Se iba por Thanksgiving o cuando el frio seco e hiriente del invierno venía remplazado por el calor húmedo y aplastante del verano. Y fue en una de estas ocasiones cuando por primera vez oí hablar de él. Mis amigos, que ya habían sobrevivido a los prelims, me dijeron que había llegado un catalán que antes de empezar el curso ya había resuelto casi todos los problem sets…
Cuando más tarde mi incorporé, como Assistant Professor, al departamento de economía de la University of Minnesota, Albert ya estaba lanzado con varias ideas que constituirían su tesis doctoral y los inicios de su productiva carrera académica. Poco importaba el entorno, ni el tiempo que hacía fuera, ni la sobriedad soviética de la decoración interna, se aprendía y discutía economía, y aquellos fueron posiblemente los años más memorables de la historia del Department of Economics de la UofM: al grupo de microeconomía, de Leo Hurwicz et al., que entre otras cosas había establecido un potente programa de doctorado (del que muchos Minnesotos españoles se han beneficiado), se unía el grupo de macroeconomía que, habiendo contribuido a revolucionarla, ya miraba más allá de las viejas polémicas con los keynesianos. Estos fueron años productivos para Tom Sargent, Chris Sims y Ed Prescott , así como para otros miembros del pequeño departamento, y por productividad académica entiendo, básicamente, generación de ideas y estudiantes. La gestión de ambas cosas requiere crítica, que puede ser feroz si se sabe no perder el respeto (y así era en el Minnesota economics de aquellos años). Como es bien sabido, los cuatro que he citado, recibieron años más tarde el premio Nobel, por sus contribuciones e ideas. Pero como dijo Tom Sargent en la cena de los premios: “I am a teacher”, la generación de buenas ideas debe ir a la par con la generación de buenos estudiantes. Albert ha sido uno de los mejores entre ellos – en particular, trabajó con Chris y Tom y ha seguido su modelo productivo.
En aquellos primeros años Albert aborda tres temas ‘sobre expectativas’ que, en gran parte, marcarán su agenda de investigación: a) el relajar la hipótesis de expectativas racionales, pero manteniendo el rigor de los modelos dinámicos con expectativas racionales; b) el desarrollar nuevos métodos para simular, o calibrar, modelos dinámicos, y c) el analizar series temporales macro, o financieras, con la óptica que ofrecen (a) y (b).
- La hipótesis de expectativas racionales permitió ‘cerrar los modelos macroeconómicos dinámicos’ y tratarlos como modelos de equilibrio microeconómicos. Pero para que fuesen interesantes para la macro –por ejemplo, para que dinero tuviese valor – mejor que no fuesen modelos de mercados completos a la Arrow-Debreu. Esto llevó a abrir la caja de pandora de la ‘indeterminación’ de los equilibrios, lo que también quería decir que la teoría perdía su poder predictivo; por ejemplo, una pregunta tan sencilla, como si para reducir la inflación era mejor bajar o subir el déficit financiado por señoraje (la recaudación por la simple impresión de moneda), dejaba de tener una respuesta clara. Frente a la avalancha de artículos sobre la indeterminación, que hoy parecen perdidos en el espacio, hoy todavía lucen, como estrellas lejanas, los artículos pioneros de Albert con Tom Sargent (JET1 y JPE, 1989) en los que muestran que si los agentes se forman sus expectativas de forma adaptativa – por ejemplo, como económetras haciendo regresiones – en muchos modelos el problema de la indeterminación desaparece; por ejemplo, en el modelo de la inflación generada por el señoraje, las economías convergen a un equilibrio estacionario en el que la pregunta anterior tiene una respuesta única: mejor bajar el déficit financiado por señoraje.Más tarde, con Shyam Sunder, yo pasé muchas horas en el laboratorio experimental de Carnegie-Mellon (donde Albert había sido contratado como Assistant Professor) confirmando, y reconfirmando, los resultados de Albert y Tom, lo que no ha evitado que se hayan continuado publicando cientos (miles?) de artículos donde los equilibrios de expectativas racionales indeterminados o con burbujas son los protagonistas… (¿se van a perder también en el espacio?)
- Lo normal cuando uno entra en un campo complejo como la simulación de modelos dinámicos es ir a la biblioteca y buscar (hoy en día, googlear) que es lo que hacen los ingenieros y simplemente aplicar sus métodos.2 Que sea lo normal no quiere decir que sea lo que vaya a hacer Albert. Así que no se si por pereza, curiosidad, o puntilla, él desarrolló por cuenta propia el método de las ‘Expectativas Parametrizadas’ (JBES, 1990, OUP, 1999). A posteriori, uno puede ver como el método de Albert se relaciona con otros métodos ‘de los ingenieros’, pero esto no le resta mérito porque su método no es un caso particular de los preexistentes, esta especialmente diseñado para ‘cerrar el modelo macro-dinámico’ con el mismo rigor como que se habían cerrado con la hipótesis de las expectativas racionales (p.e. trabajar con las ecuaciones de Euler), y es de fácil implementación. Se ha utilizado ampliamente, pero seguramente ha sido infrautilizado.
- Albert aprovechó UofM para dotarse de una sólida formación en econometría, lo que al principio se tradujo en contribuciones teóricas (p.e. el problema de la agregación temporal), pero posteriorarmente le ha servido para confrontar los modelos de aprendizaje con los datos; mejor dicho, para mostrar como muchas series temporales en macro y finanzas que difícilmente se pueden explicar con un modelo de expectativas racionales se pueden explicar con modelos de aprendizaje. Por ejemplo, utilizar el modelo de señoraje para explicar los episodios de hiperinflación en Latino América (con Juan Pablo Nicolini, AER, 2003). Más recientemente, esta línea de investigación – en colaboración con Klaus Adam y J.P. Nicolini – ha resultado muy fructífera al aplicarla al estudio de los precios de los activos – por ejemplo, inmobiliarios – mostrando como los modelos de aprendizaje explican mejor que los modelos de expectativas racionales no solo el comportamiento de estas series, sino también las predicciones de los especialistas (NBER Macro Annual 2011, Journal of Finance, forthcoming). Aunque no se ha tratado sólo de aplicar modelos existentes de aprendizaje, sino también de contribuir a desarrollarlos (JET, 2011).
Cuando en 1990 acepté el reto de co-fundar la Universitat Pompeu Fabra, encargándome de los estudios de economía y empresa, inmediatamente pensé en Albert, para él un buen aterrizaje en España y Europa (seguramente el diría Catalunya), para la UPF una garantía de excelencia; para mi, el poder contar con un gran colega, coautor y amigo. Y jugó un papel fundamental en los años fundacionales y posteriores de la UPF. En concreto, primero como impulsor del programa de doctorado, segundo, más tarde, como director del departamento.
En aquellos años yo estaba trabajando en modelos de crecimiento que tuviesen en cuenta problemas contractuales básicos, como su incumplimiento (limited commitment and enforcement) o su incapacidad de contratar aspectos importantes sea por problemas de información (esfuerzo) o legales. Sin embargo, en estos problemas las expectativas juegan un papel mucho mayor: entran en las restricciones del problema (que el contrato se incumpla depende de las expectativas sobre lo que vaya a significar cumplirlo o renegar de él y, por lo tanto, el contrato óptimo debe tener esto en cuenta y, si el compromiso es limitado, fácilmente habrá un problema de inconsistencia temporal). Esto hace que no se puedan analizar utilizando las técnicas de programación dinámica tradicionales, lo que por ejemplo hacía su simulación muy problemática. Para afrontar este problema, en los años ochenta Sargent, Prescott y otros, habían postulados modelos en los que los multiplicadores de Lagrange o las utilidades marginales (en funciones de Euler) entraban como co-variables de estado, pero no había una teoría general de cómo abordar estos problemas con ‘forward-looking constraints’. Fue discutiendo con Albert cuando encontramos un método para hacerlo y lo aplicamos con éxito al modelo de crecimiento que estaba estudiando (JET 1992). La teoría de Recursive Contracts ya estaba formulada en sus aspectos más básicos a finales de los noventa, pero la hemos ido desarrollando en todos estos años (un poco como el Guadiana).3 Mientras, ha sido ampliamente utilizada en muchos campos en que se utilizan modelos dinámicos con ‘forward-looking constraints’.
Pocos son los macroeconomistas que han hecho contribuciones metodológicas importantes, Albert es uno de ellos. Pero él siempre ha estado, y esta, interesado en problemas económicos y sus contribuciones nos han ayudado a entenderlos mejor. Problemas de imposición óptima (JPE 2002), de deuda (EJ, 2008 y 2013; JET, 2009, JME 2010), etc.4
Tras pasar un par de años en la LSE, Albert volvió a incorporarse al IAE-CSIC como ICREA y Barcelona GSE Research Professor, en el 2011. Es, no cabe duda, uno de los activos principales de la Barcelona GSE research community, no solo por su investigación, sino también por su capacidad de estimular y formar estudiantes de master y doctorado y, como no, como colega, que puede no responder a los e-mails pero sabe intervenir con criterio cuando hace falta.
Una nota final. Pienso que no tiene mucho sentido que en un país donde la financiación de la I+D es tan escasa nos especialicemos en dar premios de investigación. Ahora bien, el Jaime I se distingue de otros premios porque “Podrá ser candidato cualquier persona que haya efectuado la mayor parte de su actividad profesional en España y preferentemente que resida en España” y, en cualquier caso, porque dándole el premio a Albert Marcet es prueba de que cuentan con un tribunal que sabe reconocer la investigación de excelencia de gran alcance y bien se lo merece.5
Ramon Marimon Florencia, 10 de Junio, 2016
Professor of Economics (on leave UPF)
& Pierre Werner Chair (RSCAS)
European University Institute
Chairman of the Barcelona GSE Board
1. El artículo más citado de Albert en Google Scholar.
2. Por cierto, he descubierto que los que utiliza mi hija para el diseño de barcos son los mismos que nosotros utilizamos en macro.
3. Es el segundo artículo más citado de Albert en Google Scholar, y aparece por primera vez en 1998 como Working Paper de la UPF, la última versión -- por ejemplo, en mi pagina web – es de Enero de 1996.
4. ‘Recursive Contracts’ no es el único artículo interesante no publicado de Albert.
5. Cuando fui Secretario de Estado de Ciencia y Tecnología conseguí que los premios de investigación – y, por extensión, culturales – no pagasen impuestos; por desgracia, esta es una de mis reformas que no han sobrevivido… lo que me sabe mal por Albert, Juanjo (ganador del Jaime I en economía el año pasado), y por todos aquellos que ganan premios de investigación en España, aunque no sea la mejor asignación de recursos para la investigación.
Hay 6 comentarios
¡Que alegría tan grande!
Yo tuve la oportunidad de conocer a Albert hace dos años y medio, cuando aceptó encantado dirigir mi tesina de máster en el CEMFI meses antes de viajar a EEUU para comenzar mi doctorado. Albert ha sido, sin ninguna duda, una de las personas que me han marcado en mi vida y que han contribuido decisivamente a mi manera de sentir la investigación como la siento hoy.
Siempre recordaré aquellos viajes a Barcelona donde (generosísimamente por su parte) pasábamos horas hablando de economía y en los que lo más importante era el trato humano, antes que nada, y después todo lo demás. Por encima de todo de Albert aprendí una manera distinta de pensar y enfrentarse al mundo como un economista, con enorme pasión, inteligencia, crítica y espíritu científico revolucionario. Me quedo con la frase ¨que sea lo normal no quiere decir que sea lo que vaya a hacer Albert¨.
Enhorabuena y muchos recuerdos desde Evanston.
José
Como intelectual, Ramon ya deja clara la importancia de su contribución. Pero para que se note el impacto, aunque yo hice mi doctorado en teoría de juegos, una de mis primeras lecturas para el trabajo sobre el que hice la tesis, son los artículos de Albert sobre algoritmos de aproximación estocástica y aprendizaje.
Aparte de esto, verlo en acción como director del doctorado y director del departamento en la UPF fue un ejemplo. Además de los logros de gestión, que ahí están para verlos por todo el mundo, es una persona a la que le importan hondamente los demás y eso se nota y crea impronta. Felicitats, Albert!
Muy de agradecer las palabras de Ramón. Tan solo quiero añadir que, como imagino tantos otros, he vivido en primera persona la generosidad silenciosa de Albert estos años en Bellaterra. Ciertamente es un honor para la UAB tenerlo con nosotros.
Es una excelente noticia y un premio muy merecido a las contribuciones de Albert a la Macroeconomía. Yo también he podido observar con admiración su seriedad y dedicación a la investigación y a la supervisión de alumnos. ¡Enhorabuena, Albert!
Felicidades Albert!
Es muy buena noticia por las muchisimas cosas que ha contribuido Albert a la macro.
Bueno, ahora veo este post. No lo había visto antes porque dormí casi toda la semana pasada en el hospital, donde mi hija estaba ingresada (parece que ahora ya está bien). El premio fue una gran alegría, pero al final las cosas importantes son las de siempre.
Sobre el premio, como dije a los periodistas a bote pronto, y ahora copio de varios artículos de prensa: "nunca te esperas que te toque una distinción así, ya que hay muchas otras personas que se la merecen".
Gracias a los organizadores del premio por pensar en los que hacemos investigación desde aquí. Otros premios buscan salir en el periódico y automáticamente buscan investigadores de fuera, con más glamour. Siempre es más difícil desde aquí, dado que defender la investigación en España es ir contra corriente.
Gracias a Ramon por el post. Escribir estas cosas siempre lleva tiempo. Ahora ya tengo un buen resumen de mi investigación que puedo usar para pedir mis becas.
Gracias por todos los comentarios. Especialmente a Antonio, por citar mi trabajo de gestión en la UPF. Tres años después de acabar mi doctorado ya estaba metido en la fundación del Dept de Ecoomía de la UPF y a cargo de mil temas administrativos. Nunca sabré si ese enorme esfuerzo de gestión valió la pena. No seré el único con esas dudas, sobretodo ahora que nadie de la UPF se acordó de nosotros cuando celebra su 25 aniversario. Pero cuando alguien como Antonio (y muchos otros) se acuerda de esos años me inclino por pensar que, quizá, sí valió la pena.
Sólo una cosa, Ramon: si no contesto los emails es porque a veces estoy liado (a menudo estoy liado ...)
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