Cambios anómalos en los patrones de publicación científica españoles: ¿es España diferente?

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Por Emilio Delgado López-Cózar y Alberto Martín-Martín

No son pocas las ocasiones en que este blog se ha ocupado de la publicación científica. Algo lógico sabiendo de la trascendencia que esta actividad tiene para el desarrollo de la ciencia. Desde hace unas décadas, la publicación científica se ha convertido, además, en un factor clave en la vida y hacienda de los propios científicos. Publicar o perecer, es una sentencia que pende como espada de Damocles sobre los académicos, pues se nos evalúa y juzga fundamentalmente por lo que publicamos. Para ser más exactos, se nos valora realmente por el medio o canal (las revistas o editoriales) donde se divulgan nuestras contribuciones. Si el trabajo es publicado en una revista prestigiosa, y desde hace unos años la reputación de la revista la tasamos por su impacto medido en número de citas, triunfaremos. Pues bien, el curriculum de un investigador vale lo que valen sus artículos publicados en revistas indexadas en los JCR (Journal Citation Reports) posicionada en los primeros cuartiles (Q1-Q2) según su factor de impacto.

Entenderán que los científicos de todo el mundo, pero especialmente los españoles, no duerman tranquilos si no son capaces de publicar el número de papers necesario para cumplir con los requisitos de nuestras agencias de evaluación, con la ANECA a la cabeza; la llave que permite acceder y progresar en la carrera académica. El problema vino cuando los mismos responsables de estas agencias empezaron a manifestar públicamente su inquietud ante un incremento desaforado de artículos presentados a evaluación publicados en revistas electrónicas con escasa tradición editorial, con títulos genéricos de indefinidas fronteras disciplinares y amplia cobertura, que usan el acceso abierto como reclamo para justificar el pago por publicación (APC) y que publican miles de trabajos en muy reducidos plazos de tiempo, con procesos de revisión que han sido cuestionados a menudo; revistas, en último caso, que resultaban bastante desconocidas en los distintos campos de conocimiento pero suficientemente bien posicionadas en los rankings de revistas como para producir réditos académicos inmediatos.

Encendidas todas las alarmas, la ANECA encargó un informe que levantó un gran revuelo quedando los resultados oscurecidos por la cuestionable metodología empleada y el desatinado listado de “revistas de editoriales de suscripción con comportamiento no estándar”. Con la intención de buscar evidencias sobre posibles anomalías editoriales en la publicación científica española emprendimos una investigación que vio la luz recientemente. El trabajo se basa en un análisis de las publicaciones indexadas en la WoScc (Web of Science colección principal) en tanto en cuanto esta fuente y su principal derivado el JCR ha sido la elegida preferentemente en España para evaluar el rendimiento científico de sus investigadores.

Patrones de publicación científica: España en el mundo

A fin de saber si nuestros patrones de publicación se alejan significativamente o no de los que rigen la comunicación científica en el mundo fijamos la evolución de la producción científica por países en la última década (2012-2021) (Tabla 1). España mantiene una posición muy estable:  si en 2012 ocupa el puesto número 9 con el 3,42% de la producción mundial en 2021 figura en el puesto 10 con el 3,69%.

Tabla 1. Porcentaje de publicaciones indexadas en la Web of Science core collection por países y años (2012-2021)

Las anomalías: el súbito protagonismo de las editoriales MDPI y Frontiers

Cuando analizamos el posicionamiento de España en las diez principales editoriales por producción a nivel mundial se constatan divergencias importantes (Tabla 2). Así, aunque España se sitúa en puestos coincidentes con su volumen productivo global (10-13), siempre lo hace con un porcentaje de publicación inferior a la media general española (3,69%) salvo en el caso de Elsevier y Oxford University Press. La desviación más acusada se localiza en la editorial MDPI, donde España se sitúa en el puesto cuarto y, lo que es más trascendente, con un porcentaje productivo en esta editorial del 8%, llegando a duplicar la tasa general de publicación de España en la WoScc. También en la editorial Frontiers se detecta un posicionamiento y nivel productivo superior a la media española. Cabe recordar que se trata de dos editoriales de muy reciente creación -(MDPI: Multidisciplinary Digital Publishing Institute) en 1996 y Frontiers en 2007- que sólo publican artículos en acceso abierto tras el pago de unos cargos por procesamiento de artículos (APC).

Tabla 2. Porcentaje de publicación de los top 20 países en las top 10 editoriales indexadas en la Web of Science core collection en 2021

Al comparar la evolución del porcentaje de publicación por editorial en el mundo y España en los últimos siete años (Tabla 3), queda patente el peso tan extraordinario que la editorial MDPI ha adquirido dentro de la publicación científica española. En 2021 el peso relativo de esta editorial en la producción española es más del doble del que la editorial tiene en el mundo (14,6% frente a 6,7%) con un crecimiento desde 2015 del 1.873%. Igualmente llamativo ha sido el aumento protagonizado por Frontiers.

Tabla 3. Evolución del porcentaje de publicación de España y el mundo en las top 25 editoriales indexadas en la Web of Science core collection (2016-2021)

Pero hay tres datos que revelan la anomalía que representa el extraordinario nivel de penetración que ha alcanzado MDPI en España:

- En 40 universidades españolas MDPI fue la editorial donde más se publicó en 2021. En 31 universidades concentra más del 20% de la producción de la institución y en siete llega a sobrepasar el 30%.

- Entre las instituciones que más publican en MDPI a nivel mundial contamos con 5 instituciones españolas entre las 50 primeras, 11 entre las 100 y 19 entre las 200. Nada parecido a lo que ocurre con las más reputadas editoriales del mundo. Así, en la editorial Elsevier, Wiley, Oxford University Press solo tenemos dos instituciones españolas entre las 100 más productivas, en Springer Nature una y en Taylor & Francis, IEEE, Sage y Lippincott Williams & Wilkins ninguna.

- En 2021, de las 25 revistas que más artículos publicaron de investigadores españoles, 16 pertenecen a la editorial MDPI (Tabla 4). El uso relativo que hacen los investigadores españoles de estas revistas llega a duplicar o incluso triplicar el uso que se hace de ellas a nivel mundial. El ascenso de las revistas de esta editorial ha sido vertiginoso: en 2015 solo había una revista MDPI entre las 25 más utilizadas por los investigadores españoles.

Tabla 4. Evolución del porcentaje de publicación de las top 25 revistas en la Web of Science core collection que más artículos publicaron de autores españoles (2015-2021)

Es evidente que las revistas MDPI están fagocitando el ecosistema de publicación español en la WoScc.

La propensión de los autores españoles por publicar artículos de revisión en Frontiers y MDPI

Por otra parte, también se ha detectado un comportamiento anómalo en el tipo de documentos publicados. El número de artículos de revisión publicados por investigadores españoles en Frontiers y en MDPI cuadruplica y triplica respectivamente la media mundial de artículos de revisión en revistas indexadas en WoScc (Gráfico 1). Parece claro que los investigadores españoles han visto en Frontiers y MDPI un acogedor espacio donde alojar sus artículos de revisión que son menos costosos de ejecutar que los trabajos empíricos con datos primarios y, por encima de todo, proporcionan réditos académicos similares a éstos (artículos en revistas con cuartiles, que cuentan en la evaluación). Para las editoriales son una excelente oportunidad de ofrecer hospedaje, tras el pago de las correspondientes tasas de publicación, a artículos que, por su mayor potencialidad de citación, ayudan a incrementar el factor de impacto de sus revistas.  De camino, atraen a autores de instituciones científicas respetables que legitiman su negocio y disipan las dudas pasadas sobre su reputación.

Gráfico 1. Comparación de los porcentajes de artículos de revisión publicados investigadores españoles entre 2015 y 2021 en revistas MDPI y Frontiers frente a los publicados en España y el mundo en la Web of Science cc

 

La raíz del problema: la cultura del “publica o perece” y la voracidad del negocio editorial

A la vista de las evidencias empíricas aquí aportadas, algo ha pasado en el ecosistema de publicación científica en España en los últimos años. Las anomalías son de calado y afectan a todo el tejido académico español. Las causas parecen evidentes: los incentivos fijados en la política de evaluación científica española, que empujan a los profesores e investigadores a acumular papers que cumplan con los requisitos de las agencias de evaluación. Esta demanda está siendo satisfecha por una serie de editoriales de nuevo cuño, que bajo el señuelo del acceso abierto al conocimiento están construyendo un floreciente negocio basado en el pago por publicación (APCs) con unas técnicas comerciales calificadas como piramidales, con políticas de puertas abiertas y unas prácticas editoriales muy eficientes (gran rapidez en el proceso de revisión y publicación a módicos costes) que las hacen enormemente atractivas para los investigadores. En fin, este es el mercado: los autores y las editoriales han optimizado sus comportamientos, unos para conseguir publicación rápida, fácil, y barata, los otros para captar muchos clientes que generen muchos ingresos en poco tiempo.

¿Es España diferente o este fenómeno es común a otros países? No, no es diferente. Eso sí, cada vez nos parecemos menos a los países a los que pretendemos emular científicamente (USA, Alemania, Gran Bretaña, Francia, Países Bajos, Suiza, países escandinavos) y más a otros como Polonia, Rumanía, Lituania, Eslovaquia, Letonia, Croacia, Eslovenia, Grecia, Portugal, Italia, Taiwan, Bulgaria, Corea del Sur, República Checa, Malasia, Hungría, Arabia Saudí, Malta o Chipre (Gráfico 2).

Gráfico 2. Distribución de cuotas de publicación en 2021 por países en 10 grandes editoriales internacionales. Se muestran los 40 países con mayor cuota de publicación en MDPI.

Fuente: Elaboración propia a partir de los datos incluidos en Delgado López-Cózar & Martín-Martín 2022

Pero la pregunta realmente importante es: ¿estos cambios en los patrones de publicación atestiguan una mejora en el nivel de la investigación española? A falta de ofrecer datos que permitan responder a este interrogante permítannos que lo dudemos, en línea con lo ya apuntado en este mismo blog.

Hay 8 comentarios
  • Sin libertad no hay investigación pura. Restringir desde el ámbito institucional y académico la libre investigación es un error que lastra el progreso al anteponer un sistema rígido de méritos y resultados que impiden un desarrollo natural de la actividad investigadora.

    La investigación condicionada es una perversión de la burocracia, que como dijo aquel, de ella, solo nos salva su propia incompetencia. Hay investigadores, que son como vacas en verdes prados, bajo el perfil recortado de imponentes cumbres blancas, a hombros de gigantes, proporcionando la mejor leche fresca. En cambio, las vacas doctorandas viven recluidas en una nave de ANECA, vigiladas e impelidas, con tomas de extracción en sus ubres, para producir una ingente cantidad de leche enlatada. Siempre bajo amenaza de ser sacrificadas ante la posibilidad de que otra ocupe su puesto.

    En serio, hay que hacer una reforma empezando por abrir las ventanas de los departamentos y arrojar al aire los papers. Y sentarse en un círculo colaborativo, sin prisa, sin miedo al error, al desprestigio, hasta desprendernos de esa docilidad antitética a todo proceso innovador y creativo.

  • Por que cita paises "que no queremos" emular que no aparecen en el grafico al que hace referencia?

  • Esa no es la causa, es la consecuencia de la depredación de entidades de control y acreditación así como de determinadas universidades (de oriente a occidente) que sin conocimiento y medios pasan la cesta del factor de impacto...ej llévame a la luna pero te facilito una escalera.

  • Vaya por delante que yo he publicado un articulo en una revista del grupo Frontiers. No fue nada facil y los revisores fueron de excelente calidad. El articulo publicado era claramente mejor que el original.

    No vengo, sin embargo, a hablar de mi experiencia sino de como se ve el debate desde las ciencias experimentales donde siempre se ha publicado bajo open access, eso que ahora llamamos, con cierta condescendencia y sin pensar demasiado, "pagar por publicar".

    Hay un cierto enfado en esos campos, creo que con razon, hacia esta tendencia, bastante de nuestra disciplina, a demonizar el open access. Como siempre, es importante afinar. El fenomeno que se describe existe, vaya que si, pero no perdamos de vista que en ciertas disciplinas el open access es la convencion y que eso no equivale a que en ellas se pague por publicar y que ese sea el objetivo de los investigadores.

    • Estimado Santiago,

      Gracias por su comentario. Nuestra intención no es demonizar el open access. Eso no quita que las dinámicas aquí expuestas se hayan podido desarrollar solo una vez que el modelo de negocio de los APCs (una de las varias formas en las que se puede articular el OA) floreciera. Bajo los APCs (autor/institución paga por publicar), cuanto más publica la editorial, más dinero ingresa. El incentivo que tienen las editoriales, especialmente si son comerciales, es publicar más. Esta dinámica no era posible con los modelos de publicación por suscripción (lector paga), donde el incentivo estaba en ganar y retener lectores (más lectores, más ingresos).

      Nosotros personalmente no apoyamos ni el modelo de APCs ni el de suscripción. Preferimos modelos de open access diferentes al APC, que por naturaleza excluye a todo aquel que no tenga fondos para pagarlo, algo que consideramos problemático en un sistema de comunicación científica. Por eso publicamos todo en abierto sin pagar APCs (en repositorios y redes sociales académicas). En los siguientes enlaces puede encontrar más detalles sobre lo que pensamos de este tema:
      http://dx.doi.org/10.13140/RG.2.2.30852.78724
      https://doi.org/10.5281/zenodo.7128785

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