La Reforma de la Asignación MIR

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Carmelo Rodríguez-Álvarez (ICAE-UCM) y Antonio Romero-Medina (UC3M)

El día 3 de mayo el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social (MSCB) publicó los resultados definitivos de examen MIR y confirmó a Daniel Gómez Ramírez como número 1 de entre los 13.638 aspirantes del MIR 2021. Daniel obtuvo 158 respuestas válidas y 16 errores con una puntuación de 92,2766. El examen representa el 90% de su nota final que junto con la media de sus estudios de medicina le otorgan una puntuación total de 101,8656 y el derecho a ser el primero en escoger centro y especialidad para realizar su formación especializada entre las 7.989 ofertadas en 2021 (7.615 en 2020 y 6.967 en 2019, pueden verlo aquí). Las plazas están distribuidas en 44 especialidades y repartidas por centros de especialización por todo el país.

Dos Mecanismos de Asignación

Daniel se graduó en la Universidad de Castilla-La Mancha y se encuentra indeciso (quizá ya no) entre cardiología y medicina interna. Si se hubiera presentado al MIR 2020 (pueden verlo aquí) habría obtenido el derecho a ser llamado en el primer turno en el salón de actos del MSCB y escoger el primero especialidad y centro. Le hubieran seguido el resto de los aspirantes. Cada uno, por orden de nota escogería una plaza que no hubiese sido seleccionadas por otro aspirante con mayor puntuación, hasta que todas las plazas disponibles hubieran sido repartidas. La asignación de las 7.615 plazas en 2020 -el mayor MIR de las historia- se realizó durante 14 días, el primer día se asignaron 600 plazas y el último 497.

El mecanismo de asignación de plazas MIR 2020 es conocido como Dictadura en Serie. El MIR 2021 utilizará un mecanismo diferente. El Ministerio ha decidido cambiar el sistema por una aplicación telemática que ya venía usando de manera complementaria. En esta ocasión, Daniel y el resto de los aspirantes presentarán a través de la aplicación una lista con las plazas en las que están interesados ordenadas de mejor a peor. La aplicación replicará el proceso utilizado hasta 2020 de manera automática en un único día, seleccionando para cada aspirante la mejor de las plazas que tenga en su lista de entre aquellas que no hayan sido ya ocupadas por los aspirantes que le han precedido. Daniel sigue siendo la persona con mayor prioridad en todas las plazas o casi todas, los -pocos- hospitales universitarios privados tienen algún margen de influencia en la selección de internos de la que los públicos carecen (véase Alcalde, 2018; y una reseña aquí).

En teoría la aplicación MIR 2021 evitará los costes de realizar el proceso en 14 días (la mayor dictadura en serie que conocemos), y que miles de aspirantes tengan que acudir a la sede del MSCB. Si cada aspirante presenta una lista completa con sus preferencias sobre las plazas, la nueva aplicación MIR 2021 alcanzaría la misma asignación de plazas que la dictadura en serie que se utilizaba hasta 2020. Esta asignación sería eficiente. Seguiría coincidiendo con la que se obtendría en un mercado competitivo en el que se asignasen derechos de propiedad (de acuerdo con la puntuación total del MIR), y nadie ganaría nada mintiendo en sus preferencias.

Preferencias, Información, y Coordinación

El problema surge por un detalle clave que diferencia el procedimiento de la dictadura en serie del automático que se propone en 2021. Daniel no necesita ordenar las 7.512 plazas de residencia disponibles, sólo necesita conocer su mejor opción. Pero los aspirantes que ocupan puestos más retrasados pueden tener que presentar una lista ordenada con -literalmente- miles de plazas formación especializada de distintas especialidades y provincias.

El MIR 2020 combinó la elección presencial con la aplicación telemática. Las aspirantes podían cambiar la lista hasta el día antes del comienzo de su sesión y conocían el resultado de las sesiones previas. Además, podían acudir presencialmente y anular su decisión telemática. Aun así, cada aspirante debía ordenar unas 300 opciones (el número máximo de aspirantes en su sesión). Para el MIR 2021 el MSCB recomienda hacer listas ordenadas de unas 400 opciones.

En las actuales circunstancias, los aspirantes denuncian -acertadamente- un aumento de la incertidumbre en el MIR 2021. Pretender conocer los detalles de un número mayor de plazas y aún más ser capaz de formarse preferencias parece una tarea inasumible. En cualquier proceso de asignación, cuando las listas que pueden expresar los aspirantes tienen alguna restricción (de hecho, o de derecho), el mecanismo propuesto no alcanza necesariamente la misma asignación que la dictadura en serie y declarar sinceramente sus preferencias puede dejar de ser la mejor opción para los aspirantes. Las consecuencias sobre la eficiencia del sistema son claras y afectan más a los aspirantes que se encuentran en posiciones intermedias de puntuación. En primer lugar, es posible que, para algún candidato que haya errado en su cálculo, ninguna de las plazas solicitadas esté vacantes cuando le llegue el turno. En este caso el sistema no le asignaría plaza y otros aspirantes con menor prioridad podrían obtener ventaja. Además, si los aspirantes no rellenan suficientes opciones en su lista es muy posible que el sistema dictamine que ningún aspirante está dispuesto a asumir plazas aceptables que quedarían vacantes. Finalmente, es posible que haciendo uso de las opciones de solicitar provincia o especialidad de modo genérico algún aspirante acabe asignado a una plaza que no desea. En definitiva, la asignación del MIR 2021 final podría ser susceptible de mejoras de eficiencia (en sentido de Pareto) o incluso proponer asignaciones que los aspirantes prefieran rechazar y esperar a una nueva oportunidad el siguiente año.

Costes Hundidos

Los problemas del mecanismo simultáneo van más allá. Aun cuando los aspirantes pudieran ordenar las 7.912 plazas disponibles, la elección no se hará en las condiciones del MIR 2020.

Después de años de carrera y preparación del MIR, los aspirantes, especialmente los que se enfrentan a la incertidumbre se saber a qué plazas realmente optan, dedican un considerable esfuerzo, para formar sus preferencias y poder seleccionar la plaza de formación especializada que más les conviene. Los aspirantes sopesan sus preferencias sobre especialidad, localidad, características de los servicios, hablan con sus compañeros, y visitan los servicios de formación de las especialidades que prefieren en los centros que más les gustan (Laura nos lo cuenta aquí). Preguntan y obtienen información sobre la calidad de la formación impartida y las características de las especialidades (Véase Machado et al., 2012). El proceso secuencial de la dictadura en serie que permite la difusión de esta información. Los aspirantes pueden centrarse en las plazas que no han sido elegidas, y además inferir información adicional sobre opciones que no han analizado de las decisiones de los aspirantes que les preceden. (véase Bade, 2015). Evidentemente, el sistema simultáneo propuesto para el MIR 2001 no facilitaría la recopilación y transmisión de esta información.

Hay otro aspecto importante a considerar. Aunque la mayoría de los aspirantes tienen menos de 30 años, en 2018, el 10% del total tenía entre 30 y 39 años. Inevitablemente, muchos aspirantes tienen pareja y algunas de esas parejas participan en el mismo proceso de asignación buscando una plaza compatible con su vida en común. En los años 80-90, el exitoso sistema centralizado de residencia en los EE. UU. (NMRP, véase aquí) tuvo que ser reformado ya que el sistema no ofrecía a las parejas la posibilidad de coordinar sus elecciones y muchas preferían negociar directamente con los hospitales fuera del sistema. (En 2021, el NMRP contó con 1.224 parejas de entre 24.736 aspirantes). En el caso de la asignación del MIR se había encontrado una solución simple y elegante. Cuando llegaba el turno de la primera de las personas que quería condicionar su elección dejaba pasar el turno y esperaba al turno de su pareja, momento en el que ambos decidían consecutivamente coordinando su decisión. El nuevo sistema no ofrece esta opción.

Conclusiones y Propuestas.

El nuevo MIR 2021 es un sistema muy similar al empleado por las universidades (con aparente éxito) para sus estudiantes de primer curso. Pero los detalles importan. Por ejemplo, si los asignados no formalizan su matrícula se permite a los estudiantes optar a plazas vacantes. Las notas de corte del año anterior ofrecen información valiosa sobre las opciones reales del estudiante. En el MIR 2021, las plazas disponibles son escasas y singulares, y por tanto la información referente a años anteriores no es suficientemente precisa. Así, los problemas estratégicos, de difusión de información, y coordinación nos sugieren que la asignación final no será eficiente ni a prueba de estrategias. La experiencia nos indica que los mecanismos con estas características acaban generando problemas y por ello resultarán eventualmente sustituidos.

Una manera simple de solucionar estos problemas es dejar las cosas como están. Esta opción tiene un coste importante. Alternativamente, hay diseños que podrían –si son implementados adecuadamente–mantener las propiedades de la dictadura en serie a un menor coste. Durante el pasado MIR 2020 los aspirantes se organizaron por especialidades en páginas de Facebook declarando su prioridad y preferencias. Este año hay una app que reproduce este proceso. Ambas son insuficientes y pueden inducir a error dado que la información aportada no es vinculante para los aspirantes y carecen de incentivos para declarar sus verdaderas preferencias. Una diseño posible sería replicar el proceso de la dictadura en serie usando la misma aplicación empleada por MSCB para la asignación ofreciendo resultados provisionales a modo de preasignaciones. Finalmente, en el momento de la asignación la aplicación podría tomar como definitivas las preferencias de los aspirantes por tandas correspondientes a rangos en el orden de puntuación, permitiendo a los demás aspirantes reconsiderar sus preferencias a la vista de la asignación previa y de las plazas disponibles. Por supuesto habría algunos problemas a resolver pero disponemos de herramientas para abordar esos problemas.


  • Carmelo Rodríguez-Álvarez. PhD Universitat Autònoma de Barcelona. Profesor Titular Universidad, Instituto Complutense de Análisis Económico ICAE-UCM. Su investigación se centra en Elección Social y Diseño de Mercados. @charmelades
  • Antonio Romero-Medina. PhD Universitat Autònoma de Barcelona. Profesor Titular Universidad, Depto. Economía, Universidad Carlos III de Madrid. Su investigación se centra en Teoría de Emparejamiento y Diseño de Mercados. @A_ROMERO_MEDINA
Hay 10 comentarios
  • Quería darles las gracias por tratar este tema que nos tiene a todos bastante enojados, haciendo claro que no es solo la opinión de los MIRes si no que el sistema tiene claro fallos de diseño.

    Soy un estudiante de Medicina que lee este blog para aprender de economía y desde el momento del anuncio del nuevo sistema de elección MIR se mezclaban en mí el asombro y el miedo. El asombro de que de una administración pública saliera una idea tan rematadamente mala (algo a lo que tristemente nos vamos acostumbrando) y el miedo porque haya llegado para quedarse (y me afecte a mi y a mis compañeros en el futuro), algo que parece probable dada la alergia a la rectificación de los políticos.

  • Me alegro de que alguien, como Antonio y Carmelo, haga un análisis serio del nuevo mecanismo telemático de asignación de plazas MIR. ¿Sería tan costoso que nuestros gobernantes preguntaran a expertos y evaluaran los costes y beneficios, antes de tomar una decisión por decreto?
    Coincido con la solución propuesta por Antonio y Carmelo, sencilla y poco costosa de implementación telemática, que genera información valiosa para los MIR en el proceso de asignación.
    La situación telemática actual, donde deben hacer un ranking the especialidades y hospitales igual al numero obtenido en el examen MIR (con 13.638 aspirantes y casi 8.000 plazas) es un coste muy alto para los aspirantes a plaza MIR. El coste aumenta cuanto mayor sea el numero hayan obtenido en el examen MIR. Algunos tendrán que hacer un ranking the mas de 7.500 plazas para no quedarse sin plaza y quizás algunas plazas queden vacantes an no poder hacer un ranking serio de preferencias sobre tantas plazas.

    • Muchas gracias por tu comentario Álvaro,

      En los procesos de rediseño de mercados es muy importante implicar a los agentes. En el post proponemos maneras de aminorar la carga de los aspirantes manteniendo, en su mayor parte las propiedades del proceso de asignación, pero hay otras opciones.

      En todo caso, es importante conocer bien las propiedades del proceso de asignación y los intereses de las partes para determinar cuáles son las soluciones posibles y escoger la más idónea. También probar las nuevas soluciones por anticipado mediante su estudio y simulación.

      Posiblemente este año todo funcione bien gracias a que los aspirantes van a poner un considerable esfuerzo extra, pero el sistema tiene problemas y acabará mostrando sus debilidades.

  • Muchas gracias, Guillermo, por tu comentario y por seguir el blog,
    Mi opinión es que el sistema presencial genera unos costes innecesarios en aspirantes y administración (lo digo por mi experiencia en Tribunales de Oposiciones).
    Pero más allá de las buenas intenciones, el diseño no tiene en cuenta detalles que son más o menos obvios y sí muy relevantes en la transmisión de información (el campo de diseño de mercados, es relativamente nuevo en ECO y aunque ya lleva unos cuantos Premios Nobel, 2012, 2020, solo unos pocos lo incluimos en los programas de grado)
    La experiencia (internacional) nos dice que reformas como esta suelen ser eventualmente sustituidas. Solo esperamos que la próxima reforma se plantee tras un análisis detallado de los costes y beneficios de la propuesta.

  • Gracias por elaborar un texto tan bien documentado y bien explicado como este, que hace ver que este sistema tiene fallos de diseño objetivos y no son solo quejas nuestras sin fundamento.
    Para quienes estamos sufriendo este proceso se hace a veces difícil de explicar a terceros qué es lo que está mal exactamente, y que el problema no es que sea telemático, sino la forma en que se ha ejecutado, quitando la elección en tiempo real.
    De nuevo reitero mi agradecimiento, ojalá estas decisiones se tomaran tras un análisis serio como este.

    • Hola Marina,

      Muchas gracias por tu comentario. Como bien dices hay mercados que pueden replicarse telemáticamente sin ningún problema e incluso con ventajas. En nuestro caso, la asignación de plazas de formación especializada habia resuelto de manera brillante muchos problemas que permanecen en otros mercados. Por ejemplo, el NMRP tiene que aportar cada año datos de como gestiona las solicitudes hechas por parejas para hacer creíble que las trata bien. En el caso español la asignación final tiene muy buenas propiedades y todas ellas se ven comprometidas por el nuevo diseño pese a que la prioridad de los aspirantes sea la misma en ambos.

      Buena suerte en tu MIR.

  • Hola, quería añadir un matiz importante. En años anteriores, si a un candidato con el número 6.000 (por ejemplo) no le interesaba ninguna plaza de las que quedasen en ese momento, renunciaba a elegir y la elegiría otro candidatos posterior. De este modo Este, aunque hubiera 8.000 plazas, podría tener opciones de elegir incluso el número 9.000 o 10.000.

    Este año, ese mismo candidato 6.000 seguramente rellenará 6.000 plazas "por si acaso" aunque alguna "no le convenza del todo". Pero le será asignada esa plaza. Si luego decide no acudir a tomar posesión, esa plaza SE PIERDE. Nadie la ocupará. Se perderá una formación MIR durante los 4 o 5 años que dure ese plaza vacante. Es un GRAVE problema para TODO el sistema de salud.

    • Muchas gracias Ignacio,
      En el texto señalamos que ese problema es posible y habría que estudiar a cuantas plazas afectaría,... pero una vez volvemos al punto de ser capaz de ordenar las 7000 plazas disponibles (si no porque solicitas algo que vas a rechazar?)
      Por otro lado (y más técnico) , en muchos contextos reales (subastas, elección escolar, etc... ) en los que agentes deberían tener una estrategia claramente óptima, se observa que los protocolos no secuenciales en los que no se transmite información son más proclives a que los agentes utilicen estrategias sub-óptimas como en este caso, elegir una plaza que sabes que vas a rechazar. (En jerga, la dictadura en serie es obviamente no manipulable)
      Pero como ya he comentado en otro lugar, tomar posesión de plazas de funcionario para no ocuparlas pidiendo una excedencia está a la orden del día en la Admón.

  • Excelente entrada de un tema de rabiosa actualidad. Una pregunta: ¿en los mecanismos que esbozáis no hay ningún problema asociado con la existencia de parejas?

    • Muchísimas gracias Luis,
      El problema de las parejas se suavizaba en el MIR presencial al poder retrasar su turno el que tenía mayor puntuación para elegir en turnos consecutivos. Lo que planteamos se acercaría un poco a esa situación. En la aplicación del MIR 2021, tienes la opción de renunciar a tu prioridad (pero si no sabes a qué conjunto disponible te enfrentas no se soluciona el problema)
      El problema de las parejas no admite solución clara, pero sería necesario permitir a las parejas expresar preferencias por asignaciones conjuntas para las parejas. El trabajo de Roth (& Peranson) para el NMRP nos enseña que deberían realizarse simulaciones para encontrar el protocolo más conveniente para incorporar esta nueva dificultad.

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