José Penalva Zuasti (@josepenalva)
En Blade Runner, tras entrevistar a Rachael, Deckard se da cuenta de la ínfima diferencia que hay entre un replicante y un humano, y le hace replantearse su misión como Blade Runner. Hay hechos que te obligan a afrontar preguntas morales sobre tus decisiones cotidianas. Algo parecido, a menor escala, me ocurrió cuando leí el artículo "Sex, drugs, and bitcoin: How much illegal activity is financed through cryptocurrencies?" de Sean Foley, Jonathan R. Karlsen, y Tālis Putniņš (FKP) en la Review of Financial Studies, y que hoy quiero compartir con ustedes.
Llevo años leyendo y observando el desarrollo del Bitcoin y las criptomonedas. Durante este tiempo muchos artículos nos han ido explicando diferentes aspectos de este fenómeno, algunos de los mejores en este blog (ver por ejemplo la serie de tres artículos de JFV: Mis Aventuras con Bitcoin I, II, y III, los artículos de David Tercero aquí, aquí, y aquí y el de Daniel García aquí), o el estupendo artículo de Guillaume Haeringer y Hanna Halaburda en la colección de FUNCAS sobre la revolución digital (aquí). Además de leer artículos, he visto como su precio de intercambio ha volado de los pocos miles a los alrededor de 30000 dólares en los que se mueve estos meses, pasando por un pico de 60.000$. Los artículos y mi visión se han centrado sobre el Bitcoin y otras criptomonedas como producto de inversión, o como sustituto del dinero tradicional, pero, el artículo de FKP me lleva en otra dirección. Como la entrevista con Rachael para Deckard, el artículo de FKP nos abre los ojos a una realidad que quizás preferiríamos obviar. Ambas investigaciones comparten una solidez científica que hace que sus conclusiones no puedan ser casualmente ignoradas.
La conclusión del artículo es muy fácil de entender: el 46% de las transacciones en Bitcoin están asociadas a actividades ilegales como el tráfico de drogas. Pero, de la misma manera que Eldon Tyrell no le da datos sobre replicantes a Deckard, si no que le invita a hacerle el test a Rachael, no basta con el dato. Es importante compartir el camino de la investigación para poder ver la importancia del dato y asumir su solidez científica, y por tanto afrontar la obligación moral que implica. Por fortuna, es un camino atractivo, especialmente para aquellos que tenemos una debilidad por las historias de detectives.
Como siempre, empecemos por el principio. El Bitcoin, como ya sabemos (gracias JFV), es una moneda digital, que se emite por medio del "minado", se basa en un protocolo de comunicación en red descentralizada, y las transacciones se verifican también de manera descentralizada. Es decir que no puedes tocar un Bitcoin, su existencia continuada se debe a la actividad de muchísimas personas (además de empresas y energía eléctrica) distribuidas por todo el mundo (digital), y, como toda moneda, su valor depende del que le quieran dar los que participan de ella. Sobre esto último trata la investigación de Foley y compañía (FKP).
Así que saquemos la pipa de Sherlock Holmes, o más bien, coloquémonos el casco de minero, encendamos las luces, y bajemos al oscuro inframundo de la internet, la "dark web", de la mano de FKP. Como en toda investigación criminal, la clave es "follow the money"—sigue al dinero—y el proceder sistemáticamente, paso a paso. Por lo que, cual Eliot Ness, empezamos con el primer paso que es dar con los libros de contabilidad. Por suerte, no hubo que secuestrar a ningún contable. El libro de contabilidad de la dark web está en cualquier ordenador, ya que, como bien sabemos, ¡qué mejor libro de contabilidad que el libro mayor que define al Bitcoin! La blockchain del Bitcoin registra todos los movimientos entre monederos.
Paso 1: hecho, ya tenemos el libro de contabilidad. Paso 2: las cuentas en el libro de contabilidad están cifradas. No hay iniciales como en otras contabilidades opacas que también andan en boga, si no cadenas de caracteres. Necesitamos una piedra Roseta y FKP la encuentran en los Eliot Ness modernos: el FBI ha bloqueado miles de monederos de Bitcoin, los han vinculado a hechos delictivos en juicios, y esa información está disponible (gracias a la gran transparencia americana que es la envidia de científicos a lo largo y ancho de nuestro febril planeta) en los registros públicos digitalizados de los juzgados de EEUU. Hablamos, por ejemplo, de cuentas incautadas cuando se cerró Silk Road, el famoso mercado negro virtual donde se negociaban drogas, secuestros, asesinatos, y un sinfín de otras actividades criminales), Ross William Ulbircht (creador de Silk Road), Richard Pollard (traficante de droga), Cornelius Jan Slomp (traficante de droga), etc. De esta manera FKP pueden identificar un grupo de monederos "incautados" como claramente vinculados a actividades ilícitas.
Paso 2: hecho … bueno, no … seguimos. Dado el maná de información extraído de Silk Road, FKP tiran de hilos afines. Utilizando el método de Meiklejohn et al (2013), identifican otros 17 mercados de productos ilegales como Silk Road y unos seis millones de usuarios que mandan y/o reciben Bitcoin de estos mercados ("hot wallets"). Éstos los llaman monederos de "usuarios del mercado negro". Y vamos a por un tercer grupo, llamados "usuarios de foros". Éstos son 448 usuarios cuyos monederos han aparecido vinculados a actividades ilegales en foros, sea por fraude (por ej., no entregar la mercancía convenida), control de calidad, o mera publicidad de servicios ilegales. De aquí ya obtenemos datos interesantes: (A) estos tres grupos representan el 5.86% de los participantes del Bitcoin; (B) están involucrados en un 32.38% de las transacciones (de compra-venta: Bitcoin-por-servicio/bien, no de inversión: Bitcoin-por-moneda) en Bitcoin; y (C) suponen el 45.28% de la media del valor medio de los Bitcoin. ¡Impresionante!
Bien, ahora sí llegamos al tercer paso: una vez identificados monederos de uso ilícito, FKP pasan a estimar el total de actividad ilegal que tiene lugar usando Bitcoin. Esto lo hacen de dos maneras (i) utilizando la estructura de la red de transacciones (quién negocia con quién) para establecer las comunidades de usuarios involucrados en actividades ilegales y los que no lo están, y (ii) utilizando características propias de los monederos que son indicadores de uso ilegal. Dado que los métodos son diferentes y que al aplicarlos, los usuarios suelen caer en el mismo bando (actividad legal vs ilegal) con los dos métodos, se puede concluir que están bien clasificados.
Y con esto llegamos al paso final, resultados. Entre un 23.23% y un 29.12% de usuarios están involucrados en actividades ilícitas. Vamos, un cuarto de los usuarios. Estos están involucrados en entre un 45.67% y un 46.67% de las transacciones, casi la mitad.
Fuente: Foley et al., 2019.
Así que al final tenemos un dato, un dato sólido: la mitad del valor de uso (que no de inversión) del Bitcoin viene de transacciones relacionadas con actividades manifiestamente ilegales. Claramente una parte importante son drogas, pero en Silk Road y los otros mercados negros también se negocian hackeos, robos, pornografía ilegal, ... Para nosotros, como para Deckard, la consiguiente pregunta ética es inevitable ¿está bien invertir en Bitcoin cuándo su existencia deriva de un valor de uso que es en un 46% ilegal?
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Notas: En la redacción del artículo he obviado algunos datos que considero importantes pero que no he sabido colocar en él. Principalmente, el estudio cubre los años 2009 a 2017, y solo Bitcoin, por lo que los hechos están limitados a esa moneda y esos años. Podemos extrapolar a día de hoy pero no tengo datos para sugerir cómo debería ser dicha extrapolación. Segundo, hay varios detalles técnicos que son muy interesantes pero son solo para los más adeptos: yo no hago una clara distinción entre monederos y usuarios. El artículo sí lo hace, utilizando el Union Find algo de Cormen, Leiserson, Rivest, y Stein (2001) y Ron y Shamir (2013). Los métodos para identificar las comunidades de usuarios son: Método (i) network cluster analysis: variante de Smart Local Moving (SLM) algo de Waltman and van Eck (2013). Método (ii) detection-controlled estimation (DCE) usando una lista de variables interesantes que detallan con cuidado (y más espacio) en el artículo original.
Referencias
El artículo original:
Foley, Sean, Jonathan R. Karlsen, and Tālis J. Putniņš. 2019 "Sex, drugs, and bitcoin: How much illegal activity is financed through cryptocurrencies?" The Review of Financial Studies 32.5: 1798-1853.
Otros artículos citados:
Cormen, T. H., C. E. Leiserson, R. L. Rivest, and C. Stein. 2001. Introduction to Algorithms, Cambridge: MIT Press.
Ganuza, Juan José., y Gerard Llobet, "Análisis económico de la revolución digital". 2018. Papeles de Economía Española, N.º 157
Meiklejohn, S., M. Pomarole, G. Jordan, K. Levchenko, D. McCoy, G. M. Voelker, and S. Savage. 2013. A fistful of bitcoins: Characterizing payments among men with no names. In 13th ACM Internet Measurement Conference.
Ron, D., and A. Shamir. 2013. Quantitative analysis of the full bitcoin transaction graph. In 17th Financial Cryptography and Data Security International Conference.
Waltman, L., and N. Jan Van Eck. 2013. A smart local moving algorithm for large-scale modularity-based community detection. The European Physical Journal B 86:1–14.
Hay 16 comentarios
Interesante trabajo detectivesco pero no creo que la valoración ética del uso de Bitcoin deba descansar en el porcentaje de transacciones ilícitas. Si se normalizará su uso, las transacciones licitas crecerían rápidamente con lo que se reduciría este porcentaje. El problema a dilucidar es hasta que punto la privacidad en los pagos es un derecho. Adicionalmente, kos costes medioambientales del minado también tienen su parte ética.
Gracias Fede. El gasto energético es claramente importante desde el punto de vista ético. Entiendo que hay estudios concretos que lo miden. También hay investigaciones que buscan alternativas al minado con menor huella energética.
Volviendo al tema central del post, el quid de la cuestión está en "si se normalizara su uso...". La pregunta es si es apropiado normalizar el uso de algo que desde ya es un instrumento claramente muy útil y práctico para actividades crimibales/ilegales.
“la mitad del valor de uso (que no de inversión)”
Ahí está la clave. La inmensa mayoría de transacciones en BTC tienen que ver con la especulación. Transacciones a cambio de bienes o servicios son minoritarias, y por tanto lo son también las transacciones ligadas a actividades ilegales.
Gracias por el comentario Luis. Efectivamente hay muchas más transacciones de inversión/especulativas que transaccionales. Pero eso no disminuye el hecho de que la base de esas especulaciones es un instrumento de facilitación de actividades ilegales. ¿No hay alternativas? ¿Debería haberlas? ¿Deberíamos evitar este instrumento y usar otros menos comprometidos?
Muchas gracias por tu articulo. Muy interesante. Me preguntaba si habia alguna manera de hacer estos mercados mas transparentes para que no sea tan facil encubrir transacciones ilicitas?
Gracias Álvaro. Hay muchas alternativas al Bitcoin, incluso dentro de las cryptos. Las hay más "seguras" en términos de ocultación de identidad, y más transparentes. Algunas de estas últimas vienen de bancos centrales o entidades del estilo, que al final van a "supervisar" esas cuentas como hacen con los depósitos. Hay un verdadero dilema entre privacidad y ocultación.
No lo pregunto con segundas, pero cual seria el porcentaje de usos fraudulentos de las monedas 'convencionales' como el dolar, euro, franco suizo... No se si incluir la evasion y fraude fiscal, ha ha.
Lo digo por que una moneda que se normalizase en su uso como medio pago, cosa que no pasa con el bitcoin por ahora, es normal que incluya tambien los usos ilegales.
Y no solo pasa con las cripto-modenas sino con muchas otras tecnologias como la criptografia en las comunicaciones o la misma internet y todas sus posibilidades.
Hola Pardal. Gracias por el comentario. Claramente la moneda convencional (como muchos otros instrumentos) se usa para fines ilegales. Pero, el extenso uso criminal del BTC implica, por preferencias reveladas, que para ellos es mejor que la moneda convencional, lo que nos lleva a la pregunta de si los otros beneficios que nos pueda aportar el BTC compensan el facilitar tan claramente la actividad ilegal.
Una visión muy interesante. Es cierto que puede verse de esta forma, pero también creo que es importante recalcar que ahora mismo el bitcoin no se usa prácticamente como moneda, y por tanto entiendo que el uso debido a actividades ilícitas es mucho más grande de lo que sería si en algún momento se llega a establecer como moneda.
Yo, personalmente, conozco a mucha gente que invierte en bitcoin, pero diría que no conozco a nadie que lo haya usado para comprar algo.
Hola Marc. Agradezco tu puntualización. Claramente hay mucha gente que utiliza el BTC como instrumento de inversión y no como instrumento de intercambio, y mucho menos para actividades ilegales. Es a toda esta gente a la que va dirigida el artículo, ya que es muy posible que no sean conscientes de las consecuencias que tiene el apoyo implícito que le están dando a los usos criminales del BTC normalizándola como instrumento de inversión. A ellos les quiero hacer reflexionar, aunque sea por un momento. Un saludo.
Muy necesario Jose, siempre está bien reflexionar y en general no se suele hacer mucho jejeje
Creo que es una buena reflexión y que es importante estimar las transacciones fraudulentas en bitcoin con métodos sólidos basados en la evidencia. Respondiendo a la pregunta, un claro sí, que las ventajas que aporta una tecnología sean aprovechadas antes para acciones ilícitas es comun. No estoy seguro (tengo 27 años jaja) pero apuesto a que usted u otros guardaban una opinión similar de internet antes de los 2000 jaja.
Bitcoin y, sobre todo ethereum, ofrecen ventajas que podrían aumentar la eficiencia en los sistemas de industrias como la financiera, logística y un largo etcétera. El uso de smart contract, oráculos y demás permiten sistemas que actúan de intermediario. De hecho, creo que los economistas deberían ir moviendo esfuerzos al estudio de los incentivos en los esquemas de plataformas de compraventa distribuida, las organizaciones descentralizadas (DAO). Además de intentar medir el impacto de las cripto de forma global y local (regiones como latinoamérica pueden ser especialmente interesantes).
Es adecuado invertir en bitcoin y demás criptomonedas por esa mejora en la eficiencia. Si quiere ejemplos le invito a investigue las compañias aceptadas en el sandbox español donde más de un 25% están basadas aplicar las posibilidades de las cripto. Otro ejemplo fue el caso reciente de la limitación impuesta por Robinhood, acción que habría sido imposible en un marketplace descentralizado. Remesas mediante stable coins...
La respuesta es un claro sí.
Hola Juan Ignacio. Gracias por tus comentarios especialmente porque me da pie a hacer una puntualización que no pude hacer en el artículo sobre BTC vs otras crypto. Pero antes que nada, no tengo 27 años 😉 y no soy ningún ludita. No te voy a contar historias de abuelo Cebolleta aunque aún hoy me sorprende que me es más fácil encontrar un paper en Google que en mi propio ordenador. Mas volvamos al tema. Fíjate que hablo de BTC y no de cryptos. Me encanta que saques a relucir Ethereum, ya que como bien sabes, flexibiliza notablemente el lenguaje del (la? le?) blockchain, y permite descentralizar el registro de contratos. No tengo problema con el blockchain y tengo muchas esperanzas en las aplicaciones de los smart contracts, que sí están estudiando los economistas. Mi pregunta va dirigida específicamente a los usuarios de Bitcoin en particular, y si me presionas, a los de otras cryptomonedas que son aún más oscurantistas como son Dash, Monero, o Zcash, y que dan mayor amparo a actidades específicamente ilegales. Espero que tu sé sea ahora un poco menos firme. Un saludo.
Gracias Jose por la respuesta. Pensaba que era el escrito de un hater de las cripto.
Ahora creo que la discusión es otra, más interesante que la de inicio. Voy a añadir un par de comentarios-preguntas, pero adelanto que la respuestas es menos firme como decías.
Por un lado la efectividad de dejar de invertir en bitcoin, ampliable a las monedas que mencionas, cuando la delincuencia puede moverse fácilmente a la propia ethereum u otras similares. Hasta donde sé no tienen grandes diferencias en cuanto a pseudoanonimato.
Por otro lado, la fortaleza del bitcoin es que los inversores cripto ya lo asumen como el "oro digital", resulta difícil no exponerse a BTC cuando la mayoría de criptos muestran una correlación muy grande con ella. Más aun cuando su precio marca los ciclos (altseason.. etc). Vaya es el efecto red de ser la primera, como cuando seguimos usando whatsapp aunque es de las peores aplicaciones de mensajería. Aunque también es la moneda más segura, es decir, sin rival directo y con mayor descentralización. Ethereum, por ejemplo, tiene competidores en Cardano u otras.
Creo que la frase que resume todo es la que suelen decir influencers o personas del sector cripto, que viene a ser que invierten en BTC, y solo dejan BTC cuando otras monedas van a mejorar el par BTC-moneda para seguidamente trocar de nuevo y aumentar sus satoshis (BTC)
Buen post, pero mejor aún el debate en comentarios.
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