Por Galo Nuño
El título de esta columna puede haber sorprendido a más de uno (esa era mi intención), pero resume el mensaje principal: además de producir futbolistas y tenistas de talla mundial, España es la patria de algunos de los mejores banqueros centrales del mundo, y este hecho ―menos conocido y discutido por el público en general― debe ser un motivo de orgullo para todos. Mi referencia para esta columna es esta otra, escrita hace ya tres años por Miguel Almunia, que destacaba la excelente nueva generación de economistas españolas.
En primer lugar, empecemos con algunas aclaraciones. Mi definición de banquero central va a ser muy concreta: no sólo alguien que trabaja en un instituto emisor (como la Reserva Federal o el BCE) u organización monetaria internacional (como el FMI y el BIS) sino alguien que trabaja en estas instituciones en temas de análisis económico (no supervisor ni operativo). El criterio para juzgar la calidad no va a ser las citas académicas en Google Scholar sino el papel de liderazgo jugado en estas organizaciones, aunque ambos criterios en la mayoría de los casos están muy correlacionados: los banqueros centrales que voy a destacar son en la mayoría de los casos también excelentes investigadores en macroeconomía, y eso explica en buena parte sus exitosas carreras.
Españoles por el mundo
Empezaré diciendo que el fenómeno del economista español en instituciones internacionales no es nuevo. Joan Sardá tuvo una presencia internacional significativa antes de recalar en el Banco de España a finales de los años 50, y según sus propias palabras, Agustín Maravall fue el primer extranjero en trabajar en el Board de la Reserva Federal en los 70. Más recientemente Jaime Caruana y José Viñals han sido ambos Chief Financial Counsellors del Fondo Monetario Internacional.
Pero centrémonos en el día de hoy, y empecemos por Estados Unidos. Como el lector conoce, la política monetaria en ese país se encuentra distribuida entre el Board de la Reserva Federal en Washington DC y 12 bancos regionales. Empezando por el Board, David López Salido es Senior Associate Director en el área de política monetaria. David es un experto en política monetaria, y gran conocedor del modelo Neo-Keynesiano (este papel con Jordi Galí y Javier Vallés anticipa en una década los modelos TANK).
En los 12 bancos regionales, la figura más importante tras el presidente de cada uno de ellos es la del Director of Research, que no solo coordina el trabajo de los economistas sino que acompaña al presidente al FOMC, que es el comité en que se toman las decisiones de política monetaria. Pues bien, dos de los 12 directors of research son también españoles. En St. Louis está Carlos Garriga, un experto en implicaciones macroeconómicas del mercado de vivienda, y en Philadelphia Roc Armenter, cuya investigación cubre temas muy variados, desde comercio internacional a política monetaria. Óscar Jordá es Senior Policy Advisor en San Francisco y, entre otras cosas, el descubridor de las local projections, una de las técnicas econométricas más exitosas de los últimos años. Enrique Martínez, Gara Afonso, José Fillat, Cristina Fuentes-Albero o Ander Pérez son otros ejemplos.
Sin abandonar Norteamérica, tenemos a António Diez de los Ríos, Director of Monetary Policy Analysis & Research en el Banco de Canadá, y a Pau Rabanal, jefe de división adjunto en el FMI. Como espero quede claro, la presencia española al otro lado del Atlántico es muy meritoria.
Regresando a Europa, en primer lugar debemos destacar a Óscar Arce, Director General de economía del BCE. Óscar es un experto en política monetaria, antiguo director general de economía en el Banco de España, y coautor de este paper (hay que hacer disclaimer por si alguien me acusa de favoritismo). Es además Chair del comité de política monetaria (MPC) del BCE, y por lo tanto un actor clave en la elaboración de la política monetaria en el área del euro. Paloma López es Adviser y experta en temas estructurales.
En Basilea tiene sede el Banco de Pagos Internacionales (BIS), una especie de banco central de bancos centrales, que recientemente ha anunciado que Pablo Hernández de Cos, se convertirá este año en su General Manager, el cargo más alto de la institución. Pablo es un experto en política fiscal, y tras ser Gobernador del Banco de España, también en política monetaria y estabilidad financiera. Anejo al BIS se encuentra el Instituto de Estabilidad Financiera (FSI), cuyo presidente es Fernando Restoy, antiguo subgobernador del Banco de España. José Manuel Campa es el Presidente de la Autoridad Bancaria Europea (EBA), y Jesús Saurina ha sido, hasta hace bien poco, miembro del consejo de la Junta Única de Resolución (SRB).
Intentando entender las causas
Este fenómeno es digno de investigación, y animo a que los numerosos economistas aplicados que nos deleitan con sus columnas en Nada es Gratis, aborden este tema. La presencia de españoles en altos niveles de la banca central internacional parece ser superior a la que nos correspondería por nuestro PIB y/o población. ¿A qué se debe?
Es cierto que los programas de becas internacionales han ayudado a que buenos estudiantes puedan realizar estudios de doctorado en universidades de reconocido prestigio (Harvard, LSE…), y que muchos de los arriba citados accedieron directamente a estas instituciones tras su doctorado, habiendo “escalado los rangos” internamente con su esfuerzo e inteligencia.
Una cantidad no desdeñable de los anteriormente citados han sido trabajadores del Banco de España antes de ocupar esas posiciones. ¿Ha ayudado su paso por el Banco a estas carreras?
Yo no tengo la respuesta a estas preguntas, pero animo a los jóvenes investigadores a que la aborden, ya que las lecciones aprendidas pueden servir para otros campos de actividad. Creo que algo se ha hecho bien, y me gustaría entender qué factores han sido los determinantes.
A modo de conclusión
En una sociedad en la que la crítica y el pesimismo abunda, creo que es importante enorgullecernos de los éxitos, además de los deportivos, cuyo beneficio social es, en mi opinión, más reducido que el de los científicos o emprendedores.
Más allá de esto, espero que este artículo sirva de referencia a los buenos periodistas económicos (otra especie que existe en este país y de la que también debemos congratularnos) para encontrar fuentes y testimonios para sus artículos, desterrando así a algunos tertulianos y “economistas” de salón que a veces aparecen por redes sociales y medios de comunicación hablando de temas que conocen sólo superficialmente. Consulten a los expertos internacionales que, en este caso al menos, a menudo hablan español.