Esta entrada está firmada por Abraham Zacuto, un pseudónimo que explicamos aquí.
¿Cuál es el efecto macroeconómico de la política fiscal? ¿Una subida de impuestos reduce la actividad económica? ¿Cuánto? Estas preguntas han preocupado a los economistas desde hace mucho tiempo y en el contexto de la Gran Recesión y la crisis de deuda soberana en la eurozona, su importancia ha aumentado aún más. En España, el país con el mayor déficit público de la zona euro y con una deuda pública que roza el 100% del PIB, es difícil minimizar la relevancia que tienen estas cuestiones para las distintas estrategias de consolidación fiscal. Fruto de ello, este blog ha tratado en numerosas ocasiones este tema, por ejemplo aquí, aquí y aquí.
Conocer los efectos de los impuestos (y del gasto público) sobre la actividad económica es sustancialmente difícil. Ello es así porque en muchas ocasiones las reformas impositivas que aprueban los gobiernos responden a otras circunstancias que afectan a la actividad económica, con lo que los analistas, al analizar los cambios tributarios, corren el riesgo de asignar a estos lo que no es más que la incidencia de los shocks que motivaron dichos cambios. Por ejemplo, a principios del año 2008 el gobierno aprobó una deducción general de 400 euros con objeto, al menos en parte, de estimular la economía en un contexto de desaceleración de la actividad. De este modo, sería aventurado explicar la intensa recesión que siguió en los meses siguientes como la consecuencia de dicha rebaja impositiva, ya que no tendríamos en cuenta el hecho de que esta rebaja trataba precisamente de evitar la desaceleración, que venía provocada por factores ajenos a la bajada de impuestos.
Recientemente, la ciencia económica ha tratado de solventar este problema de identificación a través de la denominada “metodología narrativa”. Esta metodología se basa en el estudio de la motivación que hay detrás de cada cambio impositivo. Así, a grandes rasgos, las medidas impositivas pueden clasificarse en dos grupos. Por un lado, las medidas “endógenas” son las que tienen carácter contra-cíclico, es decir, se adoptan como consecuencia de factores que están incidiendo en el PIB o se espera que lo hagan en el corto plazo. Por otro lado, las medidas “exógenas” son aquellas cuya motivación es independiente de la evolución del PIB, por ejemplo aquellas que se adoptan para cumplir los criterios de acceso a una unión monetaria. La idea de la metodología narrativa es utilizar únicamente las medidas impositivas exógenas para medir los efectos de los cambios tributarios en la actividad económica.
Esta metodología narrativa aplicada a los impuestos se utilizó por primera vez en Estados Unidos, en un artículo publicado en el año 2010. Posteriormente, se ha empleado en otros países como Reino Unido, Alemania y Portugal. Recientemente, ha aparecido publicado en la revista de la Asociación Española de Economía (SERIEs), un artículo que, basado en esta metodología, estudia el efecto de los cambios impositivos en España.
Los autores de dicho trabajo construyen una base de datos con todos los cambios impositivos adoptados en España en el periodo 1986-2015. Posteriormente, los clasifican en cambios tributarios exógenos y endógenos, de acuerdo a su motivación. En total, la base de datos cuenta con 75 medidas impositivas, de las cuales 45 se consideran exógenas, y por tanto, son las que se utilizan para medir el efecto de los impuestos sobre el PIB.
En la figura 1.1 puede observarse la evolución temporal de los cambios impositivos durante el periodo considerado. Los primeros años de la base de datos recogen, fundamentalmente, cambios fiscales dirigidos a adaptar el sistema impositivo español a los requerimientos europeos derivados, por ejemplo, del acceso a la Comunidad Económica Europea o del Tratado de Maastricht. Posteriormente, el periodo comprendido entre finales de los años 90 y primeros de los 2000 está caracterizado por reducciones de la imposición directa (IRPF e Impuesto de Sociedades) con objeto de aumentar el producto potencial, la competitividad y acercar el sistema impositivo español a los estándares europeos. A continuación, la serie recoge la importante reducción de impuestos adoptada en 2008, como consecuencia de la antes señalada desaceleración de la actividad. Esta reducción fue seguida de una serie de incrementos impositivos aprobados en el periodo 2009-2012, tras el aumento del déficit público asociado a la crisis. Las últimas medidas se corresponden con bajadas impositivas en el contexto de la recuperación de la actividad.
La figura 1.2 recoge la serie temporal una vez que se han eliminado las medidas consideradas endógenas. Los autores excluyen, entre otras, las reducciones de impuestos que se adoptaron justo antes de la crisis financiera, por ser de carácter contra-cíclico, así como las medidas tomadas durante la misma, ya que su inclusión no está validada por algunos tests de exogeneidad.
Figura 1.1 Medidas tributarias 1986-2015
Figura 1.2 Serie de medidas exógenas
Con esta serie de medidas tributarias exógenas, los autores estiman el impacto sobre el PIB de una subida de impuestos equivalente al 1% del PIB. Metodológicamente, estiman un vector autoregresivo de 3 variables (PIB per cápita, gasto público y tipo de interés de corto plazo) en el que la serie de impuestos exógena se introduce -valga la redundancia- de forma exógena. Para cada variable se incluye su efecto contemporáneo y un polinomio de 3 retardos.
En la figura 2.1 puede observarse el resultado de dicha estimación. Después de un aumento de los impuestos equivalente al 1% del PIB, la actividad económica caería un 1,3% después de 4 trimestres, aumentando posteriormente hasta que el efecto sería cercano a cero al final del horizonte considerado (esto es, 12 trimestres). De este modo, los resultados sugerirían que existe un coste en términos de crecimiento de las medidas discrecionales de aumentos impositivos, especialmente en el corto plazo. Asimismo, dada la simetría del modelo empírico, una reducción de impuestos generaría un efecto expansivo sobre el PIB. Dicho esto, la magnitud del tamaño de dichos efectos debe tomarse con mucha cautela, ya que los autores enfatizan que la estimación se realiza con una imprecisión grande, que viene reflejada en unas bandas de confianza considerablemente amplias. Además, el trabajo muestra que los efectos pueden depender de la motivación de las medidas, del tipo de impuestos reformados, o de los posibles efectos anticipación si las medidas tardan un tiempo en implementarse.
Figura 2. Efecto de un aumento impositivo sobre el PIB
Hay 3 comentarios
Interesante pero a un no especialista le plantea algunas dudas. Por ejemplo, ¿estos efectos son independientes del nivel de presión fiscal previa? ¿Da igual el empleo que se haga de los recursos obtenidos tras una subida impositiva (en el supuesto de que se recaude más)? A largo plazo parece que el PIB no se ve afectado ...
Hay un concepto que no entiendo del analisis: cómo se ha aislado el efecto del uso de los fondos obtenidos?. Evidentemente no debe ser el mismo efecto en el multiplicador del pib si ese incremento relativo de la carga impositiva es para reducir deuda que si los fondos incrementales se dirigen a politicas redistributivas
Sobre el empleo de los recursos obtenidos tras la subida impositiva, hay que destacar que, con objeto de no confundir el efecto de la subida de impuestos con el posible gasto asociado a la misma, en la metodología narrativa se excluyen los cambios impositivos que van asociados a una política de gasto. Por ejemplo, en España en 2002 se creó un impuesto sobre los hidrocarburos con objeto de financiar el gasto en sanidad (el conocido como "céntimo sanitario"). Así, este impuesto no entra en las estimaciones de los efectos de los cambios impositivos sobre el PIB, porque está asociado a una política de gasto. En definitiva, de lo que se trata es de que los cambios impositivos que se utilizan para medir el efecto de los impuestos sobre el PIB estén contaminados lo menos posible de otros factores que inciden sobre la actividad económica en el corto plazo.
En lo relativo a si los resultados dependen del nivel de presión fiscal previa, seguramente existen muchos factores intrínsecos de cada país que determinan el nivel del multiplicador fiscal (teniendo también en cuenta que el periodo de estimación y la especificación empírica influyen también en la estimación del mismo). El artículo descrito muestra evidencia para España. En otros artículos para otros países (EEUU, Reino Unido, Portugal o Alemania) se encuentra un multiplicador mayor que en el caso español, por ejemplo.
hay que notar que en la metodología narrativa se descartan las subidas impositivas destinadas
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