin. Puedo estar equivocado en mi lectura de Reinert y en mis apreciaciones y si lo estoy más me vale saberlo y entender por qué.
Saludos y gracias.
Manu Oquendo,
No he leído a Reinert y creo que más que rendimientos crecientes se trata de economías de red, pero esto está fuera de mi campo de competencia.
Estimado Samuel, creo que no me he explicado bien, ese indicador captaría de un modo comparado, la evolución de las plantillas en las grandes empresas durante los últimos años y reflejaría quizás, cuanto se han destruido muchos de los mejores empleos, con ello se han reducido expectativas de promoción, así como posibilidades y aspiraciones para una mejora laboral, social e incluso de clase. Sí además esto ha repercutido en el consumo, no podría pronunciarme, pero algo me hace intuir que si.
Perdonad que aproveche vuestra entrada para tratar una cuestión que no tiene mucho que ver pero que se trató en días pasados en vuestro blog. Cuando en NEG se discutió el informe PISA indiqué los peores resultados de las comunidades del sur de España respecto a las del norte. Manifesté mi extrañeza. No creo que los del sur sea menos inteligentes que los del norte. Estaba pensando en otras cosas.
Ahora leo en vuestro artículo un dato que desconocía (pero que podía imaginar,):
"Hubo un gran aumento de la dotación relativa de mano de obra poco cualificada. La mayor disponibilidad de empleos poco cualificados a través de contratos flexibles fomentó una tasa de abandonos muy elevada en la enseñanza obligatoria (del 18% en 1987 al 32% en 1997) y luego una enorme afluencia de inmigrantes de baja cualificación. "
Es decir que los resultados del informe PISA pueden no ser debidos a diferencias en la calidad de la enseñanza sino a elecciones racionales de individuos enfrentados a diferentes costes de oportunidad. En el sur la demanda relativa de trabajadores cualificados puede ser mayor que en el norte debido a su mayor especialización relativa en el turismo y la construcción. Esto podría explicar los peores resultados del sur en PISA. Si unimos esta observación a deficiencias metodológicas de PISA ¿Mide PISA realmente diferencias en la calidad del sistema educativo o mide otras cosas?
Fernando del Río,
Gracias. La educación es obligatoria en España hasta los 16 años y antes de esa edad no se puede, al menos legalmente, trabajar. PISA mide los resultados de los alumnos con 15 años. Es decir que el abandono propiamente dicho al que nos referimos en el trabajo no se habría producido en el momento de hacer el examen de PISA.
En efecto puede haber un efecto sobre el esfuerzo: si el alumno anticipa que cuando cumpla 16 años va a ponerse a trabajar, con o sin el título de ESO (porque puede encontrar fácilmente un trabajo poco cualificado con o sin título), entonces los incentivos a estudiar se reducen y eso debería perjudicar a los resultados académicos. En la medida en que las oportunidades laborales varían por regiones, este efecto también lo hará.
Ésta variación se explota en este trabajo de Cristina López-Mayán: "Post-compulsory Education Performance in Spain: The Effect of Working While Attending School" en:
http://sites.google.com/site/cristinalopezmayan/research
En linea con DFC y Manu, muy dificil defender el cambio del marco legal del empleo diciendo que en Francia el despido, es mas economico o "eficiente". Imposible, esto es una economia estatal intervenida a niveles dificiles de entender. Se quedan ustedes en la superficie... aqui lo que se escribe a lo que se hace va un trecho muy largo...
El cambio de modelo, solo se justifica, por nuestra situacion, que no es mas que un proceso de reindustrializacion que exigue amplias inversiones. Algo solo posible si se ofrecen ventajas al capital, de preferencia residencial, porque el foraneo ya sabemos que promueve escasa fidelizacion.
Es mejor asumir los costos sociales por una reduccion a los costes de inversion por asuncion por el total de todos de una parte de la cobertura social actual (en cualquiera de sus variantes), que seguir en un proceso de subvencion sin fin.
Pero para eso ahora hay que pedir permiso a Merkel.. 😉
Al margen de la legislación laboral, siempre me pregunté cual es el efecto que el poco estímulo al emprendedurismo y la iniciativa privada (sólo hay que ver la mal llamada "burocracia" y el número de dias necesarios para comenzar un negocio en España) tiene en el elevado diferencial en tasa de desempleo entre España y la UE-15/USA. Aunque imagino que en Francia no habrá grandes diferencias en este sentido.
Es interesante el hecho de que la mayoría de licenciados americanos quieran emprender mientras que gran parte de los españoles busquen ser funcionarios. Y también es interesante la compartiva en productividad entre el sector público y privado a la par de la seguridad laboral que tienen los primeros. No estoy puesto en la cuestión, pero por ejemplo, la comparativa entre los datos de paro-emprendedurismo entre Cataluña y el resto de España no deja de ser curiosa (hasta donde yo sé, la legislación comunitaria de Cataluña en este aspecto es bastante diferente).
También sería interesante analizar el efecto de la "sobre-educación universitaria" (si no estoy equivocado sólo en la comunidad de Madrid hay tantos universitarios como en toda Inglaterra) y, sobre todo, su quizá mal orientación hacia el mercado laboral (si la comparamos, por ejemplo, con el sistema Irlandés durante la primera década del siglo XXI).
Gracias por compartir este interesante artículo,
Un saludo.
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