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Sistemas de subvenciones al empleo: Evidencia a nivel de empresa de la reforma del mercado de trabajo español de 2012

Por Elisa Gamberoni, Katerina Gradeva y Sebastian Weber

Esta entrada fue publicada originalmente en voxeu.org y por su interés hemos procedido a traducirlo para nuestros lectores.

Los subsidios al empleo han sido ampliamente utilizados en los países de la OCDE para contrarrestar la reciente crisis laboral, pero su eficacia es difícil de evaluar. Este post resume las conclusiones de un estudio reciente que analiza un subsidio de empleo español creado en 2012, otorgado a empresas con menos de 50 empleados que hacen uso de un nuevo tipo de contrato indefinido. En consonancia con estudios de otros países, no encuentra evidencia robusta de un mayor crecimiento del empleo debido al sistema de subsidios.

Tras la crisis financiera, el desempleo aumentó en gran parte de Europa, alcanzando máximos históricos en algunos países. Como resultado, muchos gobiernos europeos emprendieron ambiciosas reformas del mercado de trabajo para estimular el crecimiento del empleo. La evidencia reciente señala efectos positivos de una multitud de iniciativas, incluyendo medidas para aumentar la flexibilidad salarial, limitar las prestaciones por desempleo y reducir las cuotas impositivas del trabajo (FMI 2016, Guriev et al., 2016).

Subsidios de empleo

Los subsidios al empleo, incluidos los subsidios de contratación, han formado parte del paquete de reformas en varios países de la OCDE (OCDE, 2009). Aunque los subsidios a la contratación no son una novedad, el análisis de sus efectos puede ser un ejercicio desalentador, ya que identificar un grupo de control evidente o un contrafactual adecuado no siempre es fácil. Los pocos estudios empíricos existentes tampoco encuentran un impacto en el nivel de empleo (Hujer et al., 2001, Huttunen et al., 2013)[i] o encuentran un aumento de la empleabilidad de un individuo de corta duración[ii]. En el caso de España, La OCDE (2013), en su evaluación inicial de la reforma del mercado de trabajo en España, sugiere que "el carácter general de la reforma de 2012 hace que su evaluación sea una tarea difícil, y la inclusión de un gran número de disposiciones, a veces explícitamente dirigidas a diferentes grupos, no permite la identificación de un grupo de control adecuado ". En un estudio reciente, en cambio, utilizamos este trato diferenciado específico de los grupos de empresas (en función de su tamaño) para identificar el impacto del esquema de subsidios al empleo que se introdujo en España (Gamberoni et al., 2016).

La reforma del mercado laboral español de 2012 

El subsidio de empleo en España se otorga en el marco de un nuevo Contrato de Apoyo a Emprendedores, otorgando a las empresas incentivos financieros para emplear permanentemente una personal adicional. Las empresas con menos de 50 empleados (antes de hacer uso del contrato) son elegibles para usar este nuevo contrato indefinido para los trabajadores jóvenes y previamente desempleados. Los incentivos financieros incluyen exenciones fiscales y reducciones de las cotizaciones a la Seguridad Social, que se conceden si los empleados recién contratados permanecen bajo el nuevo contrato permanente por lo menos durante tres años.[iii]

El subsidio al empleo no fue la única reforma con referencia específica al tamaño de la empresa. Varias disposiciones se aplican a las empresas menores de 10, 25 y 50 y más de 100 empleados, lo que implica un tratamiento más favorable en términos de incentivos, flexibilidad y costes de indemnización a medida que disminuye el tamaño de la empresa (Cuadro 1). Anteriormente a la reforma de 2012, sólo las empresas de entre 50 y 100 empleados se enfrentaban a regulaciones laborales comparables sin regulación específica para ellas, mientras que las empresas con entre 25 y 50 empleados difieren de ellas sólo por el subsidio de empleo. Esto limita el conjunto de empresas consideradas al rango de 25-50, y las empresas de control a la ventana (simétrica) de 50-75 empleados.

Cuadro 1. Medidas de la reforma de 2012 seleccionadas, por tamaño de la empresa

El efecto en el desempleo

El límite de tamaño arbitrario de la elegibilidad de las empresas para el sistema de subvenciones a la contratación permite a un candidato natural analizar el comportamiento de las empresas basándose en los recientes avances en el diseño de regresión con discontinuidades[iv], comparando las empresas por a la izquierda del límite, con las empresas de control a la derecha de los 50 empleados.[v]

Sobre la base de este enfoque y basándonos en el conjunto de datos de Amadeus para España, constatamos que en el año siguiente a la implementación de la reforma el crecimiento del empleo de las empresas elegibles ha sido un 2% superior al crecimiento del empleo de las empresas por encima del umbral, que no pueden beneficiarse de la subvención.

Sin embargo, el resultado de esta estimación se basa en el supuesto de que las empresas no se clasificaron por debajo del umbral de 50 empleados para hacer uso de la subvención y que las empresas por encima y por debajo del umbral de 50 empleados no fueron afectadas de manera diferente por otras regulaciones existentes. Ambas posibilidades no pueden excluirse ex ante. En primer lugar, las empresas podrían haber permitido que se agotaran los contratos temporales y emplear personal nuevo bajo el nuevo contrato indefinido en el período siguiente. En segundo lugar, una reforma en 2010 creó la obligación para las empresas de presentar los balances completos (en contraposición a los simplificados) que deben ser revisados por un auditor si, al final del año fiscal y durante dos años consecutivos, cumple dos de las tres condiciones siguientes: activos totales superiores a 4 millones de euros, volumen de negocios superior a 8 millones de euros, número medio de trabajadores superior a 50. Ambos elementos podrían haber incentivado a las empresas a reducir su nivel de empleo por debajo de los 50 empleados antes de 2013. En consecuencia , El crecimiento del empleo de las empresas elegibles para la subvención en 2013 aparecería más alto en relación con el grupo de "control" de empresas con más de 50 empleados.

Para controlar por el efecto de las regulaciones pre-existentes respecto al tamaño de la empresa o la clasificación a partir de 2011, empleamos estrategias complementarias: diferencia-en-discontinuidades (Eggers et al 2016, Grembi et al 2016) por debajo del umbral.[vi]

Independientemente del método de robustez utilizado, los efectos estimados de la subvención sobre el crecimiento del empleo disminuyen a un nivel muy inferior a la estimación inicial y ahora son estadísticamente insignificantes. La Figura 1 ilustra esto comparando el crecimiento del empleo en 2013 para las empresas con un tamaño de 25-49 empleados (cuadrante izquierdo) con aquellas con 50-75 empleados (cuadrante derecho). En base a la muestra completa, una tendencia polinómica sugiere que en el umbral el crecimiento del empleo para las empresas más pequeñas es significativamente más alto que para las empresas más grandes (línea negra sólida). Una vez que las empresas que no se ven afectadas por la reforma de 2010 están excluidas del conjunto de datos[vii], la tendencia polinómica no muestra diferencias significativas para el crecimiento medio del empleo a la izquierda y derecha del umbral de 50 empleados (línea roja punteada), ya que el crecimiento del empleo de las empresas con más de 50 empleados se corrige hacia arriba. Una imagen muy similar surge cuando excluimos a las empresas de la muestra con un patrón de empleo observado que sería consistente con la clasificación para beneficiarse del subsidio de empleo.

Gráfico 1. Crecimiento del empleo 2013 excluyendo a las empresas afectadas por la reforma de 2010, por tamaño de la empresa

 

Lecciones para el futuro

Analizar el efecto de las recientes reformas del mercado de trabajo en Europa es una tarea desalentadora dada la falta de un grupo de control evidente o un contrafactual adecuado. Utilizando técnicas de evaluación de impacto, no encontramos evidencia sólida de un efecto en el crecimiento global del empleo de las empresas elegibles como resultado del esquema de subsidio de contratación español implementado en 2012. Si bien la falta de datos disponibles sobre las tasas de absorción efectivas del sistema de contratación hace imposible una conclusión definitiva, la evidencia empírica es consistente con que las empresas clasifiquen por debajo del umbral para aprovechar los incentivos fiscales y/o evitar requisitos de reporte más estrictos (como el resultado de la reforma implementada en 2010). Sobre la base de la falta de apoyo para el efecto de aumento de empleo de la subvención y en medio de los costes fiscales asociados, la prudencia puede justificarse al considerar la aplicación y el diseño de sistemas similares de subvenciones de contratación.

A medida que se disponga de más datos posteriores a la reforma, sería importante que en futuras investigaciones se evalúen los posibles efectos a largo plazo del subsidio, incluido el efecto sobre la seguridad del empleo y las ganancias de productividad mediante el nuevo contrato permanente.

Nota de los autores: Las opiniones expresadas en esta columna son las de los autores y no deben atribuirse al BCE ni al Eurosistema.

Referencias

Cattaneo, M D, B R Frandsen, and R Titiunik (2015), “Randomization inference in the regression discontinuity design: An application to party advantages in the US Senate”, Journal of Causal Inference 3 (1), 1-24.

Eggers, A C, R Freier, V Grembi, and T Nannicini (2016), “Regression discontinuity designs based on population thresholds: Pitfalls and solutions”, The American Journal of Political Science, forthcoming.

Galasso, E, M Ravallion, and A Salvia (2001), “Assisting the transition from workfare to work: Argentina's Proempleo experiment”, Development Research Group, World Bank.

Gamberoni, E , K Gradeva and S Weber (2016), “Firm Responses to Employment Subsidies: A Regression Discontinuity Approach to the 2012 Spanish Labour Market Reform”, ECB Working Paper Series 1970.

Grembi, V, T Nannicini, and UTroiano (2016), “Do fiscal rules matter?”, American Economic Journal: Applied Econometrics, 8 (3), 1-30.

Groh, M, N Krishnan, D McKenzie, and T Vishwanath (2012), “Soft skills or hard cash? The impact of training and wage subsidy programs on female youth employment in Jordan”, World Bank Impact Evaluation Series 62.

Guriev, S, B Speciale, and M Tuccio (2016), “Wage stickiness and unemployment in regulated and unregulated labour markets: Italian evidence”, VoxEU.org, 13 September.

Hujer, R, M Caliendo, and D Radic (2001), “Estimating the effects of wage subsidies on the labour demand in West-Germany using the IAB Establishment Panel”, Ifo-Studien, 47 (2), 163-197.

Huttunen, K, J Pirttila, and R Uusitalo (2013), “The employment effects of low-wage subsidies”, Journal of Public Economics, 97 (C), 49-60.

IMF (2016), “Time for a supply-side boost? Macroeconomic effects of labor and product market reforms in advanced economies”, IMF WEO Chapter 3.

Lee, D S, and T Lemieux (2010), “Regression discontinuity designs in economics”, Journal of Economic Literature 48 (2), 281-355.

OECD (2009), OECD Employment Outlook 2009. Tackling the job crisis, OECD Publishing 2009.

OECD (2013), The 2012 labour market reform in Spain: A preliminary assessment, OECD Publishing 2013.

Notas Finales

[i] Hujer et al. (2001) estiman una regresión de diferencias-en-diferencias condicional (DID) utilizando datos de empresas de Alemania Occidental. No encuentran ningún efecto de las subvenciones salariales existentes sobre el nivel de empleo, citando como razón principal la posible sustitución del empleo no subsidiado por el subsidiado. Huttunen et al. (2013) de la subvención de bajos salarios en Finlandia también llega a la conclusión de que no ha habido ningún efecto en la tasa de empleo de los grupos elegibles, que se identifica utilizando un enfoque de diferencias-en-diferencias basado en los criterios de elegibilidad para los trabajadores pertinentes.

[ii] Groh et al. (2012), por ejemplo, analizan el impacto de los programas de capacitación y subsidios salariales sobre las jóvenes empleadas en Jordania sobre la base de un experimento aleatorio, en el que un grupo de participantes recibió un vale de trabajo para reducir los costes del empleador. Los autores consideran que el bono de empleo condujo a un gran aumento del empleo a corto plazo. Sin embargo, el impacto ya no es estadísticamente significativo cuatro meses después de que el período de vencimiento haya terminado. Galasso et al. (2001) llegan a una conclusión similar en su estudio sobre la efectividad de un vale de empleo y un programa de capacitación en Argentina (Proempleo).

[iii] Las empresas no pueden haber participado en despidos colectivos en los seis meses anteriores a la fecha de inicio definida en el nuevo contrato para ser elegibles. Para la contratación de trabajadores menores de 30 años de edad, las deducciones fiscales de hasta 3,000 euros se proporcionan después de la finalización del período de prueba. También se otorga a las empresas la deducción del 50% de las prestaciones por desempleo que una persona desempleada recibiría en el momento de su contratación con el nuevo contrato indefinido. Las empresas de reclutamiento también tienen derecho a incentivos fiscales adicionales en forma de nuevas reducciones de la contribución social: 1,000, 1,100 y 1,200 por año en el primer, segundo y tercer año, respectivamente, para cada joven desempleado reclutado (entre 16 y 30 años) y 1,300 euros por año para cada parado de larga duración de más de 45 años de edad de más de 3 años. El contrato implica un período de prueba prolongado de un año (con la posibilidad de finalizar el contrato a voluntad durante ese tiempo).

[iv] El método aplicado, basado en la inferencia aleatoria local, se asemeja a los experimentos aleatorios tradicionales alrededor del umbral (Cattaneo et al., 2015). Las unidades a la izquierda y derecha del umbral deben ser comparables en términos de sus covariaciones y no deben clasificarse estratégicamente para beneficiarse del tratamiento, para que el enfoque de estimación sea válido. El diseño de la subvención y su rápida implementación son compatibles con estos dos requisitos. Por lo tanto, al elegir empresas en las cercanías del umbral, podemos suponer que todos los demás factores están 'evolucionando suavemente' con respecto a la variable de asignación, el nivel de empleo previo a la introducción de la reforma (Lee y Lemieux, 2010) . Por lo tanto, el efecto promedio del tratamiento puede estimarse por la diferencia en la expectativa condicional de la variable de resultado para las unidades, que son arbitrariamente cercanas al umbral.

[v] La clasificación por debajo del umbral en 2011 (o 2012) para ser elegible para el nuevo contrato es posible al no prolongar los contratos temporales, ya que esta opción no impide que las empresas soliciten la nueva subvención en el período siguiente. En promedio, alrededor del 30% de la fuerza de trabajo es contratada a través de estos contratos temporales y su duración media es de unos 60 días.

[vi] Las pruebas de placebo (pretendiendo que la reforma haya tenido lugar en años anteriores) apoyan esta hipótesis. Los resultados indican que no hay diferencia en el crecimiento del empleo para las empresas justo por debajo y por encima del umbral de 50 empleados en los años 2008, 2009 y 2010. Sin embargo, el crecimiento del empleo para las empresas justo por debajo de 50 empleados, es significativamente mayor en 2011 - el año anterior a la introducción de la subvención para el empleo y el año posterior a la implementación de la reforma de 2010.

[vii] Esto es posible utilizando las otras dos condiciones que hacen a las empresas sujetas a exigencias de información más estrictas como resultado de la reforma de 2010. Específicamente, la decisión de empleo de las empresas no se verá afectada por la reforma de 2010, si el total de activos y el volumen de negocios exceden o están por debajo del umbral en dos años subsiguientes. En ambos casos, el nivel de empleo es irrelevante