Reformar la fiscalidad para crecer

Por su interés, reproducimos este artículo aparecido el pasado 20 de julio en El País.

De Michele Boldrin e Ignacio Conde-Ruiz

Como el anterior, también el actual Gobierno parece moverse al ritmo de la prima de riesgo, buscando acciones que les permitan bajar el coste de financiación y cumplir con los requisitos (ya sean implícitos o explícitos) de nuestros socios europeos. Raramente estas acciones parecen estar diseñadas como la mejor forma de cerrar el déficit presupuestario impulsando el crecimiento. Los acontecimientos de los últimos días confirman que son las presiones externas las que determinan las acciones de política económica: falta un plan. El Gobierno acierta en el hecho de que la austeridad; al bajar el coste de financiación y liberar recursos que ahora se utilizan de manera poco productiva, crea las condiciones necesarias para el crecimiento. Pero se equivoca al hacerlo sin diseñar una hoja de ruta global que implique la eliminación de los obstáculos estructurales al crecimiento, muchos de los cuales anidan en los detalles de la política de gasto y, especialmente, en la estructura microeconómica de la fiscalidad.

¿Cómo hemos llegado a esta situación en las finanzas públicas? Desde el inicio de la crisis en España el gasto público ha aumentado 4,4 puntos de PIB (hasta situarse en el 44%), mientras que los ingresos han caído 6 puntos de PIB (hasta situarse en el 35%). La subida del porcentaje de gasto público tiene cuatro explicaciones: que cayó el PIB, que el gasto público tiende a crecer si no se hacen recortes, que el actual diseño de nuestro Estado del bienestar implica unos estabilizadores automáticos (como las prestaciones por desempleo) que aumentan dramáticamente en una recesión y que, finalmente, desde el segundo trimestre de 2008 hasta el tercer de 2011 el empleo público total creció de casi 350.000 unidades (+13%, aproximativamente). Por el contrario, una caída de los ingresos de 6 puntos de PIB en varios años, más allá de la crisis, solo puede explicarse por un sistema impositivo mal diseñado donde una parte importante de los ingresos venían de la burbuja inmobiliaria. Estos hechos básicos deberían ser suficientes para entender que todavía queda mucho por hacer. Pero, ¿qué, exactamente?

Desde hace cinco años y en el medio de una gravísima recesión, tenemos que decidir qué país queremos ser. No podemos tener los ingresos sobre PIB más bajos de Europa (solo Lituania, Eslovaquia y Bulgaria recaudan menos que España) y aspirar en tener un Estado del Bienestar entre los más generosos. Los impuestos de EE UU y los gastos públicos de Alemania no son compatibles. Por lo tanto: si no queremos renunciar a ciertos gastos hay que subir los ingresos. Y, al tiempo, si no queremos dañar el crecimiento no nos podemos permitir ni una gran subida de impuestos en un corto periodo de tiempo, ni mantener la estructura impositiva actual. En resumen, debemos cambiar desde la raíz la estructura y los procedimientos de gasto público y reformar la fiscalidad. Hoy nos centramos en este segundo aspecto.

¿De dónde viene la caída de los ingresos? Gracias a que se subió en 2010, la recaudación por IVA solo ha caído desde el inicio de la crisis un punto de PIB, la del impuesto de sociedades ha caído cerca de tres puntos, los especiales un 0,5, y el resto se explica con impuestos específicos de las CC AA como el de Transmisiones Patrimoniales. Con la sola excepción del IVA, una parte importante de estos ingresos, incluso el de sociedades, no volverán aunque se recupere la economía, pues estaban ligados a la burbuja inmobiliaria. Sin cambiar la estructura de la imposición resultará muy difícil recaudar lo que necesitamos. Pero esto es casi un aspecto secundario; el defecto principal de nuestro sistema fiscal es que su diseño daña al crecimiento económico.

Tenemos unos impuestos sobre la renta y sociedades que, a pesar de tener unos tipos marginales muy elevados, no recaudan mucho en términos de PIB. Esto es debido a la evasión, por un lado, y a la maraña de deducciones y exenciones fiscales que han sido recurrentemente introducidas por nuestros dirigentes nacionales y regionales como respuesta a las presiones de los distintos lobbies. El tipo efectivo del IRPF ronda el 16% y el de sociedades el 19% mientras que los marginales sobre los trabajadores y las empresas más productivas llegan al 56% y al 30%. El peor de los mundos posibles. La progresividad excesiva del IRPF hace más costosa la contratación de trabajadores cualificados que son cruciales para mejorar la competitividad de nuestra economía y para la creación de empleo. Lo mismo para las empresas, especialmente las extranjeras: necesitamos toda la inversión directa extranjera como sea posible. Para entender de dónde viene el empleo estable y cómo se generan los sueldos altos es importante entender que la planta de producción o el centro de dirección necesitan del ingeniero altamente cualificado o del buen ejecutivo y que, sin ellos, los 50 o 100 trabajadores genéricos a su cargo se quedan en el paro. Para atraer las inversiones extranjeras de alta productividad, es necesario que España sea atractiva para los trabajadores altamente cualificados. Esta es la razón fundamental por la cual hace falta reformar el IRPF: eliminar las deducciones y reducir la progresividad o, mejor, transferirla a las rentas verdaderamente altas y de origen patrimonial con la introducción de un nuevo impuesto sobre la riqueza.

Por otro lado tenemos una imposición indirecta baja en relación a otros países. Por lo tanto es lógico que este Gobierno, como hizo el anterior, decidiera subir el IVA. Nosotros llevábamos pidiéndolo desde hace tiempo. El problema aquí es que nos centramos en el IVA general pero en realidad solo al 42% de la cesta de consumo se le aplica este tipo. Esto no ocurre en otros países: en Alemania el 82% de la cesta va al IVA general, en Francia el 71% y en Italia el 58%. Esta distribución de bienes en tres categorías (al IVA reducido va el 49% de la cesta y al super-reducido el 9%) responde también a concesiones de los políticos a los lobbies mejor organizados. Los bienes gravados con IVA reducido deben resultar ser verdaderamente de primera necesidad, mientras que todos los otros deben entrar en el IVA normal. Además de eliminar distorsiones esto permitiría reducir el impuesto medio manteniendo la recaudación.

Las cotizaciones a la seguridad social son también demasiado elevadas, fruto de un sistema que, a pesar del avance de la reforma de 2011, sigue teniendo importantes problemas de sostenibilidad a largo plazo. El Gobierno ha anunciado también una reducción de cotizaciones a cambio de subir el IVA. Aquí surgen dos dudas. ¿Este cambio implica que se va a bajar la generosidad de las pensiones futuras o que se va a generar déficit en el futuro? ¿O simplemente se sustituye en la caja de las pensiones un ingreso por otro rompiendo el principio de auto-financiación? Todo esto no resulta claro y la razón es sencilla: un sistema de prestación definida, como el nuestro, ya no es sostenible. Necesitamos una reforma radical hacia un sistema público de pensiones de contribución definida que tenga en cuenta la totalidad de las cotizaciones y se ajuste de acuerdo con la esperanza de vida y otras variables demográficas relevantes, tal como hicieron en Suecia hace cerca de 20 años.

El tercer punto consiste en reformar la estructura del Estado para avanzar en los principios del federalismo fiscal. No puede ser que las CC AA tengan capacidad de gasto pero no de ingresos. Para que los incentivos sean correctos tenemos que imponer la corresponsabilidad fiscal. Ahora, las CC AA prácticamente no disponen de impuestos propios. El principal es precisamente uno de los más distorsionantes para el crecimiento: el Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales, que es muy ineficiente, pues hace muy costosa la reasignación de factores entre las empresas, frenando que las más eficientes puedan crecer absorbiendo a las menos eficientes. Reformar la fiscalidad autonómica es la oportunidad para eliminarlo junto al otro, sobre Actos Jurídicos Documentados, que sufre del mismo defecto, sustituyéndolos por impuestos sobre el patrimonio inmobiliario.

Estas reformas son posibles ahora y son cada día más necesarias: son parte de la hoja de ruta económica que el país espera para salir de la crisis que lo envuelve.

Hay 30 comentarios
  • Muchas gracias por el análisis. Simplemente deciros que yo no estoy de acuerdo con el federalismo fiscal porque abona el camino hacia la independencia de ciertas regiones y no creo que sea ni la voluntad mayoritaria de estos pueblos ni que con ello se respete su verdadero proceso histórico. Por oto lado, es muy esclarecedor el dato que dais sobre lo que afecta el tipo general del IVA a la recaudación por este impuesto en España y su comparativa entre paises. Pues para empezar yo haría que fuera esta repercusión homogénea en toda la zona euro pero teniendo en cuenta la renta per capita por cada pais ya que España la tiene menor que Francia y Alemania y más hoy. Es por ello , que en mi opinión no es razonable la subida del IVA. Al reves, es contraproducente y nunca mejor dicho. Parece claro en mi opnión que si la estructura productiva del pais se basaba en un treinta por ciento de la construcción y ha pasado al seis por ciento con la bajada en la recaudación por IVA , impuesto de sociedades (plusvalias en terrenos), bajadas de salarios por el pinchazo de la burbuja con la consiguiente bajada en el IRPF y bajada de cotizaciones sociales por el paro inducido por este pinchazo de la burbuja, pues parece más razonable que lo que habría que hacer es bajar el tipo de IVA efectivo respecto de los paises de nuestro entorno y rebajar el gasto público.....

  • Además en las comparativas de la renta per capita entre paises para el calculo de un tipo de IVA razonable creo sería más justo hacerlo así: (PIB anual menos deuda publica a amortizar en ese año menos deuda privada a amortizar en ese año menos el sumatorio del efecto riqueza negativo inmobiliario dividido entre diez años para pagarlo si se produce el siniestro del desempleo del pais que puede ser más o menos probable para cada individuo ) / nº habitantes. Así y con lo muy errónea seguro que es esta formula a lo mejor nos daríamos creo cuenta si hay que subir el tipo general del IVA o hay que bajarlo. En fin me encantarían que me lo explicaran porque creo que es vital para el pais. Un saludo

  • Michele e Ignacio,

    Tres puntos.

    1. Primero y ante todo cualquier reforma de la fiscalidad debe dejar claro los principios que la fundamentan y que permitirán evaluar el detalle de los programas de gasto y de las fuentes de ingreso. No es un problema cuantitativo --lo único cuantitativo importante es lo que dijo Laffer, punto elemental del análisis económico aunque siempre difícil de cuantificar. Lo importante es lo cualitativo --los principios que justifican que el gobierno tome responsabilidad total o parcial sobre la oferta de algunos bienes y servicios y sobre la redistribución del ingreso nacional y por lo tanto los impuestos presentes y futuros necesarios para financiar al gobierno minimizando el costo de estos impuestos. Los economistas deben facilitar que estos principios se discutan abiertamente --e incluso apoyar su inserción en la constitución política-- porque son fundamentales para limitar el poder político.

    2. En la fiscalidad, el orden de los factores altera el producto. Si bien prometen una segunda parte sobre gastos, los economistas siempre deben recordar a los políticos y a la ciudadanía que sólo los gastos justifican a los impuestos y que recaudar impuestos NO ES GRATIS.

    3. Cuanto mayor el gasto público, mayor el número de bases sujetas a impuestos y mayor la tasa promedio del impuesto sobre algunas bases. Pero excepciones a bases claramente definidas y tasas marginales mayores que las promedio requieren otras justificaciones. Esta entrada requiere una justificación clara de las bases y las tasas propuestas, más allá de plantearse como ajustes menores al sistema vigente.

    • Tras la formulación, suave y académica, de los tres puntos es fácil que la dureza de su comentario pase desapercibida en un contexto cultural donde ya no forman parte del nivel consciente los efectos --en la conducta de los agentes privados-- de su posición relativa frente al poder político y económico del estado. Se han hecho instintivos, y actúan por debajo del umbral de conciencia.

      Es decir ¿qué sucede en el comportamiento cuando las personas se encuentran en un entorno de sumisión inerme en un estado que arrebata más del 60% de sus ingresos (caso español hoy para alguien con unos ingresos brutos de sólo 25,000 euros año) o si esa dependencia fuera de, digamos, del 25% como era el caso hace sólo 40 años?

      Esta es una pregunta cuya respuesta no requiere modelos sofisticados y de la que nunca se habla porque es como mentar la soga en casa del ahorcado. Pero es la pregunta. En esos niveles la conducta se vuelve abrumadoramente gregaria y pasiva.

      ¿Cómo va a haber inicitaiva si ni espacio queda?

      Saludos

  • "el centro de dirección necesitan del ingeniero altamente cualificado o del buen ejecutivo y que, sin ellos, los 50 o 100 trabajadores genéricos a su cargo se quedan en el paro". Desde luego que es así, pero más aún que el "ingeniero" lo que necesita esa planta de producción es el "capital" necesario para levantarla.

    El "driver" principal de lo que esos 50 o 100 trabajadores son capaces de producir es el "stock de capital" que tienen a su disposición en mucha más medida que la cualificación del ingeniero (como los ejemplos cubano o polaco vendrían a demostrar).

    Siendo esto así no deja de resultar "prejuicioso" pensar que la solución al crecimiento es "tasar más el stock de capital" ... en realidad, siendo coherente con el razonamiento, se debería "tasar más al ingeniero cualificado" (un bien menos escaso, fácilmente producible y menos relevante) y menos al capital (un bien más escaso, que no somos capaces de producir via ahorro y más relevante para determinar la producción de los trabajadores).

    Para llegar a la prejuiciosa conclusión que previamente os habíais fijado necesitaréis un razonamiento mejor ...

  • 1º. Imposición directa.

    Insisto en que lo mejor sería sustituir el sistema actual por un impuesto directo al gasto, tanto para las personas físicas como jurídicas .Lo ideal sería que esto se hiciese en toda la Unión Europea, en línea con el “Informe Meade”, pero, mietras tanto, se puede empezar aquí.

    2º Imposición Indirecta.

    Un IVA unificado para toda Europa.

    3ºImposición autonómica

    Un concierto económico vasco navarro para todas las autonomías.

    Saludos.

  • Jose Luis, ¿puedes explicar como se puede independizar un territorio cuya mayoría de ciudadanos está en contra? ¿Y cual es ese enigmático proceso histórico del que hablas? ¿No crees que un territorio con una fiscalidad absurda tiene más posibilidades de independizarse que uno con un sistema que funciona y del cual se siente orgulloso?

  • Creo que jugar con la fiscalidad sin tener un enfoque estratégico de los problemas poco va a resolver y casi con seguridad no lo hará porque no pasa día en el cual no veamos alteraciones fiscales y sin embargo los problemas no dejan de crecer.

    Muchas de las acciones fiscales van orientadas a trasladar la apariencia y no la esencia. Sería el caso de desplazar payroll taxes a consumo. Es decir espejismos temporales porque en muy pocos meses todo vuelve a incorporarse a costes incrementados porque la inercia del sistema político (un proceso de compra de voto) así lo demanda.

    Este es el problema: que cada país, para no endeudarse, requiere una balanza comercial y de pagos neutra o positiva y los costes fiscales, antes o después, afectan a la competitividad y a las balanzas.

    En mi opinión el sistema fiscal europeo está en metástasis miltidisciplinar entre otras cosas porque si algo ha dejado de ser racional es la iniciativa dado que hoy, un empresario --incluso al nivel del start up-- es mayoritariamenente un recaudador de impuestos y con una prelación de deudas ante la que lo demás es jurídicamente secundario (véanse concursos de acreedores).

    Por lo tanto los cambios debieran ir en la dirección de reposicionarse estratégicamente en coste fiscal con respecto a grandes competidores. USA, Japón, China, etc.

    La futilidad del esfuerzo es evidente porque los dos primeros están un 30% por debajo de Europa en ese factor. Antes sería preciso establecer limitaciones constitucionales al poder fiscal del estado.

    • Manu:
      los países nórdicos tiene una fiscalidad comparable a la española, y son más competitivos.
      sobre los tres ejemplos:
      EEUU tiene un déficit público muy alto, y un gasto público menor. no creo que pueda equilibrar sus cuentas sin subir los impuestos. su balanza comercial también es negativa.
      Japón no me parece un país donde el estado no intervenga, al contrario.
      China es un páis donde el estado interviene mucho más en la economía (y en otros ámbitos) de lo que lo hace cualquier gobierno occidental: banca pública, concediendo hipotecas a diestro y siniestro, grandes corporaciones públicas,.... su competitividad se apoya, en parte, en algo que no tenemos nosotros, una dictadura política
      No creo que el gasto público en sanidad, pensiones, educación, justicia, que es el mayoritario, sea una simple compra de votos

      • Hola, Albert.
        Creí haberte respondido pero ahora no lo encuentro.
        Comparar España con los países nórdicos sin entrar en otras muchas y muy significativas diferencias (riquezas naturales, por ejemplo) y hacerlo por la fiscalidad aparente (olvidando las desgravaciones por inversión que se eliminaron aquí en los ochenta) no me parece un ejercicio que pueda resistir un análisis amplio pero que excede el espacio.

        Por hacerlo de modo constructivo me parece muy interesante el caso danés. Un pequeño país que lleva más de 60 años especializándose en suministros alimentarios de nichos sorprendentes(chuletón de buey del duranguesado o calamares de calidad, por ejemplo).

        Esto sí es relevante. El trabajo constante con fundamento estratégico e inteligencia comercial que nosotros no hacemos de ninguna de las maneras.

        También es muy importante el mimo que dan a su cohesión social mientras nosotros hacemos lo contrario azuzados desde el poder político.
        Es decir, sus fundamentos son serios, su “causalidad” probablemente es muy buena….a pesar de la fiscalidad aparente y nuestros políticos se fijan sólo en lo que les interesa.

        Saludos

        • Excelente!!

          En mi opinión, en dos líneas has resumido el origen de todo el problema de nuestro país (y de otros), o a la inversa, los factores del éxito de las sociedades más avanzadas:

          1. Capacidad para producir bienes o servicios que el resto del mundo esté dispuesto a pagar a un precio bien remunerador.

          2. Cohesión social para mantener esa dinámica en funcionamiento de forma indefinida.

  • No se Josep creo que no me has entendido bien yo creo que lo que he puesto es que me da la sensación de que la mayoría de los catalanes no quieren la independencia. La segunda cuestión queda respondida por esta y me refiero simplemente a que teneis una historia particular y propia pero también teneis una historia en común con un pais llamado España . Respecto a la tercera decirte Josep que los catalanes podeis tener el sistema de financiación que deseis pero me da la sensación que si os autogestionaseis los impuestos vosotros os olvidariais un poco del resto del pais aunque a lo mejor me equivoco. Un saludo

    • Jose Luis, la "sensación" que tenemos en Catalunya es que el resto del país se ha olvidado de nosotros y este sentimiento es creciente. Tendrías que vivir y trabajar aquí unos años (pocos) y seguro que cambiaría tu enfoque. Y desde luego, la presión fiscal sobre las rentas del trabajo es de vértigo.

  • Sin duda ninguna la competencia fiscal entre Comunidades Autónomas sería el elemento necesario para reactivar la economía.
    La competencia entre ellas determinaría que se ajustasen a la fuerza para evitar la pérdida de capitales e inversores, para evitar que los ciudadanos votasen "con el pie".
    Y el Gobierno podría incentivar esa competencia sin tener que cederles los tributos, con lo cual no perdería el control de instrumentos vitales de la política fiscal.
    Ahí va la propuesta con el fundamento jurídico.
    http://elunicoparaisoeselfiscal.blogspot.com.es/2012/07/como-crecer-gracias-las-comunidades.html

  • Michele e Ignacio,

    Un tema que merece ser discutido en detalle es la competencia entre jurisdicciones impositivas tanto a nivel internacional como internamente. Ayer The Guardian repitió su viejo discurso de las elites que escapan a sus “obligaciones“ tributarias aprovechando un nuevo informe del Tax Justice Network; ver

    http://www.guardian.co.uk/business/2012/jul/21/global-elite-tax-offshore-economy

    El mensaje implícito es un gobierno mundial que termine con la injusticia --malos evitando pagar la justa contribución que los gobiernos buenos demandan de todos los ciudadanos. Nunca se reconoce que la evasión es posible por los abusos de los políticos o la complicidad de criminales con políticos corruptos.

    Los ricos y no tan ricos del mundo pueden darse el lujo de escapar de gobiernos que malgastan la recaudación de impuestos y sin duda la coexistencia competitiva de jurisdicciones impositivas facilita que lo hagan --competencia que limita el poder de los políticos y hay que aplaudirla. Hacen lo mismo que todos siempre hemos querido y seguiremos queriendo hacer cuando alguien abusa de su poder impunemente –por ejemplo, ETA y su cobro del impuesto revolucionario en el País Vasco. Y lo seguiremos haciendo porque los abusadores siempre existirán y aprovecharán a los ingenuos que creen estar a salvo porque poco tienen, o por miedo, o por cualquier otro motivo. Yo no lamento las injusticias de la vida porque reconozco que todos somos diferentes, incluso en nuestra voluntad y capacidad para votar con los pies y escapar de los abusadores. Esas diferencias jamás podrán ser eliminadas --en particular, por los tiranos que The Guardian prefiere ignorar.

  • Buenas propuestas y bien razonadas, lo malo es que de donde no hay, ya no se puede sacar más, decía mi abuela y confirma el ABC:
    La Junta de Castilla y León ha tomado la decisión de «reconsiderar la aplicación del céntimo sanitario» y estudia diversas fórmulas que van desde la modificación de los tipos actuales a la devolución de su totalidad a los sectores profesionales, a los que ya se reembolsa la mitad. Así lo avanzó la consejera de Hacienda, Pilar del Olmo, quien explicó que responden a la caída del consumo que ha provocado el nuevo tributo que entró en vigor en la Comunidad el pasado 1 de marzo, que no a la recaudación, que al final del año podría situarse en torno a los 70 millones de los 100 previstos inicialmente, según declaraciones recogidas por Ical.

  • "Para entender de dónde viene el empleo estable y cómo se generan los sueldos altos es importante entender que la planta de producción o el centro de dirección necesitan del ingeniero altamente cualificado o del buen ejecutivo y que, sin ellos, los 50 o 100 trabajadores genéricos a su cargo se quedan en el paro."

    Por favor, señores, no nos hagan comulgar con ruedas de molino. No son precisamente los ingenieros los que copan los tramos más altos del IRPF en España. No es la fiscalidad lo que está empujando a decenas de miles de ingenieros a la emigración a países, por cierto, con fiscalidades aún más progresivas que la española. Es que no hay trabajo, o, si lo hay, de mileurista o poco más.

    El argumento de que la progresividad fiscal castiga el talento no puede ser válido más que si existe una verdadera meritocracia. Pero España está todavía muy, muy lejos de ser una meritocracia...

  • con respeto,
    comparar los impuestos con los crímenes de ETA es infumable, y tu justificación de la evasión, también
    ahora hay que sentir pena y admiración por quienes evaden impuestos....que bajo hemos caído

    • Muchos economistas promueven el abuso de poder derivado de una posición dominante en el mercado como un ilícito que debe ser severamente castigado. La misma idea se aplica a todos los políticos y burócratas que abusan del poder derivado de la confianza pública y se enriquecen ilícitamente, tomando recursos que deberían haberse usado en actividades que podrían salvar vidas o ayudar a superar graves deficiencias.

      Los evasores de impuestos pueden ser tan malos como los anteriores, aunque la gran mayoría son mejores personas --impiden que los anteriores se salgan con la suya (al punto que en algunos sistemas impositivos los consideran “donantes“ cuyas donaciones son premiadas como deducibles de la base impositiva aunque sabemos que el dinero es fungible). Y en general las leyes y los jueces de muchos países democráticos me dan la razón --cuando se puede probar que un político o burócrata se enriqueció ilícitamente, el castigo es mucho mayor que el aplicado a una persona culpable de evasión de impuestos. Yendo más allá de países democráticos, sugiero analizar la experiencia reciente del gobierno chino.

      Yo seguiré aplaudiendo a los evasores hasta el día en que cualquier ilícito --tipificado o no, acompañado de enriquecimiento ilícito o no-- de políticos y burócratas (en favor propio o de familiares, amigos, partidarios y amantes) sea perseguido estrictamente y con castigos agravados por falta a la confianza pública. Por supuesto, esto implica que los seguiré aplaudiendo siempre.

      • Asi que los evasores y los políticos se engañan y roban mutuamente, razón por la cual debemos preferir a los primeros que a los segundos (porque la prevaricación es el peor de los dos engaños)...
        Pues yo creía, igual que la mayoría de la gente, que ambas categorías nos roban a los demás.
        No entre ellos. De hecho, los evasores por un lado y los políticos prevaricadores e ineptos por el otro, suelen llevarse muy bien y apoyarse mutuamente.

      • vale, pero eso es un poco más complicado que hablar de un exceso de gasto público, como tú das a entender. por supuesto que existen otors factores, son sociedades diferentes. lo que yo trataba de decir es que no todo es tan sencillo como "metástasis fiscal europea"

      • no creo que la mayoría de evasores quiera sancionar o penalizar a los " malos y abusivos" gobiernos, que por lo que se ve, son de todos los países occidentales, salvo los paraísos fiscales. eso es inverosímil.
        a partir de mañana cuando conduzca mi coche, me salto las señales de tráfico como protesta contra los abusoss y las corruptelas de los gobierns. y si me multan, ni hablar de pagar

  • Estoy muy de acuerdo con vuestro artículo sobre todo con la parte a los impuestos sobre la riqueza: creo que todo el mundo entiende que los más ricos tienen que pagar más, ahora los que más pagan son los que crean más riqueza (se penaliza así la creación de riqueza) como es bien sabido los que más ganan que no tienen porque ser necesariamente los más ricos.
    A lo que vosotros decís añadiría la injusticia de que las rentas del capital paguen un tipo marginal muchas veces menor que las del trabajo.
    Sin embargo, en mi opinión el impuesto sobre la riqueza y la equiparación de la imposición sobre las rentas de capital sólo serían posibles si se abordan de manera global en todos los países desarrollados simultaneamente. Además la medida debería ir acompañada con la prohibición de invertir en dichos países a residentes de países en los que no se utilicen sistemas similares de tributación... así que va para largo dado que el debate aún no se ha iniciado.

    Así que para elevar los ingresos tributarios más a corto plazo: que os parecería la legalización de la marihuana y la prostitución... ¿porqué esta parte de la actividad económica, más o menos ilegal pero totalmente impune no debe estar sujeta a tributación? ¿tienen una bonificación especial?

  • Un alegato brillante que busca alimentar al dragón sediento que prometía la nirvana en el mundo terreno, y ahora se evidencia poco menos que impotente para garantizar un nivel de prestaciones que resulta indignante para sus socializados.

    Propicia además la devaluación fiscal, una idea excelente para impulsar la competitividad en ambitos monetarios restringidos... ¡cuando los desequilibrios son razonables!.

    Pero sobre todo, un alegato sobre las ansias de evitar el inevitable camino de un ajuste que ha moldeado los stocks pensando que los precios relativos seguirían siendo los que "siempre" habían sido. Recien ahora burócratas y académicos comienzan a entrever su ingenuidad, y perciben que primero deberán adecuarse los precios relativos... y luego nuevamente los stocks a los flujos que resulten compatibles con el punto previo.

    Quisiera dejar sentado que quien alegue la necesidad de incrementar la tributación en un estado que recauda 35% de su PBI en medio de una depresión... es persona de temer.

    No se preocupen, el final llegará; aunque antes deberemos presenciar una ingesta. Porque la crisis se alimenta de gobiernos y esperanza... ¡aunque Isabel la Católica se retuerza en su tumba!.

    No os precipiteis... ¡falta!.

  • Estaba clara la subida del IVA (sólo por "Armonización Fiscal" - http://wp.me/p2npkO-2T), y el paso "VIERNES-13", se cumplió, con una serie de medidas que son la bajada de cotizaciones a la Seguridad Social (http://wp.me/p2npkO-4Z), sin tomar medidas suficientes para crear empleo, para mejorar la recaudación de las arcas.

    Parece que habrá un nuevo viernes negro con reformas y grandes recortes, pero la pregunta es si irán en la dirección donde se puede mejorar la recaudación (http://wp.me/p2npkO-6j).

  • Creo que el artículo será bien recibido por políticos socialdemócratas que siempre buscan la solucion a través de la fiscalidad a pesar de que nuestra estructura productiva ya tiene una de las fiscalidades más altas y más derrochadas del mundo. Aquí tenemos muchos de ellos en todos los partidos y en Europa más.
    Pero este es el camino que nos encarece y hace mucho más difícil copmpetir. Pediría que un día se pongan en su pequeña empresa, cojan lápiz y papel, sumen impuestos y que luego piensen en cómo mejorar la productividad empresarial con un socio que se lleva el 70% y sólo sabe engordar.
    Es un ejercicio de los que aclaran las ideas muy deprisa.

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