¿Por qué España siempre se reforma tarde, mal y nunca?

En 1959, Franco aceptó abandonar la autarquía porque no quedaba dinero en la caja; pero, apenas salió del atolladero, empezó a gastar en el sucedáneo de autarquía que eran los planes de desarrollo. Por un motivo similar, Zapatero ha iniciado algunas reformas en las que tampoco cree. Como Franco, hace lo mínimo, tarde y mal; o nunca, pues reformas imprescindibles están quedando sin hacer. A veces, parece convencido de que ha pasado la tormenta; y cuando tenga sucesor, el conflicto entre ambos puede frenar las reformas.

Más que quejarnos de que no se adopten medidas sobre las que existe un notable grado de consenso, debemos preguntarnos por qué no se adoptan. Caben al menos dos hipótesis, según las cuales la causa de nuestra parsimonia se situaría en los valores o en las instituciones. La similitud con 1959 es inquietante, pues se suponía que habíamos cambiado valores e instituciones. Sospecho que algo esencial ha permanecido constante: aparte de cierto cortoplacismo a lo Sancho Panza, nuestro sentido ciudadano, nuestro interés en controlar la cosa pública, y en particular, el gasto público, sigue siendo escaso.

Sospecho también que esta actitud tiene mucho que ver con factores históricos; sobre todo, con la ausencia de una reforma protestante que hubiera independizado al individuo, exigiéndole un mayor grado de responsabilidad y control mutuo. Si bien no podemos cambiar los individuos ni sus preferencias, sí podemos adaptar las instituciones. Debemos compensar el desinterés del ciudadano reduciendo los costes de entender los asuntos públicos. No se trata de educar, sino de hacer transparente; no se trata de razonar intelectualmente, sino de encauzar emociones de modo que le sea más fácil percibir lo público.

Si estoy en lo cierto, para que el votante español deje de escurrir el bulto en la acción política, ha de sufrir emocionalmente los dislates públicos. Es preciso que se enfade, como se enfada cuando sospecha un fraude en su comunidad de vecinos. En este caso, su comprensión del fenómeno y el consiguiente enfado es inmediato: se siente dueño de los recursos robados y es consciente de haberlos pagado. Su emoción le lleva a actuar y ayuda así a resolver el problema de acción colectiva.

Sería fácil lograr algo parecido en la esfera pública. Empecemos por modificar la falaz distinción entre seguridad social a cargo de la empresa y del trabajador. Denominémosla por lo que realmente es: un “impuesto sobre el trabajo”, y dictemos por ley que conste íntegra en todas las nóminas y declaraciones de la renta. No sólo eso: hagamos que los salarios se abonen en las cuentas bancarias por su importe bruto, deduciendo a continuación, pero en apuntes separados, los pagos a la seguridad social y las retenciones por IRPF. Obliguemos también a que las tiendas exhiban los precios sin IVA. Sólo unas pocas lo hacen y a muchos clientes no les gusta. Por eso hace falta una norma imperativa, para que todos contribuyamos al bien público siendo ciudadanos más conscientes y mejor informados. Fijemos, incluso, las escalas del IRPF de modo que a la mayoría de los contribuyentes nos salga una declaración positiva, como sucedía en los primeros años de la democracia. A muchos votantes les informaba más pagar 100 euros de cuota diferencial que padecer, sin saberlo, unas retenciones anuales de 10.000.

El coste de la transparencia fiscal es bajo comparado con el copago sanitario, cuya administración gastará buena parte de los ahorros que genere. Por no hablar de la entrega de “facturas sombra” a los usuarios, facturas que vienen a crear otra burocracia inútil y a reducir la transparencia. Hacen así honor a su nombre, ya que, al destacar el valor de los servicios públicos, esconden cuánto hemos pagado por ellos. Al contrario que el autobombo de las facturas sombra y la mal llamada publicidad institucional, la transparencia fiscal sometería las decisiones públicas a un escrutinio más intenso. Por eso no ha sido del gusto de nuestros políticos, quienes han preferido alimentar el oscurantismo y la ilusión del maná público, cuando no la mentira de que los impuestos los pagan los ricos. Pero la situación ha empezado a cambiar con la crisis. Sin que el votante conozca el origen de los ingresos públicos, ¿cómo va a apoyar las reformas que el país necesita?

Hay 31 comentarios
  • Creo que la respuesta a tu pregunta podría ser, con menos palabras pero en el mismo sentido que la tuya, que los ciudadanos no quieren hacer las reformas. Las detestan y las encuestas lo muestran con claridad, otra cosa es que al final puedan llegar a preferir los resultados económicos que dejan éstas frente a no hacerlas.

  • Pues totalmente de acuerdo, pero tenga usted cuidado Don Benito, que aquí a los liberales nos dan garrote vil, en cuanto mudan las tornas hacia el absolutismo; conviene pues tener un pie puesto en Francia; pregunta usted por la inexistencia de reformas, creo que la causa esta en esa suerte de concilia-bulo ilustrado que constituyen los partidos políticos, ambos los tres, el sistema electoral, las fotos movidas y el inmovilísmo de la jefatura del estado, que debiera ser garante de las libertades individuales y frontera ante la corrupción y corruptelas y permanece callado.

  • ¿Quieres que la gente sepa, de verdad, los impuestos que paga?
    ¡Pero eso sería una hecatombe!
    Podría ser que la gente prefiriera menos servicios o una reducción del tamaño de la administración. ¿Qué haríamos entonces con la gente que sobraría? Peor aún, ¿Qué haríamos nosotros?
    Puestos a pensar en desastres, podría ocurrir incluso que a los electores les diera por cambiar sus opciones de voto para no tener que 'cargar' con determinados gastos.
    ¡Tendríamos que convencer a la gente para que fuera solidaria VOLUNTARIAMENTE!
    Suena bien, pero eso no puede ser... 😉

  • No entiendo la asimetría del razonamiento: informar sobre los costes totales de seguridad social cargados al trabajo es transparencia, pero realizar una buena "factura sombra" de los servicios públicos es burocracia inútil y reduce la transparencia.
    A no ser que se piense que las facturas sombra se van a realizar sin ningún rigor de contabilidad analítica y se van a falsear...

  • Hace falta un rechazo explícito a los políticos y sindicalistas, que se les llame ladrones en los restaurantes y sitios públicos. Que sientan la presión de los ciudadanos y no puedan salir a la calle. Sólo así se reducirá el poder de los Partidos , Sindicatos y politicos.

    Vivimos en un país enfermo socialmente y eso sólo lo solucionará el plan de ajuste drástico a que nos obligará la Unión Europea, cuando necesitemos ser rescatados.

  • Casi totalmente de acuerdo con Vd. Unicamente se me ocurre objetar que tal vez el pago de la seguridad social se asemeja mas a un ahorro obligado que a un impuesto, o al menos es un hibrido de los dos

  • ¡Bravo, bravo! ¡Qué bien traída la comparación Franco-Zapatero! ¡Y jmagistral la estrategia de mostrar lo que cuesta y ocultar lo que valen los seervicios públicos! ¡Y ENORME lo de que la factura sombra en realidad oculta lo que nos cuestan los servicios públicos! ¡BRA-VO! ¡Autor, autor!

  • Lo tenemos en la sangre, es cuestión de genética. Vi a unos españoles en dublin robando unos souvenirs que no necesitaban, les pregunte porque lo hicieron y dijeron "es que no hay nadie vigilando" Esa es nuestra mentalidad, si nadie te mira roba. Apliquese a todos los campos

  • También comento siempre que yo, personalmente, estoy encantado de pagar impuestos. Lo que realmente me cabrea son los servicios que recibo por dichos impuestos, entre malos y muy malos.

    Un ejemplo de ello, en la universidad donde yo estudie los profesores suelen comentar el coste real de la matricula, creo recordar que se decía de aquella (principios de la decada 2001-2010) entre 6 y 8 mil euros por alumno y año. A mi me parecía MUY caro para la calidad de la educación y del profesorado. Mas aun si comparamos que el coste total medio por alumno a lo largo de toda la vida universitaria y el coste de un MBA de alguna de las prestigiosas escuelas de negocios que tenemos en España.

  • ¡Me han copiado la idea¡ Tengo una pequeña empresa y llevo años proponiendo lo mismo.
    Pero yo iría algo más lejos:
    En primer lugar eliminaría las pagas extras, repartiendo su importe entre los 12 meses del año. Esto, unido a la medida por Vd. citada haría que los empleados percibiesen de modo real el coste que tienen para la empresa.
    La otra medida sería seguramente más polémica y más difícil de implementar: eliminaría la indemnización por despido. Básicamente porqué me parece profundamente injusta. Si la empresa tiene un trabajador incompetente, absentista, que no encaja en el equipo, etc., se le premia con una indemnización. En cambio, el trabajador que realmente lo es, responsable, valioso para la empresa, nada. Una posibilidad en este sentido podría ser realizar un cómputo de lo que están costando los despidos en la actualidad e incrementar los sueldos en esa proporción. Los trabajadores eficaces y responsables, esos a los que un empresario no despide nunca (al menos por voluntad propia), saldrían claramente beneficiados. Y la productividad también.

  • Os pongo el enlace aun interesante artículo sobre la transparencia en la cotizaciones a la seguridad social realizado por Iñigo Iturbe de la Universidad de Alicante.

    http://merlin.fae.ua.es/iturbe/Payrolltax06_10_figure.pdf

    Para mi, la principal reforma, y sobre la que poco se habla, es la del sistema electoral y control de nuestros políticos. Es decir, establecer un sistema que nos permita elegir a los políticos más capacitados, además de unas normas o procedimientos para contralarlos y penalizarlos si se desvian del buen hacer. Y también establecer una etica basada en la honestidad y no como en España que los políticos roban, casi todo el mundo los defiende y nadie dimite, al mismo tiempo que imponen normas sobre los demas.

    Hecha la refoma del sistema politico español, es de esperar que las siguientes reformas a realizar sean mejores.

  • Buenas tardes , Benito. Creo que no había leído nada de tí hasta ahora pero no está nada mal.
    ¿Estamos indignados?Puede que sí pero motivos diferentes de los que tu comentas , al menos la gran mayoría. Esta exposición tuya engarza bien con una teoría mía no demostrada: Confiamos en que papá- Estado nos salve de todas nuestras desgracias.Idea difundida a través de nuestros políticos: confía en mí y déjame hacer que te daré todo lo mejor. No preguntes que lo hago por tu bien. Si hay problemas: nos vienen impuestos desde fuera, nosotros estabamos bien.
    Dices: no tenemos conciencia del coste de lo público. Es cierto, pero que esperas si nuestro máximo dirigente dijo hace algún tiempo en el congreso "que el dinero del Estado No es de Nadie".Coincido contigo en reformar el sistema de información de los impuestos reales,incluso en cambiar la forma de recaudación de los mismos.Cambiar las instituciones será más complicado si no cambiamos la forma de pensar de los individuos.
    Discrepo en el coste de la implantación del copago sanitario: en USA, que supongo conoceis mejor que yo, NO hay problema para abonar una coca cola con una Visa.¿porque aquí no se podría hacer?
    Sistema electoral de listas abiertas: que le pueda preguntar a mi candidato ¿Que has hechio con mis impuestos?¿Que has conseguido de aquello que me prometiste?
    Erradicar el profesionalismo de la política: hay diputados que llevan veinte en política y TODAVÍA NO SE QUE HAN HECHO.
    Me viene a la mente un libro de Erich Fronm: Miedo a la libertad.
    ¿Preferimos ceder parte de nuestra libertad colectiva, ceder nuestra acción colectiva por no saber o no querer ejercer nuestra responsabilidad ?

  • Hola Benito,

    Lo que en definitiva estás pidiendo es que los políticos cambien parte del sistema que les permite mantenerse en el poder. Es algo ilógico en términos prácticos ¿por qué iban a cambiar algo que les beneficia? Es como pedir un cambio en la ley electoral y listas abiertas: nuncan nos lo darán; si lo que queremos, habrá que arrancárselo. Con todo esto que comentas, y muchas cosas más, habrá que hacer lo mismo si queremos verlas hechas realidad. Pero para ello (y sin recurrir a la violencia...) es necesario que un consciente y suficientemente numeros grupo de ciudadanos se presente ante la sociedad para plantear cambios de este estilo y los lidere en el terreno político. Por eso las preguntas son: aquellos que somos conscientes de que ciertos cambios son necesarios -lo que nos otorga un plus de responsabilidad- ¿estamos dispuestos a hacer algo en este sentido para se produzca el salto desde las ideas hasta la realidad? Si quienes creemos que esos cambios son necesarios no hacemos nada, quienes no lo creen no van a hacer nada, y quienes lo saben y no quieren cambiarlo porque les beneficia, tampoco van a hacer nada ¿cómo podrán cambiar las cosas?

    Es por tanto una cuestión de práctica, más que de ideas (que también). Para empezar a caminar no basta con pensarlo, siempre habrá que mover las piernas y dar un primer paso.

    Me ha gustado mucho tu post. Un abrazo.

  • Buenas noches.
    Un par de comentarios.

    Para Paco.
    Gracias por el estudio de Iturbe. Es un buen ejemplo de cómo se muestran las cifras para que parezcan menos. En el último gráfico del PDF vienen las "barras" de las contribuciones empresariales y del empleado. Las de España, que las tengo frescas, se muestran como algo inferiores al 30%. Yo las veo todos los meses al pagar las nóminas y la realidad es que en España ambas alcanzan entre el 38.5 y el 40% de la masa salarial (excluídas las contribuciones). Los estados eligen cuidadosamente hasta la estética de cómo se presentan los números.
    Tal como hoy está legislado los costes de la SS son entre 10 y 12 puntos más de lo que dicho gráfico refleja para Europa. Es curioso que para obtener ese gráfico haya que sumar las contribuciones a los Salarios Brutos.

    Para Benito Arruñada.

    Muchas gracias por su trabajo.
    Este tema ha sido objeto de numerosas preguntas desde hace al menos cuatro años cuando Funcas sacó a colación un estudio de Meseguer (Carlos III) que mostraba cómo diversos gobiernos se han gastado más de 260,000 millones de euros de exceso de contribuciones de trabajadores y empresarios hasta dejar temblando el fondo de reserva en otro ejercicio de vivir hoy, gastar el ahorro en comprarse votos y endeudar de por vida a hijos y nietos en un ejercicio de irresponsabilidad que no es penal porque se han cuidado muy bien de cubrirse.
    Pocos académicos han osado tocar el tema porque es un torpedo en la línea de flotación del sistema. Una vez se miran de cerca las cifras desde una perspectiva no distorsionada, las cosas se clarifican bastante.

    El siguiente paso es averiguar cuánto de lo que se paga por cada producto producido por el sector privado es fiscalidad (más del 70%) y a partir de ese momento el río de preguntas se desborda hasta caer en la cuenta de que esto ya no se arregla con unas curas de urgencia ni con todas las herramientas de todos los "Tool boxes" juntas. Todos los paradigmas deben someterse a revisión porque los que conocemos eran cómplices de la situación.

    En fin, personalmente es de agradecer que, finalmente, alguien del mundo académico tenga el valor personal de abrir estos melones. Ya iba siendo hora.

    Un cordialísimo saludo.

  • Pregunta: Las reformas imprescindibles (definidas como tales por el señor Arruñada) no se adoptan en España, ni por Franco ni por Zapatero (!). Explicación: El que no se adopten es culpa de i) la ausencia de reforma protestante, y ii) que los españoles estén engañados por las estratagemas de la Agencia Tributaria para que no vean que pagan impuestos. Entiendo que no todas las contribuciones en el blog deban tener un modelo formal con los microfundamentos de lo que se dice, pero vamos, al menos que los argumentos sean lógicamente consistentes, por dios....

  • La comparación con Franco me recuerda mis tiempos en Gran Bretaña donde los periodistas deportivos se veían en la obligación de nombar a Franco al menos dos veces en cada artículo sobre el Barça-Madrid...Está igual de traída por los pelos y es igual de impertinente, aunque quizá venda...O ahora que lo pienso quizá no, porque aquellos a los que les gusta la comparación, ¿no son los mismos a los que les gusta Franco?

  • El artículo realiza una serie juicios de valor y comparaciones poco afortunadas, que en nada avanzan los argumentos a favor de la transparencia que luego se plantean.

    No es necesaria una referencia al franquismo para ilustrar el argumento que se formula.(entre la gente de bien, afortunadamente aún hoy, que a uno le comparen con Franco es un insulto).

    Caso de necesitar una referencia histórica, el comportamiento del Gobierno de Aznar ante la necesidad de cumplir con los criterios para la entrada en el euro, resulta oportuna. ¿O es que las reformas imprescindibles a las que se refiere el autor se convirtieron en imprescindibles justo a partir de 2004? ¿O acaso piensa el autor que los 8 años del Aznar fueron un ejemplo de reformas profundas?

  • 1. Los trabajadores firman las hojas de salarios. En ellas están claramente indicadas las retenciones. Pocos serán los que desconozcan su salario bruto que, además, es el que se negocia.

    2. La mayoría de los tickets de caja de supermercados y similares desglosan el IVA. Cualquiera que los repase, ni que sea para asegurarse de que no le han timado, sabe cuanto ha pagado de impuesto.

  • Tiene gran interés y guarda estrecha relación con el asunto que yo planteaba el comentario de Isaac Martín Viana sobre las asimetrías de información en las relaciones laborales. Igual que muchos votantes españoles ignoran que son ellos quienes pagan los impuestos que luego otros dilapidan, muchos trabajadores ignoran que son también ellos los que han de trabajar más o han de ganar menos para que algunos de sus colegas escurran el bulto. No ocurre así en los barcos de pesca. Como nos contaban en el curso de un antiguo trabajo con Manuel González-Díaz (http://ssrn.com/abstract=92730), son los propios marineros quienes exigen al patrón que despida cuanto antes a los parásitos e incompetentes. Si el patrón no cumple, se arriesga a quedarse sin sus mejores marineros. El motivo es simple: en la pesca, se paga “a la parte”, de modo que todos ganan una o varias porciones del rendimiento neto que obtiene el barco en cada marea. Muchos trabajadores españoles creen, en cambio, que es el empresario quien paga el sueldo de los parásitos. (Por cierto, muchos académicos piensan que lo del parasitismo es insignificante, comparado con otros asuntos laborales; pero no conozco ningún empleador que comparta su opinión).

    Por supuesto que, como afirma Carlos Jerez, muchos ciudadanos no quieren reformas. Sus preferencias son cortoplacistas: al fin y al cabo, una gran parte de la población (y no necesariamente la más humilde) nunca “llega a fin de mes”. Si son mayoría, nuestra política es eficiente en transmitir preferencias: podría interpretarse que los votantes de 2008 eligen a sabiendas una política de avestruz. No procede, pues, centrar la crítica en los políticos. Además, como intentaba ilustrar con mi comparación histórica, hemos cambiado mucho de instituciones sin que hayamos reducido nuestra desidia reformista. A corto plazo, tampoco van a cambiar los valores. Por eso sugería la oportunidad de apoyar la reformas con más transparencia fiscal. Siendo constantes los valores, pero mejorando la información, esperaría que a nuestros políticos (del partido que sean) les resultara más fácil convencer al electorado de la necesidad de introducir reformas. Quiero creer que esto último diluye algo la circularidad que acertadamente me critica Manuel Sarachaga: la propia supervivencia de las élites políticas requiere reformas radicales, y la transparencia haría que éstas fueran más viables.

    Sospecho que me he explicado mal en relación con las facturas-sombra. Éstas cuantifican el coste del servicio recibido, y al hacerlo, enfatizan su valor. Dicen al usuario de los servicios públicos: “Mira que regalo tan costoso te hago”. Como, simultáneamente, se mantiene al ciudadano a oscuras acerca de lo que ha ido pagando en impuestos, vienen así a distorsionar su valoración del beneficio neto: lo qué le dan menos lo que paga. Sucede algo parecido con las pensiones: le salen muy rentables al pensionista si éste sólo considera lo que ha pagado en concepto de seguridad social a cargo del trabajador. Incluso los copagos sufren un problema similar. Por ejemplo, muchos universitarios se sienten clientes porque están convencidos de que sus estudios se financian por entero con las tasas de matrícula, pese a que éstas representan un pequeño porcentaje del coste total.

    Termino por donde empezaba. La comparación de nuestra situación actual con la de 1959 me parece relevante por la lentitud y torpeza que exhibimos en reaccionar ante crisis igual de decisivas, pese a haber cambiado tanto en valores como en instituciones; y por la magnitud de las reformas que ambos momentos históricos requieren. Lamento que la comparación hiera la sensibilidad de algunos lectores y les pido disculpas por ello. Confío, no obstante, en que la comparación ilumine el camino que tenemos por delante.

  • Porque no todo depende de nosotros? Quizas la primera critica es analizar el pais fuera del contexto internacional.

    Pongo un ejemplo, magnificos deportistas han coincidido con auntenticos cracks del deporte, y su carrera simplemente se ha oscurecido, nunca conoceremos sus nombres.

    Somo un pais poco habitado, sin recursos naturales, con una ubicacion limitrofe... lo raro seria que fuesemos un pais de exito (economico, porque la final de lo que hablamos es de eso).

    Entonces: Somos un pais endemicamente con una economia limitada, por sus propios codicionamientos... si lo aceptamos, nos adaptamos y gestionamos la precariedad si se podria hacer mejor.

    Eso se puede vender como programa politico?

  • Lo que he leído hasta aquí, entre el comentario principal y las aportaciones de los demás, creo que necesitan observaciones que sirvan de contrapunto, desde el propio liberalismo. Si las decisiones empresariales y/o económicas en general, estuvieran exclusivamente basadas en criterios técnicos, la planificación sería una solucion de presente y futuro. No es así, porque los agentes decisores tienen en cuenta otros factores, como las espectativas, la moralidad personal, el humor o caracter del decisor, etc.
    Viene lo anterior a cuento del comentario sobre el despido de los trabajadores parásitos, que en muchas ocasiones son los más productivos. ¿Paradoja?, no tanto. A veces el más productivo es el más incómodo por su sentido crítico, o el más insolente, o el más puntilloso con las normas de calidad/seguridad laboral, etc. ¿Quién garantiza que el empresario es capaz de tomar siempre las decisiones desde una óptica exclusivamente técnica, y no desde las "temporas"? Solo el coste del despido obliga al empresario a una segunda lectura de su decisión, muchas veces basada en un impulso irracional. Los pescadores, incluso los que "van a la parte", no son garantía de justicia ni corrección en las decisiones, a última hora son tan humanos como el empresario que actúa en solitario.
    Otro asunto digno de contrapunto es el de los políticos como ladrones. Quien así afirma emite un juicio de valor carente de todo dato real, puesto que simplemente no los conoce a todos, ni siquiera a una muestra representativa de ellos. Hay políticos ladrones, como hay economistas/abogados/trabajadores ... ladrones, como los turistas de Dublin que nos han contado, no siendo presumiblemente políticos dichos turistas.
    ¿Hay que aplicar aquí tambien las enseñanzas del tema de las estadísticas futboleras del otro día?
    Saludos.

  • Aún existen dos posturas enfrentadas que aún se pueden percibir y según el punto de vista de algunos empresarios es que los trabajadores reivindican por norma todo lo que le parece; y por parte de los trabajadores, que los empresarios "van a lo suyo".
    Esto es algo a extinguir(y se extinguirá) porque son dos partes "condenadas" a entenderse en unos marcos laborales y culturales especifícos teniendo en cuenta; nos guste o no, nuestra idiosincracia propia.
    Medidas como el despido sin indemnización (porque lo digo yo, y yo lo valgo...), equivaldría, a mi entender, a obligar firmar bajas voluntarias si el negocio no funciona, etc.., No vale. Hay que apercibir a los trabajadores "parásitos" , "flojos" (como queraís determinarlos) mediante cartas, burofax, reuniones, etc., y al final, despido procente.

    También es bueno que el trabajador sepa lo que se paga por él, por la luz de la oficina, por el gasoil, por el seguro RC obligatorio, etc.., y hacerles ver que hay que ingresar dinero, si no el tema no funciona. Eso se hace simplificando los gastos e ingresos en una pizarra, y vereís como lo entienden( lo he hecho y me ha dado resultado).
    Un director o jefe tiene la obligación de hacer funcionar un equipo de trabajo (y nunca ha sido fácil como sabreís), para eso nos pagan. Y no podemos esconder nuestros errores y carencias en la dirección de personal aplicando posturas tan exageradas. Si un trabajador se desvía hay que "reconducirlo" y ver porque se ha desviado (los jefes también nos equivocamos). Si esta última acción no funciona, aplicamos los mecanismos existentes para el despido.

    Saludos

  • DavidS

    Gracias por su comentario. Algo de perspectiva en esto de la economía, donde no todo son datos y expectativas. También hay seres humanos y una historia detrás de cada trabajador. Últimamente la deshumanización de la economía en su entorno macro, está cada vez más a la orden del día, si alguna vez fue humana. Lo malo es que ahora el entorno macro, lo quieren trasladar a todo el sistema productivo. Con trabajadores super formados, que no se depriman y no enfermen. A veces pienso si estos economistas no escriben estos artículos con algún tipo de euforía de semi-dios, subidos a un pedestal, dando recetas con una vara de como ha de ser esto y aquello para que todo crezca y crezca y crezca, sin sostenibilidad alguna. El modelo exitoso será aquel que hace aun pais exitoso sin condenar a sus ciudadanos al esclavismo, como hace la, ahora siempre presente, China. En fin. Triste.

  • Os felicito por el artículo, clara y valiente exposición de algunos de los grandes problemas de este país

    Recuerdo cuando comencé a trabajar, que al mes de empezar cambiaron al director general de la empresa, la cual no pasaba por su mejor momento, y hay que decir, en honor a la verdad, que esto estaba causado por un funcionamiento general de la empresa acostumbrada a operar en un ambiente de menos competencia relativa, por lo que la cultura de la eficiencia no era común a muchas personas

    Recuerdo las charlas de este nuevo director al reunirse con los trabajadores de los diferentes departamentos, su mensaje no podía ser más claro = "muchos de vosotros pensáis que vuestro sueldo lo paga la empresa, estáis completamente equivocados, vuestros sueldos sólo lo han pagado, los pagan y los pagarán los clientes de la empresa, así que es el momento de trabajar sólo por y para el cliente"

    El mensaje anterior es el que deberían interiorizar los políticos, cambiando "clientes" por "cuidadanos" (los votaran o no); en realidad, nuestros cargos electos tienen meridianamente claro que el que los escoge, nombra, promueve, quita, etc...el que paga sus sueldos, en suma, es el partido, y los votantes sólo votan una marca registrada, por lo que la opinión, ideas, problemas, etc...de los votantes no van en absoluto nada con ellos.

    De este sistema se sigue que las habilidades (skills) que se incentivan en esta forma de operar están exclusivamente orientadas al "aparato" (partido) y son claras : adulación, obediencia ciega, corto-placismo, disciplina, "flexibilidad ética", manipulación, parasitismo, a-críticidad, etc...
    De ahí que sea tan fácil tragar con las ruedas de molino que la dirección del partido imponga de manera absolutamente a-crítica, ya sean nuevos estatutos de autonomía o guerras preventivas
    Siempre pongo el ejemplo que a Tony Blair le dimitieron 3 ministros por la guerra de Irak, y en el parlamento votaron en contra de la misma una parte importante de los electos de su propio partido, esto en España es absoluta ciencia ficción, y me da igual del asunto y del partido político que se trate

    La segunda frase célebre de ese director general, esa dicha ya en privado, era que "las personas en edad adulta ya no cambian, para cambiar las organizaciones a fondo no hay más remedio que cambiar a buena parte de las personas". Esto me parece un poco fuerte en general, pero tiene una parte de verdad, y en ámbito político actual, le tengo que dar la razón a este argumento, lo lamentable será que sea cual sea el resultado de las elecciones esto no va a suceder.

    Deberíamos aprender de Islandia

  • Los 'brotes verdes' de 1959"

    "La única manera de salir del marasmo era un plan de estabilización", apunta Luis Perdices, decano de la Facultad de Económicas de la Universidad Complutense. Navarro y Ullastres se las arreglaron para convencer a Franco de la necesidad de ponerlo en marcha. Según los historiadores, el Caudillo insistía en que había que apretarse el cinturón; pero, ante la tenacidad de los ministros, acabó aceptando y despidiéndose a la gallega con un "hagan ustedes lo que les dé la gana".

    Enrique Fuentes Quintana, que no había aceptado ser secretario general técnico para hacerse cargo del Servicio de Estudios de Comercio participó desde la revista Información Comercial Española (ICE), que fue un soporte crucial para difundir las ideas liberalizadoras del PE. "Se dio la circunstancia de que se juntaron muy buenos economistas", apunta Perdices.

    La intermediación de Varela fue esencial; pero quizá la figura más sobresaliente, en la que unos y otros coinciden en señalar como padre del plan, fue la de Joan Sardá Dexeus, un liberal catalanista que había asesorado a Josep Tarradellas en 1937 y que había vuelto del exilio en 1956
    Visto en perspectiva, los Pactos de la Moncloa y la entrada en la UE y la posterior al euro completaron el proceso de construcción de un país moderno. "Hay que enmarcar los tres acontecimientos en los que los economistas modernizaron la economía, al margen del régimen político", subraya Perdices, que se lamenta de que no haya un consenso de igual magnitud en Educación.

    "Había que tomar el camino de los demás. Fue el comienzo de la modernización de las reformas continuas, de una política que debe ir adaptándose constantemente. La economía española, que era claramente subdesarrollada y aislada, pasó a ser de las más potentes y del conjunto", afirma Varela. "Se podía haber ido más deprisa o más despacio, o simplemente no haber ido", apostilla.

    articulo completo en:
    http://www.elpais.com/articulo/economia/global/brotes/verdes/59/elpepueconeg/20090726elpnegeco_1/Tes

  • Otro articulo sobre las relaciones entre politicos y economistas:

    Fuentes Quintana y los pactos de la Moncloa : le dije a Suarez "...realice un programa económico que o se aprobaba o me iba del Gobierno. Esto le sorprendió, pero me dijo: «Reúnete con tus colaboradores y pasadlo a limpio». Al terminar septiembre lo habíamos acabado bajo la coordinación de Manuel Lagares.
    - ¿Y qué pasó después?
    - Suárez me citó un día a las cinco de la tarde y le expuse el conjunto del programa. Al final, me dijo: «Es el programa más duro que me podía tocar administrar. Es realmente impopular pero hay que hacerlo».

  • y ahora sr.Benito, la respuesta a la pregunta....
    "Las personas solo cambiamos de verdad cuando nos damos cuenta de las consecuencias negativas de no hacerlo"
    "el miedo a la mejora”...mientras uno no crea hasta la medula que es posible, no lo va hacer, lo pensamos pero no lo creemos.
    "..salir de la zona de confort, (del status quo) el solo hecho de salirme de esta zona, genera tanta sensación de incertidumbre, tanto miedo a lo inesperado que se prefiere lo malo conocido"
    Dr.Mario Alonso Puig

    Ademas de como funciona la política en este país....
    Hay paises que tienen un Consejo Nacional de Planeación, un espacio de participación de la sociedad civil para contribuir a la construcción de política pública y a la formulación, el seguimiento y la evaluación de los Planes de Desarrollo Estan constituidos por representantes de la sociedad civil en todo el país (a nivel local, regional y nacional), como espacios de diálogo social para intervenir en la formulación de los planes de desarrollo, su seguimiento y evaluación de manera permanente, así como ejercer el control ciudadano a la gestión pública.

    mas de uno pensamos que esto acabara con un plan de desarrollo 2012-2022, cuando los politicos dejen paso a una comisión de expertos economistas.

  • Ramon M. permitame disentir o al menos matizar.

    La economia no se planea, se crean condiciones para... puede que al final la ley y norma sea la misma, pero el angulo de vision no es el mismo.

  • El termino, Consejo Nacional de Planeación, es utilizado en Sudamerica, utilizar el terminio planes de desarrollo, tampoco acaba de gustar...mejor utilizar el termino: Crear las condiciones para que el pais se desarrolle economicamente, sea memos problematico. En todo caso solo queria indicir en la necesidad de enfocar las proximas politicas a largo plazo, con acuerdos o pactos nacionales. Indicir en la diferencia entre crecimiento desequilibrado vs desarrollo equilibrado.

  • Está bien la propuesta. No nos vendría de más hacer lo que propones. Pero creo que el problema de base es otro: en España el mercado de la política no es competitivo y el sistema no goza de un sistema adecuado de "checks and balances". Lo de siempre, vamos, competencia la madre de la eficiencia.

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