En mi paseo dominical por la prensa electrónica me he encontrado con esta joyita sobre la deflación tinerfeña. Me han interesado varias cosas de su lectura. Me ha gustado su narrativa sobre los efectos de la recesión. Aunque me haya encojido el corazón ante las dificultades económicas por las que están pasando en mis islas favoritas. Me ha alertado sobre otro de los efectos de la deflación que se nos pasó por alto a Juan Carlos, a David y a mí en nuestra conversación del otro día.
La deflación lleva a los consumidores a posponer el consumo y retrasa la recuperación. Si vemos rebajas ¡de hasta un 50 por ciento! apenas un mes antes de las navidades, ¿de cuánto serán en enero? Quizás este año los Reyes Magos Prudentes nos deberían traer vales regalo canjeables por puede que hasta la mitad de juguetes más con la condición de que esperemos hasta las rebajas del día 8 que este año serán espectaculares. O, mejor todavía, quizás nos deberían dar a elegir entre recibir un tren el día 6, o un tren, un patín y un balón dos días después.
Otro ejemplo del mismo efecto aunque a otra escala es lo que va a ocurrir en España entre junio y agosto de 2010. Nos han anunciado que el 1 de julio van a subir los tipos del IVA. Dos puntos porcentuales para las mercancías que hoy pagan un 16% y un punto porcentual para las que hoy pagan un 1%. Ante esas subidas, es de esperar que el consumo ---sobre todo el de bienes duraderos como los electrodomésticos--- aumente en el segundo trimestre de 2010 al anticiparnos a la subida de precios, y que caiga en el tercer trimestre de ese año, porque casi todo el consumo de duraderos lo habremos hecho en el trimestre anterior. Supongo que el Gobierno confía en que la estacionalidad del gasto vacacional del tercer trimestre disfrace esta contracción del consumo, exactamente igual que lo ha hecho este año con la contracción de "tan solo" el 0.3 por ciento intertrimestral avanzada por el Instituto Nacional de Estadistica en su estimación del crecimiento del PIB español que ha publicado esta semana.
El artículo menciona muchas otras cosas interesantes. Por ejemplo comenta que la crisis en Tenerife parece "un juego de muñecas rusas"; dice que "la economía es un estado de ánimo", menciona los riesgos de caer en una "trampa a la japonesa"; comenta algunos de los mecanismos de ajuste que están adoptando las empresarias y las administraciones públicas canarias; y se confunde con la forma en la que debería funcionar el "ahorro por precaución". Cualquiera de esos temas da para un nuevo post, pero hoy yo ya me he alargado demasiado, ¿por qué no os animais?