Por una coincidencia curiosa Anxo y yo salimos hoy en el primo del papel couché. Este artículo en El País denuncia una estrategia del Ministerio de Hacienda para reducir gastos de investigación por una vía como mínimo pintoresca, denegando ex-post gastos ya justificados que en su inmensa mayoría son legales y legítimos, y obligando a los investigadores y Oficinas Económicas de las universidades a gastar muchísimas horas en trámites inútiles. Lo peor de este asunto es que revela que el ministerio otorga un valor cero (mejor dicho, negativo) al trabajo de los investigadores, porque si imputamos el coste en horas de trabajo perdidas de los científicos, éste es mayor en varios órdenes de magnitud que el ahorro monetario.
El chocolate del ... Ministro de Hacienda
Antonio Cabrales
Doctor en Economía por la Universidad de California, San Diego (1993). Actualmente es Profesor del departamento de economía de la Universidad Carlos III de Madrid, y anteriormente lo fue de University College London y la Universitat Pompeu Fabra. Sus áreas de investigación se centran en la Economía de las organizaciones, el diseño de instituciones, economía del comportamiento y economía experimental.
Hay 6 comentarios
Reflexión jugosa y pertinente, porque no es un caso aislado. Estos días todos los ayuntamientos de este país están peleando a brazo partido para rellenar una churrigueresca justificación contable exigida por el mismo ministerio que en vuestro caso, que da la impresión que ha sido concebida por algún informático de los de antes de la guerra para que "el ordenador" automáticamente haga una especie de fiscalización automática del gasto de miles de ayuntamientos y otros entes locales... otros miles de horas perdidas para alimentar un fiasco burocrático.
Este nuevo Celtiberia Show de burocracia troglodítica jugando a la recentralización cutre-salvaje nos va a dar que hablar en los próximos meses y años. Los ministerios madrileños han estado veinte años sin gestionar, porque le pasaron todo el trabajo a las autonomías; y ahora quieren recuperar los controles, usando las mismas técnicas burocrático-cuarteleras de mediados del siglo pasado... además de llorar, nos vamos a reír.
Muy revelador el artículo. Aparte de demostrar que para estos señores la Ciencia es una especie de hobby de unos tipos pintorescos con la cabeza en las nubes, esa meticulosa manera de funcionar de los encargados de fiscalizar las cuentas se limita, al parecer, a aquéllos sectores tradicionalmente austeros. Porque donde realmente se dispara el gasto, es decir, donde hay obras, por lo visto lo único que importa es que se hayan seguido formalmente los trámites. No parece que se compruebe que el coste se corresponde con el precio de mercado (teniendo, como se tienen las bases de datos de la construcción, en las que los proyectos "normales" se basan), ni que las toneladas de hormigón que aparecen sean las que realmente se han vertido. El resultado son cientos o miles de proyectos en los que se paga el doble, el triple, o cinco veces más de lo que habría pagado por ellos una promotora pr¡vada. Pero eso no parece causar alarma al Sr. Montoro. Excelente blog, aunque, ¿quién soy yo para elogiarlo, pobre de mí?
Antonio,
Estoy viejo para acompañarlos en la bronca. He conocido ministros de hacienda que gastaron lo que no tenían, y ministros que debieron buscar monedas en los cajones de sus secretarias para cubrir gastos autorizados. He visto dilapidar fondos con aplausos y gritos de campeón solo porque estaban ahí, o mejor dicho porque parientes y amigos estaban por ahí --lo he visto en España antes de la crisis, incluso oficialmente cuando alguien que luego escribió sobre corrupción repartía fondos a siniestra, jamás a diestra, con la noble intención de educar a los bárbaros de AL en los beneficios de la democracia española. He visto castigos por hacer lo que se había dicho que había que hacer pero no hacer porque los fondos asignados ya estaban gastados, y por fungible que el dinero fuera, el mismo billete no se podía gastar dos veces.
No hay racionalidad en la subida y no podemos esperarla cuesta abajo. Y así es en particular con el Tesoro Público, ese que no es Público sino de Libre Acceso por la rivalidad en el consumo, lo que justifica un guardián y luego otro que cuide al primero y luego un tercero que cuide al segundo y así sucesivamente. Todavía nos sorprenden y molestan muchas cosas que los gobiernos hacen, pero esto simplemente refleja nuestras limitaciones, esas que permiten a gobernantes y burócratas privilegiados aprovecharse de la masa.
El artículo me parece de una lucidez y una valentía excepcional. Llevo varios meses de discusiones con mi OTRI sobre este asunto y me he mandado más de dos y más de tres solicitudes del tipo "el becario X no va a viajar a Burgos sino a Salamanca", no sólo al Ministerio, sino a una agencia regional de investigación: el mal ejemplo cunde. Pero no me he atrevido a alzar la voz como lo han hecho Antonio y Anxo porque cuando alguien protesta en España contra la burocracia siempre recibe la misma respuesta: ¿es que no sabes hacer papeles? ¿es que no tienes ganas de trabajar?
No quiero ser demasiado optimista, pero parece que esta cambiando la tendencia y alguna cabeza sensata del Ministerio ha pensado lo mismo que Antonio, Anxo y tantos otros. Hace un mes, siguiendo el criterio de la oficina de investigación de mi universidad, pedí autorización para realizar varios viajes, entre ellos uno para un congreso convocado mucho después de presentar el proyecto. Me ha llegado hoy la contestación: "le comunico que no es necesaria autorización expresa ... para la realización de gastos no previstos en la solicitud inicial ... siempre y cuando se justifique ... su necesidad para la consecución de los objetivos de la actuación ... en los informes de seguimiento y final"
Esperemos que esta línea de sensatez se mantenga. Crucemos los dedos.
Gracias Caramuel. No es valentía, es hartazgo. He estado gestionando un proyecto grande mucho tiempo y me temo que la única palabra es que estoy hasta los ... Así que, ya sabes, "from lost to the river". En cuanto a las contestaciones que te han dado, viene bien tenerlas, claro, pero me temo que no te salvarán de pelear gastos después a no ser que las cosas cambien mucho; tendrás la razón, pero te la harán pagar con tiempo y papeles. Yo tuve que mandar nosécuantas copias de una autorización para invitar científicos no miembros del equipo al ministerio, y eso que la autorización me la habían dado ellos. No es por desanimarte, es para que no te hagas falsas ilusiones...
Lo de "kafkiano" lo define totalmente. Seguramente los funcionarios de Hacienda se piensan que los viajes academicos se hacen para irse de vacaciones y que los cientificos son unos vagos que se pasan el dia pensando en como inventar gastos injustificados.
Por la esperiencia que tengo en USA, aqui es totalmente distinto. Dependiendo de la fuente, los requisitos van desde mandar una factura (simplemente con que ponga, PAGADO, ya vale), los mas exigentes, o dicen que la empresa que hayas contratado les mande la factura directamente a ellos.
Los menos exigentes directamente te mandan un cheque y te piden que cuando acabes la investigacion les mandes un "working paper" para que puedan colgarlo en la web.
Por supuesto todos te pides que los menciones en los agradecimientos en cualquier cosa que publiques y para la cual, hayas usado la financiacion... pero eso es gratis, no ocupa tiempo, y lo ibas a hacer de cualquier manera.
Suma y sigue con la ciencia en España...
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