Hace unas semanas les contábamos que es necesario un nuevo currículo de matemáticas para librarnos de la educación viejuna. Los resultados de PISA resolución de problemas lo confirman de manera rotunda.
De hecho los resultados tienen una pequeña sorpresa, cuando hablo de PISA suelo decir (como hacía en una de mis primeras entradas en el blog) que "en los dos bloques de notas más bajas, España no tiene un comportamiento particularmente malo....tenemos porcentajes parecidos o mejores en esas categorías más bajas que los daneses, franceses o noruegos." Esto sigue siendo cierto hoy para PISA en general. En Matemáticas en los niveles 1 y 2, la media de la OCDE tiene un 23,1% de los chicos y España un 23,6%. Por el contrario en los niveles 5 y 6 la media de la OCDE tiene una 12,6% t y España tiene un 8,0%. En PISA resolución de problemas tenemos el mismo fallo arriba (la media de la OCDE un 11,4% y España un 7,8%). Pero en cambio nos cargamos la situación menos mala de la cola inferior: en los niveles inferiores al 2 Europa tiene un 21,4% y España un 28,6%. Claramente el sistema educativo español hace un trabajo mediano en los procesos rutinarios, pero en cuanto se requiere algo que precisa de iniciativa y creatividad, fracasa, porque como pueden ver las preguntas no son difíciles, pero no es lo típico que se pregunta en un examen español. Sin iniciativa y creatividad no hay innovación; sin innovación no hay crecimiento posible; y sin crecimiento, el futuro solamente ofrece más devaluación interna y menos progreso social. Ciertamente, no son buenas noticias.