¿Le compro la moto?: La beca 6000

Si es que tengo que animarme a leer el periódico. Juanjo Dolado me hizo notar el miércoles que se me ha pasado el anuncio de un programa de becas de la Junta de Andalucía en el que "los estudiantes de familias con rentas bajas que terminen la enseñanza obligatoria percibirán 6.000 euros anuales para que puedan continuar sus estudios evitando así el abandono escolar temprano." Afortunadamente "nuestro hombre en Sevilla", Nacho García, me ha hecho llegar los detalles de la convocatoria, que pueden ver aquí, así como la noticia de agencia con el resultado de la primera convocatoria (aquí). Gracias, Nacho.

La descripción del programa en la página de la Junta es bastante interesante:

"Para la percepción de la beca será obligatorio el progreso satisfactorio en las evaluaciones que se realicen a lo largo del curso y, en caso contrario, se interrumpirá temporalmente el pago de la misma hasta conocer el resultado de la siguiente evaluación. También se tendrá en cuenta la asistencia al centro docente y se suspenderá el pago de forma inmediata cuando el alumno o alumna haya causado baja en el centro antes de la finalización del curso escolar o cuando no haya asistido a un 15% de horas lectivas, computadas mensualmente, salvo que las faltas estén debidamente justificadas." O sea, que al menos en la intención es un programa de incentivos en toda regla.

La reacción de los sindicatos no se ha hecho esperar: "Carmen Lagares, secretaria de Enseñanza Pública de FETE-UGT Andalucía ha explicado que esta beca encargarse 'realmente del fracaso escolar, hay que tener en cuenta, aparte del esfuerzo del alumno, las condiciones específicas de cada uno antes casi que el umbral de la renta', que criticó por ser 'muy bajo'. 'Antes de quitarle a un alumno los 600 euros mensuales de la beca por no aprobar todo un curso en limpio, habrá que cerciorarse de las circunstancias de ese alumno y determinar si pretende seguir estudiando o no', según Carmen Lagares." El secretario andaluz de CCOO se expresa en términos parecidos (ver aquí). No he encontrado la reacción de la oposición (tampoco he buscado mucho), pero el ABC (una "proxy" buena, supongo) ya ha decidido que el programa no funciona (ver aquí).

Y, sin embargo, me parece un programa sumamente interesante. Primero os explico mi optimismo basándome en puro empiricismo casual. En los años 60 y 70 la sierra de Madrid se llenó de segundas residencias de urbanitas de clase media. Desde San Martín de Valdeiglesias a Miraflores de la Sierra los pueblos durante el fin se semana se convertían en un hervidero de familias, cuyos adolescentes necesitaban ir de un lado a otro a ver a los amigos, que no siempre estaban en una casa cercana. Y pedían una moto. Después de muchos meses de lucha los padres acababan cediendo. "Vale, te compro la moto si sacas el curso limpio y con nota para entrar en medicina." A mí me parece que en términos de esfuerzo la cosa funcionaba. Menos cuando el chico anticipaba que si los resultados no acompañaban los padres iban a "cerciorarse de las circunstancias de ese alumno y determinar si pretende seguir estudiando o no". Así que mi primera inquietud sería que la consejería no haga caso a Carmen Lagares. Para que el incentivo funcione es muy importante que se mantenga la condicionalidad estrictamente.

Un motivo más serio para se optimista es que Angrist y Lavy diseñaron un programa de incentivos parecido (los detalles se pueden ver en un artículo de septiembre de 2009 en la American Economic Review que también se puede encontrar aquí). En ese programa se daban premios a chicos de secundaria en institutos "malos" en Israel por aprobar el examen equivalente a nuestra selectividad. El premio mas alto era de 1500 dólares más o menos y acumulando otros premios podrian llegar como máximo a 2400 dólares. Dado que la renta per capita de Israel es parecida a la española (en PPP España tiene unos 30500 dólares e Israel 27700 según el FMI, y Andalucía es algo menor que la media española) se puede decir que el programa andaluz es mucho más generoso que el de Angrist y Lavy. Y sin embargo ellos muestran que el suyo tiene un efecto significativo para las chicas (pasan de un 29 a un 39 por ciento de aprobados).

Dada la mayor magnitud del premio existe la esperanza de que funcione al menos tan bien como las motos de los adolescentes que ahora son cuarentones en Madrid. Y que sirva también para los chicos, al revés que el programa israelí. Sería bueno que esta intervención se evaluara con más rigor del que mostró el ABC. No solamente para ver si tiene efecto, sino para ver los costes y beneficios individuales y sociales de la misma.

Hay 13 comentarios
  • Incentive compatibility?

    Este post me ha traído a la memoria una anécdota que le ocurrió a un amigo mío (precisamente en Andalucía) y que tiene que ver con la implementación de sistemas de incentivos a los estudiantes. Mi amigo acababa de aprobar las oposiciones a profesor de instituto y, muy ilusionado, comenzó a dar clases en un instituto de una zona relativamente pobre de Málaga. Cada mañana al comienzo de la clase pasaba lista a los estudiantes y anotaba las faltas en el parte. Aproximadamente una decena de estudiantes faltaba sistemáticamente a todas las clases. Mi amigo siguió pasando lista hasta que al cabo de un par de semanas el director del instituto le llamó a su despacho. El director le enseñó la lista de clase y le señaló una serie de estudiantes a los que no debía ponerles falta –prácticamente todos los que faltaban a diario-. La razón, le explicó, era que, si les ponía falta, las familias dejarían de recibir las ayudas de la Junta y, lo que es peor, estos estudiantes comenzarían quizás a acudir a las clases.
    Un aspecto interesante del programa descrito por Angrist y Lavy que difiere del plan de la Junta es que en el caso israelí había “third-party enforcement” (un examen con corrección anónima). Si realmente queremos que todos los jóvenes andaluces asistan a las clases, quizás la Junta debería considerar la posibilidad de establecer algún tipo de mecanismo de control similar.

  • Muy bien visto, Manuel. A ver si nos leen de la Junta y te hacen un poco de caso. No sea que acabemos con escándalos como los de las invalideces fraudulentas.

  • Señor Arroyo:
    Si usted va a hacer argumentos racionales, basados en la teoría económica o en la evidencia empírica, esperamos verlos. Si va a seguir sacando el catecismo ideológico que parece haber bebido en exceso, usted no es bienvenido en este foro. Existen muchos otros sitios donde puede darle rienda suelta a su demagogia. Lo bueno de Internet es que aquí no le obliga a venir nadie.
    Y no, no ocultamos nuestra ideología detrás de nuestra investigación. Solo tiene que leer nuestros posts para darse cuenta de ello. Ni voy a entrar en discutir mi ideología ni viene a cuenta discutirlo en este foro (aunque estaré encantado de hacerlo en privado, aunque no veo muy bien qué beneficio puede uno sacar de ello). Solo recordarle que “nada es gratis” es una traducción de una de las frases favorita de Milton Friedman.

  • Pues qué quieren que les diga... Yo le doy un gallifante a Luis H. Arroyo. Tiene bastante razón, a mi juicio, en lo que dice.

    A menudo los "científicos" (aunque sean de una ciencia social como la economía) buscan sesudos argumentos, si es posible con muchas equis, y griegas y varias letras del alfabeto griego, para justificarnos lo que, en definitiva, ya pensaban ellos al principio. Es un mal congénito de los "investigadores" cuyas "investigaciones" no se prueban en un laboratorio. A mi me enseñaron que "el método científico" era otra cosa. A estos yo les llamaría más bien "literatos". No es ni bueno ni malo, no habría porqué avergonzarse de ello. Como diría Cabrales, "es un hecho".

    Pasando al tema en cuestión, veo que se critica abiertamente la posición de ABC (un medio de comunicación), al que previamente se ha identificado sin rubor con la posición de la oposición (el Partido Popular), por no ser suficientemente "rigoroso". Hombre, yo esperaría que el análisis riguroso de verdad lo hiciera la Junta de Andalucía, que es la que al parecer ha propuesto semejante medida, y no que los medios de comunicación les hicieran el trabajo. Podríamos ver qué ha dicho el periódico Público al respecto de la medida.

    ¿Dar dinero de los contribuyentes a los alumnos que aprueban? Pues miren, no. Estoy seguro de que, si se aplica la medida, tendrá un efecto positivo sobre las estadísticas de aprobados, para gloria y alabanza de los gobernantes de turno (en este caso, el turno es siempre del mismo). Pero, ¿significa eso que realmente tendremos una sociedad más "preparada"? Se podría dar dinero a los que ya aprueban ahora para que sacaran "sobresaliente" en lugar de "notable". Seguramente eso sí convertiría a la sociedad en más rica en términos de conocimiento y posibilidades.

    Personalmente, me importa un bledo si un estudiante aprueba o no aprueba, siempre y cuando haya tenido la posibilidad y la oportunidad de estudiar y de aprobar. Eso es lo importante: igualdad de oportunidades. En el mundo ideal, todos aprueban, perfecto. Pero, ¿darles dinero? El primer día de estudiar economía me enseñaron lo de los "recursos escasos".

    Creo que los políticos se han ido, como siempre, a la parte fácil. Quizás los incentivos deberían ser un poquito más "discretos": que realmente el que estudia y aprueba vea que ha merecido la pena el esfuerzo, en términos de renta o de lo que sea. Permitanme pero roza lo ridículo el dar dinero por aprobar. ¿Quizás deberían hacer pagar al que suspende los costes reales de su escolarización?

    Esto no depende de ninguna regresión, es pura filosofía de vida. Claro que a lo mejor si a alguien le sale un p-valor de 0,04 piensa que la medida va a ser genial (al 95% de confianza).

    Para finalizar, rogaría al señor FV que nos diga cuanto antes cuáles son las condiciones para poder participar en estas discusiones. Especialmente me interesa que me diga qué se considera "demagogia" por estos lares (oigan, que he visto un post por aquí que decía que la deflación era muy buena, porque nos hacía más competitivos), no vaya a ser que valga SU demagogia pero no la de los demás...

    Existen blogs de acceso restringido, con usuario y contraseña, y probablemente el señor FV estará encantado de hacer de censor previo de lo que se escriba, no sea que escriba alguien que no "comulgue con su catecismo ideológico".

  • Ni el señor Arroyo ni el señor Seco entienden la diferencia entre censura y labor editorial. La censura es cuando un poder público limita la libertad de expresión de una persona, por ejemplo impidiendo que salga a la calle un nuevo periódico. Labor editorial es cuando una persona privada (en este caso nosotros los del blog) decidimos que tiene que salir y que no tiene que salir en su medio propio. La labor editorial es una parte esencial de la libertad. Imaginémonos que a un blog de Católicos entran unos ateístas a introducir ruido y se les invita amablemente a irse a otros lugares. ¿Están los Católicos censurando a los ateístas o simplemente pidiéndoles que respeten las reglas del foro? Sin libertad editorial, no existe libertad de expresión. Pero, claro las sutilizas no existen en el mundo de algunos.
    El argumento de Antonio no se basa en ningún modelo: se basa en evidencia empírica (bastante poco estructural por otra parte, pero me imagino que ustedes no saben lo que es la diferencia entre estructural y reducida). Angrist y Lavy se fueron a Israel, consiguieron datos y miraron lo que pasaba con el subsidio. Basados en esa evidencia, uno intenta extrapolar lo que pueda pasar en Andalucía. Esto es estar basado en la realidad, lo de ustedes, son pre-concepciones ideológicas.
    No sé lo que haría Milton Friedman si estuviese vivo pero siempre que hablé con él, me pareció una persona bastante sensata. Y fue ciertamente una alegría que, cuando la Universidad de Chicago organizó el año pasado la conferencia inagural del Milton Friedman Institute, me invitasen (junto con mis co-autores) a que contasemos uno de mis papers.
    Finalmente, con respecto a sus insinuaciones con respecto a nuestros intereses económicos, son tan absurdas que no merece la pena ni contestarlas. A mí la vida me la paga la Universidad de Pennsylvania y la afición por la política económica en España no solo no me reporta nada (no, nunca he escrito ningún informe para FILESA ni para ningún otra institución similar) sino que me hace perder tiempo que podría dedicar en EE.UU., donde vivo, a hacer muchas otras cosas, que ofertas de consulting aquí en EE.UU. tengo decenas y no cojo ni una.
    Ah, y con respecto a mi estilo de escritura. A parte de ser un comentario racista (muchos indios americanos hablan un inglés excelente), es una estupidez. En castellano es admisible la eliminación implícita de un verbo cuando, por el contexto, este se entiende. En el caso al que el señor Arroyo se refiere, el verbo, en primera persona del singular del presente de indicativo, “necesito”, es suficientemente claro que no precisa ser incluido en la frase. Pero ya ha quedado claro que la sutileza no es lo suyo.

  • Coincido con Seco en que lo importante es la igualdad de oportunidades. Pagar por continuar estudiando, ¿no sería pagar dos veces? A saber: una en forma de educación gratuita y otra en forma de pocket money...

    Es más, ¿no deberían los individuos estudiar por la simple razón de que va a en su propio interés? ¿O es que la educación es todo externalidad y, como Nada Es Gratis, hay que remunerarla?

    Por último, ¿no estaríamos perjudicando a los resultados en términos de formación humana si animamos a los adolescentes a que estudien por dinero? En otras palabras, sabiendo que no hay más beneficio que 6.000 euros, ¿no se producirá una carrera "to the bottom", es decir, hacia el 5.0 raspado? Por aquello de ingreso marginal = desutilidad marginal...

    A los adolescentes que quieren abandonar la educación tras la ESO hay que decirles bien clarito que allá ellos, que si dejan de estudiar, fenómeno, la sociedad también necesita fontaneros; pero que sepan qué caminos se están cerrando. A partir de ahí, si uno desea no estudiar, pues le ahorramos a él dos años de bachillerato y a sus compañeros de clase un desmotivado más.

    P. D. felicidades por el blog y ánimo con él (me han encantado todos los posts, aunque con este de la moto me he quedado un poco frío).

  • Sobre el modelo americano y la utilidad de estos programas, quizá convenga señalar que también allí se aplican. Roland Fryer se ha encargado de introducirlos en las escuelas de NYC y Chicago y parece que con cierto éxito (aunque no he encontrado resultados empíricos serios). La revista Time le ha valorado como uno de las 100 personas más influyentes de USA.
    http://en.wikipedia.org/wiki/Roland_G._Fryer,_Jr.
    La principal diferencia que he encontrado es que la edad a la que se dirige este estudio es menos avanzada y quizá alguno de los problemas que apunta Manuel no estén tan presentes ("lo que es peor, estos estudiantes comenzarían quizás a acudir a las clases".)
    Un saludo.

  • Hola Daniel:
    Si, Roland estuvo aquí en el departamento de economía de Penn hace un par de semanas contándonos los experimentos que está realizando en varias ciudades de EE.UU. muy similares en estructura al Andaluz (Roland es, por otra parte, un tipo muy interesante por muchos motivos). Lo novedoso de lo que él hace es que, al estar diseñado desde un principio como un programa de incentivos explícito, vamos a poder aprender mucho de los resultados y de su aplicabilidad en otras situaciones. La evidencia empírica parece indicar que estos programas funcionan (existe una literatura desde los sesenta en psicología que trata sobre estos temas) pero no son resultados finales. Mis colegas Ken Wolpin y Petra Todd de Penn están realizando otro experimento similar en México financiados por el gobierno de Calderón. Como es difícil encontrar alguien más serio (o con más prestigio en estos temas) en la profesión que Ken Wolpin, espero ansioso sus resultados.

  • Es un blog muy interesante y bien argumentado.
    Por favor autores, sigan la primera norma de los foros y blogs: "don't feed the troll"

    Enhorabuena

  • Una mierda, en Andalucía se premia a los padres que cogerán el dinero de las becas de estudio de sus hijos y se lo gastarán en cartuchos o en ladrillos para ponerlos en el chalet que tienen construido sobre un terreno rústico que tiene un valor catastral de 4 euros.

    Los chicos tienen que tener los mismos derechos y tenemos que motivarlos los padres para estudiar si valen, no con el dinero público de todos los que no se le concede ninguna beca.

    POLITICOS DE PACOTILLAS; TERRENOS RÚSTICOS AL SUELO Y VOSOTROS DEVOLVER LO QUE OS HABÉIS LLEVADO

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