- Nada es Gratis - https://nadaesgratis.es -

Evaluación presencial vs evaluación on-line en la universidad: un poco de evidencia para seguir avanzando

Al hilo del debate sobre la evaluación on-line iniciado ayer en el blog, publicamos hoy sábado este interesante ejercicio empírico fruto de la inquietud del autor y que, aunque muy preliminar y parcial, seguro que también despierta la curiosidad del lector y deja algunas pistas para futuras investigaciones.

Daniel Montolio

A raíz de leer el interesante y “challenging” artículo de Javier Ferri en NeG sobre las posibles consecuencias que puede tener la evaluación on-line en nuestros estudiantes universitarios en tiempos de covid19, he pensado que mi docencia actual, en plena crisis sanitaria, me da la oportunidad de poder comparar para un grupo de alumnos de la Universidad de Barcelona el resultado de realizar un mismo test (36 preguntas exactamente iguales), en el mismo soporte (móvil o portátil), en el mismo marco de evaluación (evaluación continuada con el mismo peso en la nota final) pero en dos escenarios distintos: con los estudiantes presentes en el aula como parte de un aprendizaje de “aula invertida” que llevé a cabo el curso pasado o con los estudiantes on-line dado el impacto del covid19 en la docencia universitaria de este segundo cuatrimestre del curso 2019-2020.

Evidentemente, lo que sigue es el resultado de mi curiosidad y de un Primer de Mayo “trabajando”, y son simples estadísticas descriptivas para un grupo de universitarios cursando la mayoría de ellos tercero de grado pero que he pensado pueden ser interesantes a raíz de la entrada de Javier Ferri. ¿A quién puede perjudicar o beneficiar la evaluación on-line? (evidentemente no me pregunto los posibles “por qué” pues no los puedo contestar).

Así pues, a continuación os muestro los resultados de un mismo test realizado en 2019 y 2020 por diferentes estudiantes (la mayoría de ellos) y para los cuales no se puede inferir nada al respecto del esfuerzo ejercido o de las posible acciones de “cheating” que hayan podido implementar, antes y, sobretodo, en la actual situación no presencial. Pero en todo caso creo que el ejercicio puede ser informativo. Los resultados globales son:

TODOS LOS ALUMNOS

Estos resultados globales para los dos escenarios nos dirían que entre el año pasado (presencial) y este (on-line) los estudiantes sacan en promedio mejores notas al realizar el mismo test de conocimientos. Vale la pena destacar que si en algún escenario hay más presión del tiempo ha sido en la realización del test on-line, pues los 50 minutos que les di fueron más estrictos que los que tuvieron al realizar la prueba presencial.

Pero, evidentemente, entre todos los alumnos que han realizado el test el año pasado y este año hay claramente dos grupos de alumnos:

A) los alumnos que se matriculan por primera al curso y que han visto sólo una vez el cuestionario, sea el año pasado (y aprobaron el curso) o este año.

B) los que hicieron el cuestionario el año pasado y también este, es decir, los repetidores.

Obviamente los dos grupos son distintos en muchas dimensiones, y tampoco podremos saber si esas diferencias les han condicionado el esfuerzo realizado, o cómo han realizado el test (si se han comunicado más entre ellos, o alguien les ha ayudado de alguna manera). En todo caso lo que podemos hacer es ver qué dicen los resultados de comparar ambos grupos. La descriptiva básica de los resultados para el primer grupo de alumnos arroja unos resultados muy similares para los estudiantes de ambos cursos (presenciales vs on-line), de hecho, el test de medias nos dice que las dos distribuciones de resultados no son significativamente distintas entre ellas, al menos teniendo en cuenta la media y la desviación de las notas obtenidas en el test. En todo caso los resultados de los alumnos on-line muestra una mayor dispersión.

TEST POR PRIMERA VEZ

La diferencia en los resultados del test observada para el conjunto de alumnos viene determinada por los estudiantes repetidores, es decir, los que tienen más experiencia en el test ya que lo vieron el año pasado.

REPETIDORES

Este grupo de estudiantes son los que realmente han mejorado sus resultados como consecuencia de hacer el test on-line, y lo han hecho, en promedio, de forma significativa.

Evidentemente este grupo de estudiantes (en azul en el siguiente gráfico) tiene más experiencia, quizás más presión por aprobar la asignatura pero a su vez fueron los estudiantes que tuvieron unos peores resultados en el conjunto de la evaluación del curso pasado, no sólo en el test que formaba parte de la evaluación continua sino en el conjunto de la asignatura, pues acabaron suspendiendo y se volvieron a matricular a la asignatura.

Así pues, en el debate del impacto de la evaluación on-line vs la presencial o vs la no-evaluación (opción puesta sobre la mesa por Javier Ferri) los resultados en el caso de mi asignatura me indican que para los “nuevos” estudiantes del curso, que varían entre los dos cursos y evidentemente pueden tener muchas características intrínsecas que les condicionen su empeño y, por tanto, sus resultados, en promedio el realizar el test on-line desde casa no les afecta a sus resultados; al contrario... la distribución de notas parece desplazarse hacia la derecha, con unas notas más altas (y un poco más dispersas). Quizás los buenos estudiantes se pueden beneficiar de un contexto más tranquilo para desarrollar su actividad de aprendizaje y para rendir en las pruebas. Dónde si observo un cambio más importante es en los estudiantes repetidores, los que ya hicieron el test el curso el año pasado pero les fue mal y parece que este año o se han puesto las pilas y han estudiado, o tienen muy buena memoria o han encontrado un forma de realizar el test que les ha ido mucho mejor. Para ellos creo que tengo que probar con un test completamente diferente para ir descartando alternativas.