¿Por qué hace falta estudiar Magisterio para ser profesor?

Mi cuñada, María, es una mujer activa y culta. Licenciada en filología británica con buenas calificaciones, durante un par de años enseñó inglés en un colegio, luego trabajó varios años en una editorial, fundó una empresa que organizaba viajes a Inglaterra para aprender inglés. Desde hace unos años es ejecutiva de una multinacional de cosmética. Con la maternidad le ha vuelto el gusto por la enseñanza, y le apetece mucho, pero mucho, ser profesora de educación primaria. Está dispuesta a dejar de ganar mucho dinero para seguir su vocación. ¿Se le ocurre alguien mejor para enseñar a sus hijos? Créame, no va a encontrar a alguien más cualificado ni mejor dispuesto.

Y cualquier colegio sensato haría bien en contratar a gente motivada y capaz. No es solamente su intuición. La mejor investigación disponible nos dice que el efecto de un buen profesor en el desempeño de los alumnos, medido por exámenes estandarizados, es espectacular (ver por ejemplo este artículo de Rivkin, Hanushek y Kain). Pues lo siento mucho, tendrá que esperar al menos tres años para verla en acción. La razón es que, en España, para enseñar en educación primaria es necesario tener el título de Magisterio. Y para enseñar en secundaria un título de Máster en pedagogía o similar. Una frase interesante del artículo que les sugería más arriba es: "Consistent with prior findings, there is no evidence that a master’s degree raises teacher effectiveness." Hablando en plata, que añadir titulines no tiene el más mínimo efecto en los resultados escolares de sus hijos. Algo, por cierto, que ya dice el sentido común más ordinario. Y dar más valor a un título de Magisterio que a cualquier buena formación universitaria es algo que daría risa si no estuviéramos hablando de algo tan importante.

Entonces, ¿cuál es el sentido de exigir esa formación a los profesores de primaria? Pues muy sencillo, crear barreras a la entrada en la profesión (y algo de negocio para la universidad privada en la que va a sacrificar María sus fines de semana). Cuanto menos competencia, mejor para los "insiders". Seguro que si se lo preguntamos a un profesor lo reconocería abiertamente, como el taxista de aquel divertido post de Jesús (divertido en el sentido tragicómico de nuestra mejor picaresca, claro). Pero lo más terrible de todo es que un país que inventa una ley de educación cada media legislatura no sea capaz de solucionar las ineficiencias más básicas que crean leyes anteriores. Con este precedente de algo mucho más sencillo administrativamente, ¿cómo vamos a conseguir pagar más a los profesores más capaces, según pedía Juan en un post de hace un par de días?

Hay 7 comentarios
  • Sábado por la mañana. Me dispongo a iniciar las tareas semanales de mis recién comenzadas clases de magisterio y me encuentro con los comentarios de Antonio, mi cuñado, con quién he compartido últimamente mis frustraciones respecto a la imposición por el Ministerio de Educación de estudiar otra carrera universitaria para enseñar a los más pequeños, a pesar de mi formación y mi experiencia en el campo de la educación. Con el paso de los años, me he dado cuenta y me he reafirmado en mi convicción de que ser profesor es, básicamente, vocacional. El proceso de enseñanza-aprendizaje en una etapa del individuo en que impera la vulnerabilidad y la facilidad para reaccionar a los estímulos adecuados, no puede tener éxito si las personas que representan la referencia más palpable y cercana (aparte, claro, de los padres) no están motivadas de una manera absoluta para ejercer su trabajo. Pero ahí está nuestro Ministerio de Educación, impidiendo que los que estamos convencidos de poder desarrollar nuestro trabajo sin necesidad de más "titulitos", nos tengamos que pasar otros tres años de nuestra vida asistiendo a clases, haciendo trabajos y examinándonos, a veces sobre materias que tienen poco o nada que ver con el desarrollo del trabajo para el cual te convierten en "apt@". Yo no digo que sea necesario cursar ciertos contenidos específicos para poder entender mejor cuáles son los mecanismos internos de una determinada edad y aplicar los procedimientos adecuados, pero vamos, sinceramente, pienso que para personas formadas, acostumbradas a trabajar, atender una familia y, sobre todo, con unas ganas enormes de verse rodeadas de pequeñines ansiosos por descubrir el mundo, un curso de 6 meses como máximo sería suficiente. ¿O no?

  • ¿Por qué hace falta estudiar un doctorado en Economía para ser profesor de economía en una universidad?

    • Me encanta que hagas este comentario. Para ser profesor de Economía NO hace falta ser doctor en economía. Varios de mis compañeros y mi propio director de tesis son doctores en matemáticas. De hecho no hace falta ni para ser premio Nobel en economía. Los ha habido doctores en derecho, en psicología, en ciencia política y en matemáticas. Y. por cierto, para dar clases de economía en la universidad tampoco hace falta ser doctor. Así que, por una vez, practicamos lo que predicamos. Si alguien es bueno, que dé clase.

  • Hombre, nose que decirte! Puede ir a dar clases a los institutos tranquilamente tu cuñada presentandose a la correspondiente plaza. Luego pedimos calidad de enseñanza.....

    • Esa es la tragedia, que para dar clase en un instituto no hace falta, y para dar clase en un colegio, sí. Y en cuanto a presentarse a una plaza, esa es una discusión para otro día. Sospecho, pero en este caso aún no tengo una prueba empírica irrefutable, que las oposiciones son un mecanismo muy malo para separar a buenos de malos profesores. Mi hipótesis de trabajo es que hace perder el tiempo a la gente y no añade valor al sistema. Estoy trabajando con unos datos que sugieren que el tiempo de docencia no tiene el menor impacto en los resultados de los estudiantes. Dado que los profesores que han aprobado una oposición llevan más tiempo en el sistema, me parece que si la oposición seleccionara a mejores profesores, se tendría que notar en el efecto experiencia.

  • Antonio, eso que dices no es del todo cierto. De acuerdo a como esta planteado el sistema, una persona que sepa transmitir las cosas no tiene más remedio que hacer un doctorado si quiere entrar en una buena universidad. No siendo así, tendrá puestos precarios y nunca podrá subir y aspirar a más. Sé que mucho de esto viene por la desvalorización del titulo de grado y de la necesidad de llegar a algo más que eso en lo que a conocimientos se refiere. Pero también ocurre lo contrario. Hay personas muy capacitadas para investigar que por el contrario no tienen la misma destreza a la hora de enseñar. Pero esas personas están obligadas a dar clase, lo que desemboca en varios efectos. Al final, se descuidan las clases ya que al final lo importante es la investigación porque es lo que importa, ya que es lo que te va a mantener en la universidad, y por tanto el alumno no importa absolutamente nada y eso sabes que es bastante usual. Entonces si queremos una educación de calidad tendremos que analizar cual es el perfil que queremos y aquí entra el manido tema de los incentivos de los que siempre se habla. Al final aquellas personas que sean buenos transmisores tendrán que hacer un doctorado a pesar de que la investigación no sea su prioridad y no podrán volcarse en la enseñanza como les gustaría. Y eso lo ves a la hora de distribuir horarios y tareas que intentas que el alumno y las clases ocupen lo mínimo posible. Entonces, ¿que futuro estamos creando?¿por que se nos llena la boca tanto de calidad?¿por que no delimitamos bien las cosas y damos alternativas a las personas?

  • La solucion me parece mucho mas sencilla.

    Que evidencia existe que tener un titulo de Magisterio o un master en Educacion mejora la calidad de la ensenanza? Ninguna.

    Que evidencia existe que conocer la economia mejora la calidad de la ensenanza en economia? Bastante.

    Alli esta el problema. De hecho, la esperiencia de EE.UU. sugiere que tener exclusivamente el Master en Educacion como requisito para ser profesor de escuela primaria o secundaria lleva al desastre de profesores que no se conocen ninguno de los topics especificos que tendrian que ensenar. La frecuencia con la cual los que dan matematica o fisica o ciencias o hasta historia en las high school americanas no saben nada de matematica, fisica, ciencias e historia, es preocupante.

    Enfin, no es verdad que para dar clases de economia hace falta el doctorado. Leo Hurwicz no lo tenia, ni Lionel McKenzie hasta los 40 anyo lo tuvo. Estoy encantado de contractar cualcuiera en mi departamento, si sabe la economia, sabe dar clases y hace buena investigacion. Y, si es como lecturer, no hace falta ni la investigacion. De hecho, ahora que me lo pienso, tengo dos adjuncts que NO tienen doctorado de economia, pero son estupendos profesores.

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