VOX parece estar aquí para quedarse. Es uno de los mensajes que emanan de los resultados de las elecciones municipales y autonómicas del 28M, en las cuales la fuerza de derechas ha triplicado su número de concejales desde los últimos comicios. Aunque, si recuerdan, esto fue motivo de especulación tras la primera elección nacional del 2019, donde el fin de la excepción ibérica generó cierta sorpresa y desconcierto. El resultado tendió a atribuirse a la importancia del tema de la inmigración (ver las entradas aquí, aquí o aquí). Se ha argumentado desde entonces que el ascenso de la derecha radical se debía al uso de narrativas políticas basadas en fake news (el artículo discutido en este post puede dar una idea del potencial mecanismo psicológico detrás de estos datos sin contrastar). Aun así, no parece oportuno pensar que sólo la derecha radical se sirva de tales estrategias. Lo que sí queda claro es que las narrativas tienen un poder importante sobre el voto. Y, a pesar de ser conscientes de esto, gran parte de la literatura académica continúa intentado explicar el porqué de las decisiones electorales sin tener en cuenta el papel de las narrativas, las conversaciones e historias que compartimos como sociedad.
En un artículo publicado recientemente en Political Geography intento indagar un poco más en este asunto, partiendo de una pregunta simple: ¿qué nos revelan las narrativas locales sobre el apoyo político a distintos partidos, y específicamente a VOX? Para responder a esta pregunta, utilizo una metodología sencilla, pero considero que efectiva. Recopilo más de 2 millones de tweets (cada uno representando un artículo) publicados por periódicos españoles, tanto nacionales como regionales, provinciales e incluso locales, durante el año anterior a las últimas elecciones nacionales. Sobre estos datos utilizo un algoritmo de aprendizaje automático (muy similar al que emplea el correo electrónico para determinar qué mensajes deberían ir a la carpeta de correo no deseado) para clasificar los tweets por tema. Posteriormente, asigno cada artículo a su localización geográfica, acabando por tener una medida del porcentaje de artículos publicados en un municipio que hablan, por ejemplo, sobre paro, religión o inmigración (los mapas dan una idea de la distribución de los temas a través del territorio español). La premisa subyacente es que, quizá porque los periodistas tratan de influir en la narrativa o porque los periódicos adaptan los artículos a su audiencia con el objetivo de incrementar audiencia y, por ende, beneficios, los temas abordados en una zona geográfica específica reflejan las preocupaciones e intereses de los habitantes de ese lugar. En España, donde el voto varía considerablemente según la ubicación geográfica y existen numerosos periódicos regionales y locales con una base importante de lectores, esta metodología ofrece una perspectiva única para comprender la geografía del voto español.
Y dirán ustedes: ¿por qué estos temas y no otros? Pues bien, entreno al algoritmo para identificar los temas que mejor se alinean con las tres teorías principales que politólogos y geógrafos utilizan para relacionar la globalización con el voto a la derecha radical (aunque varios de estos argumentos se asocian a la polarización política de forma más amplia):
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- La primera es la teoría de la ansiedad económica, que sostiene que a medida que la globalización deteriora las condiciones económicas de los votantes, estos tienen una mayor propensión a votar por los extremos. Este argumento lo cubren los tweets sobre paro y pobreza.
- Después tenemos la teoría del contragolpe cultural, según la cual los votantes de la derecha radical rechazan el cambio en los valores sociales que se alejan de las formas de vida “tradicionales” y van hacia una mayor libertad individual, multiculturalismo y respeto por la diversidad. Aquí incluyo los temas de inmigración, religión y feminismo y LGBTQ+.
- La tercera teoría, una extensión de la primera, se centra en el aspecto espacial y destaca la importancia del rezago económico y despoblación concentrados en ciertas áreas geográficas. Esta geografía del descontento generaría resentimiento entre los votantes que se sienten abandonados en la periferia mientras las oportunidades laborales y de desarrollo se concentran en las grandes urbes y en un número limitado de regiones. Aquí se encuentran los temas de disparidades regionales y falta de recursos.
- Además, incluyo una teoría específica del caso español: el rechazo a las corrientes separatistas.
El artículo muestra dos resultados principales. El primero es que las narrativas no necesariamente van en línea con lo que dicen las estadísticas socioeconómicas que normalmente se emplean para este tipo de análisis en la literatura. En el artículo primero trato de ver si existe alguna correlación entre los temas de los tweets y las estadísticas de paro, inmigración, etc. Encuentro que en general no hay relación entre los lugares donde hay más paro o más inmigrantes y donde los medios publican más sobre estos temas. Sólo en el caso de la geografía del descontento se ve una asociación clara entre temas y estadísticas contextuales; es decir, son las provincias que han experimentado un desarrollo más lento desde los años 50 las que ahora hablan más de disparidades regionales.
En cuanto a qué puede explicar las diferencias locales en el voto a VOX, la evidencia empírica respalda la noción de que las narrativas sobre la ansiedad económica y las brechas regionales importan, pero también muestra que las narrativas sobre el separatismo jugaron un papel clave en el surgimiento de la derecha radical en España. De hecho, cuando uno compara el efecto de estos mismos temas en el voto a Podemos, PSOE, PP y VOX, las asociaciones muestran que el tema del separatismo es el único que exclusivamente favorece a este último partido (los lectores interesados en comparaciones entre partidos podrán encontrarlas en el Anexo II). En contraste, el efecto de las variables culturales (a las que muchas veces se atribuye el giro en el voto) desaparece en el momento que uno controla por la composición por edad de cada municipio. Espacialmente, como era de esperar, el modelo muestra que hay una especie de “contagio” de narrativas entre municipios que están cerca unos de otros.
Un último apunte importante. Está claro que las especificaciones utilizadas en este artículo no necesariamente implican relaciones causales. Obtener pruebas irrefutables resulta difícil en este contexto: las narrativas locales y los patrones de voto están inevitablemente entrelazados de formas que difícilmente podremos llegar a comprender en su totalidad. A pesar de ello, como todo político que se precie sabe, esto en absoluto disminuye la importancia de las narrativas. En este sentido, la ciencia política y la economía tienen la oportunidad de beneficiarse de su estudio a través del análisis cuantitativo de textos.