El debate mediático se centra inevitablemente estos días en el efecto sobre el desempleo de las reformas emprendidas por el gobierno, en particular en su efecto a corto plazo. La magnitud del problema y los riesgos de que las altas tasas de paro se hagan persistentes justifican esta preocupación. Sin embargo una vez que los acuerdos fiscales y la actuación decidida del banco Central Europeo parecen haber alejado, al menos por ahora, el riesgo de una crisis fiscal desordenada es el momento de recordar que el éxito o el fracaso de las reformas se medirá en función de su contribución a aliviar los problemas de fondo de las economías europeas, que se han ido gestando a lo largo de más de una década y que no van a resolverse de la noche a la mañana. El primer Alert Mechanism Report, que la Comisión Europea hizo público el 14 de febrero, recoge una serie de indicadores macrofinancieros de los países miembros. Más allá de la foto fija que proporciona el informe, el análisis dinámico de estos indicadores sugiere que los principales desequilibrios de las economías europeas –en particular su baja capacidad competitiva y su elevado endeudamiento exterior- no se están corregido a un ritmo adecuado o incluso que no se están corrigiendo en absoluto.
El ARM supone el primer paso para poner en marcha el denominado Macroeconomic Imbalances Procedure, del que la Unión Europea se ha dotado para monitorizar la evolución económica de cada uno de los países que la forman. EL MIP –cuya descripción puede encontrarse aquí- pone un especial énfasis en el seguimiento de los desequilibrios que pueden desembocar en crisis generalizadas como la que estamos sufriendo y a los que no se ha prestado una atención suficiente en el pasado. A partir del resultado de este seguimiento, si la Comisión Europea considera que alguno de los indicadores entra en zona de peligro puede obligar al país afectado a proponer un plan de acción para su corrección que, en caso de no ser aplicado adecuadamente, puede dar lugar a una sanción económica o a la pérdida de ciertos derechos de voto. La lista de indicadores, diseñada para detectar desequilibrios interiores, financieros y de competitividad, es la siguiente (entre paréntesis figuran los límites a partir de los cuales se detecta algún tipo de desequilibrio relevante): Balanza por cuenta corriente (%PIB, -4%, 6%); posición internacional neta (%PIB, -35%); tipo de cambio real efectivo (tasa de variación, -5%, 5%); cuota de mercado de exportación (tasa de crecimiento, -6%); coste laboral unitario nominal (tasa de crecimiento, 9%); precio de la vivienda (tasa de crecimiento, 6%); flujo de crédito al sector privado (%PIB, 15%); deuda del sector privado (%PIB, 160%); deuda pública (% PIB, 60%); y tasa de desempleo (10%).
Como se aprecia en el cuadro resumen -en el que he excluido los países más pequeños- el primer informe de situación señala que todos los países tienen al menos dos indicadores en zona de peligro y que varios tienen más de la mitad fuera de los límites que se consideran sostenibles. Los países con peores resultados cualitativos pertenecen a la periferia del área Euro en donde Grecia, Portugal, Irlanda y España suspenden en al menos cinco de los diez criterios. La situación es peor si tenemos en cuenta que indicadores como la tasa de crecimiento del precio de la vivienda y del crédito al sector privado están hoy día dentro de los límites aceptados por el MIP como consecuencia de la extraordinaria restricción de crédito que sufren la mayoría de las economías de la UE.
Dejo para otro momento un análisis más detallado de esta información o de la muy desfavorable posición de España en varias de sus dimensiones. Sin embargo la dinámica de estos indicadores muestra con más claridad el problema de largo plazo de la UE y, más en concreto, de la Eurozona -he seleccionado el dato al inicio del Euro, 2001, en la fase final de la fase expansiva, 2008, y el más reciente disponible, 2010. En el Gráfico 1 se recoge la evolución del déficit por cuenta corriente de los países recogidos en el cuadro. Sólo Alemania, Dinamarca, Finlandia, Austria, Holanda y Suecia presentan superávits de forma sostenida aunque en general por debajo del límite superior marcado como problemático. Por el contrario diez países de la UE tienen déficits muy elevados, sistemáticamente por encima del 4%.
Es cierto que la propia recesión ha reducido esta disparidad en 2010 (barras en verde) desde los valores extremos que alcanzó alrededor de 2008 (rojo) y que esta convergencia se ha acentuado en los últimos trimestres, como se podrá sin duda corroborar en el próximo ARM. Sin embargo, como muestran los dos gráficos siguientes el problema exterior de la mayoría de los países Europeos, está lejos de resolverse. Por una parte las posiciones exteriores netas no han hecho sino empeorar a pesar de la reducción de los déficits exteriores (Gráfico 2). Con la excepción de Bélgica, Alemania, Holanda y Finlandia los países de la UE tienen una posición exterior negativa que ha aumentado desde 20001, y que no ha dejado de hacerlo en plena recesión. Nueve de estos países llevan ya varios años con niveles que no sólo superan el límite marcado por la Comisión –una posición negativa superior al 35% del PIB- sino que en varios casos más que la duplican en 2010. Y la enumeración de las economías en esta situación revela un patrón claro. En general son los países menos avanzados de la Unión, pero mientras en algunos casos –Eslovenia, Polonia, Hungría, etc.- esta situación se puede entender por su estado de desarrollo y su tardía apertura al exterior, el endeudamiento externo de los países periféricos de la Eurozona se ha multiplicado por dos –y hasta por tres- desde la creación del Euro, incluso en países con una década de bajo crecimiento como Portugal, y ha aumentado entre 10 y 15 puntos de PIB desde 2008. En estos países la combinación de estructuras poco competitivas, con una fuerte presión de la demanda interna –impulsada por el crédito y/o un elevado déficit público- y una moneda común y fuerte han dado lugar a un endeudamiento externo al que parece difícil poner coto.
Más allá de las diferencias en las posiciones exteriores netas, la dependencia respecto a la financiación exterior es una debilidad estructural, persistente de la UE que no da muestras de remitir. Las tendencias del ahorro en los actuales países emergentes indican que este va a seguir creciendo en los próximos años –aquí y aquí, por ejemplo- pero, como ya señalaba en un post anterior, esto supone una buena noticia sólo a medias. Por una parte es previsible que el ahorro mundial siga aportando fondos potencialmente suficientes para financiar nuestras economías, pero, por otra, la dependencia exterior puede hacer que los riesgos de crisis de financiación que sufrieron los emergentes en los años ochenta y noventa se conviertan en crónicos en las economías de la periferia Europea.
Y es que la única forma en que es posible reducir este endeudamiento exterior sin incurrir en una profunda recesión es la mejora de las exportaciones. Pero la evolución de un indicador crucial de la competitividad, como es el aumento de cuota de mercado de las exportaciones europeas, ha tenido un comportamiento decepcionante. En el Gráfico 3 se recoge esta evolución que ha sido negativa para los países más desarrollados de la UE. En particular todos los países de la Eurozona han experimentado un declive sustancial entre 2001 y 2008 en la penetración -en términos relativos- en los mercados exteriores, declive que se ha mantenido e incluso acentuado hasta 2010. Este proceso es hasta cierto punto natural debido a la irrupción de algunos emergentes, pero indica que la economía Europea en su conjunto continúa con la misma tendencia que nos ha llevado a la difícil situación actual.
Si el MIP funciona, debe ser útil para reforzar los mecanismo de gobernanza europea en lo que a prevención de crisis se refiere. La primera radiografía –ARM- de los desequilibrios macrofinancieros en la Unión Europea no deja una buena imagen de muchos de los países que la conforman, ni de la del área en su conjunto. Los peores registros se observan en aquellas variables que por su naturaleza –son stocks- tienen un ajuste más lento: posición exterior neta, endeudamiento privado, etc. Sin embargo tampoco los flujos están evolucionando con la rapidez que cabría esperar. La recesión por si sola no está favoreciendo el desapalancamiento ni la reducción de nuestra dependencia con respecto al ahorro exterior. El objetivo de las reformas debe ser acelerar este proceso de ajuste como condición necesaria para un crecimiento significativo y equilibrado. Ese es el verdadero criterio para juzgar su eficacia.
Hay 47 comentarios
Es un placer disfrutar de un blog como el vuestro!! ¿Podría colgar este artículo en mi blog indicando el autor así como el blog "Nada es gratis" (con su link)?
Saludos
Borja Montaño
No hay problema.
El euro posiblemente tiene que dar un paso hacia atrás para finalmente dar uno hacia delante en la verdadera integración. Habrá que des-integrar el euro en ciertas áreas en las que la escala de integración no ha sido la adecuada (política monetaria) y mantener la centralización en aquellas en las que si que lo es (política ambiental). Es la idea/solución que se comentaba hace unos meses pre-manguerazo de liquidez del BCE de diciembre, por parte de los que no veían tanto problema en una fractura como Bruno Frey: las Jurisdicciones superpuestas funcionales competitivas. A ver que pasa con lo de Grecia porque tienen el bono a un año al 1006%, un 30% mensual. Debería faltar muy poco para que se declare la quiebra.
We Vincenzo
No creo que sea posible un paso atrás en el Euro. De hecho tal cosa supondría la ruptura del mismo. Lo que hace falta es una profundización en la UEM, pero en este caso tratando de ir más allá de la unión monetaria y favoreciendo la convergencia económica. Ahora nos toca corregir estos desequilibrios en un contexto complejo ya que la propia recesión reduce el margen de maniobra fiscal para hacer más suave el ajuste necesario. Por eso sólo nos queda una devaluación real efectiva para algunos países.
En cuanto a Grecia, mientras no tenga que acudir a los mercados su coste de financiación lo fija el paquete de ayuda. Aun así han sido necesarias quitas y puede que haya más.
Javier,
Entre mis lecturas de esta semana tengo el paper de Maurice Obstfeld
http://papers.nber.org/papers/w17877?ntw
que el NBER circuló el lunes pasado. Del abstract ya puedo intuir que estaré de acuerdo con la mayoría de sus argumentos pero seguramente concluiré que se queda corto en su respuesta al título del paper, Does the current account still matter? Yo hace tiempo que sostengo que la respuesta es no, y mucho más para la Unión Europea. Obstfeld sigue enganchado a la macro post WWII en la cual la unidad básica de análisis es el estado nacional.
Por lo anterior, discrepo totalmente con las últimas líneas de tu entrada. Hablar de dependencia con respecto al ahorro exterior me suena a argumento nacionalista --piensa si cada comunidad autónoma se planteara disminuir su dependencia exterior (leyendo El Confidencial de hoy me imagino a Griñan pidiendo a Madrid no se lleve la vaca porque todavía no la secó).
A mi juicio el verdadero criterio para juzgar la eficacia del proceso de ajuste pasa por reconstruir tanto el Estado de bienestar como el sistema financiero privado sobre bases sólidas. Sí estoy de acuerdo contigo en que el proceso todavía no ha empezado.
Quasimontoro
No he leído el trabajo de Obstfeld con detalle pero por estoy más bien de acuerdo con su punto. De hecho va en la línea de lo que defendí en un post pasado sobre ese tema -¿Nos debe preocupar la cuenta corriente dentro de la UEM?- y pensaba volver más adelante sobre él -¡gracias por el link!- porque está en la base de la reciente preocupación de la UE por los “desequilibrios excesivos”.
El argumento básico es que en un mundo en el que todos los mercados –de factores, de bienes y financieros- funcionan sin fricciones, la cuenta corriente debería ser irrelevante. Pero cuando estas fricciones son importantes y en especial cuando el problema de gobernanza no está bien resuelto -como en la Unión Económica y Monetaria- una divergencia significativa y persistente en las cuentas corrientes puede ser un síntoma de divergencia real o de acumulación de desequilibrios financieros.
¡Por fin! No tenía idea de que hubiese un criterio sobre el límite "peligroso" de deuda privada / PIB, y al fin lo veo negro sobre blanco: 160 %.
Después de tanto debatir sobre el tema verbalmente, con intuiciones y valoraciones genéricas, ahora me asalta la duda de dónde sale esa cifra. ¿Es algún tipo de media de la situación reciente a modo de bentchmark? ¿procede de algún modelo de simulación dinámico? Y en ese caso ¿qué supuestos de crecimiento económico se han metido en dicho modelo? Me gustaría que alguien me diese alguna pista del origen de esa cifra. Con independencia de la calidad del modelo que se haya utilizado para obtenerla, me parece que es mejor tener algo que nada, porque desde luego, la sombra de los stocks, como la del ciprés, es realmente muy alargada.
Muchas gracias por la entrada.
Jorge Bielsa
Todos estos límites se fijan de una forma bastante ad hoc. No hay un modelo específico detrás y desde luego dejan muchas dudas. Pero a mi no me preocupa tanto que no venga de un modelo estructural. Es más creo que a partir de fijar estos límites es cuando podremos empezar a analizar teórica y empíricamente si so o no adecuados. Lo importante es que pasamos de mirar sólo la situación fiscal a un sistema de “early warning”, con un seguimiento de un conjunto de indicadores que anticipan con más precisión futuros problemas macrofinancieros.
Estoy de acuerdo contigo en que los límites de riesgo de estos indicadores deberían variar por países. De hecho, aunque no lo especifico en el post, en algunos de ellos los estos límites son diferentes para los países de la UEM y para los que no lo son pero están en trámite para entrar. Pero esta deficiencia es más grave cuando nos fijamos sólo en un indicador, como en el Pacto de Estabilidad como discutí en un post anterior: El límite fiscal. Al considerar varios, este problema se diluye un tanto.
Totalmente de acuerdo.
Un bonito ejercicio sería ver en qué año este sistema de "early warning" hubiese avisado del peligro en caso de haber estado activo desde la creación del Euro. Me temo que para el caso de España, todas las luces rojas se habrían encendido hacia 2003, a excepción de...., ejem, la del ratio deuda pública/PIB; que para algunos es la única luz roja que han visto en los últimos meses. Qué cosas.
Hola, Javier Andrés.
Un lujo poder leer tu análisis que me parece haber visto brevemente hace un par de noches. Me gustó y dejé preparado este comentario.
Hace un año la OCDE reportaba algunos de estos problemas europeos: 200,000 millones de déficit en el semestre o algo así. Menos que USA pero sin sus “activos” geoestratégicos, corporativos y monetarios.
De tu artículo se desprende una cierta desesperanza, algo lógico dado el análisis, la fuerza de los datos y lo que sabemos de otros bloques mundiales a quienes tanto compramos, vendemos (menos) y pedimos prestado.
Este debate, en Francia, es más público que aquí y, aunque se trata con discreción, está presente desde antes del reventón de la burbuja.
En marzo del año 2006, al día siguiente de la victoria del NO en el Referendum Constitucional Europeo, se hizo una encuesta sobre Free-Trade y Proteccionismo en Francia.
La Resumo: 53% de los encuestados eran favorables a aumentar el proteccionismo y de estos los más favorables eran los más jóvenes (67% a favor) y los obreros (64% a favor) con un 58% de asalariados del sector privado también a favor.
En contra sólo un 31% y el resto NS/NC.
En general eran algo más “librecambistas” los mayores (pensionistas, etc.) y los empleados del sector público, es decir: los “protegidos del sistema” que aún no sentían el problema de cerca.
Es decir, nuestros vecinos, que tienen un problema bastante menor que el nuestro, son abrumadoramente favorables a establecer aranceles de nuevo y recuperar la industria perdida.
Por aquel entonces no había estallado la crisis pero ningún partido político ni candidato quiso entrar en este debate que se hace inevitable porque es la única forma de hacer algo medianamente efectivo contra el desempleo.
Este año acabaremos con al menos un millón más de parados y sin reducir un sector público que sigue sin ajustar su empleo.
Algo habrá que hacer porque, de no ser así necesitaremos mucha eutanasia activa.
Saludos y gracias de nuevo.
Yo estoy con Manu Orquendo, y me da que esto va a terminar en una ISI 2.0. No creo que nos deba extrañar a nadie. En la historia reciente de los siglos XIX y XX ya ha habido oleadas globalizadoras seguidas de proteccionismos.
Ahora bien, habrá que crear una “eco-socialdiplomacia” que se lo trabaje mucho en la OMC y permita bloquear todo producto importado de todo país que no produzca respetando los derechos humanos, del trabajador o las normativas ambientales. Veo el filón sobre todo en el tema ambiental. Es más vendible puesto que las emergentes ya han importado mucha tecnología a cambio de comida y los kilómetros que recorren los productos y emisiones de carbono asociadas, no son sostenibles.
Es hora que dejen el enfoque de la exportación y se centren en sus mercados nacionales. Los analistas de Natixis lo ven claro para el caso de China (ver aquí –> http://cib.natixis.com/flushdoc.aspx?id=61601 )
Por otra parte, esto sólo es posible si somos nosotros los que forzamos las barreras arancelarias. Lo que además, nos permitirá re-ajustar el tema del empleo y abrir la posibilidad a una tercera revolución industrial.
Mientras sigamos importando trabajo barato cristalizado en los bienes que nos traemos del exterior, debería estar claro que es imposible que el share salarial no decrezca en las economías avanzadas. Hay un informe del FMI que ya empieza a revisar estas cuestiones y analiza el efecto de la globalización del mercado de trabajo en las economías avanzadas (ver aquí –> http://www.imf.org/external/pubs/ft/wp/2007/wp07298.pdf)
Manu Oquendo
Sí. Verías la entrada fugazmente porque a la hora de dejarla programada me hice un lio y la publiqué por unos minutos.
La verdad es que el tema del proteccionismo siempre planea cuando hay una crisis como esta. Yo no soy partidario, pero no sólo por las razones habituales que los economistas nos contamos unos a otros, como las ganancias del comercio y todo eso, que también, sino porque la globalización es imparable y creo que las barreras artificiales no pueden frenarla. Las nuevas teorías y evidencia del comercio y de la apertura de la cuenta de capital nos dicen que, además de ganancias, la globalización genera costes y que unas y otros se reparten desigualmente entre grupos sociales e incluso países. Pero a pesar de todo creo que es mejor reorientar nuestra economía para poder sobrevivir en ese entorno. No es fácil, pero el objetivo de las reformas es que España –y Europa- vuelva a encontrar su lugar en el mundo, un lugar que hace unos años parecía asegurado -productividad e instituciones razonables y salarios bajos, ideal para actividades intensivas en mano de obra no muy cualificada- y que ahora ya no es el mismo.
Además con una deuda exterior como la que tenemos actualmente nuestra dependencia con respecto al exterior no nos permite cerrar nuestros mercados; si tenemos que devolver todas nuestras deudas sólo reduciendo las importaciones eso asegura una recesión duradera. Hay que apostar por fomentar las exportaciones y eso, por repetitivo que resulte, no es otra cosa que devaluación real más ganancias de eficiencia.
Ya sé que esto suena un poco a carta a los Reyes Magos, pero lo que otros países han logrado ha sido a base de muchos años de acumulación de capital físico y humano y de tener unas instituciones decentes. Cuanto antes nos pongamos en esa senda mejor, aunque no vamos a notarlo mañana ni pasado.
La verdad es que el ARM y el MIP tienen un aire más de autopsia que de diagnóstico. Todo parece indicar que el escenario de recesión complica la efectividad de las reformas efectuadas y las venideras. ¿A largo plazo, estamos todos muertos?
Lo siento Joan pero la respuesta es un contundente sí. En todo caso, si tienes menos de 70 años, te aconsejo prepararte física y económicamente para vivir hasta los 100. No todos los que tenemos más de 70 podemos apostar a que llegaremos a los 100.
En cuanto a tu referencia implícita a JMK, hace tiempo que está muerto y si bien con la crisis algunos de sus discípulos han pretendido resucitar, la Muerte no los ha perdonado.
Joan
El símil es acertado, pero yo lo pondría entre interrogantes: ¿diagnóstico o autopsia?
Si la constatación de estos desequilibrios no nos lleva a cambiar el rumbo de las políticas dentro de la UE y la UEM, vamos al fracaso del Euro y estaríamos simplemente determinando las causas de la muerte. Yo prefiero pensar que de este seguimiento va a salir un conjunto de políticas que corrijan lo que hemos hecho mal en el Euro, que no es la moneda misma o la política monetaria, sino las tremendas divergencias reales, que lejos de reducirse incluso han aumentado en algunos aspectos.
Para aquellos que vean en la austeridad la la solución a todos nuestros problemas, les envío la siguiente nota aparecida hoy:
El premio Nobel de Economía Paul Krugman advierte en su blog de que la austeridad en España no es una solución en España y "acerca al país a la catástrofe".
Krugman sitúa a España como el país de la crisis del euro "por excelencia", asegura hoy en un artículo en su blog.
Desde su punto de vista, lo que necesita la economía española es ser más competitivas, algo que se podría lograr con la reforma laboral, aunque se muestra escéptico y apuesta por una deflación gradual o "mediante la salida del euro y la devaluación".
El premio Nobel pone en tela de juicio la receta de la austeridad y asegura que "España no entró en esta crisis por ser fiscalmente irresponsable". Así, cree que esta medida "todo lo que hace es reforzar la espiral descendente".
Víctor
Precisamente este mecanismo de monitorización de diversos tipos de desequilibrio –el fiscal pero también otros- parte del reconocimiento de que el problema de fondo en Europa no es fiscal, sino de divergencias entre países. Hay que ganar competitividad y eso requiere de una forma u otra –y la reforma laboral puede servir para eso- la devaluación de la que hablas. La salida del Euro creo que supondría un riesgo enorme, tanto financiero a corto plazo porque nuestras deudas estarían definidas en una moneda que se encarecería –el euro frente a la nueva peseta- como de riesgo de aislamiento a medio plazo. Además si la salida del Euro supone una razón para no hacer otras reformas que necesitamos, las supuestas ganancias de una devaluación nominal nos durarían cuatro días.
Pero que el problema de España no sea fundamentalmente fiscal no quiere decir que no haya que arreglar ese asunto cuanto antes. Nuestra deuda ha aumentado en más de 20 puntos porcentuales con la crisis. Si sigue a ese ritmo nos ponemos en niveles del 80% en pocos años. Y además como nuestro ahorro es tan bajo, mucha de esta deuda pública y de la privada está en manos extranjeras. La crisis griega ha venido a poner las finanzas de todos los países en el disparadero. Creo que efectivamente hay que moderar un poco el proceso de ajuste fiscal, como defendía en mi último post, pero manteniendo el objetivo de finanzas saneadas a medio plazo.
No he leído todo el post (pero lo haré), había puesto bastante ilusión en el MIP y en su diseño racional, penalizando tanto el exceso de consumo como el exceso de ahorro, pero viendo ahora en detalle como se ha implementado, nada más ver ese Current Account -4% +6% (casualmente Alemania tiene 5,9%), veo que esta unión sigue siendo asimétrica, Alemania seguirá teniendo un excesivo ahorro y un deficiente consumo e inversión. Puede que su sistema financiero no lo pague si los países deficitarios se quedan en el -4%, aunque no lo creo, un 4 me parece bastante y un 6 absolutamente excesivo. Por otro lado no es tan importante el importe como la persistencia a lo largo de los años.
Sin duda Keynes seguiría pensando que el euro es un esperpento, y otros se seguirán acordando del BANCOR
http://www.rankia.com/blog/oikonomia/1016287-que-hubiese-opinado-keynes-euro
JesusN
La verdad es que los límites establecidos tienen un poco de arbitrario y seguro que hay cuestiones políticas detrás. Pero de todas formas para una UEM que en general tiene un saldo comercial neto con el exterior muy modesto –a veces con déficit a veces con superávit- primar algo más los saldos positivos que los negativos no es malo. En caso contrario, la financiación de los países del Sur dependería todavía más de ahorro en otras monedas –en este caso los emergentes- que ya hemos visto no están muy por la labor.
Dicho lo cual creo que la economía alemana puede avanzar en la liberalización de sectores para movilizar su demanda interna, sin que eso implique necesariamente –o al menos no únicamente- una expansión fiscal en un país que, no olvidemos, tiene una deuda pública más elevada que la nuestra. (Discutía estas cuestiones en un post anterior: Más allá de la crisis fiscal)
A eso voy, una mayor demanda interna de Alemania sería muy positivo para todos y la proximidad geográfica y la moneda única les da a los países periféricos una posición privilegiada a pesar del cuencoarrozismo chino. Como bien dices en el caso alemán esa estimulación de la demanda no debería llegar a través del gasto público.
En fin... ya es bueno empezar a reconocer que eso, tal como vamos y con las políticas que se desarrollan, no solo no tiene arreglo sino que empeora.
Lo terrible, que no inesperado, es saberse tan mal gobernado -quizá este sea el peor gobierno de la democracia, y mira que el anterior puso difícil superarlo- y encima no se para de publicar escándalos, desvergüenzas y chorradas mediáticas de ministros, que más bien parecen salidas de un parvulario.
Lo cierto es que que lo mejor sería crear una segunda moneda, (hace mucho que la expresé sin que nadie la comentara) convertible, flotante y de uso estrictamente interno.
Por lo visto ya no estoy solo, hace días me enteré que un grupo de economistas (cerebros leí) habían propuesto lo mismo para Grecia, después de un sesudo estudio. Eso o volvemos al proteccionismo o a un arancel social, que ya hace muchos años alguien propuso previendo lo que sucedería. La alternativa, se quiera reconocer o no, por nuestra parte es salir del Euro, y por parte europea: disolverlo parcialmente.
Pautax
No entro en las monedas locales, como las que comenta Víctor Luzón, porque no conozco bien su funcionamiento y seguramente tienen una función más de facilitar el intercambio comercial que el financiero. Pero crear dos euros no me parece la solución al problema. Hemos tenido dos crisis recientemente –en los 70/80 y a principios de los 90- tan profundas como esta y teníamos nuestra moneda para defendernos. Con dos monedas básicamente se reproducirían muchos de los desequilibrios observados entre países, con la única diferencia del recurso a las devaluaciones competitivas de una frente a la otra –es decir a la inflación.
Es lamentable que no hayamos aprovechado el tirón que supuso la creación de la UEM para hacer los cambios que hoy nos está tocando hacer en plena recesión, y por tanto con un gran coste social. Pero es que sin esta presión no los haríamos nunca y las situaciones como esta serían recurrentes. Desde luego si se divide la UEM yo quiero estar en la misma que Alemania, Holanda etc, aunque cueste un gran esfuerzo.
Por otro lado, y a raíz de la palabra "competitividad", si un país deprime por todos los medios posibles su consumo interno, y además puede hacerlo fácilmente porque es un país totalitario ¿deben todos los países hacer lo mismo para competir con él? A lo mejor el euro es demasiado fuerte ¿devaluamos? ¿bajamos salarios? ¿un fuerte impuesto al consumo? ¿eliminamos los impuestos al ahorro?
Si los desequilibrios en Europa continúan, en menor medida debido a la crisis, los desequilibrios entre EEUU y Asia también continúan. El proteccionismo volverá, con la siguiente crisis financiera, o algo peor, la II globalización terminará como lo hizo la primera, desgraciadamente. Veo mucha ceguera.
En cualquier caso buen artículo, felicidades.
JesusN
Desde luego no se puede competir con China con sus mismas armas, de represión del consumo interno, ni desmontando nuestro sistema de protección social porque ellos no lo tengan. Por ello sólo nos queda una solución: ganar en eficiencia y productividad para mantener la diferencia que tenemos en este campo y que se está cerrando muy rápidamente.
Ese es para mi el objetivo, y no de corto plazo precisamente, de las reformas. En España las reformas tienen un objetivo adicional, más de corto plazo, que es reducir el desempleo que está en niveles intolerables. Por eso no podemos esperar a estas ganancias de eficiencia y hay que acompañarlas con ajustes salariales.
Me da la impresión que estas reconociendo que este sistema del MIP debería implantarse a nivel mundial y que el profesor Fernando Esteve tiene razón al recordar el BANCOR
http://www.rankia.com/blog/oikonomia/608496-habas-contadas-keynes
o el profesor Tommaso Padoa-Schioppa cuando nos advertía de la insostenibilidad esencial de esta II globalización tal y como se ha emprendido
http://www.notre-europe.eu/uploads/tx_publication/Speech-TPS-LouvainLaNeuve-25.02.2010.pdf
La pregunta es, como diría Cicerón Qui prodest? (creo que se escribe así: ¿A quien beneficia? y perdón por el latinajo)
JesusN
Una cosa rápida sobre el interesante artículo de Fernando Esteve. Es un placer encontrarme con un viejo -y todavía- amigo aunque sea de esta forma indirecta. Estoy de acuerdo con el punto que plantea en su post, con un matiz. Es cierto que a todo déficit corresponde un superávit, y que ambos deben ser objeto de atención. Pero a veces se olvida lo que hay detrás de unos y otros. Si detrás de un superávit hay una elevada productividad bienvenido sea, si hay una depreciación artificial de la moneda ya no está tan claro que sea positivo para el bienestar mundial.
Tampoco un déficit generado en el proceso de convergencia en productividad es preocupante, pero cuando se produce por booms de crédito y otros desequilibrios financieros que potencian el gasto del país en cuestión, creo que hay que corregirlo rápidamente. Por eso, la visión de un tratamiento simétrico es incompleta. Además en el caso que nos ocupa de Europa, con el Macroeconomic Imbalances Procedure, no se mira sólo al nivel del déficit sino a otras variables que conjuntamente pueden estar indicando cual es su causa: crecimiento del crédito, precio de la vivienda, etc.
Por otra parte es cierto que una u otra forma de control de estos desequilibrios debería aplicarse para la economía global y no exclusivamente en la UE.
El proteccionismo que criticáis se construye con aranceles, la otra posibilidad, que ya no es proteccionismo, sino libertad de eleccion, es que se den condiciones de transparencia en la informacion sobre el modo de producir; transparencia en la informacion en lo relativo a la trazabilidad laboral y ambiental de un producto: de la cuna a la tumba. De ese modo el mercado, hecho de consumidores individuales con diferentes y libres opciones de compra, podra elegir. !libertad!. !informacion!. A la balanza convencional de decisiones de consumo: calidad/precio hay que acostumbrar y ofrecer a los consumidores (que quieran) que incorporan un brazo perpendicular: condiciones laborales/condiciones ambientales. Solo estos mecanismos permitiran redireccionar los modos de produccion de un modo más viable. Me hacen gracias los liberales que consideran irrelevante (libertad no significativa) la informacion sobre el modo de producción.
Respecto a Pautax, completamente de acuerdo en la inevitabilidad de crear monedas paralelas con un enfoque más social, convertible. Ya se estan construyendo desde los espacios locales, lo sorprendente es que en España este debate aun no se haya incorporado entre los economistas. ¿Conoceis Wirbank Suizo?: 80.000 empresas participan la moneda complementaria, o la red de credito entre empresas http://www.resplus.be La moneda complementaria resuelve en parte los problemas de demanda en las pymes al reducirse el circulante en el sistema regional, generando riqueza-intercambios a partir de un credito limitado entre los actores del sistema. En los paises germanicos es un instrumento de desarrollo regional habitual, y algun dia lo sera nacional. Recomendable abrir mente y fuentes: por Bernard Lietaer se puede empezar.
serafin luzon
Las experiencias de monedas locales que mencionas parecen interesantes, pero no puedo pronunciarme sobre ellas porque no conozco su funcionamiento en detalle. Sin embargo creo que plantearían serios problemas para tener una verdadera función financiera como depósito de valor. Cuestiones como quién las emite y en qué cuantía, qué tipo de cambio tienen con otras monedas etc., se plantearían en cuanto empezasen a ampliar su ámbito de uso. Pero otras instituciones que ya existen, como por ejemplo las cooperativas de crédito, pueden jugar un papel importante para evitar los riesgos de otros mecanismos financieros,
Por otra parte estoy de acuerdo en dos aspectos de tus comentarios. En lo que señalas sobre que “… Las economías deben poderse reconstruir desde la base: redefinir y refundar las culturas económicas (productividad, cultura financiera, valor del esfuerzo, etc.)”. Ahí hemos cometido errores muy graves en la construcción del euro. Y también creo que una información al consumidor sobre parámetros que vayan más allá del mero precio de los productos, como sus contenidos medioambientales, sociales, etc., podrían incentivar el consumo de ciertos bienes frente a otros producidos en condiciones éticamente inaceptables. Es necesario ampliar la información sobre estos extremos y regular una mayor exigencia de claridad en cuanto a la responsabilidad social de las empresas. Estas medidas no tendrían mucho efecto a corto plazo pero si pueden disciplinar nuestro consumo a medio plazo.
Para los más liberales recuerdo aquellas consideraciones de otrora de la escuela austriaca que recomendaban libertad en la emision de monedas, y la necesidad de romper el monopolio de los fiat de intercambio. En Grecia se ha producido un florecimiento de monedas complementarias locales. La prensa española ni la economica se han hecho eco... aun... http://www.nytimes.com/2011/10/02/world/europe/in-greece-barter-networks-surge.html?_r=1&pagewanted=all
Las economias deben poderse reconstruir desde la base: redefinir y refundar las culturas economicas (productividad, cultura financiera, valor del esfuerzo, etc). Y esto esta más allá (y más acá) que los analisis macroeconomicos y los diagnosticos de escuelas. La economia se hace en la calle, las monedas complementarias permiten reconstruirlas.
Por varios rincones de la blogosfera está empezando a circular tanto un informe del ministerio de la presidencia "sobre la situación actual de los organismos reguladores y su posible reforma" ( http://bit.ly/wZ560k ) como un anteproyecto de ley ( http://bit.ly/wwZkBK ) que en su DA 2ª confirma la extinción y fusión de varios organismos reguladores de la competencia y el mercado.
Sería muy interesante leer en N€G si hay algún tipo de investigación económica que estudie la conveniencia de modelo regulador: si varias agencias velando por la competencia en distintos mercados (como hasta ahora); o una sola ocupándose de la competencia más "en abstracto" -aunque parece que aún no hay ejemplos de esto último, y a priori parece más fácilmente corruptible al ser uno solo-.
La noticia viene de aquí http://www.tudosis.es/2012/telefonica-dicta-a-rajoy-el-nuevo-modelo-de-competencia-y-reguladores/ y aquí las referencias http://www.lamoncloa.gob.es/ConsejodeMinistros/Referencias/_2012/refc20120120.htm
Pues parece que soluciones, pocas y sencillas ninguna de ellas.
Pero al menos debiéramos preguntarnos si, además de conducir mal el coche y con exceso de carga, no será que el propio vehículo tiene algún grave defecto de fábrica. Un defecto de esos que siempre termina pagando la señora que se lanzó al paso de cebra confiada.
Lo que también es evidente es que la abrumadora mayoría de los gobiernos, sus estructuras y modus operandi son parte muy central del problema. En la metáfora del coche es como si la DGT tuviese interés especial en que florezcan los atropellos.
Los diagnósticos que se hacen desde las DGT's sólo nos dicen que van a subir las multas y a poner más controles.
¿Recordáis los Tally Sticks? Funcionaron cientos y cientos de años y con mucha menos inflación. Porque esa es otra, a pesar de todo, una gran parte de los precios siguen disparados.
Buenos días
Ya veo que encontrar la combinación apropiada de palos y zanahorias (funcionamiento óptimo del mercado) se está convirtiendo en una empresa ardua. Pasa como con la búsqueda de Eldorado, dejó muchos cadáveres y seres famélicos por el camino. Tendremos que esperar una temporada para hacer un recuento de bajas. Ya veremos lo que encontramos al final del camino. Malos tiempos para la lírica.
http://www.youtube.com/watch?v=0NirQjEMqQw
Por cierto, he encontrado interesante el artículo de Obstfeld, "stuff happens".
...
"Recent proposals for international financial and monetary reform seek to limit the
global proliferation of hazardous gross financial positions and to contain the resulting 40
damage when accidents nonetheless occur. A minimally effective financial “architecture”
would include further global cooperation in official liquidity facilities, in financial
regulation, in resolution (of both insolvent banks and sovereign debtors), in the
informational infrastructure for decision making, and in the fiscal resources needed to
back up these initiatives. Together, such changes would imply a higher level of global
economic government than currently exists. The political obstacles are daunting. But in
light of the recent financial turmoil, one must ask how far we can safely push globalized
markets beyond the perimeter of globalized governance."
http://elsa.berkeley.edu/~obstfeld/Ely%20lecture.pdf
José Jarauta
Es interesante que cites este artículo reciente que también ha comentado Quasimontoro en un comentario anterior, aunque en su caso para discrepar de sus conclusiones. Creo que el artículo señala razones de peso por las cuales es necesario monitorizar los indicadores que la UE ha propuesto. Ahora queda plantear las políticas adecuadas, no sólo nacionales sino también supranacionales, para lidiar con esta tendencia a la acumulación de desequilibrios que caracteriza todo proceso de globalización.
En una primera lectura rápida mi posición sobre la cuenta corriente -que planteé en otro post hace unos meses- coincide con la del artículo. Algunos de los desequilibrios actuales son diferentes de los que se generaron en procesos de internacionalización anteriores y están obligando a los economistas y a los responsables económicos a replantear algunas de las visiones que se creían bien establecidas sobre los costes y beneficios –que de ambos hay- de la globalización.
No creo en el progreso indefinido como no creo en el movimiento perpetuo (es un hecho de experiencia). La globalización la considero una mera derivación del avance técnico, era imposible que existiera hace 1000 años por motivos obvios. Tampoco ha ocurrido motivada por afanes filantrópicos, ya se sabe: la pesada carga del hombre blanco:
http://en.wikipedia.org/wiki/The_White_Man's_Burden
La realidad no es ni blanca ni negra, pero tampoco hay que confundir churras con merinas. Unos van a ganar y otros van a perder, el sesgo de la mayoría que ha ganado mucho y quiere ganar mucho más me parece una burla. Hoy veo que siguen de mano, y no veo que eso vaya a cambiar en los próximos años. Si en el futuro hay un cambio de sesgo hay bastantes posibilidades de que esté muerto y por tanto no creo que pueda comprobarlo "in situ". En cualquier caso por estas latitudes salvo cambios imprevistos en nuestro entorno (quizás ni aún así) no veo mucho progreso a la vista.
Una "buena noticia": empiezo a conocer algunos casos de gente que consigue trabajos que ni siquiera pregunta cuánto van a cobrar.
Todos estos problemas estructurales quizás son muy preocupantes y hay que solucionarlos, pero esto no debe hacernos olvidar cual es la situación actual. Bajando salarios, reduciendo déficit público y demás medidas, quizás nos volvamos muy competitivos, pero pronto sumaremos un milloncico más de parados y la demanda se va a pique. Quizás vendiendo a los de fuera vayamos saliendo poco a poco..... quizás...... porque parece que los de fuera juegan a hundirse igual que nosotros.
Quizás para tener dos huevos en el 2030 dejemos morir hoy la gallina de hambre.....
En mi pueblo se contaba que había un gitano que quería enseñar a su burro a vivir sin comer, pero cuando lo hubo aprendido el pobre se murió. Parece que sus parientes andan sueltos.....
GregorioMelekhov
Comparto tus temores, pero por desgracia las decisiones económicas consisten en elegir entre alternativas que no son perfectas ni están exentas de riesgo. Los riesgos que señalas existen pero si no hacemos estos cambios y reformas a lo mejor no salimos de esta. Porque la verdad no se me ocurre una forma obvia de reducir el desempleo significativamente que no sea haciendo algo parecido a lo que hacen los países que no tienen ese problema.
Yo tampoco soy partidario de una austeridad nominal excesiva –como decía en mi post anterior- y hay bastantes cosas de la reforma laboral actual que no comparto, pero francamente no he oído a quienes critican globalmente estas políticas de reforma una alternativa seria para reducir sustancialmente el desempleo.
El problema es que no está nada claro que estas reformas ayuden a reducir el desempleo, y menos con todo Europa llevándolas a cabo. El camino a seguir creo que está claro, lo que pasa es que debe ser a nivel europeo y no depende de nosotros.
En mi opinión, el problema es que se quiere aprovechar la situación para hacer unos cambios que de otra forma no podrían llevarse a cabo. Con solo una parte de lo que se ha gastado para rescatar a los bancos de los grandes países de Europa podía haberse asegurado Grecia en su momento, y no estaríamos como estamos. Algunos han estado jugando a tensar la cuerda, pero este es un juego peligroso.
Para el que haya leído el magnífico Aníbal de Haefs, el comportamiento de Europa en esta crisis me recuerda al de Cartago durante la segunda guerra púnica. Como Cartago, no dejamos que Aníbal se hunda pero apenas le mandamos lo suficiente para que contenga a los romanos..... Ahora bien, esta estrategia tiene sus peligros, como demostró Escipión en su momento.
Obstfeld plantea astutamente la cuestión y luego juega a rojos (monitorizar balanzas corrientes) y a azules (otros desequilibrios financieros --brutos--). Seguro que gana. Esto es lo que uno aspiraba a poder hacer en las apuestas del frontón Urumea las tardes de agosto. Hace tantos años que hasta el frontón ha desaparecido para metamorfosearse en pisos.
Algunos posts han abordado cuestiones de naturaleza estratégica. Javier Andrés, Jarauta, Luzón, Jesús, Pau y no sé si también Jorge Bielsa. La situación es endiablada por eso, porque demasiados países están al borde de un cataclismo ruinoso y no hay forma de salir con alguna pluma más que dejando pasar el tiempo y.....deflaccionando hasta la memoria para mantener la esperanza y que nadie se ponga nervioso. El castillo es de naipes verdaderamente.
Todos sabemos que esta “estrategia” (por llamarle algo) no va a arreglar los problemas de fondo pero por lo menos lo aplazamos un día más. "Mañana" le dicen en México aunque a veces te recuerdan que esa palabra refleja una excesiva urgencia para lo que de verdad quieren decir.
Un apunte sobre algo que se ha dicho sobre la globalización como un evento relativamente novedoso.
Harold James (1), historiador en Princeton, hombre del sistema con corbata y camisa blanca impecable dice que no. Que ya Alejandro Magno inició un ciclo que acabó definitivamente con Grecia y que todos los ciclos posteriores acabaron igual de mal o peor.
En Europa cada vez que se pregunta a la gente si quiere más integración la respuesta es que no. Ya hay intelectuales no desdeñables que lo ratifican.
Desde el 2006 no han vuelto a preguntar. Esto es grave porque no se puede tomar el pelo a tanta gente y pretender que esto es una democracia con legitimidad porque no es así. Al menos esta no es la idea de democracia sobre la que se ha construido. Este tema es una carga de profundidad aunque, de momento, esté aparentemente dormida.
Ahora necesitaríamos al Bulli. alguien capaz de deconstruir manteniendo sabores y la calma.
(1) “The creation and destruction of value” 2009, Harvard U. Press.
Cada vez más tengo la impresión de que este debate sobre la balanza corriente, que antes se ignoraba, ahora se está exagerando
La historia de los últimos años está clara: un boom crediticio-inmobiliario en la periferia europea, asociado a la creación del euro y los consiguientes (y voluminosos) flujos financieros del centro a la periferia, y una reversión brusca de ese proceso con la crisis financiera internacional y las dudas alrededor del euro.
Pero este doble proceso, claramente idiosincrático e irrepetible, no debería ser nuestra referencia de cara al futuro: la creación del euro ha supuesto un shock financiero excepcional, y -si las cosas se hacen bien- las dudas sobre el euro no deberían reaparecer (no con esta intensidad en todo caso). Cuando la situación se normalice, lo esperable y lógico es que el capital fluya desde los países del centro hacia los países periféricos (otra cosa es que en los últimos años lo haya hecho de forma exagerada e insana). Por otra parte, pensar que países intrínsecamente estables y desarrollados puedan tener dificultades similares a las de los emergentes para financiar un déficit corriente moderado parece por lo menos exagerado.
Por otra parte, el Estado no puede (o no debe) impagar su deuda pero los deudores privados sí pueden. Los préstamos de bancos extranjeros a constructoras/ promotoras o la financiación exterior -vía project finance- a algunas grandes obras de infraestructura son algunos ejemplos de flujos financieros del exterior cuyo valor se reducirá (se está reduciendo) autónomamente sin necesidad de mayores medidas. Sin olvidar que una parte de la inversión extranjera no es deuda sino inversión en equity cuyo valor cae automáticamente conforme se acentúan los problemas del país; una parte para nada despreciable: sólo la inversión extranjera en Bolsa puede ser (hablo de memoria) en torno a un 40% del PIB. No tengo claro si estas inversiones se revalúan en BP según precios de mercado pero en todo caso la imagen es bastante más matizada que lo que decía Javier
LIMA
Es posible que estemos sobrerreacionando. De todas formas la situación que describes no es tan excepcional. Se ha dado con anterioridad en países menos desarrollados, en los que las crisis financieras y de balanza de pagos han sido recurrentes, e incluso en países desarrollados. Y en este caso el fenómeno ha sido corregido y aumentado. Con una posición neta negativa de casi el 100% del PIB vamos a ver mucha presión sobre la cuenta corriente en los próximos años.
Si se aplica una forma de gobernanza global que evite este tipo de episodios de booms financieros los problemas de cuenta corriente se volverán más normales y volverán a depender de decisiones de producción y consumo. Y estas no son tan diferentes entre países como para provocar las divergencias que hemos observado en Europa.
gracias por la contestación Javier.
Mi punto era precisamente ése: un episodio como éste difícilmente se repetirá. La literatura sobre áreas monetarias óptimas argumenta según la adaptabilidad ante shocks externos asimétricos para las unidades componentes del área. La UEM no es suficientemente adaptable (en eso tenemos que avanzar ahora), pero la probabilidad de un shock externo tan radicalmente asimétrico como el que supuso la propia creación de la UEM, es básicamente cero. Veo una preocupación excesiva ante situaciones que no se repetirán, y una limitación dañina a la sana transferencia de capital desde países donde sobra a países donde (incluso en ausencia de boom inmobiliario) seguramente falte. Algo que en la práctica puede terminar frenando la demanda agregada del área del euro, indispensable para engrasar esta complicadísima fase de ajuste.
Deber al exterior en términos netos el 100% de PIB parece efectivamente excesivo, pero como te decía falta un análisis más detallado, que tenga en cuenta la metodología contable y los distintos tipos de vías (equity vs deuda) por las que la financiación afluye a España. Como aproximación, la parte de deuda pública en manos de no residentes (35% del PIB?) y los préstamos del BEI a empresas públicas y similares (5% del PIB?) son "intocables"; todo lo demás, tanto equity como deuda privada, será remunerado y reembolsado sólo si el país (sus empresas) puede(n), si no, no.
La comparación con los emergentes es en mi opinión errada. La dependencia del capital exterior es UNA razón por la que los emergentes son vulnerables. La otra razón (seguramente más importante) es que socialmente son muy vulnerables (pobreza etc), por lo que las políticas de ajuste necesarias para afrontar una crisis de BP son explosivas en términos sociales, y frecuentemente desatan respuestas (desde el mundo político, sindical y empresarial) económicamente muy nocivas (medidas expropiatorias, fuga de capitales, huelgas salvajes etc).
Si algo ha demostrado esta crisis, es precisamente la resiliencia (con indudable apoyo de sus socios) de los países europeos: si un país emergente hubiese hecho la quinta parte de los ajustes que ha hecho España hasta ahora, habría habido una revolución.
Comentario al hilo de los comentarios y articulo.
Mercedes Benz en la renovacion del nuevo modelo de Vito (fabricada en Vitoria), despues de arduas negociaciones con Gobierno Vasco..., ha decidido que los proveedores deben ser alemanes o de matriz alemana, hay empresas de vitoria que han perdido el 100% de las piezas equivalentes en el nuevo modelo... a costa de otras que si bien radican en España son de propiedad alemana, era uno de los requisitos "no escritos". Otra de las imposiciones iniciales es que el acero que usen los proveedores debe ser de Thyssen en vez de ArcelorMittal, esto si escrito.
Evidentemente no es proteccionismo (aranceles...) pero se ve la mano política en este tipo de decisiones estratégicas de grandes empresas.
Carl
No conozco el caso, pero quien sabe si estas imposiciones no son sino parte de un paquete más amplio según el cual nosotros hemos comprometido subvenciones para que el modelo se fabrique en España. Me temo que eso forma parte de la negociación para grandes inversiones y no creo que se puedan encontrar decisiones de localización de empresas de un cierto tamaño que no impliquen este tipo de acuerdos o parecidos.
Yo hablaba de la propuesta de Pedro Schwartz, Francisco Cabrillo y Juan Castañeda, para Grecia, extrapolable a cualquier región de la zona.
Da lo mismo que se llame maravedí o peseta, la nueva moneda debería servir para desembarazar al Estado de obligaciones en €, y poder pagar una parte de los salarios de los funcionarios, obras públicas, etc. después de regular lo que se puede adquirir y pagar con la nueva moneda: una parte de las hipotecas, los alquileres, los salarios, la mano de obra de los mecánicos, de los dentistas... de las tasas, impuestos, multas...
La nueva moneda serviría para crear nuevas PIMEs, puestos de trabajo y una nueva red industrial y empresarial. Al ser flotante y convertible, sería propensa a la devaluación, (aunque creo que con una política severa, nos llevaríamos una sorpresa), por lo que exportar y conseguir euros se convertiría en un aliciente para las nuevas empresas
Al analizar la importancia o no de las balanzas por cuenta corriente,, creo que es posible que estemos minusvalorando la importancia del "Home bias" en una unión monetaria con diferentes Estados soberanos.
Quizás lo que observamos en los primeros años de funcionamiento del euro fuera ilógico, donde las entidades financieras actuaban de mecanismo de transmisión para financiar las balanzas sin considerar las realidades nacionales.
Y quizás lo lógico sea lo que estamos observando ahora: los alemanes invierten en producto alemán, los holandeses en holandés etc. Es mas lógico y mas barato dado el descredito de las agencias de credito para muchos gestores invertir conociendo su realidad local que transpasar fronteras, aunque sea dentro de Europa.
Es decir, quizás no es tanto un problema de gobernanza, como de la existencias de realidades nacionales diferentes. Y entonces necesitamos a Target 2 para solucionar los desequilibrios de la balanza al existir el "Home bias".
Solo desde una voluntad dirigida hacia el decrecimiento podría entenderse la política económica de este gobierno. Por supuesto sorprendente; pero cuál es la alternativa: que el gobierno esté obnubilado y no sepa ni la aritmética de ESO, y eso si que es imposible.
Creo en una cosa estamos de acuerdo: reducir el déficit sin crecimiento es imposible, incluso de Guindos lo reconoció en los desayunos de TVE por tres veces seguidas, asegurando que llegaríamos al 4,4 gracias a este crecimiento. Días después, el mismo ministro reconocía que habría decrecimiento y más paro.
Dejando de lado la falta de respeto a la ciudadanía y a la locutora, esta afirmación demuestra la voluntad del ejecutivo a crear decrecimiento; algo en lo que no estoy en desacuerdo. Dicho esto, lo que podemos discutir es la manera de llegar a eso. Decrecer no tiene porqué significar que haya paro, que desaparezca la cobertura social y algunas libertades que nada tienen que ver con esta política.
La nueva moneda podría ser el mejor medio para conseguir la reducción de la deuda, a la vez que se crearía empleo y riqueza interna. Y una vez conseguida la UME real, que conlleva una fiscalidad única, con PEQUEÑAS variaciones dependiendo de las circunstancias de cada país, podríamos discutir su eliminación.
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