Efectos esperables de la eliminación del “Valor doble de los goles en campo contrario” en las eliminatorias UEFA

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Por Carlos Varela-Quintana, Julio del Corral y Juan Prieto Rodríguez

Los días 15 y 16 de febrero se van a disputar las primeras eliminatorias de octavos de final de la Champions League en las que no se va a usar la regla del “valor doble de los goles en campo contrario”, también conocida como “Regla del Gol Visitante (RGV)”, como criterio de desempate. Esta regla fue implantada por la UEFA en 1965 para las eliminatorias a doble partido. El objetivo de la regla era doble. En primer lugar, reducir el número de empates al final reglamentario de los dos partidos, limitando las eliminatorias que necesitaban algún mecanismo de desempate. Bajo esta regla únicamente las eliminatorias con el mismo resultado en los dos partidos se consideran empatadas al final de los 180 minutos reglamentarios. El segundo objetivo era incentivar un juego más ofensivo por parte de los equipos visitantes y, por ende, que se marcasen más goles. El efecto, sin embargo, no es tan claro. Si bien es cierto que el equipo visitante tiene un mayor incentivo para marcar goles, el equipo que juega en casa también lo tiene para evitar encajarlos. Al modificar los incentivos de ambos equipos, implantar o eliminar esta regla puede tener efectos, más relevantes y quizás no contemplados por los reguladores, sobre las probabilidades de superar la eliminatoria de los dos equipos.

Dado que la UEFA ha aplicado esta regla durante más de cincuenta años, el uso de los datos de sus competiciones no provee un contrafactual adecuado para estudiar los efectos potenciales de su retirada. Afortunadamente, contamos con un cambio reciente en las competiciones de la CONMEBOL, organismo análogo a la UEFA en América del Sur. La CONMEBOL decidió reintroducir la RGV en 2005, tras haberla usado únicamente en la temporada 1988. Esta modificación proporciona un experimento natural que permite evaluar los efectos esperados de la eliminación de esta regla en las competiciones UEFA.

Este experimento natural es estudiado en nuestro artículo de 2018, en el cual se analizan los resultados de las eliminatorias a doble partido de las competiciones de clubes de la CONMEBOL entre 1988 y 2014. La muestra contiene 594 eliminatorias en las que no usó la RGV (1989-2004) y 585 en las que sí se usó (1988, 2005-2014). Veamos los que nos dicen los datos de la CONMEBOL sobre los efectos que la retirada de la RGV puede tener en las competiciones UEFA.

Número de empates después de los dos partidos

Cuando se introdujo la RGV, el número de eliminatorias que se consideran empatadas tras los 180 minutos reglamentarios de los dos partidos disminuyeron significativamente del 25,93% al 8,89%. Por lo tanto, es esperable que su eliminación haga que más eliminatorias necesiten disputar la prórroga, favoreciendo a los equipos que actúan como locales en el partido de vuelta.

Número de goles marcados

La Tabla 1 muestra el número de goles marcados en los dos partidos de la eliminatoria por cada equipo al final de los 90 minutos reglamentarios. La tabla indica que no hubo un aumento significativo del número de goles de los equipos visitantes cuando sus goles tienen valor doble, ni en la ida, ni en la vuelta. Sin embargo, los locales marcan significativamente menos goles en el partido de vuelta cuando se aplica esta norma (1,66 frente a 1,85).

Tabla 1. Promedio de goles al final del tiempo reglamentario de los dos partidos

Si se mira el resultado agregado de los dos partidos puede verse como el promedio de goles cae de 5,23 a 4,93 cuando se aplica la RGV. Esta diferencia es estadísticamente significativa y muestra que la regla no consigue el objetivo de promover un juego más ofensivo. Más bien estimula un juego más defensivo, especialmente del equipo local en el partido de vuelta cuando un gol del equipo visitante puede suponer una verdadera catástrofe para el equipo local.

¿A qué equipo favorece la regla del gol visitante?

El Gráfico 1 muestra que el equipo que juega como visitante en la vuelta ganó aproximadamente el 40% de las eliminatorias sin RGV, siendo este porcentaje estadísticamente distinto del 50%. Al introducir la CONMEBOL la regla en el periodo 2005-2014, el porcentaje se incrementó hasta al 47%, no siendo estadísticamente distinto del 50%. Es decir, la aplicación de la RGV ayuda a equilibrar las eliminatorias, eliminando casi totalmente la conocida ventaja de jugar en casa el segundo partido.

Gráfico 1. Porcentaje de victorias al final de los 180 minutos reglamentarios del equipo visitante en el partido de vuelta

La Tabla 2 analiza cómo cambia esta probabilidad dependiendo de la desigualdad de los equipos. Para ello, se han clasificado las eliminatorias utilizando cuartiles definidos sobre las diferencias de calidad entre el equipo visitante y el local en el partido de vuelta. Así, el primer cuartil recoge eliminatorias en las que el equipo visitante en la vuelta cuenta con una plantilla mucho peor que el equipo local. Por el contrario, en el cuarto cuartil, se encuentran los casos en los que el equipo visitante cuenta con una gran diferencia de calidad a su favor. Como se puede ver, el aumento de la probabilidad de victoria en la eliminatoria del equipo visitante de la vuelta al aplicar la RGV se debe fundamentalmente al incremento de la probabilidad de superar la eliminatoria de los equipos visitantes cuando las diferencias de calidad son pequeñas.[1]

Tabla 2. Porcentaje de victorias del visitante en la segunda vuelta al final del tiempo reglamentario de los dos partidos

Este análisis se ha realizado sin tener en cuenta la prórroga, la cual, exceptuando la final, no se disputa en las competiciones sudamericanas. ¿Cambiaría nuestra conclusión si tuviéramos en cuenta el tiempo extra? La UEFA considera que la RGV proporciona una gran ventaja al equipo visitante en caso de llegar a la prórroga. Los datos, sin embargo, refutan esta argumentación. El porcentaje de eliminatorias ganadas por el equipo local en el segundo partido estuvo por encima del 50% en los periodos 1973-1986, 1987-1999 y 2000-2011[1], mostrando que el equipo local tiene ventaja a pesar de la RGV si se llega al tiempo extra. Al eliminar la RGV es de esperar que las eliminatorias que precisen una prórroga se incrementen sustancialmente, lo que favorecerá aún más a los anfitriones en el segundo partido.

Conclusiones

Utilizando el cambio en el reglamento de la CONMEBOL, se comprueba que la Regla del Gol Visitante sirve para contrarrestar la ventaja de jugar en casa la vuelta de las eliminatorias a doble partido. La eliminación esta temporada de la Regla del Gol Visitante para deshacer los empates en las eliminatorias a doble partido de la UEFA va a suponer, por tanto, un aumento significativo de la probabilidad de que los equipos que jueguen el segundo partido en su campo pasen la eliminatoria. Esto, en los octavos de final, supone darle una mayor ventaja a los equipos que quedaron primeros de grupo en la fase anterior. Es decir, se les da un premio aún mayor a los equipos que lo han hecho mejor previamente, lo que no parece un problema. Sin embargo, a partir de cuartos, el sorteo que determina los emparejamientos y el orden de juego tendrá un efecto mayor que hasta esta temporada sobre el resultado final. Las diferencias de calidad a medida que se progresa en la competición se reducen y, en consecuencia, el orden de juego será mucho más importante de lo que lo ha sido hasta ahora. Esto es, evidentemente, del todo injusto al no estar ligado a los resultados previos de los equipos.

Considerar, como se ha hecho, que la eliminación de una distorsión competitiva, como la RGV, contribuye inequívocamente a un marco más competitivo es un error del que nos advierte el conocido teorema del second best. El teorema, enunciado por Lipsey y Lancaster en 1956, demuestra que, en el caso de que una de las condiciones para obtener un óptimo de Pareto no sea factible, aceptar una segunda distorsión que compense la primera es la mejor estrategia para acercarse al óptimo. El presente caso constituye un magnífico ejemplo aplicado al ámbito del deporte.

De acuerdo con esto, creemos que la UEFA debería reconsiderar la eliminación de la RGV. Si el problema estriba, como la propia UEFA esgrime, en el enorme valor de los goles marcados en la prórroga por los equipos visitantes, lo que podría hacer es mantener la RGV durante los 180 minutos de tiempo reglamentario y disputar el tiempo extra, cuando sea necesario, sin aplicarla.

[1] Se hicieron varios análisis de regresión para ver el efecto de la RGV en la probabilidad de victoria de los equipos. El resultado de que, con la RGV, el equipo local en la vuelta tiene menos ventaja al final de los 180 minutos reglamentarios resultó muy robusto.

Hay 9 comentarios
  • Excelente entrada.

    Mucho se ha hablado de la injusticia del fútbol. Ya lo dijo Vujadin Boskov, lo de “Fútbol es fútbol”.

    Estoy de acuerdo con la conclusión, de quitar el SGV en la prórroga de la eliminatoria, pero mantenerlo los 180 minutos previos, según corresponda.

    El tema es el tiempo. Y cómo condiciona el resultado previo a nuestra estrategia futura. Así si he sacado un buen resultado en la ida, trataré de gestionar una estrategia más conservadora en la vuelta, o al revés. O también cuando jugamos una liga, se desvirtúa el juego, cuando por ejemplo un equipo campeón varias jornadas antes, se enfrenta a cuadros o con el equipo B, a un equipo que se lo juega todo para eludir el descenso, perjudicando dicha situación a los rivales potenciales que también se juegan mantener la categoría.

    Yo para potenciar un juego más intenso y evitar las prórrogas, para complementar el valor del gol, añadiría el Valor Estadístico Competitivo o VEC. Es decir en caso de empate en liga, o empate al final de una eliminatoria a doble partido (copa o champions), decidiría el cómputo de la posesión, más el menor número de faltas cometidas, más el número de tiros entre los tres palos. Así se incentiva una posesión ofensiva y se dinamiza el juego, sin corromper o alterar la esencia final, que son los goles.

    Aprovecho esta tribuna para saludar al bético Ferri, y al madridista Jimeno. Por mi parte, tan solo decir que…¡Visca el Barça!

    • Buenos días Jordi. Muchas gracias por las aportaciones y tus elogios.

      Ciertamente, como muy bien apuntas, el resultado en el primer partido parece condicionar el comportamiento en el enfrentamiento de vuelta. En nuestro paper se puede observar que, el no haber marcado en el partido de ida, reduce la probabilidad de que el anfitrión en la segunda vuelta pase la eliminatoria bajo la RGV. La presión psicológica (choking under pressure) y la aversión a la pérdida (loss aversión) puede hacer que no aproveche apropiadamente la ventaja de jugar en casa el segundo partido.

      El Valor Estadístico Competitivo, podría ser excelente solución si se pone al servicio de la creación de goles. Lo difícil es conseguir algo simple y que, tal como indicas, no corrompa la esencia del juego. Un mal diseño, además de despertar los típicos recelos sobre la integridad de la eliminatoria entre los aficionados, puede generar incentivos para que los equipos se centren en maximizar ciertas métricas, como la posesión, en vez de marcar goles.

      Un saludo cordial.

  • Buenos días:

    Es una entrada interesante, en la que se muestra que los efectos de cambiar las normas, o quitarlas en este caso, en un negocio como el futbol que mueve tanto dinero puede generar efectos contrarios a los buscados.

    Parece ser que existía una distorsión, la ventaja extra de jugar el segundo partido en casa, que la UEFA consigue "casi corregirla" con la regla del gol visitante, que en verdad se impuso por otros motivos: la reducción de los posibles empates y favorecer que se marcaran más goles. Ahora se quita, con lo cual volvemos a la situación de partida, con una clara ventaja al equipo que juega en casa el segundo partido.

    Dada mi aversión al riesgo particular, y supongo que la de todos los equipos, no me gustaría que mi equipo se jugara al azar el orden de las eliminatorias ahora que la ventaja del equipo local de segundo partido es importante. No sé por qué este razonamiento no afecta también a las prórrogas. Al fin y al cabo supongo que esa distorsión también opera en ellas y es vital jugar las prórrogas en casa.

    Saludos

    • Buenos días Rafa. Gracias por tus elogios y aportaciones.

      Ciertamente, no se entiende que, aplicando la misma lógica, no se elimine la prórroga. Una posible explicación es que, la UEFA, por motivos comerciales, esté interesada en alargar los partidos de las últimas fases de la competición. Ello no tiene que ser malo per se, por cuanto la afición disfrutará de minutos de emoción adicional.

      Sin embargo, la UEFA debe ser consciente de que el orden de los partidos influirá bastante en los resultados. Como bien dices, a nadie le gusta que la clasificación de su equipo a la siguiente ronda esté determinada por el azar. La percepción de que el resultado está dado de antemano puede devaluar el interés por las eliminatorias.

      Un saludo cordial

  • Es posible que el factor cancha en la CONMEBOL sea mucho más acusado que en UEFA. Los terrenos de juego son mucho más heterogéneos, por ejemplo, y seguramente también la animosidad (siendo suave) del público y subsiguiente presión sobre rivales y árbitros sea mucho más acusada en la CONMEBOL.

    Me atrevería a decir que el fútbol de la CONMEBOL es más parecido al de UEFA en los años 80. Y que la aplicación de la nueva regla en el fútbol UEFA actual no va a resultar tan beneficiosa para el equipo que juegue la vuelta como local como lo hubiera sido hace 30-40 años en Europa.

    Pero eso el tiempo lo dirá.

    Enhorabuena por la entrada.

    • Buenas noches Gallito. Gracias por tu aportación y tus elogios. Efectivamente la ventaja de jugar en casa es superior en las competiciones sudamericanas. Sin embargo, la diferencia no es tan acusada como uno pudiera creer en un principio. Si agregamos los datos del estudio realizado por Pollard & Gomez (2014) para el periodo 2006-2012, se observa que los equipos europeos ganaron un 46,85% de los partidos de liga cuando jugaban en casa, mientras su contraparte sudamericana ganó un 47,98%, menos de un punto porcentual más. La diferencia es tan pequeña que creemos que la experiencia sudamericana puede resultar valiosa para la UEFA.

      Un cordial saludo.

    • Buenas noches Gallito. Gracias por tu aportación y tus elogios.

      Efectivamente la ventaja de jugar en casa es superior en las competiciones sudamericanas. Sin embargo, la diferencia no es tan acusada como uno pudiera creer en un principio. Si agregamos los datos del estudio realizado por Pollard & Gomez (2014) para el periodo 2006-2012, se observa que los equipos europeos ganaron un 46,85% de los partidos de liga cuando jugaban en casa, mientras su contraparte sudamericana ganó un punto porcentual más, un 47,98%. La diferencia es tan pequeña que creemos que la experiencia sudamericana puede resultar valiosa para la UEFA.

      Un cordial saludo.

  • Excelente entrada.

    Lo que demuestran los datos es que no se consigue aumentar el número de goles y se perjudica claramente al que juega fuera de casa el segundo partido.
    No se puede entender esta decisión de UEFA a partir de cuartos pues como bien señalan los autores la diferencia de calidad es menor entre los 8 mejores clubes.
    De sabios es rectificar, pues el fútbol son 11 contra 11, no es necesario que se realice esa intervención que produce justo lo contrario.

    Un saludo,

    • Buenos días Asensio. Muchas gracias por tu aportación y tus elogios.
      Crucemos los dedos para que, a la luz de estos datos, la UEFA rectifique.

      Un saludo cordial.

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