Un asunto que a menudo suscita el interés general es cómo ha variado el reparto de la renta entre el capital y el trabajo. En España la participación del trabajo ha estado cayendo en los últimos años. Pero esto no ha sucedido solo en nuestro país ni es algo propio solo de la crisis. La tendencia general ha sido a la baja, con una caída media mundial recientemente cuantificada, a partir de una nueva base de datos, en alrededor de 5 puntos porcentuales en los últimos 35 años. Pero, ¿qué factores están detrás de esta caída?
La participación del trabajo se define como la remuneración de los asalariados (el producto de los salarios y otros costes laborales por el empleo asalariado) dividida por el valor añadido (es decir, la producción una vez se deducen los costes de los factores intermedios como la energía, las materias primas, etc.). El siguiente gráfico muestra la participación media a nivel mundial desde 1975, con datos de 59 países, proveniente de un trabajo reciente de Loukas Karabarbounis y Brent Neiman:
La línea discontinua es la participación del trabajo en el PIB y la continua su participación en el valor añadido de las sociedades (es decir, las anónimas y limitadas, quitando por tanto a los autónomos). La caída es similar en ambos casos.
Calcular esta participación solo para las sociedades tiene una ventaja. Por ejemplo, según el INE, entre 2009 y 2012 la participación del trabajo en el PIB en España ha caído 3.2 puntos porcentuales, cuyas contrapartidas son aumentos de las participaciones de los impuestos sobre la producción en 1.8 puntos y del llamado excedente de explotación en 1.4 puntos. No obstante, hay que aclarar que el excedente de explotación no mide exactamente la parte que se lleva el capital, porque incluye la remuneración total de los autónomos y esta es una renta mixta, en parte es una remuneración del trabajo y en parte del capital. Si limitamos el cálculo a las sociedades, sin embargo, este problema desaparece (a cambio de restringirnos a una parte del sistema productivo).
¿De dónde procede la caída de la participación del trabajo a nivel mundial? Esta caída supone una (relativa) sorpresa para los economistas, pues la función de producción que usamos con mayor frecuencia implica que las participaciones del trabajo y del capital son constantes. Una explicación que sería compatible con esa función a nivel agregado es que la producción se hubiera desplazado de sectores más intensivos en trabajo a otros menos intensivos en trabajo. Descartamos esta explicación porque los datos muestran que la caída de la participación del trabajo se da también dentro de la mayoría de sectores. Hay muchas otras posibles causas, por ejemplo, la pérdida de poder relativo de los trabajadores (por la caída de la sindicación), aumentos de los márgenes de las empresas, cambios en la composición del empleo entre cualificados y no cualificados, etc.
Los autores mencionados parten de una función de producción más general, que permite cambios en la participación de los factores --en jerga, la CES en vez de la Cobb-Douglas-- y encuentran que se ajusta mejor a los datos (algo que también obtuvimos Gilles Saint-Paul y yo en un trabajo de hace 10 años sobre la participación del trabajo con datos de países de la OCDE). Acto seguido estiman la relación entre la tendencia de caída a largo plazo que han identificado con otro fenómeno mundial, la caída del precio de los bienes de capital (sobre todo de la maquinaria) en ese periodo, que ha sido de alrededor del 25% en relación con los precios de los bienes de consumo.
La historia es entonces sencilla: a medida que las nuevas tecnologías han hecho que el capital productivo (las máquinas) sean más baratas y eficientes, las empresas han estado sistemáticamente reemplazando trabajo por capital. De los cálculos de los autores se deduce que este fenómeno explica al menos la mitad de la caída de la participación del trabajo observada. ¿Qué efectos tiene este cambio sobre el bienestar? La sustitución de trabajo por capital implica un aumento de la inversión y, de ahí, también del PIB y del consumo, con lo que el bienestar social agregado aumenta. Esta conclusión deja a un lado, obviamente, importantes consideraciones distributivas.
¿De dónde podría provenir el resto de la caída de la participación del trabajo en la renta? Los autores no investigan este asunto a fondo. Con un sencillo modelo deducen que casi otro tanto podría provenir de un aumento de los márgenes que cargan las empresas sobre los costes de producción, es decir, de un aumento del poder de mercado de las empresas. Esta explicación choca, al menos para los bienes comerciables, con el esperable aumento de la competencia derivado de la creciente globalización. En todo caso, en la medida en que pueda haber sucedido en los últimos 35 años, este factor no solo hace caer la participación del trabajo sino que reduce el PIB, el consumo y el bienestar social. Aquí hay, una vez más, un buen argumento para apoyar las políticas de defensa de la competencia, como hacemos a menudo en este blog (por ejemplo aquí).
¿Qué ha pasado en España? El siguiente gráfico muestra la evolución de la participación del trabajo en el valor añadido de las sociedades, representada junto con las de Alemania y el Reino Unido, desde 1995 (primer año en que aparece España en la base de datos de los autores). Se puede apreciar que en España creció hasta el año 2000, se mantuvo aproximadamente constante hasta 2008 y luego ha caído la friolera de 5 puntos en tres años, quedando en 2011 por debajo de las de los otros dos países. Indudablemente, la brutal caída del empleo y la más reciente de los salarios están detrás de esta evolución reciente.
¿Y cómo ha variado el precio relativo del capital? El gráfico final muestra este precio (normalizado en 1995 a la unidad), observándose que los otros dos países siguen el patrón mundial, con caídas de alrededor del 15%. En España, por el contrario, hay una evolución diferente, dominada por cambios cíclicos más que tendenciales: un aumento sostenido, alcanzando el 15% en 2006, y una caída del 8% desde entonces.
Lo atípico, entonces, es el aumento del precio del capital. Atendiendo a los deflactores de los bienes de capital calculados por el IVIE en colaboración con la Fundación BBVA, este resultado parece deberse a los edificios, pues los precios de la maquinaria y los bienes de transporte crecieron menos que el IPC. Otro efecto más de la burbuja, cuya corrección está reconduciendo a nuestro país a la senda habitual en el resto del mundo.
Hay 31 comentarios
Si la participación de los salarios en la renta nacional ha caído o se ha estabilizado a lo largo del periodo anterior a la crisis, como se refleja en su gráfico, el aumento de los CLU no se han debido esencialmente al incremento de lo costes laborales en términos reales, sino al deflactor del valor añadido, y por lo tanto a los margenes de beneficios. ¿ o no?
Pedro, hay que hacer el cálculo con un poco de cuidado porque también está la parte de los impuestos pero, grosso modo, así es. Aunque hay dudas sobre cómo medirlos, puedes ver cómo han variado los márgenes en España en 2008-2012 en esta entrada de Ángel Estrada en NeG de hace unos días.
¿La foto es por la supuesta cita de Maria Antonieta? :D:D
Hander, supongo que te refieres a "¡Que coman pasteles!". No era por eso, simplemente era una alusión al tema de la entrada, que es el reparto de la tarta entre el capital y el trabajo. Si has pulsado la foto verás que es mucho más castizo, es un bizcocho de San Isidro. 🙂
Gracias por esta entrada y por la referencia. Me interesa mucho el penúltimo gráfico. Incluso antes de la crisis se observan cambios importantes. El caso de Alemania es dramático. ¿Se ha estudiado si esto tiene alguna relación con la reforma laboral de Hartz? ¿Puede tener esto algo que ver con el aumento de la tasa de ahorro en Alemania?
Tendría gracia -- entre comillas -- porque en ese caso la caida de la parte del trabajo en la renta en Alemania podría explicar en última instancia la financiación de la burbuja en España.
Jorge, es una pregunta interesante. Este trabajo (búsqueda en google) relaciona la caída en Alemania con el comercio internacional, aparentemente llegando a una conclusión negativa. De todas formas, recuerda que el trabajo de Karabarbounis y Neiman se refiere a tendencias de largo plazo (esto es esencial en su papel) y pretende dar una explicación válida a nivel mundial.
Como notas usando una función CES en vez de Cobb-Douglas se obtiene que un aumento en la cantidad de capital (relativo al trabajo) implicará un aumento en la parte de la remuneración total cuál recibe el capital. Según un trabajo reciente de Pikkety & Zucman (enlace abajo) este sea justamente lo que ha pasado.
Documentan un aumento en los ratios captial-trabajo para muchos países en los últimos décadas. Observan que un parte significativo del aumento se podría explicar tan solo por tasas más bajos de crecimiento de población y tecnología (recordando el modelo Solow de crecimiento económico: el ratio capital-trabajo en largo plazo es s/(n+g), donde s es la tasa de ahorra; n crecimiento de la población, y g crecimiento de tecnología). O sea verdad o no, pero es una posible explicación.
http://www.voxeu.org/article/capital-back
rdk, muchas gracias por la referencia. La voy a leer con interés.
Interesantísima entrada en el blog (desgraciadamente coherente con anteriores entradas referentes a la creciente concentración de las rentas en el 1% de la población).
La lectura del post me ha llevado a pensar en el "mal del Baumol", ya que en principio es contraintuitivo que el capital cada vez extraiga más porcentaje del valor añadido a nivel agregado de la economía si hay un incremento relativo del coste del sector servicios frente a la industria debido a la menor mejora de productividad del factor trabajo.
Entiendo que es debido a que se consume proporcionalmente cada vez menos de los servicios intensivos en personas dado su incremento relativo de precios, y este efecto sustitución de los servicios intensivos en costes de personal acelera por tanto la depauperización del factor trabajo .
!Que mala pinta tiene todo para nosotros asalariados! No solo hemos perdido poder de negociación frente al factor capital en el reparto de las plusvalías, es que encima como consumidores aceleramos esta espiral de concentración del capital ( el de Tréveris a lo mejor no estaba tan equivocado con una parte de su diagnostico)
Narciso, no sé si hay un mal de Baumol, pero hay que desagregar más porque dentro de manufacturas y dentro de servicios hay sectores con distintos aumentos de productividad; por ejemplo las TIC elevan la productividad en algunos sectores de servicios. En todo caso, las mayores caídas de la participación del trabajo en EEUU han sido en los sectores de minería, transporte y manufacturas y los mayores aumentos en finanzas y servicios a las empresas (ver gráfico 5 del papel de Karabarbounis y Neiman).
Gracias Samuel,
Leyendome el articulo de Karabarbounis y Neiman me ha sorprendido que el 90% de la caida del factor trabajo en su muestra se explique "within industry" yo a priori sí que esperaba que el efecto sustitución entre industrias fuera más relevante.
Todo esto asusta, ya que parece que estamos abocados a un mundo con alto paro estructural y con rentas del trabajo cada vez menores frente al capital...no se si hacerme ludita! .
Es impresionante la pasividad de la sociedad y la falta de "resistencia" ante un sistema que fomenta el ascenso de Arturos Ui de nuevo cuño
Narciso, que la mayoría de la caída sea dentro de cada sector es lo que hace que el cambio sea genuino, no un mero cambio de composición. Por otra parte, que las máquinas sean cada vez más baratas y eficientes no puede ser malo, sino una ganancia neta para la sociedad en su conjunto. Además el capital es normalmente complementario con la cualificación, por lo que aumenta la productividad de los más cualificados. A medio plazo aprovechar este cambio hace conveniente un aumento de la cualificación de los trabajadores y seguramente salarios menores para los trabajadores reemplazados por las máquinas (que no necesariamente son siempre los menos cualificados, últimamente está sucediendo más para las ocupaciones de cualificación intermedia).
Samuel ,
Desde un punto de vista "paretiano" es evidente que es mejor tener maquinas que incrementan la productividad de la sociedad. Mi comentario es respecto a la sociedad que nos puede llevar si hay un porcentaje de "excluidos" (por la menor necesidad del factor trabajo), el PIB puede estar maximizado , pero no se si es la sociedad en la que quiero vivir .
No quiero caer en paradojas "à la Bastiat", pero creo que políticamente se debería actuar para cambiar los precios relativos del factor trabajo y capital. La entrada del post que has publicado debería ser un tema de primer orden y no las chorradas que copan la mayor parte de las paginas de nuestros periódicos.
De irresistible nada.
Como indica el nada sospechoso de marxista F.T.:
“There has been a battle between capital and labour and basically capital has won,”.
Ver:
http://www.ft.com/intl/cms/s/0/63f14896-2f6c-11e3-8cb2-00144feab7de.html?siteedition=uk#axzz2hmsX6IgU.
El FT cita un estudio de la ILO, que estudia si:
“… the total effect of the decrease in the wage share on aggregate demand depends on the relative size of the reactions of consumption, investment and net exports to changes in income distribution. If the total effect is negative, the demand regime is called wage-led; otherwise the regime is profit-led. Whether the negative effect of lower wages on consumption or the positive effect on investment and net exports is larger in absolute value essentially becomes an empirical question”
Ver:
http://www.ilo.org/wcmsp5/groups/public/---ed_protect/---protrav/---travail/documents/publication/wcms_192121.pdf
En resumen, la disminución de la participación de los salarios ha significado un menor crecimiento en la eurozona, aunque no así en otros países como China, India o México, aunque-aquí viene una opinión mía, no del “paper”- esto puede deberse al crecimiento exagerado del endeudamiento que mantuvo, temporalmente, el consumo.
Aunque desconozco las cifras, hay que tener en cuenta que en casi todos los países, incluido España, además de la baja en la participación, se ha dado un empeoramiento de la distribución personal de la renta a favor de los percentiles mas altos.¿Cuanto ha empeorado la distribución si excluimos de loa salarios los de los llamados CEO´s ¿.
Saludos.
KEyNES,
Para el 10% de las empresas más grandes de EE.UU. (nuevemil millones o más de ingresos) la remuneración media de los CEOs es de $10.2 millones. Es decir que el CEO se lleva menos del 0,11% de la tarta. Para Europa los porcentajes son ligeramente inferiores. Aunque la eficiencia y la justicia asociada a tales salarios es discutible, en términos de recursos totales los CEOs son poco relevantes.
En todo caso, en línea con tu comentario, la desigualdad salarial ha crecido y los salarios millonarios ya no son exclusivos de los CEOs. La cuota de la masa salarial de la parte alta de la distribución ha crecido.
Vicente,
Las cifras de los CEO´s son ligeramente superiores a las que tu citas y, en cualquier caso, desde 1978 a 20011 han crecido de forma escandalosa-un 876% en relación con el crecimiento de un empleado medio. Ver:
http://www.epi.org/publication/ceo-pay-2012-extraordinarily-high/
Pero no quería hablar de los CEO´s.
Mi punto, admitidamente mal expresado, era que si de la masa salarial total excluimos las remuneraciones del 10% que más gana, que erróneamente equiparé a CEOs, pero que claramente no pueden considerarse trabajadores “normales”, la parte que va a salarios empeora. Si a esto se añade que, como comenta Samuel, parece registrarse una tendencia a aumentar los márgenes y-esto es cosecha mía- a que, en consecuencia, aumente el grado de “oligopolización” tenemos que dos de las previsiones del viejo Marx – el empobrecimiento creciente de la clase obrera y la concentración del capital- parece se van cumpliendo. El aumento del paro-“crecimiento del ejército industrial de reserva”- y la recurrencia de las crisis ya estaban constatadas.
Saludos.
P.S.
No comento nada sobre la metodología de las funciones de producción neoclásicas porque el tema ya aburre y, desgraciadamente, no es una extravagancia vuestra, sino práctica común. Que después de la que cayó en los años 60 y 70 se sigan empleando es un síntoma de que como dijo un economista famoso (premio a quien lo adivine sin Google):
“The one who is convenced against his will is of the same opinión still”
En este enlace hay información más detallada sobre el asunto. Confirma lo que dices y lo que intuyes para el caso de la economía norteamericana:
http://elsa.berkeley.edu/~saez/saez-UStopincomes-2012.pdf
La Figura 1 en la página 8 resume bastante bien todo lo que dices sobre el decil 10 (top 10%).
Jorge,
Gracias por el "link". Absolutamente revelador de por donde van los tiros y los períodos donde "los gordos" se hiciero mas gordos.
Saludos.
Keynes, lamento que no te guste mi figura brechtiana. Algo que dura 35 años y es bastante generalizado puede calificarse de irresistible... mientras dure. En efecto, el efecto sobre el crecimiento no es obviamente positivo y en la referencia que das parecen encontrar lo contrario para algunos países (espero que hayan tenido en cuenta suficientes factores adicionales, podría ser una omisión de variables relevantes). Sobre el famoso 0.1%, se lo dejo a Vicente.
"La sustitución de trabajo por capital implica un aumento de la inversión y, de ahí, también del PIB y del consumo, con lo que el bienestar social agregado aumenta"
Supongo que esta es una de esas afirmaciones a las que se puede aplicar la máxima de que si las cosas fuesen lo que parecen, no haría falta la ciencia, bastaría con el sentido común. Lo que me choca es que se asegure que el bienestar agregado aumenta, porque supongo que esa sustitución llevará a mucha gente al paro.
Coburn, mi frase "De los cálculos de los autores se deduce que..." no era suficientemente explícita. Los cálculos se basan en un modelo económico que parte de unos determinados supuestos (ver el apartado 3 del trabajo). Estos supuestos llevan a unas implicaciones que deben ser contrastadas empíricamente. Habría modelos alternativos que podrían implicar resultados distintos. Esta es la idea que hemos discutido a raíz del comentario anterior de Keynes. Pienso que el valor añadido de este trabajo está fundamentalmente en su aportación empírica (la caída de la participación del trabajo y su relación con la caída del precio del capital a través de la función de producción) y no en las implicaciones para el bienestar.
España, al igual que muchas economías de la zona euro, incluida Alemania, la demanda agregada viene impulsada por los salarios y no por los beneficios. De aquí que la pérdida de poder adquisitivo no solamente ha sido una de las causas estructurales de nuestra crisis, sino que su reversión es condición esencial para la salida de la misma.
OCDE. Is aggregate demand wage-led or profit-led? National and global effects. Özlem Onaran Giorgos Galanis. First published 2012
Querido Samuel:
Encuentro que la foto de los roscones con 24 yemas de huevo es de una gran crueldad refinada a esta hora de la mañana. La primera reacción es coger el coche hasta el Bierzo y Orense a comprar un par de ellos recién salidos del horno.
Por lo demás el artículo, estupendo, como de costumbre.
Quisiera apuntar el motivo de esas aparentemente altas remuneraciones de los CEO's.
Es el precio de mercado por vivir en el abismo, resistir el vértigo y conducir la operación hasta el siguiente amanecer en la certeza de que la caída se va a producir de cualquier manera.
Si esa remuneración desapareciese, lo lógico es que los CEO's se pongan al frente de la revolución o de la estampida.
Saludos
Venga, venga. Que los CEO nunca responden personalmente de su gestión y si resulta que lo hacen tan mal que les echan, sus contratos blindados les garantizan una jubilación de oro en el Caribe. Además, en los países donde los CEO cobran 10 veces menos que en Estados Unidos (para empresas de similar dimensión) no hay escasez de candidatos ni lo hacen peor, como tampoco la había en Estados Unidos en 1978.
El motivo de esas remuneraciones escandalosas es la posibilidad de ponerte tu propio sueldo unida a la absoluta desvergüenza con que se ve el afán de lucro en USA, the winner takes it all y todo eso.
Aunque sea un documento de carácter periodístico, no deja de tener su interés en algún apartado:
"Executive Excess 2013: Bailed Out, Booted, and Busted."
http://www.ips-dc.org/reports/executive-excess-2013
Interesante artículo, aunque las causas son fáciles de intuir y diría que tienen relación con la política, no con las nuevas tecnologías.
Desde un punto de vista bastante academico, me choca el contraste de esta evidencia con los famosos "Kaldor facts" (particularmente aquel que argumenta que el reparto de la renta total entre trabajo y capital se ha mantenido mas o menos constante a lo largo del tiempo), especialmente dada la aplastante cantidad de modelos teoricos que se han desarrollado, y todavia se estan desarrollando, partiendo de los mismos e intentando explicarlos y replicarlos (como Daron Acemoglu recalca en "Modern Economic Growth" (p. 57): "The standard approach is to impose discipline (...) by requiring that the resulting allocations be consistent with balanced growth, as defined by the so-called Kaldor facts"). Quizas cuando Kaldor miro los datos en 1963 las series temporales existentes no eran tan largas, las herramientas tan buenas, o los tiempos han cambiado, pero es una de las cosas que inexplicablemente la gente parece tomar como dogma una y otra vez para construir sobre ello. Todavia no he visto un modelo de crecimiento que mire estos datos de manera mas seria y endogeneice este hecho. Para que el metodo inductivo funcione en ciencia es imprescindible partir de una observacion del mundo real lo mas clara, actualizada y precisa posible.
Me encantaron tus intervenciones en el seminario de hoy dia en el Cemfi (http://www.cemfi.es/research/lectures/seminars.asp?tipo=MadMac&curso=2013-2014&day=18&month=10&year=2013). Un saludo!
P.D. Por cierto, un gran paper actual sobre el tema del reemplazo de trabajo por capital (http://economics.mit.edu/faculty/dautor/data/autlevmurn03).
José, en efecto, la regularidad empírica de que la participación del trabajo es constante no parece ya ser sostenible, dado que lleva cayendo unas cuantas décadas. Por eso me parece tan importante el trabajo de Karabarbounis y Neiman. Dado que se va a publicar en el QJE (una de las 5 mejores revistas de economía académica), pienso que otros reaccionarán. Entrando en aspectos técnicos, aunque no conozco bien la literatura macro, creo que el paradigma con la función de producción Cobb-Douglas puede acabar teniendo que ceder a un nuevo paradigma con función CES y elasticidad de sustitución entre capital y trabajo mayor de la unidad.
La verdad es que de esos gráficos Samuel yo no sacaría ninguna conclusión en la que me jugase mi propio dinero.
No parece aventurado leerlos como:
- En España en los últimos 15 años la participación del trabajo en el valor añadido de las sociedades oscila entre el 0.63 y el 0.58 (con este último dato tomado en una situación coyuntural bastante alejada de cualquier "equilibrio")
- En UK, en el mismo periodo la variación es el 0.58 y el 0.65
- En Alemania en el mismo periodo la variación es entre el 0.58 y el 0.66
En general, variaciones en torno al 10% para una variable cuya calidad de medición (en realidad estimación) es cuando menos dudosa (los cambios en las metodologías y la calidad de los datos con las que conocemos variables como "valor añadido" o "masas salariales" deben ser superiores al 10% en el periodo).
Incluso las aparentes tendencias en el gráfico de "global labor share" ¿en que quedan si empezamos la escala vertical en cero?
José Pablo, el mensaje del artículo es que sí hay una caída sostenida y generalizada. Por ello se ocupan de construir una base de datos con múltiples fuentes sobre casi 60 países, a fin de reducir la importancia de errores de medición como los que señalas. El gráfico de la serie mundial es una estimación de efectos anuales una vez limpiado el efecto de cada país (dado que distintos países están considerados en distintos años, pues no se tienen datos de todos los países para todos los años). La escala no importa (salvo visualmente), sino que la caída es significativa estadísticamente y también económicamente (unos 5 puntos). Como puedes ver en los gráficos de este trabajo, si nos vamos atrás, en algunos países la participación del trabajo estaba cayendo (EEUU), en otros era constante (R. Unido y, desde 1970 Japón) y en otros estaba aumentando (Francia, Alemania). Si en el futuro el precio relativo del capital se estabiliza o hay otros cambios de variables relevantes, la caída de los últimos 35 años podría pararse o revertirse.
A los que leemos a Marx no nos pilla, en absoluto, por sorpresa.
El capitalismo es esto: Riqueza sin límites para una minoría que controla el capital y salarios de subsistencia para el resto.
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