Por Ricardo Ciacci
“También sale de este congreso un compromiso que llevar a término: avanzaremos aboliendo la prostitución que esclaviza las mujeres en nuestro país.”
Pedro Sánchez, congreso del PSOE, 18 octubre de 2021 en Valencia
El gran olvidado de la economía del crimen: la prostitución
Tal vez los motivos sean muchos, y de los más curiosos, pero desgraciadamente la prostitución es un tema que la literatura económica no estudió durante mucho tiempo. A pesar de que en 1968 Gary Becker publicara “Crime and punishment: an economic approach”, hay que esperar hasta 2002 para llegar al artículo que, a mi parecer, supuso un cambio en la literatura. En 2002, el prestigioso Journal of Political Economy eligió publicar un artículo con un título bastante sobrio: “A theory of prostitution”, de las profesoras Lena Edlund y Evelyn Korn. En él, las autoras plantean la hipótesis de que las altas ganancias económicas de algunas franjas de la prostitución, a pesar de ser una actividad poco cualificada e intensiva en trabajo, se deben al alto coste de oportunidad que la prostitución supone. Edlund y Korn sugieren que las prostitutas al vender sexo comercial renuncian a vender sexo reproductivo, lo que tradicionalmente ocurría dentro del matrimonio. En otras palabras, las prostitutas renuncian a casarse y el mercado las compensa por ello.
Probablemente el interés que despertó en algunos y la controversia, quizás, que suscitó en otros hizo que las investigaciones sobre prostitución en economía se dispararan tras la publicación de este artículo. (Seguramente sea solo una casualidad, pero si buscamos la palabra prostitution en el buscador de artículos de IDEAS podemos ver que desde 1700 hasta 2002 hubo 74 artículos publicados con dicha palabra clave, mientras entre 2003 y 2021 hubo 392.) A grandes rasgos, la investigación se dividió (como en muchos otros temas microeconómicos contemporáneos) por un lado, en artículos teóricos que querían analizar este fenómeno con modelos, y por otro, en artículos empíricos que querían explicar esta realidad con el uso de datos o incluso calcular correlaciones y efectos causales.
El objetivo de este breve artículo es repasar los artículos empíricos más importantes sobre la regulación de la prostitución. La prostitución está vinculada a trascendentales cuestiones éticas que en este artículo no trataré. Este texto no pretende cambiar la opinión del lector acerca de esta actividad, sino informarle sobre las preguntas y las respuestas más importantes que la investigación económica puede aportar al debate público.
¿Criminalizar o no criminalizar?
La rama de investigación empírica ha abordado un abanico de temas muy amplio, centrándose especialmente en entender los efectos de las regulaciones más importantes del mercado de la prostitución. Las cuatro regulaciones más importantes del mercado de la prostitución son: (i) criminalización de la venta de prostitución (modelo tradicional): quien vende prostitución puede ser multado o arrestado, (ii) legalización de la prostitución: esta actividad es una profesión que puede realizar cualquier trabajador autónomo, (iii) regulación de la prostitución con licencias: esta actividad la puede llevar a cabo quien tenga una licencia que se lo permita, mientras quien vende sin licencia es perseguido por la ley, y (iv) criminalización de la compra de la prostitución: los compradores (i.e. clientes) de la prostitución son los perseguidos legalmente.
Hay que destacar también que varios artículos intentaron testar algunas implicaciones de Edlund y Korn (2002), obteniendo resultados discordantes, probablemente dependiendo del contexto (Cunningham y Kendall (2011) y Ciacci (2021) encuentran resultados a favor, mientras Arunachalam y Shah (2008) obtienen resultados en contra.) Además, se escribieron varios artículos que enfatizaban la importancia de internet en la prostitución contemporánea, encontrando por ejemplo que internet parece haber reducido la violencia hacia las prostitutas. (Esta sub-rama de la literatura tiene como investigador principal a Scott Cunningham, un punto de referencia para todos los que se interesan por la economía de la prostitución.) Lo que dio lugar a la utilización de base de datos encontradas online para analizar este fenómeno, y tal vez propició también un desarrollo más rápido de la literatura de economía de la prostitución.
Como ya expuesto arriba, el tema más trabajado concierne la regulación de la prostitución. Esta sub-corriente de la literatura vio su origen con la difusión de investigaciones (ya analizadas en este blog) que intentaron contestar si decriminalizar la prostitución, regularizarla con licencias, o simplemente la apertura de servicios próximos a ésta (ej. chicas de compañía escort y clubes de striptease) tenía un efecto sobre violaciones y ETS. La evidencia hasta ahora ha sido unívoca: estas medidas reducen las violaciones sexuales y la propagación de ETS. Estamos hablando de efectos sustanciales, de una magnitud entre 13 y 30% para las violaciones y de 40% para las ETS.
Simétricamente, varios investigadores encontraron que criminalizar la compra de la prostitución (lo que exigió el Parlamento Europeo a los países de la Unión en 2014 y lo que parece perseguir el gobierno) aumenta las violaciones y la violencia doméstica. Mientras, la criminalización de la venta aumenta la difusión de las ETS entre las mismas prostitutas que ya operan ilegalmente, y con el riesgo de poder ser arrestadas por la policía. (La evidencia viene de países europeos como Suecia, que en 1999 fue el primer país en criminalizar la compra de la prostitución (Ciacci, 2021; Berlin, Immordino, Russo y Spagnolo, 2021), o Irlanda del Norte, donde la ley entró en vigor recientemente (Backus y Nguyen 2021), e incluso de países asiáticos como Indonesia, que criminalizó la venta (Cameron, Muz y Shah, 2021).) Estos resultados tienen signo opuesto con respecto a los de la decriminalización, pero no tienen una magnitud parecida: los resultados de la criminalización son más grandes en valor absoluto. En particular, sugieren un aumento de aproximadamente el 60% para las violaciones sexuales y del mismo tamaño para la transmisión de ETS entre prostitutas, este último caso es relativo a criminalizar la venta.
Por último, criminalizar la compra de la prostitución parece reducir el tamaño del mercado de la prostitución, pero también conduce a un aumento de la violencia doméstica debido a un desplazamiento de los individuos más violentos. Los efectos de criminalizar la compra sobre la transmisión de ETS son variados, los resultados más recientes provienen de un artículo de Irlanda del Norte y sugieren incluso una bajada del 30% de la gonorrea entre las mujeres. En definitiva, mientras los resultados sobre la decriminalización están alineados, los resultados sobre la criminalización necesitan afinarse para la difusión de ETS, pero sugieren unánimemente un aumento de las violaciones y la violencia de género.
Qué queda por hacer
Como se puede deducir, el estado de la literatura económica sobre la prostitución ha evolucionado mucho en estas últimas dos décadas. Sin embargo, queda todavía mucho por investigar. Suponiendo que es un objetivo común disminuir la prostitución, sobre todo la coercida (i.e. involuntaria), me parece fundamental entender qué otras políticas (desvinculadas de la prostitución en sí) pueden reducir esta actividad. En esta dirección, he propuesto que las políticas que reducen la desigualdad de género, reducen a su vez la prostitución, con la magnitud del efecto dependiendo de la política pública en cuestión. En este sentido, he encontrado que la introducción de leyes como el divorcio unilateral o la despenalización de la sodomía redujeron la prostitución en EEUU (Ciacci 2021; Ciacci and Sansone 2021). Todavía queda mucho por hacer, pero desde 2002 avanzamos a hombros de gigantes.
Hay 2 comentarios
"criminalizar la compra de la prostitución parece reducir el tamaño del mercado de la prostitución, pero también conduce a un aumento de la violencia doméstica debido a un desplazamiento de los individuos más violentos" ... ¿y si pensamos en simultáneamente penalizar la compra de servicios de prostitución, la violencia de genero, y campañas educativas enérgicas para cambiar la percepción de algunos hombres sobre sexo y poder? ¿O es que, implícitamente, estamos pensando que la bestia que llevan (algunos hombres) dentro debe ser liberada de alguna manera?
La prostitución existe desde que el mundo es mundo-hay de ella referencias en el código de hammurabi o el levítico-y ninguna prohibición ha logrado erradicarla, como mucho marginalizarla y fragilizar a la mujer que la ejerce o exponer a violencia sexual a las mujeres más frágilles de una sociedad en un cruel juego de vasos comunicantes vg Arabia Saudí. Sería infinitamente mas práctico regularla legalizandola: dotaríamos de un marco legal a las trabajadoras, ingresos para el estado y garantías sanitarias para los clientes. Entiendo que no deseemos a nadie que se prostituya,pero es ingenuo o interesado pensar que una mujer solo puede optar por la prostitución si en ello concurren circunstancias de necesidad o de falta de un recto juicio,
De cualquier manera siempre hay quien lo ha dicho antes 🙂 :
https://www.youtube.com/watch?v=Zz7bODTZwzs
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