La carrera entre la educación y la tecnología

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Uno de los aspectos económicos que más interés despiertan actualmente es la evolución de la desigualdad de salarios, de la renta y de la riqueza durante la crisis (discutido el otro día por Javier Andrés). En todas estas áreas se ha dado un aumento de la desigualdad, que es en realidad un fenómeno de más largo plazo.

Centrándonos hoy en la desigualdad salarial, uno de los indicadores más estudiados es la prima (otra prima) o diferencia entre los salarios de los graduados universitarios y los graduados de la educación secundaria (high school).

Esta prima ha crecido enormemente en Estados Unidos en los últimos treinta años, como se ve en este gráfico, proveniente de un reciente artículo de panorámica de Daron Acemoglu y David Autor:

El gráfico muestra que un graduado universitario promedio ganaba hace 30 años un 52% más que graduado de secundaria, pero en 2009 ganaba un 97% más (nota: el gráfico está en logaritmos y si deshacemos la transformación tenemos: exp(0.42)=0.52 y exp(0.68)=0.97). Es decir, que el rendimiento de la educación universitaria ha crecido mucho en EEUU.

Lo primero que sorprendió a los economistas fue que esta prima hubiera crecido tanto a la vez que la oferta relativa de universitarios --con respecto al número de personas con educación secundaria-- crecía mucho también, del orden de un 55%, como muestra este otro gráfico del mismo artículo:

A partir de 1982 la oferta relativa de universitarios crece más despacio, pero crece. Un esquema sencillo de oferta y demanda predice que al aumentar la oferta relativa de un bien o servicio debe caer su precio relativo (en este caso, el salario relativo), salvo que la demanda relativa de ese bien también crezca. Y eso es lo que aparentemente ha sucedido, porque las nuevas tecnologías hacen que sea especialmente rentable para las empresas emplear a más universitarios que antes (en relación a los de menor nivel educativo); es lo que se denomina, como explica Gianluca Violante, "progreso tecnológico sesgado hacia la cualificación".

Larry Katz y Kevin M. Murphy aplicaron esta lógica en un famoso artículo de 1992. De un modelo sencillo con los supuestos habituales (incluyendo el de competencia perfecta en los mercados), obtienen esta relación para la prima salarial de los trabajadores cualificados (donde a y b son constantes y log denota logaritmos):

log (Salario relativo Universidad-Secundaria) 

 = a log (Productividad relativa Universidad-Secundaria)

    − b log (Oferta relativa Universidad- Secundaria)

Es decir, que si el número de universitarios sube más que el de graduados de secundaria, su salario relativo baja (en la proporción b), pero subirá si el progreso tecnológico está sesgado a favor del trabajo cualificado (en la proporción a). Es lo que Claudia Goldin y Larry Katz denominan en un libro reciente la carrera entre la educación y la tecnología (aquí una versión corta, aquí una recensión de Acemoglu y Autor).

Aproximando la evolución de la productividad relativa siemplemente por una tendencia (1,2,3,...), Katz y Murphy estimaron esta relación para la economía americana:

log (Salario relativo Universidad-Secundaria) = 0.033 tendencia

   − 0.71 log (Oferta relativa Universidad-Secundaria)

Este gráfico de Acemoglu y Autor representa el salario relativo observado y el valor predicho por la ecuación anterior estimada hasta 1987 y extrapolada a partir de ese momento usando los datos de la oferta relativa (sin reestimar a y b después de 1987):

Dada su extrema sencillez, las predicciones del modelo son sorpendentemente buenas hasta 1992, momento a partir del cual el modelo predice un crecimiento de la prima salarial mayor que el observado. El conocimiento sobre este fenómeno ha avanzado bastante en los últimos 20 años, así que dedicaré una entrada futura a una posible explicación de esta desviación.

¿Qué ha sucedido en España? Como ya nos contaron Floren, Luis y Sergi hace tiempo, Spain is different. Frente a un aumento de la prima salarial en muchos países de Europa, ellos encuentran para España (con datos de la Encuesta de Estructura Salarial) una caída de 10 puntos en la prima salarial de la educación universitaria sobre el bachillerato entre 1995 y 2006. En su entrada hacen hincapié en el efecto del subempleo de los licenciados (es decir, su sobrecualificación) y la temporalidad (of course!). El jueves próximo publicaremos una entrada muy interesante que analiza lo que ha pasado durante la burbuja y el inicio de la crisis, y cómo la especialización en la construcción ralentizó durante más de una década la carrera entre la educación y la tecnología.

 

 

Hay 21 comentarios
  • Respecto al último párrafo, a mí me preocupan dos cuestiones: una es la "invitación forzosa" a la emigración de graduados universitarios y otra es la solución wertiana a la "sobreabundancia" de graduados mediante las medidas -mayor dificultad de acceso y amenaza de reintegro- sobre las becas universitarias (que afectan sobre todo a la gente con menos recursos económicos).

    En vez de buscar soluciones para que los graduados puedan desarrollar su actividad productiva en el país, y que haya precisamente más gente con mayor capacidad de generar valor añadido, parece que lamentablemente se está optando por una política de restricción de la oferta de capital humano.

    • Adelgadog, me parece un error perder universitarios. Entre otras muchas razones, porque la evidencia empírica para EEUU muestra que la oferta de universitarios favorece la demanda de universitarios, de la mano del incremento del uso de las nuevas tecnologías por parte de las empresas, lo que eleva la productividad. No obstante, tenemos una proporción de universitarios más alta que otros países, como Alemania, y la caída de los rendimientos de la educación universitaria también puede deberse a que su cualificación real (no formal) ha ido empeorando con el tiempo. Esta hipótesis es difícil de contrastar.

      • Tengo la sensación que el nivel de nuestros licenciados decrece por no poder encontrar un lugar dónde desarrollar su competencia. Eso, como hemos hablado otras veces, creo que es producto de nuestra deficiente clase empresarial.
        Es indudable que, pese la falta de puestos de trabajo, siempre es mejor tener una ciudadanía altamente preparada que una sin estarlo. Ya sé que es triste, pero es mejor un dependiente arquitecto (por ejemplo) que uno con lo básico. Personalmente tengo un montón de ejemplos.

  • Buenos días Samuel,
    Respecto a los ejes de las gráficas...¿se trata de logaritmos en base 10 (log) o neperianos (ln)?
    Si se trata de logaritmos decimales, el resultado, aunque no modifica lo cualitativo, sí lo hace en lo cuantitativo: 0,42=log(2,63) y 0,68=log(4,79).

    • Miguel Ángel CL, gracias, son neperianos (son los que usamos siempre, aunque los llamamos log, en vez de ln).

  • Samuel,

    Gracias por la entrada. Conozco poco el tema y ni siquiera puedo cuestionar los datos (me inquieta circular resultados sin advertencia alguna sobre la calidad de los datos).

    Pero he vivido el tema por décadas en varios países (uno EEUU). Habiendo comenzado en un lugar que tuvo educación preuniversitaria y universitaria excelente en relación al resto del mundo, he visto cómo ya en los 50 la masificación en ambos niveles forzaba un deterioro de su calidad, que ha seguido desde aquel entonces pero con fuertes vaivenes dictados por un largo proceso de declinación económica y políticas erráticas.

    Ya en EEUU, durante los 60, el éxito de la política de re-inserción de soldados post WWII facilitándoles el acceso a la educación universitaria implicó universidades enormes, todavía guiadas por valores tradicionales. Pero pronto terminaría. Las generaciones posteriores a 1970 han podido ver --junto a una creciente masificación-- el abandono de esos valores, en parte por cambios culturales de las generaciones adultas. Lo mismo ha estado ocurriendo a nivel preuniversitario, hasta llegar a situaciones grotescas de valor añadido cero en varias partes del país.

    En otros países, la educación nunca fue buena y la masificación sólo empeoró su calidad, especialmente a nivel preuniversitario. Los “buenos“ pueden salir adelante a pesar de lo poco que la educación formal ofrece. La masa poco se sigue beneficiando y hoy busca en el postgrado lo que no consigue en los primeros 20 años.

    Por lo anterior creo que los estudios reseñados mezclan cosas distintas y sus resultados deben tomarse con extremo cuidado.

    • Quasimontoro, gente como Acemoglu, Autor, Goldin y Katz son de las personas más cuidadosas del mundo académico en el uso de los datos. Se puede ver en los inicios de notas al pie que aparecen en los gráficos (por eso los dejé) que hay correcciones para evitar sesgos de composición.

      • Samuel, yo aprecio mucho los esfuerzos que los investigadores mencionados hacen por asegurarse que sus datos son buenos y sus métodos confiables. Pero conozco muy bien las limitaciones de esos esfuerzos, no por limitaciones personales de capacidad e integridad, sino simplemente por la magnitud de la tarea en relación al punto de partida. Y si enfatizo las limitaciones de los productos de esos esfuerzos es porque los incentivos para “divulgarlos“ (o peor para “consumirlos“ en la toma de decisiones) son muy fuertes. Todo producto de la investigación científica debiera llevar la advertencia de “en construcción -- disculpe las molestias“.

        • Samuel,

          sé que con esta pregunta me desvío de la entrada. Pero como en otras ocasiones habéis dedicado bastante tiempo al tema de los plagios, manipulación de datos y demás, y aprovechando que hablas de Acemoglu, me gustaría preguntarte por este paper (del que seguro estás al tanto): http://www-personal.umich.edu/~albouy/AJRreinvestigation/AJRrev.pdf

          Cómo es posible?? No lanzo el comentario con ánimo de generar polémica de manera gratuita. Soy estudiante de doctorado y en general la obra de Acemoglu me parece excelente. Pero no deja de sorprenderme una acusación tan grave, tan directa (digamos que no admite mucha ambigüedad en la respuesta), proveniente de un académico y que, según su pagina web, se va a publicar en AER.

          Puede que esté tan despistado que me haya perdido algo, pero el asunto me parece gravísimo...

          • Ignazio, AJR llevan aparentemente bastante tiempo discutiendo con Albuoy, con respuestas en 2005 y 2006. No he seguido este debate, así que no puedo juzgar la bondad de los argumentos, aunque el hecho de que se vaya a publicar en la AER indica que debe haber mérito en el argumento de Albuoy. En todo caso, es una buena señal: el avance científico se produce cuando se cuestionan los resultados de la investigación, especialmente la de los investigadores más conocidos. Algo similar sucedió con la investigación de Steven Levitt sobre la relación entre el aborto y los delitos.

    • El escrito demuestra que este señor apenas entra en el blog y, en caso de hacerlo, seguro que solo lo ojea.
      Lo triste es que, con tan poca información, se permita opinar de esta manera.

  • Una pregunta sobre las fuentes:
    ¿Son fiables para determinar la media de los salarios por nivel de estudios o pueden contener sesgos no identificados? Por ejemplo, que los universitarios subempleados en Estados Unidos no quieran hacer constar su nivel formativo.
    Por otra parte, ¿cuál es la distribución interna dentro de los salarios de los universitarios? La desviación estandard de los estudiantes con estudios secundarios será menor que la de los universitarios y es posible que un porcentaje extremadamente reducido eleve la media. De hecho, algunos abogados corporativos pueden ganar ahora muchísimo más que hace 20 años, cuando las diferencias internas en los pagos eran menores. Y, a nivel de hipótesis, es posible que el empleo público sea uno de los factores determinante de esas desviaciones. Hace 30 años, la administración podría contratar a un porcentaje considerable de universitarios que se ha reducido y, en consecuencia, se ha pasado de un sistema de pagos más pautado y fijo a uno más discrecional al crearse una relación entre empresa privada-tecnología-universitarios que es un fenómeno más bien reciente (a excepción de la Alemania guillermina).
    Finalmente, recordar la importancia de la National Defense Education Act de 1958 que duplicó el número de universitarios para intentar paliar el ridículo que los yanquis sintieron por el Sputkin. Gracias a su sistema de becas, los padres de la revolución digital de los 80 pudieron ir a la universidad.

    • CSM, puede ser que haya universitarios subempleados que no quieran hacer constar su nivel educativo, pero estos cálculos se basan en fuentes estadísticas muy cuidadosamente elaboradas, con millones de observaciones (p. ej. el Current Population Survey) y no creo que ese sesgo sea un problema muy serio.

      Ciertamente hay varianzas dentro de cada grupo de edad/experiencia/sexo/educación y este es un asunto muy importante, pues han aumentado mucho también; es un tema que ha ocupado a muchos economistas desde finales de los años 80 (Juhn, Murphy y Pierce es ya un clásico). Pero un análisis basado en las medianas, que no están tan sujetas como las medias a un grupo relativamente pequeño de observaciones atípicas (son más "robustas", decimos), arroja resultados similares.

      • Por supuesto, los datos y los análisis no dejan lugar a dudas; sin embargo, el que más y el que menos ha oído algo parecido, a que en algunos casos se recomienda a los licenciados que olviden en su currículo parte de sus estudios, ya que puede asustar al contratador.

  • Quasimontoro,
    En el lugar donde usted comenzó su formación académica, cursó usted una materia que se llamaba Economía Tercer Curso Dinámica Económica?? Era una materia obligatoria del curso de doctorado. Si ese es el caso, mi padre fue su profesor.

    • Jorge B.

      Hice mi doctorado en Minnesota décadas atrás y nunca tomé un curso de dinámica económica (mis maestros practicaban la estática comparativa).

  • A mí también me preocupa como a Aldelgadog, el hecho de que una gran cantidad de graduados universtarios tengan que emigrar (lo que parece indicar un exceso de oferta, lo que implica caída del salario relativo). Pero lo que quería preguntarle es si existe algún estudio sobre el coste para nuestro país de producir un elevado número de graduados universitarios (que nos cuestan muy caros) y que luego se vayan a trabajar (producir) fuera.
    Gracias por sus estimultantes comentarios.

    • Jack, es difícil de calcular. Para empezar, los datos del INE no dan el desglose de españoles emigrantes por nivel de educación. Habría que ir a la Encuesta de Población Activa para verlo. El total de emigrantes entre 25 y 34 años es aún pequeño, unos 14.600 el año pasado. En este momento la pérdida es menor de la normal porque una fracción importante de ellos estarían parados, desgraciadamente (por eso se van). Aparte de esto, algunos volverán, cuando nuestra situación mejore (esperemos). En todo caso, no conozco ningún estudio que lo intente medir, imagino que en parte porque el fenómeno es muy reciente.

  • Desde luego el empleo en los niveles educativos inferiores es desastroso, pero sin un sistema productivo (industrial) fuerte, no habrá niveles retributivos "decentes" para casi nadie, la combinación destructora de automatización y globalización está arrasando con todo esto

    Krugman aborda esto aquí (como muchos otros que cita):
    http://elpais.com/diario/2011/03/13/negocio/1300024344_850215.html

    Algunas párrafos del artículo anterior:

    "...la investigación de mis compañeros de Princeton Alan Blinder y Alan Krueger indica que los trabajos bien pagados realizados por empleados altamente cualificados son, en todo caso, más "trasladables al exterior" que las labores realizadas por trabajadores peor pagados y con menos formación. Si están en lo cierto, el aumento del intercambio internacional en los servicios vaciará aún más el mercado laboral de EE UU"

    "...Ya no es cierto que tener una titulación universitaria le garantice a uno un buen trabajo, y se está volviendo menos cierto con cada década que pasa..."

    "...De modo que si queremos una sociedad en la que la prosperidad esté bien repartida, la educación no es la respuesta; tendremos que proponernos construir esa sociedad directamente..."

    Los trabajos no automatizables ni deslocalizables (de momento) son los de: limpiadoras, cuidado de ancianos, camareros, guarderías, etc...aquellos de bajos sueldos pero que requieren tareas manuales no repetitivas e interacción humana (o pseudo-humanizada), que es donde reside el "futuro" brillante en el nuevo paradigma ricardiano global

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