El efecto de la salud en el mercado laboral: evidencia de brotes de dengue en Brasil.

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Por Gabriel Facchini

Existe una extensa literatura que documenta una correlación positiva entre la salud y los ingresos. Sin embargo, la dirección de causalidad que explica esta correlación sigue siendo en gran parte desconocida (Deaton, 2003; Weil, 2014). De hecho, la salud tiende a mejorar con los ingresos, ya que aumenta la calidad y cantidad de alimentos consumidos, se pueden dedicar más recursos al cuidado de la salud y se reduce el estrés sobre la satisfacción de las necesidades básicas. Sin embargo, la salud también puede afectar los ingresos, especialmente a través de la productividad de los trabajadores (puede afectar el absentismo y las capacidades cognitivas) pero también puede desincentivar la inversión en capital físico, humano o institucional. Esta relación bidireccional entre salud e ingresos, junto con la falta de fuentes de identificación convincentes, ha hecho que sea difícil aislar el rol de la salud en la capacidad de encontrar empleo y el nivel de ingreso (Currie y Madrian, 1999). Esto es lo que comúnmente llamamos en economía un problema de endogeneidad, y que un lector asiduo de este blog ya conoce muy bien.

En un trabajo coautoreado con Sonia Bhalotra, Aline Menezes y Rudi Rocha revisamos este tema y tratamos de cuantificar el efecto causal de la salud sobre el empleo y los ingresos y, en última instancia, la dependencia de ayudas del estado. Con este fin, exploramos los efectos de los brotes de dengue sobre las principales variables del mercado laboral en Brasil.

Entre todas las enfermedades virales transmitidas por mosquitos en el mundo, el dengue es la que ha experimentado un mayor crecimiento recientemente: según la Organización Mundial de la Salud (2009), la tasa de incidencia se ha multiplicado por 30 en los últimos 50 años. Y aunque anteriormente el dengue estaba confinado a regiones tropicales, en los últimos años se ha extendido a zonas templadas debido, entre otras razones, al cambio climático (Figura 1). Más aún, utilizando proyecciones de población y cambio climático para 2085, Hales et al. (2002) estiman que alrededor del 50% de la población mundial estaría en riesgo de transmisión del dengue, en comparación con el 35% en ausencia de cambio climático.

Figura 1: Número de casos por tipo de dengue por década desde 1943. Fuente: Messina et al (2014)

El caso de Brasil resulta particularmente interesante para estudiar el impacto del dengue sobre el mercado laboral por dos razones. Primero, la magnitud del problema: alrededor del 50% de los casos de dengue en el mundo tienen lugar en Brasil. Segundo, porque Brasil tiene a disposición del investigador un gran arsenal de datos que nos van a ayudar a obtener una medición causal del efecto del dengue sobre el mercado laboral (para quienes les interese trabajar con datos de salud en Brasil, pueden mirar la página del Instituto de Estudios para Políticas de Salud, donde Rudi es coordinador de investigación).

Brasil cuenta con un sistema nacional de notificación de enfermedades (SINAN), donde el personal médico que sospecha que un paciente está infectado con alguna de las enfermedades de reporte obligatorio (como es el caso del dengue) debe registrarlo inmediatamente. Esta base de datos nos permite observar el universo de casos de dengue desde 2003. Un problema de esta base (y de todos los datos de casos de dengue) es que gran parte de los casos de dengue no se reportan, lo cual crea un problema de error de medición.

Para solucionar este problema, y el problema de endogeneidad antes mencionado, utilizamos como variable instrumental para los casos de dengue un “Índice de Idoneidad del Dengue” (DSI por sus siglas en inglés) desarrollado por Obolski et al. (2019). El DSI es la predicción de un modelo matemático de la transmisión viral de los mosquitos que usa como inputs las condiciones locales de temperatura y humedad relativa. De esta forma, lo que hacemos es predecir dónde y cuándo, dado el clima y nada más que el clima, debería haber un aumento en los casos de dengue.

La Tabla 1 debajo nos muestra los principales resultados cuando analizamos el efecto del dengue sobre la participación laboral (LFP), el empleo (Emp), las horas trabajadas y los ingresos (estas dos últimas variables en logaritmos). La primera fila nos muestra el efecto de un modelo de OLS (sin tener en cuenta los problemas de endogeneidad y error de medición) y la segunda usando variables instrumentales. Observamos, primero, que los coeficientes del modelo IV son mayores que aquellos del modelo de OLS, lo cual va en línea con el sesgo hacia cero que sabemos causa el error de medición en modelos de OLS. Segundo, vemos que un aumento de los casos de dengue en una región metropolitana se traduce en una caída de las horas trabajadas y del nivel de ingresos.

Tabla 1: Efecto del dengue sobre el mercado laboral

La Tabla 2 nos muestra el efecto del dengue sobre las variables de horas y salarios de trabajadores con distinto tipo de contrato: formales, informales, y autónomos. Se puede observar cómo los más afectados por los brotes de dengue son los trabajadores autónomos, seguidos de los informales. Para los trabajadores formales no podemos detectar ningún efecto. Esto puede deberse a dos cosas: o los trabajadores formales tienen una menor incidencia de dengue, o tienen ciertos beneficios por su condición laboral que los otros grupos no disfrutan, llámese baja por enfermedad.

Tabla 2: Efecto heterogéneo por tipo de empleo

Otra desagregación que hacemos en el trabajo es por género. La Tabla 3 nos muestra el efecto sobre las variables de mercado laboral de hombres y mujeres. Es interesante ver que, aunque el efecto sobre las horas trabajadas es similar, las mujeres sufren una caída salarial que es más de 3 veces mayor a la de los hombres. ¿Les suena familiar? Probablemente sí. En una entrada reciente en este blog, Libertad Gonzalez nos contaba de un estudio que miraba los efectos de la pandemia de la covid-19 sobre el mercado laboral. Una de las conclusiones más importantes del mismo es que, a corto plazo, el empleo de las mujeres sufrirá bastante más que el de los hombres.

Tabla 3: Efecto heterogéneo por género

La desigualdad en salud, y sobre todo en el acceso al cuidado de la salud, es un problema muy importante en América Latina, del cual Marcos Vera Hernández ya nos comentó aquí. Como él, volvemos a plantear la urgente necesidad de sopesar las ventajas (mejor salud) y desventajas (costes, desincentivos al trabajo?) de expandir el acceso a la salud para grupos de personas no empleadas formalmente y poder, en base a los datos, tomar una decisión de política de salud pública apropiada. Pero queremos ir mas allá y plantear la posibilidad de introducir un sistema de seguro para los trabajadores informales y desempleados que pueda cubrir sus necesidades de ingreso en caso de un shock de salud. Esto es particularmente importante en países de Latinoamérica, donde el sector informal va desde un 30% en Chile hasta un 70% en Perú. Además, la ausencia de bajas (remuneradas) por problemas de salud no solo afecta al trabajador, sino que puede crear incentivos a presentarse a trabajar sin estar recuperado, aumentar la probabilidad de recaída, y potencialmente infectar a otros (ver este estudio sobre el efecto de cambios en la remuneración de las bajas por motivos de salud sobre el comportamiento de los trabajadores).



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Hay 1 comentarios
  • Opino que el ejemplo del Dengue en Brasil y su impacto sobre el mercado laboral es sumamente interesante. El binomio salud-trabajo es revelador. Aunque hay unos casos en los que no se cumple la bidireccionalidad salud-trabajo. Particularmente en lo que respecta al argumento de que si tengo trabajo tengo mayor probabilidad de acceso a la salud. Estos casos son los que evidencian la salud mental. Ese conglomerado de patologías “invisibles” que sin embargo condicionan no solo el acceso al mercado laboral sino que también afectan a la productividad. Ansiedad, estrés o depresión, por citar la sintomatología más común son un lastre que afecta al acceso o continuidad en el trabajo. Y que en terceros países, sin adecuada cobertura de medios, condenan unidireccionalmente a un callejón sin salida. Eso sin contar con el estigma ante ciertas patologías omnipresentes como criterio para la no contratación. Simplemente quería aportar una visión más inclusiva del concepto de salud.

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