Por Joan Costa-Font y Mario Gyori
El sobrepeso y la obesidad son una preocupación sanitaria global. Las personas enfrentan restricciones tanto monetarias como de tiempo para mantener un peso saludable, y existen motivos para pensar que debe dar lugar a una mayor intervención pública (véase aquí o aquí). Una de las cuestiones que se plantea es si una reducción de las desigualdades de ingresos, derivada de mejoras de renta, reduciría el sobrepeso.
Sabemos que las personas con un nivel socioeconómico más bajo (NSE) tienen más probabilidades de tener sobrepeso, medido con el índice de masa corporal (IMC). No obstante, ello no necesariamente implica que “tener más dinero reduzca el sobrepeso”. Por ejemplo, el efecto de los ingresos podría explicarse por la mayor educación o diferentes empleos de aquellos con más ingresos, o a su diferente sensibilidad a cambios de su peso corporal ideal. En efecto, mantener un peso saludable podría ser un lujo en un entorno donde las personas enfrentan un elevado coste para mantenerse en un peso saludable (por ejemplo, alimentos frescos, acceso a gimnasio y espacios deportivos, acceso a vivienda en ambientes saludables, etc.). Por lo tanto, parece importante distinguir el efecto renta de otros efectos que afectan al ingreso de las personas.
La mayoría de las investigaciones disponibles indican que las ganancias inesperadas de dinero que miden ese ‘efecto renta’ no tienen impacto en las mediciones de sobrepeso e IMC. Por ejemplo, usando evidencia estadounidense, Cawley et al. (2010), que explota cambios de renta derivados de una reforma de la seguridad social de EE. UU, que dio lugar a un aumento de renta permanente no anticipada, documentan que no hay un efecto sobre el sobrepeso y la obesidad. Otros estudios examinan el efecto de mejoras de ingresos después de una herencia, o de cambios en la tributación, y en especial el efecto de devoluciones de impuestos, aunque esos efectos pueden anticiparse (Au y Johnston, 2015). Finalmente, la evidencia de estudios experimentales donde se ofrecen incentivos monetarios específicos para reducir el sobrepeso sugiere evidencia que consiguen su objetivos, y que si bien hay efectos a los tres meses desaparecen a los seis meses (Finkelstein et al., 2007). No obstante, la transferencia de renta en estos experimentos es muy limitada para que cambien las barreras a los estilos de vida saludables.
Una forma de aislar este “efecto renta” podría ser a base de examinar el efecto de cambios no anticipados en la renta, por ejemplo, a raíz de ganar la lotería en un país donde una parte muy importante juega a la lotería regularmente, entre aquellos que sabemos que han jugado alguna vez. En Costa-Font y Gyori (2023) estudiamos la variación resultante de los shocks de ingresos extraordinarios después de ganar la lotería en el Reino Unido, donde una gran proporción de la población juega a la lotería (se estima que la mitad de la población juega). Dado que las ganancias de la lotería son ortogonales a las decisiones de salud de un individuo, esperamos que nuestras estimaciones brinden evidencia del ‘efecto renta’ restringiendo el análisis a los que han jugado a la lotería en algún momento del tiempo. Nuestra muestra de interés son todas las personas que informaron una ganancia financiera extraordinaria (1639 individuos que han ganado la lotería de una muestra de 14,953), ya sea ganancias de lotería o, alternativamente, una ganancia en las quinielas de fútbol, en al menos una ola de encuestas junto con datos de peso y altura para estimar el IMC. La muestra es 1639 personas que obtuvieron una ganancia de £ 250, y 873 obtuvieron al menos £ 500 o más durante el período de análisis, si bien el reducido número conlleva a que no se observen en el gráfico. La figura 1 nos muestra la distribución de los premios de lotería tal como los observamos en la muestra.
Figura 1. Distribución de los premios de lotería
Note: la muestra es la de aquellos que tuvieron una ganancia de lotería en un periodo de 16-años de la encuesta British Household Panel Survey BHPS.
Estimamos un modelo con efectos fijos y temporales tal como nos sugiere la literatura para eliminar el efecto de cualquier característica individual invariante en el tiempo que pudiera influya en jugar a la lotería, y a diferencia es otras especificaciones consideramos retardos temporales de las ganancias. Los resultados indican que las ganancias de la lotería no producen cambios inmediatos en la probabilidad de sobrepeso. No obstante, sí que se produce una reducción 12 meses después de ganar la lotería. Estimamos que una ganancia de £1000 (aprox. 1,700€) comportaría una reducción de la probabilidad media de sobrepeso de hasta un 5%, aunque este efecto es significativamente mayor entre personas con bajo nivel educativo.
Las estimaciones son heterogéneas dependiendo de las horas de trabajo y el nivel educativo. Observamos una disminución mayor del sobrepeso para las personas con bajo nivel educativo (educación primaria o menos), y el efecto corresponde a una reducción del 7-8% en comparación con el sobrepeso promedio. Sin embargo, no encontramos tales efectos de los premios de lotería entre las personas que trabajan muchas horas (más de 35 horas por semana). Esto es consistente con el efecto diferencial del ingreso sobre el sobrepeso entre individuos con limitaciones de tiempo (sufren pobreza temporal o time poverty). Finalmente, al examinar los mecanismos identificamos un aumento contemporáneo de 2 puntos porcentuales en la probabilidad de hacer ejercicio, lo que podría explicar el efecto.
A modo de resumen
Esta evidencia respalda la noción de que las mejoras de renta tienen un efecto sobre la conducta que conlleva un efecto retardado sobre el sobrepeso, especialmente entre aquellos con menor educación. En cambio, ello no es así entre las personas que trabajan muchas horas. Estas estimaciones indican que las transferencias de renta tardan algún tiempo en ejercer un efecto en el sobrepeso y, cuando lo ejercen, presentan efectos diferentes entre personas con bajo nivel educativo. Además, otra implicación es que los resultados confirman que la salud y el sobrepeso no se corrigen solamente con intervenciones sanitarias.
Hay 3 comentarios
Muy sesgado, se requiere análisis multifactorial, que una variable tarde en influir es querer cuadrar la realidad con nuestro sesgo obviando otros factores.
El sobrepeso, si no es enfermedad, se reduce con fuerza de voluntad. Igual que la creación de riqueza, pero esto no se estudia por temor a los resultados.
Las personas que ganan un premio gordo con los años suelen tender a perderlo. No analizais el locus de control, que es clave en ambos aspectos.
Gracias por tu comentario, pero si observas los artículos mencionados, verás que todos incluyen diferentes controles, como la edad, la nuvel educativo, el género y la salud de las personas, ademas de efectos fijos que controlan aspectos que no cambian anualmente, como la personalidad (locus of control). El argumento es que la renta tiene un efecto en el margen, aumenta la probabilidad de hacer ejercicio y solo afecta a las personas que no trabajan muchas horas.Es razonable creer que hay límites de tiempo y presupuesto para mantener un peso saludable.
muy buen artículo, me volveré tu seguidora
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