Me ha tentado comenzar esta entrada parafraseando la frase poética que da título a una gran entrada de Anxo con otra parecida: este vaise, aquel vén. Pero no, aquello nos iba a recordar algo demasiado triste: la historia de una derrota antigua, la de la emigración económica de Galicia, a la que cantaba Rosalía de Castro; y de otra nueva, la de la ciencia en España, que glosaba Anxo. Hoy no toca eso. Se trata de dar las gracias a dos editores y un colaborador que han hecho un gran trabajo y nos han dado muchas satisfacciones. Y dar una bienvenida muy agradecida a tres colaboradores que están dispuestos a asumir algo más de responsabilidad: Jesús Fernández-Villaverde (quien lleva ya una temporada como editor de las entradas “extemporáneas”, esto es de la tarde o del fin de semana), Libertad González y Juan Rubio.
Todo ello es muy natural. Los cargos editoriales en las revistas científicas, nuestro modelo, son normalmente por períodos determinados de tiempo. Y se asumen por responsabilidad, para contribuir a los bienes públicos de la profesión. Porque la verdad es que los de las revistas es una lata: mucho trabajo, algo de estrés y en el mejor de los casos un pago puramente nominal. Muchas otras veces, como en el blog, el pago monetario es cero. Y claro que uno se puede negar, pero una excusa socialmente aceptable implica otra gran responsabilidad: estoy en proceso de consolidar mi plaza “tenure-track”, soy jefe de departamento. O ya he contribuido lo suficiente.
Javier Andrés y Tano Santos como editores, y Pablo Ruiz-Verdú como colaborador, han contribuido más de lo suficiente. Y les estamos muy agradecidos. Javier nos ha dejado perlas como estos dos magníficos artículos sobre la restricción exterior de la economía española (aquí y aquí). Tano también tiene muchos artículos brillantes (esta misma semana nos ha regalado tres), pero yo tengo debilidad por las que se refieren al patrón oro (aquí y aquí). Estas entradas son probablemente mi mejor contribución al blog, ya que se las pedí yo explícitamente, confundido como estaba por escuchar a tanto lunático tertuliano decir que “con el patrón oro esto no habría pasado”. Pablo nos ha regalado grandes momentos, como esta entrada del año pasado sobre el peso del sector financiero en la economía.
El trabajo de los editores siempre es importante, por las razones de control de calidad que de manera tan elocuente exponía Jesús hablando de las juntas tóricas. Pero un ojo atento a las contribuciones de los colaboradores será especialmente importante en un año con tantas convocatorias electorales, en el que es importante vigilar que éste siga siendo un blog sobre “políticas”, no sobre “política”. Y conviene recordar lo que dicen claramente los estatutos de la Asociación Nada es Gratis: “Esta asociación no tendrá motivación política, religiosa, lucrativa o mercantil, y defenderá con los medios necesarios su independencia frente a cualquier injerencia o control de fundaciones, grupos, partidos políticos y organizaciones empresariales o sindicales.” Cada colaborador o editor es muy libre de tener y expresar sus opiniones, como es lógico y natural. Pero debe quedar meridianamente claro que el blog no tiene opinión colectiva. Y, en la medida de lo posible, intentaremos no limitarnos a expresar opiniones, sino a aportar análisis lógico y evidencia empírica.
Me está quedando esto un poco serio. Así que dado que estamos hablando de cuestiones internas al blog me despido explicándoles un pequeño experimento involuntario que se generó el mes pasado en la página desde donde se hacen las donaciones. No tiene mucha importancia ni un gran valor científico, pero como es curioso se lo explico. El software tenía por defecto un valor de donación de 10 euros y una repetición de la misma de un año. Cuando vimos la página por primera vez no reparamos en ello y simplemente lo dejamos estar. Pero la investigación en economía de la conducta sugiere que los valores por defecto pueden influenciar de manera sustantiva los resultados (aunque no siempre).
De modo que cuando vimos muchas donaciones concentradas en esos valores procedimos a cambiarlos (y avisamos a esos donantes por si lo habían hecho por error), y ahora la donación por defecto es 0, y no hay repetición. Los resultados se pueden ver en el siguiente gráfico, que muestra la donación media diaria. El cambio se produce entre el tercer y el cuarto día (del 15 al 16 de enero):
También parece cambiar algo la proporción de donaciones (una sola vez) a suscripciones (donaciones repetidas) alrededor del día en que hacemos el cambio.
Como ya he dicho, ni es un efecto muy importante ni tiene un gran valor científico, pero muestra lo que ya hemos dicho antes, los detalles importan, y tenemos que hacerlo todo con cuidado. Por esto es tan importante tener colaboradores y editores del nivel de Jesús, Libertad y Juan, para remplazar a los irremplazables Javier, Pablo y Tano.