Publiqué esta entrada originalmente en Universidad Sí.
Una de las víctimas más notables de la crisis ha sido la profesión de economista académico. Hay muchas razones para ello. Desde el “no vieron la crisis” (falso, pero explicarlo requiere otra entrada) y que algunos han vendido su reputación y honestidad por un plato de lentejas (de oro, como documenta “Inside Job”). Pero una parte del problema reside en que la enseñanza de la economía lleva unas décadas estancada. Paul Samuelson publicó su libro de texto de introducción a la Economía en 1948. Yo estudié con un libro no muy diferente, y mis hijos podrían estudiarlo en algunos lugares si quisieran hacer economía. Y, no, no es que la economía no haya avanzado. Si no me creen, echen un vistazo a los títulos de los artículos del último número de la American Economic Review, probablemente la revista académica de economía más prestigiosa y representativa.
Un grupo de economistas, coordinados por Wendy Carlin y Sam Bowles, a instancias de la Royal Economic Society, y con ayuda financiera del Institute for New Economic Thinking se propuso cambiar este estado de cosas, lo que dio lugar al proyecto Core Econ. Lo conté en más detalle en Girona en el Simposio de la Asociación Española de Economía, pero déjenme que les resuma aquí los puntos principales, porque me parece un caso de estudio interesante para cualquier otra disciplina universitaria.
Los economistas solemos distinguir entre innovaciones de producto que cambian lo que hacemos, e innovaciones de proceso que cambian cómo se hace. Lo interesante del proyecto Core Econ es que la innovación se hace en las dos direcciones y de formas muy variadas. Así que vamos por partes.
- El contenido. Como es lógico, esto es fundamental. El libro de texto tradicional se dedica a estudiar “el mercado en competencia perfecta” y solamente mira otras instituciones como desviaciones anecdóticas. Pero (quizá curiosamente visto desde fuera) ésta no es la manera de pensar de los economistas profesionales. En Core partimos de una aproximación más moderna en la que se estudian los individuos y las sociedades como entes que tienen que organizarse y tomar decisiones, y lo hacen de la mejor manera que pueden. En ese proceso las reglas del juego (escritas o no escritas) que regulan su interacción son cruciales para los resultados finales. De esta forma de pensar se derivan otras innovaciones: no hay distinción entre “microeconomía” y “macroeconomía”, lo importante son los problemas sociales que se tratan de resolver, no las herramientas concretas con la que nos enfrentamos a ellos. Y tomar esta aproximación permite alejarnos menos de la preocupación de los ciudadanos, y no parecer tan remotos y suficientes.
- Proceso inicial. En lugar de ser el producto de un “profesor estrella” de una universidad privilegiada, la primera versión del Core la escribimos profesores de universidades en cuatro continentes trabajando en muchos países diversos, con unos editores finales para unificar estilo y coordinar el proyecto. Esto permite tener una mayor profundidad de tratamiento de los problemas, que se encargan a expertos en los mismos, y mantener diversidad de perspectivas, al tiempo que se acortan los plazos de la primer entrega (vale la pena leer el capítulo del libro de Daniel Kahneman “Thinking fast and slow” que se dedica al exceso de confianza, que lleva a retrasos extraordinarios en coordinar precisamente la escritura de un libro de texto).
- Revisión. La primera versión (beta) del texto se introdujo en septiembre de 2014, y un grupo de pioneros enseñamos ese curso utilizando el texto del proyecto. Con el beneficio de la experiencia, se hizo una primera revisión masiva del contenido el curso 2015-2016, en la que usamos los comentarios de profesores que usaron el texto, estudiantes, ayudantes de docencia y expertos externos,. Una segunda ronda de revisión, con un número aún mayor de profesores que adoptaron el texto se lanzará en septiembre de 2016. La primera versión “oficial” (la 1.0) se lanzará en septiembre de 2017.
- El texto. Tradicionalmente hemos tenido textos muy caros (en EEUU un texto de introducción a la economía puede costar varios cientos de dólares) y mayoritariamente en papel, con algún apoyoonline. El texto del Core es gratis, interactivo, y sobre todo online lo que, entre otras cosas, elimina algunos costes y permite revisiones muy rápidas, además de adaptarse a los tiempos y generaciones que van llegando, más acostumbradas a una realidad diferente.
- En la clase. Se utilizan masivamente métodos interactivos y participativos. Los estudiantes vienen con el texto estudiado y aprovechamos para hacer experimentos, y realizar pequeños ejercicios que se contestan a través de Internet y se pueden analizar directamente en el aula.
- Evaluación. Estamos desarrollando cuestionarios para evaluar a los estudiantes cuando llegan por primera vez al aula, lo mismo en universidades que lo adoptan como en otras que no lo hacen para ver la diferencia de evolución entre los que adoptan y no adoptan (lo que se conoce como metodología de “diferencias en diferencias”).
Es perfectamente posible que el método y el texto estén mal, o sean mejorables (en realidad es casi una certeza, como cualquier esfuerzo científico solo puede ser provisionalmente aceptable). Lo que me parece interesante es tanto el proceso como el resultado provisional, y espero que veamos más innovaciones como esta u otras diferentes, de manera continuada en la universidad (de hecho Humberto Llavador nos contó otra experiencia distinta de innovación en el mismo simposio que les comenté al principio).
Hay 2 comentarios
Seguro que los economistas han perdido prestigio con la crisis, aunque creo que nunca han tenido mucho. Dice Vd. que es falso que no vieran la crisis y estoy seguro de que lleva razón. Lo que sucede es que, para casi cualquier problema, hay un grupo de economistas que opinan una cosa y otros otra (o directamente la contraria). Eso por no hablar de los que siempre están predicando el apocalipsis.
La iniciativa del proyecto Core Econ me parece fantástica (salvo por evitar el papel: ¿tan malo es?) y, esperemos, sirva para generar más consenso en torno a lo fundamental y para que la profesión de economista gane prestigio de verdad .
Hola, soy una estudiante de doctorado, ya tengo tareas docentes y me parece una iniciativa estupenda. Creo que en la universidad española hace mucha falta incentivar más al profesorado para implicarle en innovación docente y sobre todo renovar el contenido y cambiar los enfoques más clásicos. Yo lo intento pero me encuentro con muchísimos problemas y jerarquías, con inercias departamentales y con reticencias ante la necesidad de que los profesores que imparten una misma asignatura o contenido QUIERAN coordinarse (¿algún consejo?). Me interesa mucho el tema, yo misma, no hace tanto, fui una alumna desmotiva en según que clases.
Intento en la medida en la que puedo introducir cambios en mis sesiones. Tengo una pregunta sobre un punto concreto del que hablas: dices que los alumnos traen los textos estudiados y las clases son prácticas entiendo. Me gustaría saber que opinas del aprendizaje, voy a llamarle autónomo. Entiendo que suprimes las clases magistrales con este método. Aunque estoy a favor de romper con las formas tradicionales, creo que los alumnos necesitan, sobre todo en contenidos más complejos, clases teóricas. ¿Cual es su experiencia la respecto? Un saludo y gracias por este post!
Los comentarios están cerrados.