La creación de nuevas ideas es el motor del crecimiento económico. Sin ideas innovadoras sería imposible sostener el crecimiento de la productividad y la mejora de nuestros niveles de bienestar social. Algunos economistas conocidos, como Robert Gordon, sostienen desde hace tiempo que se está agotando el stock de ideas, poniendo en duda la capacidad de las economías más avanzadas de continuar por la misma senda de crecimiento de las últimas décadas. Nunca me convenció esta visión pesimista por la dificultad de imaginar el conjunto de ideas no descubiertas, pero tengo que confesar que me impactó la evidencia sobre la caída tendencial en la productividad de la I+D+I que presentan Nicolas Bloom, Charles Jones, John van Reenen, y Michael Webb (BJRW) en su reciente papel “Are Ideas Getting Harder to Find”. Según su evidencia, las empresas americanas y la sociedad americana en su conjunto tienen que dedicar cada vez más recursos a la I+D+I para mantener la tasa de crecimiento de la productividad en sus niveles actuales.
Los autores motivan su estudio con una referencia a la literatura de crecimiento endógeno. Muchos de estos modelos se basan en el supuesto de que la tasa de crecimiento de la productividad, o mejor dicho la productividad total de los factores (PTF), es una función creciente de la proporción del PIB dedicado a I+D+I. En otras palabras, manteniendo constante la inversión en I+D+I, medido en porcentaje del PIB o en número de investigadores, un país sería capaz de mantener constante también la tasa de crecimiento de la PTF o la renta per capita. Sin embargo, los datos parecen desmentir este supuesto.
La Ley de Moore
Una forma simple de ilustrar la supuesta caída en la productividad de la inversión en I+D+I es con el ejemplo del sector de semiconductores. Desde el principio de los años 70, la capacidad de los microprocesadores se ha multiplicado por dos aproximadamente cada dos años, algo que se conoce como la Ley de Moore. El crecimiento exponencial en la capacidad de los microprocesadores es algo a lo que nos hemos acostumbrado, pero los datos muestran que sólo se ha podido conseguir a base de dedicar cada vez más recursos – tanto humanos como en inversión en equipos etc., al I+D+I. En concreto, hoy en día se necesitan 18 veces más recursos para duplicar la capacidad de los microprocesadores en dos años que al principio de los 70. Este hecho se ilustra en el primer gráfico.
Gráfico 1: Evidencia del sector de semiconductores
La línea verde representa el ratio entre la inversión en I+D+I por parte de las empresas americanas en el sector de semiconductores y el salario medio de personas altamente cualificadas (con un mínimo de cuatro años de educación universitaria). Los autores se refieren a este ratio como el número efectivo de investigadores aunque sería más correcto hablar del número equivalente de investigadores. Es decir, el número de investigadores que se podría haber contratado con el gasto en I+D+I de las empresas. Como indica la línea verde, estos gastos han aumentado por un factor de 18 desde los años 70, mientras que la tasa de crecimiento del número de transistores ha permanecido constante (la linea azul).
Las cifras indicarían que la productividad de los recursos dedicados a la I+D+I en el sector de los semiconductores está cayendo a una tasa media anual de 6,8%. Obviamente, el ratio entre la tasa de crecimiento del número de transistores y el número efectivo de investigadores es sólo un proxy para la productividad de la I+D+I. Pero los autores obtienen resultados similares si utilizan la tasa de crecimiento del PTF del sector de semiconductores.
La productividad de la I+D+I
Gráfico 2: Evidencia agregada sobre la productividad de la I+D+I
BJRW no son los primeros en evidenciar la aparente caída en la productividad de la inversión I+D+I. En un artículo de 1995, Jones hizo una observación similar usando datos agregados para la inversión en I+D+I y el crecimiento del PTF en EE.UU. El artículo de BJRW reproduce la evidencia agregada para los EE.UU. (Gráfico 2). Al nivel agregado se observa un espectacular aumento en los recursos decididos a la I+D+I sin apenas cambios en la tasa de crecimiento de la PTF. Pero como explican los autores con mucho acierto, los datos agregados no son concluyentes. La caída en la productividad agregada de la I+D+I puede esconder importantes diferencias a niveles más desagregados. Además, otro factor que puede haber contribuido al aumento en los recursos dedicados a I+D+I es el aumento en el número de productos o variedades. Manteniendo constante la productividad de la I+D+I y el número efectivo de investigadores dedicados a cada uno de estos productos o líneas de producción se observaría un aumento tendencial en la inversión en I+D+I si el número de variedades crece exponencialmente.
Para descartar esta posible explicación, BJRW ofrecen datos para sectores tan distintos como la industria de semiconductores, la agricultura y el sector farmacéutico. En cada uno de ellos observan el mismo patrón que en el sector de los semiconductores. Con el tiempo la productividad de la I+D+I ha disminuido a tasas nada desdeñables tanto al nivel de sector como al nivel de cultivos específicos en el caso del sector de agricultura, e independientemente de si se mide los avances en el sector farmacéutico por el número de medicamentos nuevos aprobados por la Agencia Federal de Medicamentos o el aumento en la expectativa de vida por los avances en determinados medicamentos. Por último, al final del estudio los autores bajan al nivel de empresa ofreciendo evidencia de que la empresa media, mediana y modal han experimentado una disminución en la productividad de su gasto en I+D+I.
Como mencioné al principio de la entrada, en el fondo el estudio de BJRW genera dudas acerca de nuestra capacidad de mantener durante mucho tiempo más las actuales tasas de crecimiento del PTF. Ojalá no se cumple esta predicción, pero para que sea así, harán falta muchos recursos y he aquí el verdadero motivo de la entrada. La rentabilidad media de la inversión en I+D+I puede haber bajado, pero sigue siendo una actividad muy rentable, por lo menos para aquellas empresas que consiguen a través de ella una posición de liderazgo en su sector. Además, la inversión en I+D+I es un requisito para poder competir en los sectores que generan el mayor valor añadido. La decepcionante evolución de la productividad es el talón de Aquiles de la economía española. Sin embargo, mientras muchos países han intensificado su apuesta para la I+D+I, en España la inversión pública en I+D+I ha sido una de las principales víctimas de los recortes. No es difícil predecir los efectos que tendrán estos recortes sobre el potencial de crecimiento de la economía española.
Hay 21 comentarios
Por decir lo menos, me parece prematuro afirmar que cuesta más esfuerzo encontrar nuevas ideas. Primero y ante todo, nadie puede hacer semejante afirmación porque las mediciones de esfuerzo e ideas es prácticamente imposible. Seguir usando datos de cuentas nacionales y otras estadísticas de agregados poco relevantes y poco fiables debiera causar risa porque es determinante importante del fracaso de la macroeconomía --keyenesiana, post-keynesiana, post-post-keynesiana pero también de sus síntesis con otras teorías.
Segundo, usar resultados preliminares basados en esos agregados y luego buscar ejemplos en los cajones de la microeconomía que confirmen esos resultados es una práctica equivocada. Entre otras razones porque el número de esos cajones ha aumentado mucho en los últimos 50 años (sí, ha habido nuevas ideas aunque sabemos poco sobre lo que costó desarrollarlas) y no hay macroeconomista alguno que pueda alegar conocer ese número y el contenido de la mayoría de esos cajones.
Tercero, varias fuerzas "no-económicas" han estado condicionando el desarrollo de nuevas ideas en los últimos 50 años, incluyendo su valor y su costo. Pero todavía no somos capaces de entenderlas y en particular de evaluar sus efectos sobre ese desarrollo. Por empezar todavía no hemos podido identificarlas.
Cuarto, hablar de "nuevas ideas" confirma que "economics is and should be creepy" (https://slate.com/business/2018/05/robin-hanson-the-sex-redistribution-professor-interviewed.html).
Si una actividad (por ejemplo I+D en semiconductores) proporciona una rentabilidad/riesgo mejor que el resto de inversiones, lógicamente mas capital se destinará a esa actividad. Y siendo la investigación una actividad del tipo "el primero se lo lleva todo", cada vez mas inversiones en I+D se "perderán" al llegar segundas a la meta.
No es que sea mas difícil encontrar nuevas ideas, es que es mas difícil encontrarlas antes que los demás.
Al final la rentabilidad/riesgo va a revertir a la media.
Por eso es tan importante la investigación básica. Buscar ideas donde nadie mas busca.
Me parecen muy acertados tus comentarios. Gracias. Mis últimos comentarios van en la misma dirección. En cuanto a la importancia de la investigación básica recomiendo la lectura de la entrada de hoy en agenda pública:
http://agendapublica.elperiodico.com/investigacion-universitaria-y-prosperidad-economica-territorial/
Alnair, la competencia por llegar primero siempre ha existido en todas las actividades humanas. No es algo específico a I+D. El problema es quiénes tienen incentivos a participar en la competencia sabiendo que el primero ganará más --quizás mucho más-- que el resto. Muchos microeconomistas han estudiado ese problema que no tiene sentido alguno a nivel macroeconómico (sí, los políticos llaman a que sus países sean primeros en bienestar material, pero los políticos están dispuestos a decir cualquier cosa para ser primeros en la gran competencia por poder). Si queremos que haya competencia tendrá que haber incentivos para participar y lo peor que se puede hacer es introducir la sospecha de que el resultado de la competencia será revisado y corregido por los políticos. Vea usted lo que está pasando en muchas competencias.
Como aprendimos hace mucho tiempo, las rentas de la competencia en cualquier actividad, no sólo en I+D, se disipan porque van apareciendo nuevos competidores que introducen cambios marginales a ideas ahora viejas. Pero también, aunque con menor frecuencia, aparecen competidores con cambios radicales que en principio ganan mucho, pero cuyas rentas también se disipan en el tiempo.
Lo que sí hoy sabemos mejor es el papel que juegan los "buscadores" de renta, tanto los que consiguen protección oficial de gobiernos como los que no tienen problema en extorsionar a los ganadores.
Es curioso.
Ayer día 6 de mayo se cumplieron 200 años del nacimiento de Karl Max y pienso que el articulo de Marcel Jansen es un excelente recordatorio de la inmensa deuda que la humanidad tiene contraída con el:
..."Los autores se refieren a este ratio como el número efectivo de investigadores aunque sería más correcto hablar del número equivalente de investigadores. Es decir, el número de investigadores que se podría haber contratado con el gasto en I+D+I de las empresas. Como indica la línea verde, estos gastos han aumentado por un factor de 18 desde los años 70, mientras que la tasa de crecimiento del número de transistores ha permanecido constante (la linea azul)"...
Si traducimos las palabras de Marcel al lenguaje marxista no es difícil comprender que donde se dice...
.... crecimiento nº de transistores producción capitalista
.... crecimiento nº de trabajadores equivalentes acumulación de capital constante
por lo que la conclusión de Marcel se convierte en la predicción marxista por excelencia:
..."la disminución de la la tasa de beneficio, (productividad), como consecuencia de la inevitable acumulación de capital constante (inversión en I+D+I)"...
Un bello reconocimiento póstumo de nuestras industrias de semiconductores hacia aquel que una vez dijo:
.......... TRABAJADORES DEL MUNDO; UNÍOS .........
Me parece una idea con mérito y trataré de releer el artículo porque es bastante evidente, --de modo sin duda intuitivo y vivencial--, que la creatividad está en niveles peligrosamente bajos.
Lo cual era de prever viendo las tendencias y las presiones "homogeneizantes" que imperan tanto en los EEUU como en la UE.
Esto es, en parte, debido a una fiebre regulatoria propia de otro tipo de regímenes políticos y, en parte, a la enorme Oligopolización del Sistema. El sistema está esclerótico y osificándose.
Por otra parte no hace falta ser muy avispado para ver que la presión de lo políticamente correcto, al nivel académico, es altísima.
Ciertamente esto es lo que se percibe también en otros ámbitos.
Hay un texto de Hayek, de 1950, que nos advierte de que esta etapa llegaría.
El Capítulo II de "The Constitution of Liberty" traducido al español como "Los Fundamentos de la Libertad" se titula "El poder Creador de la Civilización Libre".
Es evidente que hoy las fuerzas de la hiperregulación, el control cultural estricto, la dictadura de lo Políticamente Correcto y otras formas de Control Social convierten la Creatividad en un Riesgo Caro. Muchas carreras no pueden aceptarlo y sobrevivir.
Saludos y gracias al profesor Jansen. Hace mucho que no le leía.
Gracias a tí Manu.
Lo que yo veo en la gráfica es que para hacer crecer la capacidad de los microprocesadores al 35% anual acumulado durante los últimos 45 años ha bastado con hacer crecer el número de investigadores equivalentes al 6% en ese mismo periodo. Eso no parece mostrar el agotamiento de nada.
No me parece que tenga sentido comparar la tasa de crecimiento de una variable (el número de investigadores) con la tasa de crecicimiento de la tasa de crecimiento de otra (la capacidad de los microprocesadores).
No tengo la sensación de vivir una época falta de nuevas ideas: Amazón, Uber, Tesla, Space X, coches autónomos, los gatos transgénicos de la Clínica Mayo, CRISPR, Alphago, ...
El mayor enemigo del desarrollo de estas ideas no es ningún "agotamiento secular inevitable" es la regulación: Uber prohibido en Europa, Amazón criticado por Trump, los coches autónomos vistos con recelo, la AI acusada de eliminar puestos de trabajo o, seguramente, los gobiernos decidiendo donde tienen que ir o a que los fondos dedicados a I+d+I (eso que el autor llama" inversión pública en I+D+I), uno no puede más que sospechar que con un Estado reducido a la mínima expresión (fondos públicos incluidos), avanzaríamos más deprisa.
Reducir el Estado actual.- La sospecha verdadera y fundamentada es que a causa del voto económico egotrópico y las loterías, ruido y aleatoriedad que lo causan, ud. nunca se dará cuenta de que reducir el Estado actual a la mínima expresión solo hará que salga, que se siga creando, un 'Estado Amazón' a la máxima expresión, del que ud. se seguirá quejando en su momento porque ‘regula demasiado’ ‘esta dominado por su directivos corruptos ‘los impuestos están mejor en mi cartera’ etc... De que no se dará cuenta nunca de que el Estado actual es el Amazon impulsado hace unos pocos siglos en la creación del sujeto económico-Estado aunque se haya incubado hace bastantes millones de años-John M.Smith y Szathmár “Major Transitions in Evolution-... Que no se dará cuenta, never, que es perjudicial seguir fiándose de leer los apuntes económicos de superhéroes como '' La mano invisible del mercado'' '' Iron Man 2'' '' ''Blancanieves y ''... simplemente porque se han vuelto (la innovación del sujeto-el estado y su cambio de escala)-obsoletos, anticuados, y antieconómicos. Saludos
Gracias, Marcel.
He vuelto a leer su artículo. Agradezco la bibliografía y me gustaría comentar brevemente dos cosas.
La primera tiene que ver con la cita de la Ley de Moore. La productividad --he trabajado casi toda mi vida en el mundo de los semiconductores-- se obtenía por la necesidad de aumentar la velocidad de los procesadores.
Como la velocidad de la luz es fija la única forma de hacerlo es reduciendo la distancia a recorrer. Es decir, líneas cada vez más "thin". El progreso de los chips se basaba pues en conseguir proyectar sobre el silicio "líneas" de circuitos cada vez más finas. Esto y la disipación de calor fueron los principales obstáculos.
La educación de las personas que lideraban estaos proyectos era alta, pero mucho más lo era su intelecto. Eran los mejores cerebros de la compañía.
La segunda cuestión es con Schumpeter pero me queda poco espacio y lo haré en otro momento.
Un saludo y gracias
Dos precisaciones. La caída en la productividad sería del 6% anualmente. Dos, sin referencias a la literatura de crecimiento yo también hubiera tenido mis reservas sobre la medida de productividad - tasa de crecimiento sobre número de investigadores. Pero le recuerdo que la mayoría de nuestros modelos de crecimiento están basados en el supuesto de que podamos conseguir una tasa de crecimiento constante de la PTF con una dotación constante de recursos para la I+D+I. Por tanto, se puede entender el papel como un test de esta hipótesis y es así como lo presentan los autores.
Personalmente prefiero pensar más bien en las implicaciones de la evidencia presentada. Y siguiendo un comentario anterior, me interesa sobre todo la idea que los retornos económicos pueden haber crecido para los ganadores (the winner takes it all) y que se disipan en términos esperados por la entrada o intensificación de la I+D+I por parte de muchas empresas.
Otro factor a considerar, a parte del "winner takes all", es que a medida que la industria de semiconductores ha crecido, muchos ingenieros I+D no se dedican a progresar en la "ley de Moore", sino en otros temas para usos mas específicos. Por ejemplo, menor consumo para dispositivos móviles, chips dedicados a temas especificos (GPUs, ASICS, procesamiento de señales), etc, todos ellos temas de investigación que no tiene porque reflejarse en la progresión de la ley de Moore.
Es mas, el avance de la velocidad y miniaturización de los chips depende de un pequeño grupo de empresas que son las que desarrollan la tecnología para litografía de semiconductores, y que muchas de ellas ni siquiera son consideradas como empresas de semiconductores.
Muchas de estas empresas están en el sector de la fotónica o la óptica, como Photonics Inc., o Nikon.
Por otro lado, muchas empresas de semiconductores, son empresas "fabless", solo los diseñan y los mandan a fabricar, y mucho menos investigan como miniaturizar mas los chips.
Marcel,
mantener una tasa de crecimiento de una variable constante con un número de recursos constante, implica conseguir un crecimiento exponencial de la variable subyacente con recursos constantes.
Eso es, en muchos casos incluso físicamente imposible (el caso de los semiconductores es uno de ellos). No sé el número de investigadores que hace falta para que las naves espaciales pasen de viajar a 200,000 km/h a 400,000 km/h pero si tengo claro que no habrá número suficiente de investigadores que consigan duplicar su velocidad una vez que alcancemos la mitad de la velocidad de la luz.
No hace falta dar lecciones. En casi todos los modelos la I+D+I requiere la combinación de recursos humanos y equipos. Y la dotación total está medido en porcentaje del PIB y por tanto crece al mismo ritmo que la producción.
Pero como ya he dicho con anterioridad, las referencias a la teoría de crecimiento endógeno no son lo más interesante. Lo importante es si tenemos que temer un ralentizamiento del crecimiento de la PTF o no, y cuales son los drivers detrás del crecimiento tan fuerte y generalizado en los recursos dedicados al I+D+I.
No tenemos que temer una ralentizacion del crecimiento de la PTF porque ya hace tiempo que está con nosotros. Y el asociar la PTF con la inversion en I+D+I tiene, en el fondo, algo de "derrota intelectual"
https://nadaesgratis.es/josep-pijoan-mas/la-baja-productividad-total-de-los-factores-o-porque-con-iniesta-de-portero-espana-no-habria-ganado-el-mundial
Es dificil no estar de acuerdo con Pijoan-Mas cuando identifica la falta de movilidad de los recursos (humanos y de capital) como una de las causas de su bajo crecimiento.
Gerard denunciaba el otro dia, el caso de la sentencia de Uber (hace tiempo que los taxistas debíán haber sido recolocados en usos más productivos) que es impresionante lo que mejora mi "rotación de capital" o los recelos que genera un Amazón (con el tiempo que me libera).
https://nadaesgratis.es/gerard-llobet/la-politica-del-que-hay-de-lo-mio
Tal vez no es el I+D+I. Crecer en un mundo donde el avance tecnológico es cada vez más complejo está a nuestro alcance. Hacerlo en un mundo donde la complejidad burocrática y la "rigidez" en la gestión de los medios de producción crece me temo que no (como citaba algún comentarista, en el 200 aniversario de Marx, a "las pruebas me repito")
José Ignacio,
Siento la reiteración de mis comentarios a tus comentarios, pero es que me sale solo. A mí no me gusta nada el post de Pijoan-Mas. Sus soluciones son: "el sector bancario puede volver a dar crédito y lo dé a sus mejores usos, que el mercado laboral ofrezca movilidad, que nuestras escuelas y universidades mejoren la formación de las nuevas generaciones y que disminuyan las regulaciones que protegen a las pequeñas empresas". Lo único relativamente original creo que es lo de la regulación a las PYMES según la evidencia (exclusivamente) de la India, que por otra parte supongo no gustará nada a los promotores del "emprendimiento", con los que creo -por otros comentarios tuyos- que te identificas. Lo demás es, en mi opinión, un mix de obviedades (mejor educación) y típico wishful thinking economicista, esto es, bancos "perfectos" y desregulados y señores y señoras que toman decisiones después de comparar la "utilidad" de abandonar a su familia y su cultura con los índices de calidad de vida de las ciudades/paises del mundo mundial. Para mí, son mucho más verosímiles las explicaciones de Robert Gordon y similares.
Marcel,
Hace tiempo leí la versión inicial del paper de Bloom y coautores y no he leído versiones posteriores. Rechazo partir de un esquema contable (invocar a Solow es una credencial mala). Usar un esquema contable para teorizar es tomar un atajo porque se buscan "resultados" sin explicar lo que se quería explicar. Los esquemas contables son útiles para verificar la consistencia de variables cuantitativas predeterminadas y por eso las cuentas nacionales y otras estadísticas son útiles, pero para explicar se necesita primero plantear una teoría y luego intentar aproximar sus "variables" por mediciones consistentes entre sí.
Para entender qué está pasando, sólo podemos recurrir a la microeconomía. Primero y ante todo para identificar las restricciones que en "este momento" creemos son límites efectivos a nuestras oportunidades para desarrollar nuevas ideas e innovar. Si uno escucha las quejas de los académicos la restricción presupuestaria sería el principal límite efectivo, pero nunca antes los académicos han tenido la enorme cantidad de fondos para investigar como tienen hoy (9-5-2018). A mi juicio el problema está en la institucionalidad de la investigación académica que se ha ido adaptando más a presiones sociales de grupos diversos que a los cambios derivados de sus propios logros (por ejemplo, hoy se requiere trabajar en equipos de mayor tamaño). Este problema se muestra con distinta intensidad en las varias disciplinas académicas.
Segundo, la masificación de la investigación académica en los últimos 50 años habría generado una población de investigadores en que la importancia relativa de los investigadores "pioneros" ha disminuido fuerte (aunque su número absoluto ha seguido aumentando). Hoy esa población incluiría una mayoría absoluta de investigadores "sumisos" o "burocráticos". No se trata sólo de que estas dos últimas categorías incluyen investigadores adversos al riesgo a diferencia de los pioneros. Por definición, los sumisos sirven a otros y por otros no me refiero sólo a quienes financian sus proyectos sino principalmente a quienes controlan directa o indirectamente sus carreras, y los burócratas se sirven a sí mismos cumpliendo con lo que ellos entienden que sus principales les están exigiendo, en particular con las normas formales e informales establecidas por sus principales.
Ese cambio no debe extrañar por la importancia relativa del financiamiento y control estatal de la investigación académica. No puedo hacer referencia a investigaciones económicas de cómo ha cambiado la organización industrial de la investigación académica, en particular la composición de su personal de investigación, porque no he encontrado (The Organization of Inquiry de Gordon Tullock, 1966, reflejaba las preocupaciones de su época, y si bien mucho se ha publicado sobre el producto de la industria poco sobre cómo se generó).
El ejemplo de los semiconductores solo es válido para ver la evolución de la productividad del i+d en saltos tecnológicos no disruptivos.
Pero de vez en cuando aparecen los saltos tecnológicos disruptivos y la productividad se acelera.
Como ejemplo podemos ver la evolución tecnológica para ahorro de combustible en coches diesel o gasolina. Se están dedicando muchísimos recursos para conseguir pequeñas mejoras.
Pero se atisba en el horizonte el salto disruptivos que supondrá el coche eléctrico cuando las baterías se mejoren y abaraten, y sustituyan a las tecnologías actuales.
Casos similares, los estamos viendo los últimos 20 años, en energías renovables ya baratisimas, nuevos materiales, el mundo de Internet, teléfonos móviles etc
Si se tienen en cuenta estos saltos disruptivos, la mejora no es menor que antes. Quizá no la medimos bien.
Creo que el Sr. Jansen está en lo cierto y que hay bastantes indicios de que los rendimientos decrecientes están ahí. Y para verlo es mejor salir por unos instantes del tablero de juego y mirarlo de lejos con los ojos entrecerrados.
Anteriormente aludí a la cuestión de la naturaleza Normativa, Reguladora y forzosamente Homogeneizadora de las políticas públicas de nuestro espacio político. La Ley de Ashby funciona.
Un ejemplo:
Es frecuente ver muchos estudios relativos a las Políticas de Género vistas desde la Perspectiva Ortodoxa.
Lo que es casi impensable ver algún estudio que reciba apoyo para estudiar la Heterodoxia.
Lo mismo sucede con otro mantra del sistema político, el CO2 y sus efectos en el antes "calentamiento" y ahora "cambio".
La creatividad no es "funcionarizable" ni mucho menos se produce en un entorno hiperregulado como el nuestro.
Si además se opera solo dentro de lo políticamente correcto lo realmente sorprendente es que haya alguna creatividad.
Y no hablemos si, además vivimos dentro de una oligopolización con inmenso poder de mercado y en fuerte desertización industrial.
Todos estos factores están ante nosotros pero quien los menciona o muestra interés por ello se convierte en un problema académico. En toda Europa.
Es lógico que cuando el campo --por ejemplo el de la Ortodoxia de Género-- está "overcrowded y overpublished" se reduzca notablemente la probabilidad de encontrar algo nuevo y verdadero.
Saludos
Si la productividad se mide como unidades (de algo) producidas por hora trabajada, hay que tener en cuenta que el campo de la tecnología es acotado, porque lo es el de la física. No se descubre algo como la electrónica o la física nuclear todas las décadas, porque las partículas y fuerzas fundamentales son las que son. Mil millones de investigadores buscando nuevas fuerzas (probablemente) buscarán en vano.
Si la productividad se mide poniendo en el numerador el valor-precio de lo producido, también parece lógica la caída de la productividad, a la luz de la saturación por opulencia, o sea, la resistencia de cierta parte de la población (la más acomodada) a consumir más, por considerar que "ya lo tiene todo".
En definitiva, la sorpresa por la disminución o estancamiento de los distintos indicadores de productividad no parece fundada, salvo si empleamos modelos neoclásicos de demanda latente infinita, hoy día claramente superados. No es preciso recurrir a explicaciones endógenas del tipo "ya no hay ideas", "somos más tontos" o "hay menor libertad en el ambiente académico".
Vivimos ya en un mundo saturado. Tengamos el valor de reconocerlo.
Los comentarios están cerrados.