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¿Cómo afecta el ver la televisión a la salud mental y física de los niños?

Por Adrián Nieto

Según dos recientes informes de la OECD, la obesidad y los problemas de salud mental entre los niños han aumentado considerablemente durante las últimas décadas en la mayoría de los países de ingresos altos (aquí y aquí), generando importantes preocupaciones sociales por los problemas de salud en sí mismos, además de por posibles efectos adversos sobre el rendimiento educativo, futuras perspectivas laborales y esperanza de vida, entre otros. Debido a todo esto, es importante comprender los factores que están detrás de estos aumentos en la obesidad y problemas de salud mental.

Ver la televisión es una actividad muy popular entre niños y adolescentes en la mayoría de los países desarrollados, y no es sorprendente que la televisión haya sido citada habitualmente en los debates públicos como una de las causas subyacentes de la mala salud en la infancia, tanto en términos de salud física como de bienestar psicológico. Pero ¿realmente debemos estar preocupados por el efecto de la televisión sobre la obesidad y la salud mental?; además, ¿es este efecto realmente importante para la sociedad? Bueno, los niños pasan una parte importante de su tiempo libre frente al televisor. Por ejemplo, en el Reino Unido, el 94% de los niños vieron programas de televisión durante un promedio de 13,25 horas a la semana en 2018, y esta cifra se refiere solo a los programas de televisión que se pueden encontrar disponibles a través del formato de visualización de televisión tradicional. Además, durante los últimos años, ha habido un aumento importante del tiempo que los niños dedican a ver servicios de ‘streaming’ basados en internet, tales como Youtube, Netflix o Amazon Prime video, que son actividades muy similares, si no idénticas, a ver televisión, al menos en lo que se refiere a las consecuencias para la salud.

El artículo

Dado el papel que juega la televisión en la sociedad, es importante comprender el efecto que tiene en la salud mental y física de los niños, cuantificar este impacto y proporcionar evidencia sobre los mecanismos que hay detrás de este efecto. Sin embargo, investigar sobre esta área no es tarea fácil. Por ejemplo, los argumentos proporcionados en el debate público sobre que existe una relación entre ver la televisión y el sobrepeso y la (mala) salud mental de los niños, podrían no deberse a que la televisión aumente la obesidad y empeore la salud mental per se, sino a que los niños que no se sienten mentalmente bien a priori o que tienen sobrepeso podrían estar menos motivados para salir a la calle, recurriendo más a ver la televisión por preferir quedarse en casa. Además, podría haber factores externos que no se pueden observar en los estudios empíricos, que aumentan simultáneamente el consumo de televisión y la obesidad o los problemas de salud mental.

En el presente estudio (aquí), conjunto con Marc Suhrcke, buscamos proporcionar evidencia sobre los efectos de ver la televisión en la salud mental y en el peso de los niños, así como sobre los mecanismos subyacentes. Lo hacemos utilizando un escenario ofrecido por la transición de la televisión analógica a la televisión digital, que ocurrió en el Reino Unido entre los años 2008 y 2012. La transición a señal televisiva digital consistió en la adaptación de todos los transmisores de televisión en el Reino Unido, para dejar de transmitir señal analógica y comenzar a transmitir señal digital de alta calidad. Este proceso ocurrió en diferentes momentos en los diferentes transmisores de televisión y conllevó un aumento en el número de canales de televisión que se podían ver de 5 a 40. El apagón analógico fue uno de los mayores cambios en la historia de la televisión británica y fue implementado por dos organizaciones independientes, en función de las características físicas de los transmisores de televisión británicos que se habían construido en las décadas de 1960 y 1970. En el análisis usamos variación geográfica detallada en el momento del cambio en más de 40.000 unidades geográficas.

Además de nuestra información sobre las fechas del apagón analógico, utilizamos otras dos bases de datos adicionales. La primera contiene datos de panel sobre el tiempo de visualización total de la televisión para cada región y semana durante el periodo de análisis. La segunda está basada en las ocho primeras olas del ‘Understanding Society Survey’. Esta última base de datos es una encuesta longitudinal representativa de la población del Reino Unido y, entre otra información, ofrece datos sobre la salud y las características sociodemográficas de niños que han sido entrevistados anualmente desde 2009. A lo largo del análisis, estimamos un modelo empírico que utiliza el hecho de que los niños viven en zonas que recibieron acceso a la señal digital en diferentes fechas, y que permite mostrar el efecto de la exposición a la televisión sobre la salud infantil a lo largo del tiempo.

Los resultados

En primer lugar, el análisis muestra que el apagón analógico aumentó el tiempo de visualización de la televisión. Como se muestra en la figura 1, el tiempo de visualización de la televisión es bastante estable en los años anteriores al apagón analógico, pero aumenta repentinamente justo después de que los  individuos comenzaran a recibir acceso a la señal digital televisiva.

Figura 1

Fuente: Nieto and Suhrcke (2021), Journal of Health Economics

Habiendo mostrado que la transición a la señal televisiva digital aumentó el tiempo de visualización de la televisión, pasamos a proporcionar evidencia sobre el efecto de la transición digital en la salud mental (que medimos mediante el índice ‘SDQ Total Difficulties Score’, que toma mayores valores cuando los niños atraviesan por mayores dificultades mentales y emocionales) y en la obesidad de los niños (que medimos mediante el ‘Body mass index (BMI)’). Como se puede ver en la Figura 2, nuestros resultados también muestran que la transición digital aumentó los problemas de salud mental y la obesidad entre los niños. Más específicamente, mostramos que, en los años previos al apagón analógico, no hay cambios en la salud mental y en el peso de los niños. Sin embargo, poco después de recibir acceso a la televisión digital, hay un aumento en el índice que mide dificultades de salud mental para los niños y, además, encontramos que estos tienen una mayor probabilidad de sufrir problemas de sobrepeso. También mostramos que estos efectos parecen aumentar con el tiempo. Teniendo en cuenta la magnitud de los efectos del apagón analógico en el tiempo de visualización de la televisión, la salud mental y el peso de los niños, estimamos que una hora más de visualización de la televisión a la semana durante un año aumenta el índice que mide problemas de salud mental para los niños en un 3,53%, y también incrementa su peso en un 1,04%.

Figura 2

Fuente: Nieto and Suhrcke (2021), Journal of Health Economics

En el artículo proporcionamos evidencia de por qué la transición a señal digital televisiva podría reducir el bienestar mental y aumentar el sobrepeso de los niños. Estudiamos esta parte del análisis explorando qué tipo de actividades fueron reemplazadas por el aumento en la visualización de tiempo televisivo que trajo el apagón analógico. Como se muestra en la Figura 3, la transición a señal digital televisiva disminuyó la participación de los niños en actividades sociales y físicas, pero no su participación en actividades extracurriculares. En el artículo, también mostramos que la transición digital no afectó ni a los hábitos alimenticios de los niños, ni a las percepciones sobre su apariencia. Teniendo todo esto en consideración, argumentamos que una parte importante del efecto negativo de la televisión sobre la salud mental y el sobrepeso para los niños puede explicarse por una disminución en su participación en actividades sociales y deportivas.

Figura 3

Fuente: Nieto and Suhrcke (2021), Journal of Health Economics

 

Conclusión

Teniendo en cuenta nuestros resultados, los responsables de políticas públicas deberían considerar seriamente medidas que reduzcan el acceso de los niños a la televisión (y probablemente a medios de ‘streaming’ similares). Basándose en los resultados del artículo, una reducción en el tiempo que los niños dedican a ver la televisión conllevaría una mayor participación en actividades sociales y deportivas, lo cual mejoraría la salud mental y física de los niños.