Por Berna León, Javier Carbonell y Javier Soria
"La desigualdad en España" (Lengua de Trapo y Círculo de Bellas Artes, 2024) surge de la constatación de que no existía un manual de referencia dedicado a la desigualdad en nuestro país, especialmente uno que ofreciera una perspectiva transdisciplinar. Este libro busca integrar las últimas investigaciones en ciencias sociales (desde economía y sociología hasta la ciencia política y la filosofía) sobre desigualdad económica y social en conjunto con temáticas tan diversas como la influencia de la genética y el impacto de las casas de apuestas en la desigualdad. Adaptando el curso sobre desigualdad que impartimos en Sciences Po, fruto de las discusiones entre los editores (un politólogo, un sociólogo y un economista), hemos plasmado las diversas maneras de abordar este fenómeno en el texto.
El libro no se limita a ser una recopilación académica, sino que también aspira a incidir en el debate público e ideológico, ofreciendo una guía sobre cómo actuar para combatir la desigualdad. Esta doble función, tanto de manual académico como de herramienta de acción, se refleja en su estructura, mientras que los capítulos recogen las investigaciones más recientes sobre la desigualdad en España, la introducción y la conclusión adoptan un tono más combativo y propositivo las implicaciones sociales de estos estudios. Nos enfocamos particularmente en criticar tres grandes mitos sobre la desigualdad, que desmontamos con la ayuda de todas las contribuciones. Estos mitos articulan la larga introducción del libro, y son los que aquí ofrecemos a modo de aperitivo del libro: la (falsa) oposición entre igualdad y libertad, la (también falsa) oposición entre igualdad y esfuerzo individual y la (adivinaste bien: de nuevo falsa) oposición entre igualdad y crecimiento.
Desigualdad y libertad
En línea con los trabajos filosóficos de Amartya Sen y, más recientemente, Joseph Stiglitz, este libro rescata la antigua idea de que la libertad y la igualdad no son valores contrapuestos, sino que se necesitan mutuamente. La oposición entre ambos valores surge de una comprensión de la libertad únicamente como ausencia de coerción externa (libertad negativa), olvidando la definición de libertad como la capacidad de hacer algo (libertad positiva). La desigualdad económica, restringe esta libertad positiva al limitar las oportunidades de educación y empleo, forzando a muchos a aceptar trabajos insatisfactorios y vivir en condiciones precarias.
Este énfasis en la libertad es también necesario porque, en muchas ocasiones, los investigadores de la desigualdad, al centrarse en los factores sociales que determinan nuestros resultados económicos, ofrecen una visión del mundo poco atractiva para el público general, que desea mejorar sus circunstancias. Por ello, el libro defiende una visión de la libertad no como algo que se posee o no de manera categórica, sino como algo que se conquista socialmente. La capacidad de realizar el proyecto de vida que los ciudadanos desean varía de una sociedad a otra y de una época a otra; en las sociedades más desiguales hay menos capacidad para escapar del poder de las circunstancias sociales en las que hemos nacido. Al concebir la libertad como la capacidad de realizar el proyecto de vida que uno desea y como un logro colectivo, el libro reformula el proyecto liberal como una lucha por ganarle espacios de libertad a la desigualdad.
Esfuerzo, meritocracia y desigualdad
El libro propone rescatar las nociones de esfuerzo y de mérito de la meritocracia. El libro defiende que criticar la desigualdad no es criticar el esfuerzo individual, sino remarcar que el esfuerzo no se recompensa igual para todos. La meritocracia, tal como se practica, favorece a los ya privilegiados, ignorando el esfuerzo extraordinario de aquellos que nacen en circunstancias adversas.
Asimismo, el ideal de la meritocracia asume que existen suficientes recompensas para todos aquellos que se esfuerzan. Sin embargo, las altas tasas de desempleo, la precarización del mercado laboral, y el aumento del coste de la vida hacen que las recompensas en forma de buen trabajo, vivienda y posibilidad de formar una familia sean cada vez más escasas o menos satisfactorias. Redistribuir la riqueza ayudaría a crear más y mejores recompensas en forma de salarios dignos y, por tanto, permitiría recompensar adecuadamente el esfuerzo de todos.
Crecimiento económico y desigualdad
Existe una creencia común de que la desigualdad incentiva a las personas a trabajar más duro y aumentar la productividad. Sin embargo, este argumento no considera las ineficiencias que la desigualdad genera. Investigadores del Banco Mundial han señalado que los niveles actuales de desigualdad pueden ser perjudiciales para el crecimiento económico a través de varios mecanismos como el debilitamiento de la demanda interna y el aumento de las tasas de ahorro de los más ricos, que suele conllevar mayores niveles de financiarización.
Además, la idea de que los países más desiguales son los que más valoran el mérito y el esfuerzo individual es errónea. La "Curva del Gran Gatsby" demuestra que los países con mayor movilidad social son también los más igualitarios. Estos países permiten que un mayor número de individuos exploten sus talentos, lo cual es beneficioso para el crecimiento económico y la innovación.
Figura 1: La curva del “Gran Gatsby” (Corak et al. 2013)
Propuestas para reducir la desigualdad
Tal y como se muestra en el Informe sobre la Desigualdad Global de 2022 del World Inequality Lab, el nivel de desigualdad económica en nuestro país no es precisamente bajo, especialmente el de la riqueza. Según el informe, en España el 10 % más rico posee casi el 60 % de la riqueza total mientras que el 50 % más pobre tiene menos del 7 % de la riqueza total, dato que sitúa a nuestro país entre aquellos con mayor concentración de riqueza de la zona Euro. Como mostramos en el libro, otra manera de entender la magnitud de la desigualdad de riqueza de una manera más cercana, es comparar el valor medio de la riqueza del grupo más rico y el grupo más pobre: mientras el 10 % más rico tiene una riqueza valorada aproximadamente en 830.000€ el valor de la riqueza del 50 % más pobre es tan solo de 19.000€. Esto supone que el grupo más rico tiene un valor medio de la riqueza 44 veces superior al de la mitad más pobre de la población.
Para reducir esta enorme desigualdad, el libro concluye con propuestas de políticas públicas a corto y largo plazo. Aquí describimos brevemente las líneas generales de propuestas en cinco ámbitos que se pueden llevar a cabo en el marco de una legislatura para paliar la desigualdad en España e invitamos al lector a descubrir las propuestas a largo plazo en la conclusión del libro.
- Educación: centrar los esfuerzos de la política educativa en reducir dos de los males endémicos de nuestro sistema de educación pre-universitario: las tasas de repetición y abandono escolar temprano, ya que afectan desproporcionadamente a los estudiantes de bajos ingresos. Adicionalmente, proponemos el establecimiento de la gratuidad de la educación de 0-3 años, período donde una inmensa literatura académica en ciencias sociales ha identificado como fase crítica donde las intervenciones para ayudar al desarrollo cognitivo de los niños son más efectivas.
- Reforma fiscal: proponemos reducir el uso excesivo de los tipos reducidos del IVA y hacer del IRPF el principal instrumento para aumentar la capacidad redistributiva del sistema fiscal, incrementando tanto los tramos de este impuesto como su tipo marginal máximo. Al mismo tiempo, esta reforma del IRPF debe ir acompañada de un reajuste en el Impuesto de Sociedades. En perspectiva europea, este impuesto tiene un peso recaudatorio inferior al de la media de nuestro entorno debido en gran parte a las compensaciones de pérdidas pasadas. Este, entre otros problemas del impuesto de sociedades, ha erosionado durante los últimos veinte años la progresividad fiscal en España, ya que el porcentaje de renta que representa este impuesto es muy elevado en la parte más alta de la distribución de la renta. En consecuencia, esto hace que el tipo efectivo medio pagado por los percentiles más altos y más bajos de la distribución sea bastante parecido a día de hoy en nuestro país, lo que es injusto.
- Redistribución de riqueza: ya que la concentración de la riqueza en España es especialmente marca y esta se transmite entre generaciones, proponemos redistribuir la riqueza hacia los más jóvenes a través de una herencia universal y otorgarles al menos una oportunidad de desarrollar sus vidas. La herencia universal consiste en proporcionar a toda persona cuando llegue a la mayoría de edad (o una edad entre los 18 y los 25) una suma de dinero. Sin embargo, esta transferencia no es un cheque en blanco ya que va condicionada a financiar un proyecto que tenga un beneficio social. Se puede usar para crear un proyecto cultural, financiar el estudio de oposiciones, pagar la entrada de un piso o crear un proyecto empresarial
- Rentas mínimas: proponemos ahondar en las políticas de garantías de ingresos, ya que son no solo un dique frente a la desigualdad, sino también frente a la pobreza. En este sentido, la experiencia del ingreso mínimo vital (IMV) ha sido determinante, pese a sus numerosos problemas de puesta en marcha. Este ingreso ha requerido de una coyuntura como la de la covid-19 para que finalmente se superaran las resistencias políticas de quienes asociaban esta renta a la destrucción de los incentivos al trabajo. Sin embargo, pese a los méritos de esta medida, ha habido problemas —entre otros, de información y burocracia— que han dificultado su potencial. Nuestra propuesta no se refiere exclusivamente a mejorar técnicamente su implementación para los grupos que ya se pueden beneficiar, sino que proponemos cambiar el enfoque de la prestación de una medida contra la pobreza extrema a una que apoye a todas las personas en riesgo de pobreza incluyendo no solo a la clase trabajadora, sino también a las clases medias empobrecidas.
- Política industrial verde: finalmente, proponemos una política industrial verde para reducir la dependencia de sectores precarios como el turismo y promover el desarrollo de infraestructuras sostenibles. Esta política incluye la inversión en energías renovables, fomento de la economía circular, apoyo a la innovación tecnológica, desarrollo de infraestructuras ecológicas y programas de educación y concienciación. El objetivo de esta estrategia es crear empleos sostenibles, mejorar la calidad ambiental, diversificar la economía y cumplir con los objetivos climáticos, para atajar los problemas de falta de “buenos” trabajos y reducir las desigualdades de ingresos.
En definitiva, el libro, escrito por expertos de diversas disciplinas, ofrece una visión integral de la desigualdad en España -- y por lo tanto no ha sido sencillo de resumir para esta entrada--. Propone una "perspectiva igualitaria" para todas las políticas públicas, similar a la perspectiva de género, para garantizar que todas las decisiones consideren sus impactos distributivos. La obra busca equipar a los lectores con datos y argumentos sólidos para luchar por una sociedad más justa y equitativa, desafiando los mitos que perpetúan la desigualdad y promoviendo un modelo de crecimiento inclusivo y sostenible