Los precios que no bajan: la "paradoja" de los genéricos

Me contaba ayer un amigo que en plena crisis hay bastantes artículos del supermercado cuyos precios han subido de manera muy marcada (él citaba en concreto el caso de un agua embotellada de "lujo" que ha subido un 60%). Javier Díaz nos informaba en un "post" reciente sobre un fenómeno parecido con los alquileres vacacionales.

En realidad esto solamente debería sorprendernos en competencia perfecta. En un mercado imperfectamente competitivo es completamente natural. Imaginemos que hay un millón de consumidores dispuestos a pagar 2 euros por una botella, y otro millón que está dispuesto a pagar 3 euros. El coste marginal del agua es cero. A 2 euros la botella, el ingreso total sería de 4 millones. A 3 euros la botella, el ingreso sería de 3 millones porque solamente comprarían los consumidores con mayor disponibilidad a pagar. De manera que el vendedor cobra 2 euros la botella. Ahora supongamos que a causa de la crisis el consumidor que quería pagar 2 euros solamente quiere pagar 1 euro. El otro consumidor, que tenía sus ahorros a buen recaudo debajo de un colchón, sigue estando dispuesto a pagar 3 euros. Ahora los precios que tienen sentido son 1 euro y 3 euros. A 1 euro los ingresos totales son de 2 millones y a 3 euros, son de 3 millones. Por tanto el productor cambiará el precio a 3 euros. ¡Una subida del 50% en plena crisis!

Hasta hace unos años era corriente que cuando un medicamento de marca perdía su patente y aparecía un genérico, el precio del medicamento de marca subía. Dado que el genérico es un producto perfectamente sustituto desde el punto de vista del efecto en la salud, este fenómeno se conocía como la "paradoja de los genéricos" (ver e.g. Scherer 1993). Una explicación de esta paradoja pasa por la existencia de consumidores imperfectamente informados y cierta correlación entre la disposición a pagar y la falta de información. El consumidor menos informado es también el que tiene más disposición a pagar (las dos cosas fáciles de explicar si no es él quien paga el medicamento), y se convierte en nuestro individuo del ejemplo con disponibilidad a pagar de 3 euros. Y el otro individuo pasa de querer pagar 2 euros a 1 euro porque esto último es lo que cobra el productor del genérico.

Otro ejemplo podría ser el de la música y las películas. Me dicen mis estudiantes que desde que la música y el cine se piratean masivamente, los precios de CDs y DVDs "legales" han subido de manera notable. No sé si es verdad. Mi salario no alcanza para comprar esas cosas.