Por Libertad González y Ana Rodríguez
Hace unos días se hizo pública esta herramienta para acceder a los datos nacionales de mortalidad diaria procedentes de registros civiles, a tiempo real. Hasta ese momento, los investigadores teníamos que esperar a que el Instituto Nacional de Estadística publicara los datos anuales de mortalidad, con meses de retraso, como ya mencionábamos en nuestra entrada anterior sobre la letalidad del covid-19 por sexo.
Los datos de mortalidad diaria están disponibles para los últimos dos años. Con ellos hemos generado la figura 1, que se ha difundido en varios medios (por ejemplo aquí), y que muestra un pico muy grande en el número de fallecimientos a nivel nacional en la segunda mitad de marzo. En esta entrada combinamos estos datos con los históricos de mortalidad del INE, para estudiar en qué medida el pico de este mes de marzo es realmente excepcional.
Figura 1. Número diario de defunciones en España, abril 2018- marzo 2020 (MoMo)
Es importante resaltar que los datos que presentamos en esta entrada incluyen todas las muertes registradas en España, por todas las causas. Es decir, se incluyen tanto los fallecimientos atribuidos directamente al covid-19 (de pacientes diagnosticados), como el resto de fallecimientos por cualquier otra causa. Esto nos permite esquivar los problemas de medición que presentan las estimaciones diarias de muertes por coronavirus.
En la figura 1 se observan dos picos de mortalidad anteriores al actual, en enero de 2020 y 2019. Enero suele ser el mes del año con más defunciones en España, lo cual se relaciona con la gripe estacional de cada invierno. El pico del covid-19 en marzo de 2020 es claramente muy superior a los dos anteriores, superando las 2.400 muertes diarias frente a máximos en torno a 1.500 en los eneros previos.
El New York Times presentaba la semana pasada un gráfico similar para la ciudad de Nueva York, pero con las muertes agregadas a nivel mensual, y datos desde el año 2000 (figura 2). Se observa muy claramente cómo marzo de 2020 es verdaderamente excepcional en perspectiva histórica, superando con mucho incluso el pico de muertes del 11 de Septiembre de 2001.
Figura 2. Número mensual de defunciones en la ciudad de Nueva York, 2000-2020
A continuación realizamos un ejercicio similar con los datos de España. En la figura 3 combinamos los datos del MoMo para los últimos dos años con los históricos de partidas de defunción del INE desde el año 2000, para comparar la mortalidad de marzo de 2020 con la histórica mensual para España (un gráfico similar se publicaba ayer aquí).
Hay que tener en cuenta que los registros de los que se nutre el MoMo solo cubren al 93% de la población, por lo que puede haber una pequeña infraestimación respecto a los datos del INE. En cualquier caso, el objetivo es comprobar si el pico actual es comparable a picos anteriores o no, con una perspectiva de más largo plazo.
La figura 3 muestra, quizá sorprendentemente, que las cerca de 50.000 defunciones registradas en marzo de 2020 no son tan excepcionales. El pico de este marzo a nivel nacional es comparable en magnitud a los meses de enero de 2005, 2015, 2017 y 2018. Esto no se percibía en la figura 1 de muertes diarias, porque la serie empezaba en abril de 2018.
Figura 3. Número mensual de defunciones en España, 2000-2020
¿Quiere decir esto que estamos ante una mala temporada de gripe cualquiera? Desde luego que no. Lo que ocurre es que las defunciones por coronavirus están muy concentradas geográficamente, lo que hace que el pico parezca menos pronunciado al agregar todas las regiones. La figura 4 muestra el histórico mensual para la Comunidad de Madrid, la región de España con más muertes por coronavirus registradas.
Figura 4. Número mensual de defunciones en la Comunidad de Madrid, 2000-2020
El gráfico para Madrid sí muestra un pico sin precedentes, con una mortalidad mucho mayor que cualquier otro mes durante los últimos 20 años (casi el doble que el anterior máximo registrado, en enero de 2015). Este pico se observa entre las personas mayores de 65, pero también (en menor medida) entre los más jóvenes (figura 5).
Figura 5. Número mensual de defunciones en la Comunidad de Madrid por grupos de edad, 2000-2020
Máximos insólitos se observan también en algunas otras comunidades, como Castilla La Mancha (Figura 6) y, en menor medida, Castilla y León, La Rioja y Navarra.
Figura 6. Número mensual de defunciones en Castilla La Mancha, 2000-2020
Sin embargo, Cataluña, a pesar de ser la segunda región con más casos, no presenta un pico mayor al de enero de 2018 o 2017 (Figura 7).
Figura 7. Número mensual de defunciones en Cataluña, 2000-2020
Con estos gráficos pretendemos ilustrar dos conclusiones. Primero, el gráfico nacional con datos de mortalidad diaria del MoMo presenta una visión parcial de la variabilidad histórica en la mortalidad a lo largo del año en España. En años recientes se han vivido inviernos con picos importantes de magnitud comparable al actual a nivel agregado.
Segundo, la mortalidad por covid-19 se encuentra muy concentrada geográficamente, más de lo que los números absolutos parecen indicar. La comparación con los datos históricos de mortalidad muestra que el brote de Madrid es mucho más importante en magnitud que el de, por ejemplo, Cataluña. Es cierto que sería útil poder mostrar los datos a nivel de área metropolitana además de a nivel regional, ya que es posible que Barcelona ciudad presentara una imagen más comparable a la de Madrid.
También es importante mencionar que la mortalidad observada en marzo (y abril) de este año es la ocurrida en una situación en que el país se encuentra confinado desde el 14 de marzo. Un escenario diferente, por ejemplo, con un grado de confinamiento menos estricto, habría resultado en cifras de mortalidad distintas, probablemente aún más elevadas.