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La influencia de los padres en el resultado escolar de los hijos

 

Hace ya tiempo que estoy interesado en el impacto de los padres en la educación de los hijos y en estas páginas hemos hablado bastante del asunto. Pero actualmente estoy recopilando datos para verificar algunas de las hipótesis de este trabajo con Samuel Berlinski y Facundo Albornoz (del que ya les hablé aquí). Y al repasar la literatura sobre influencia en particular del esfuerzo de los padres en el desempeño educativo de los hijos he encontrado algunas investigaciones interesantes que quería compartir.

El  primero es un artículo de De Philippis y Rossi que utiliza datos de PISA. La pregunta que se hacen los autores es qué parte de la diferencia de nivel educativo entre países puede ser atribuida a las características o acciones de los padres. Una primera aproximación se puede obtener de una regresión estándar que intenta explicar el rendimiento individual del estudiante a partir de características del estudiante, la familia, y el país. Cuando se hace esto, las variables que se observan de los padres (educación, profesión, si están empleados, número de libros en casa, y si la lengua que se habla en el hogar no es la oficial), no sirven para explicar mucho acerca de las diferencias entre países (entre un 25% y un 13%de la varianza una vez que se controla por la calidad de la escuela, con variables observables o efectos fijos). El problema es que centrarlo todo en estatus socioeconómico (que es básicamente lo que miden esas variables) es reduccionista. Sabemos que hay otras cosas que hacen los padres. Por ejemplo, aquí hemos hablado de los estilos parentales (Doepke y Zilibotti) y la transmisión de valores culturales también es importante (Bisin y Verdier).

Y por esto utilizan otra estrategia diferente. Lo que hacen los autores es comparar dentro de un mismo país estudiantes con padres de distintas nacionalidades, para un mismo nivel socioeconómico. Obviamente esto no es perfecto, porque los emigrantes pueden estar seleccionados sistemáticamente, y porque puede haber dificultades de asimilación para los inmigrantes que varían entre países de origen.

La siguiente figura relaciona las notas media de PISA por países de un estudiante que es hijo de inmigrantes del país A con las medias de los estudiantes del país A. En el panel de la izquierda sin controlar por las características observadas y en la izquierda controlando por ellas. Claramente es una relación positiva y cercana a 1. El hecho de que estas diferencias entre países se preserven a pesar de que los estudiantes en el país de acogida están sujetos a parecidas condiciones materiales, de las escuelas e institucionales que los nativos sugiere que la influencia parental es importante.

 

El análisis de regresión muestra que esta observación es robusta a la inclusión de muchos controles. Y el efecto no es debido fundamentalmente a las madres del este de Asia, porque persiste cuando se excluyen los estudiantes de esta nacionalidad. El estudio tiene muchos controles de robustez de los resultados, incluyendo usar los datos del censo americano, que tienen más observaciones sobre características familiares. Una preocupación seria es que los padres de los inmigrantes estén seleccionados (positiva o negativamente, aunque mi propia investigación sugiere una selección positiva), pero dado que lo que importa son las comparaciones relativas entre grupos de inmigrantes, esto solamente es importante si hay una selección diferente entre países. Una forma de ver que esto no es un problema se puede comprobar en el siguiente gráfico. En él se relaciona (eje vertical) el nivel de educación relativo de los emigrantes respecto a los nativos de su país de orginen con la nota media del país de acogida.


Aunque estos resultados son interesantes, aún nos queda entender un poco de los mecanismos por los cuales los padres afectan a la instrucción de los hijos. Y para esto vamos a otro artículo que me ha llamado la atención, de Chen, Chung y Wang. La pregunta en este caso es cómo afecta la presencia de hijos de padres con poder (en este caso altos funcionarios del partido comunista chino) al desempeño escolar de los compañeros de estos chicos.

En este caso se utiliza una encuesta, el China Educational Panel Survey. Y aprovechan una característica importante del sistema escolar chino. La asignación de estudiantes a clases, cuando hay más de una clase por curso, es aleatoria. Por tanto, el número de hijos de altos funcionarios es, dentro de la escuela, aleatoria. Y como utilizan efectos fijos de escuela y curso, están aislando el efecto de recibir algún hijo de cuadro más en el entorno para el que esta asignación es aleatoria.

 

El primer resultado relevante es que tener a un hijo de alto funcionario en la clase más aumenta el rendimiento en un 2%. En cambio, el tener a un padre alto funcionario no mejora el rendimiento de su propio hijo. Esto no quiere decir que los padres no influencien a sus hijos. En escuelas donde se aprecia interferencia de los padres en la asignación de clase (que se extraen de la muestra general), sí que hay un efecto importante de los padres funcionarios en sus propios hijos. Esto, por cierto, sugiere que la influencia de los padres funcionarios en sus hijos surge por la influencia en el entorno social (mejores recursos a la clase, o mejores redes sociales), y no por aumentar su capital humano directamente.

Pero lo más interesante es de dónde surge el efecto del hijo de funcionarios en sus compañeros. El efecto de estos chicos es prácticamente el mismo si se controlan por sus características personales, en particular sus propios resultados escolares. La combinación de falta de efecto de los funcionarios en sus hijos y la de sus resultados escolares en otros sugiere que la mejor explicación es que los padres de los compañeros aumentan su esfuerzo con estos. La razón más probable es que los padres de los compañeros quieren beneficiarse del contacto con el funcionario a través de sus hijos. Y en China un buen desempeño escolar del hijo es una buena forma de que los compañeros, y sobre todo sus padres, lo tomen en cuenta. Una evidencia a favor de esta hipótesis (que se puede obtener por la riqueza de datos de la encuesta) es que cuando aumentan los hijos de funcionarios en la clase, los padres de los compañeros se involucran más en las amistades que eligen sus hijos, aumentan su comunicación con ellos sobre lo que pasa en la escuela, y ayudan más en las tareas de los niños.

 

No sé si estos resultados serán aplicables en España en el sentido de la influencia de los padres de los compañeros en que los estudiantes se esfuercen. Lo que es claro es que conseguir la implicación de los padres en la escuela de sus hijos es un input crucial en que estos mejoren sus resultados, y medidas de política que hagan más sencilla la conciliación (facilitar el teletrabajo) podrían conseguir este objetivo.