Situación Fiscal pre-COVID: ¿Dónde Estamos?

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José Ignacio Conde-Ruiz (@conderuiz), Carmen Marín (@camrglez), Manuel Díaz y Juan Rubio-Ramírez

Este post continúa la serie dedicada al análisis de las consecuencias  de la crisis de la COVID-19 sobre las finanzas públicas. Empezó aquí con una descripción de la evolución de las cuentas públicas desde la crisis de 2008. En esta ocasión, se analizará cómo se encontraban antes del confinamiento, es decir, en los meses de enero y febrero de 2020.

En primer lugar, presentamos cómo se han comportado las diferentes administraciones en el año 2019. Como se puede observar en la tabla, entre 2018 y 2019 se produjo un deterioro financiero del 0,3% del PIB, debido al empeoramiento del saldo fiscal de las Comunidades Autónomas (del -0,3% al -0,5%) y a la reducción del superávit de las Corporaciones Locales (del +0,5% al +0,3%). Por su parte, la Administración Central y la Seguridad Social prácticamente mantuvieron sin cambios (i.e. en déficit) su saldo fiscal durante el año 2019.

El objetivo de déficit comprometido para el año 2019 era del 1,3%, que había sido fijado en el Consejo de ministros de julio 2017, no habiendo sido posible su actualización por la inestabilidad política que desembocó en la convocatoria de nuevas elecciones y la asunción de varias prórrogas presupuestarias. Por este motivo, hemos considerado también la Previsión de cierre 2019 recogida en el Programa de Estabilidad 2019-2022, según la cual, el gobierno se comprometió a cerrar el ejercicio 2019 en el 2% PIB. Como se puede observar en los datos, este compromiso también ha sido incumplido al haber presentado un cierre del -2,8%. El nivel de la administración que más se desvía es la Administración Central que debería haber cerrado en el -0,5% y lo hizo en el -1,3%.

En el siguiente gráfico se muestra cuál sería el déficit “sintético” por nivel de administración, si todas las administraciones se comportan en lo que queda de año como el año anterior. El gobierno había previsto en el anterior Programa de Estabilidad (2019-2022) un déficit del 2% para el año 2019. El objetivo de déficit inicialmente acordado para 2020 y que sigue vigente es el 1,3%. Dado que el gobierno ha intentado relajar este objetivo sin éxito, utilizaremos las cifras de déficit comprometidas en el Programa de Estabilidad para valorar el cumplimiento de déficit.

En el siguiente gráfico presentamos el déficit sintético para los meses de enero y febrero 2020. Estos datos se han calculado considerando el déficit de las Administraciones Públicas sin las Corporaciones Locales acumulando el déficit de los meses de febrero 2019 a enero 2020 (segunda columna) y el déficit de los meses de marzo 2019 a febrero 2020 (tercera columna). Para la realización de estos cálculos y, una mejor valoración de la situación fiscal antes de la crisis sanitaria, se ha considerado el PIB 2019. No olvidemos que según el nuevo Programa de Estabilidad 2020-2023 se prevé una previsión de caída del PIB nominal del 10%. Pero, en post sucesivos ya analizaremos la situación de las finanzas en la fase post-COVID.

Como se muestra en el gráfico 1, durante los meses de enero y febrero 2020, no se observa ninguna reducción del déficit, sino, que por el contrario, éste aumenta ligeramente por un leve deterioro de las cuentas de las Comunidades Autónomas. Es decir, no se habían iniciado medidas de consolidación fiscal, a pesar, que el déficit de cierre de 2019 fue bastante elevado. Podemos decir, que antes del COVID-19, España, aun sin presupuestos, estaba acercándose peligrosamente a la barrera del 3% PIB, que abriría automáticamente un Procedimiento de Déficit Excesivo con la Unión Europea. Aunque la situación era muy preocupante, es cierto, que aun quedaban 10 meses para llevar a cabo las medidas correctoras de ingresos y gastos para encauzar la situación.

Gráfico 1. Índice Sintético de Déficit Fiscal

El pasado 1 de mayo se presentó el Programa de Estabilidad del Reino de España para el periodo 2020-2022 que se ha realizado teniendo en cuenta el impacto económico (y las medidas) contra el COVID19. Según el Plan, la economía caerá un 9,2% en 2020, el déficit publico escalará hasta el 10,3% del PIB y la deuda pública alcanzará el 115% del PIB. Mas adelante realizaremos un análisis detallado del impacto del COVID-19 sobre nuestras finanzas públicas. No obstante, nos llama la atención que la caída de ingresos en el Programa de Estabilidad se limite a un 5% cuando la economía caería el doble.

Como conclusión, durante los meses de enero y febrero 2020, es decir, justo antes de la puesta en marcha del confinamiento para evitar el colapso sanitario y las medidas fiscales para combatir los efectos económicos de la COVID-19, el gobierno no puso en marcha ninguna medida de consolidación fiscal. Aunque para ser más exactos, tal y como hemos explicado en un post anterior, la consolidación fiscal lleva aplazada desde el año 2014, lo que incluye la gestión económica de varios gobiernos (en solitario y en coalición).

Hay 1 comentarios
  • Muy interesante post aunque no diga nada que no se supiese. Estoy realmente preocupado por la falta de interés de los políticos y del resto de los ciudadanos sobre este tema.
    Sinceramente considero que hasta que la opinión pública y los ciudadanos tomen conciencia del problema no se solucionará.
    Gracias y saludos

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