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¿Qué está cambiando en economía, y cómo puede afectar a nuestros estudiantes de doctorado?

El fin de semana pasado estuve en una conferencia para celebrar el 25 aniversario del programa de doctorado de economía, empresa y finanzas de la universidad Pompeu Fabra. Fue muy agradable volver a ver a tantos amigos, estudiantes y colegas, haciendo investigación relevante y de excelente calidad. Ya les hablaré de algunos de los trabajos presentados en otra ocasión (o lo harán Libertad, Sergi o Manuel que estaban por allí). Pero hoy les voy a contar de lo que yo hablé. Me pidieron que participara en una sesión sobre tendencias de la educación de postgrado en economía. Y les avanzo mi predicción: la economía está cambiando mucho, y se parece cada vez más a las ciencias experimentales. Esto seguramente es bueno para la ciencia, aunque quizá no sea tan bueno para la calidad de vida de los científicos. Y por cierto, si después de informarse aún quiere hacer un doctorado en economía (o recomendárselo a alguien), le remito a la excelente entrada de Luis Garicano que explica cómo hacer la solicitud con mayores garantías de éxito.

La única forma que se me ocurre de hacer predicción y prospectiva es mirar las tendencias pasadas y extrapolarlas hacia el futuro. Es verdad que los fenómenos sociales son propensos a las discontinuidades y “transiciones de fase”, pero como verán algunas de nuestras tendencias son robustas, y no esta extrapolación no es tan aventurada.

Tendencia de investigación 1:

Contra lo que algún comentarista poco informado nos recrimina de vez en cuando, hoy en día la economía NO es una ciencia fundamentalmente teórica. Como podrán ver en la tabla que sigue, esa acusación podría haber sido cierta casi hasta los años 80, pero en los últimos 20 años la transformación ha sido muy intensa. La teoría económica no llega hoy a una quinta parte de las publicaciones de las mejores revistas (nota: la teoría con simulaciones tiende a estar muy disciplinada por los datos, e incluso contándola apenas se pasa de una cuarta parte de las publicaciones). Más aún, la mayor parte de las publicaciones empíricas son directamente experimentales, o con datos recogidos por los propios investigadores, y con mayor frecuencia cada vez estos datos nacen de ensayos aleatorios controlados o experimentos naturales. La revolución de la identificación correcta de causalidad en economía parece imparable.

Hamermesh, Daniel S. (2012). “Six Decades of Top Economics Publishing: Who and How?”.
Hamermesh, Daniel S. (2012). “Six Decades of Top Economics Publishing: Who and How?”.

Tendencia de investigación 2:

La publicación en las mejores revistas de economía es cada vez más difícil, hemos pasado de un artículo publicado de cada cuatro/seis enviados, a un artículo publicado de cada diez/veinte. Y, sin embargo, cada vez parece más importante publicar en esas revistas para conseguir una plaza fija en cada vez más universidades.

Hamermesh, Daniel S. (2012). “Six Decades of Top Economics Publishing: Who and How?”.
Card, DellaVigna (2012), “ Nine Facts about Top Journals in Economics.”.

Tendencia de investigación 3:

Los artículos en economía son cada vez más largos y tienen más coautores. Esto es probablemente una consecuencia del tipo de investigación que se hace. Hablando de algo que conozco un poco mejor, como un artículo experimental, cada vez es más necesario: diseñar el experimento, lo que generalmente requiere un marco teórico y programar la interfaz informática; realizar las sesiones, reclutar sujetos y almacenar los datos, algo logísticamente complicado; analizar los resultados estadísticamente; y, en ocasiones, hacer simulaciones con el modelo teórico para comparar con los datos obtenidos. La diversidad de habilidades necesarias y la cantidad de análisis complementarios explica fácilmente tanto el mayor número de coautores como la mayor longitud de los artículos.

Card, DellaVigna (2012), “ Nine Facts about Top Journals in Economics.
Card, DellaVigna (2012), “ Nine Facts about Top Journals in Economics.

Estas tendencias tienen algunas implicaciones claras sobre los programas de doctorado.

Tendencia doctoral 1:

Hacer un doctorado lleva más tiempo. En los años 90 no era imposible encontrar a gente que se graduaba en cuatro años. Ahora solamente un tercio de los doctores se gradúa en cinco en los mejores programas (si quitamos a los que no se gradúan nunca la cifra sube al 41%), y la cosa es peor en otros lugares. Ojo que esto no es una recomendación. Graduarse tarde tiene un coste de oportunidad alto. Es lo que sucede. A veces por buenos motivos como pulir una tesis. A veces por egoísmo de un director poderoso al que el estudiante le resulta útil.

Card, DellaVigna (2012), “Nine Facts about Top Journals in Economics.
Stock, Finegan, and Siegfried (2009),"Completing an Economics PhD in Five Years".

Tendencia doctoral 2:

Como consecuencia de lo anterior, probablemente, los estudiantes de doctorado esperan y buscan otras cosas en los programas de doctorado. Básicamente los candidatos tienen expectativas racionales (o, mejor, razonables) y anticipan lo que hace falta. Antes lo fundamental era la habilidad matemática, ahora la capacidad para hacer investigación empírica es igual de importante. Y, crucialmente, se valora más estar en un programa con profesores más distinguidos, que puedan guiar con un poco más de precisión hacia el complicado objetivo de realizar esa investigación de primer nivel que cada vez cuesta más.

Colander (2009). Making of an economist redux.
Colander (2009). "Making of an economist redux".

Y ahora que tenemos las tendencias algo más claras, me permitiré especular un poco. El aumento espectacular de la investigación vía experimentos y ensayos aleatorios, así como el trabajo intensivo en computación/simulación/estimación con datos bien identificados causalmente, hace probable que la organización de nuestra disciplina se parezca más a la de otras ciencias experimentales: laboratorios con estudiantes de doctorado, técnicos, y post-docs. Doctorados donde se aprenden muchas técnicas, y quizá se haga menos trabajo independiente (no es tan fácil conseguir el dinero para hacer ese ensayo aleatorio). Dado que los doctorados no pueden prolongarse indefinidamente, el trabajo independiente que te acredita como investigador se comienza a adquirir en períodos post-doctorales.

Si esto ocurre, la ciencia económica será mejor: sabremos más cosas con un grado mayor de seguridad. Pero la vida de los economistas académicos no va a mejorar. Tener tenure (una plaza fija) en los primeros treinta es mejor que cinco o diez años más tarde. Pero si esta es la realidad, habrá que adaptarse. Los programas de doctorado tendrán que proporcionar el conjunto de capacidades tan variado que requiere el nuevo mundo. Las agencias de financiación tendrán que reconocer y financiar a los economistas de manera similar a otras disciplinas experimentales. Y los investigadores necesitarán habilidades directivas además de científicas.