Becas universitarias y requisitos académicos: ¿Un trade-off entre eficiencia y equidad?

Nota de los editores: Inciamos hoy y hasta el viernes, la publicación de las 3 entradas que fueron seleccionadas en el I Premio Nada es Gratis de Job Market Papers en Economía. Como saben, los autores son recientes doctorandos que se ncuentran en estos momentos en el mercado de trabajo.

de José Montalbán Castilla

Con el objetivo de promover el acceso a la educación universitaria, muchos países disponen de becas para alumnos con familias de bajos ingresos. Estas becas están condicionadas a la situación económica de las familias y a cumplir un mínimo rendimiento académico. Estos programas de gran escala, cubren a más de un cuarto de los alumnos universitarios (300.000 estudiantes en España y 7 millones en EEUU), y representan una parte no desdeñable del presupuesto (1.470,3 millones de euros y 28.200 millones de dólares respectivamente).

Tanto en política educativa como en investigación académica, existe un debate muy controvertido sobre si los requisitos académicos deben ser incorporados (y si es así, en qué forma e intensidad) en los programas nacionales. A pesar de la abundante investigación sobre los efectos de la obtención de becas en diferentes resultados estudiantiles (como la matriculación, permanencia o graduación), todavía no se ha averiguado en qué medida los requisitos académicos influyen en la efectividad de las ayudas.

La presencia de estos requisitos es común en los programas nacionales, sin embargo, suelen ser poco estrictos. Esto puede incentivar la continuidad de estudiantes que eventualmente no terminarán el grado, creando un problema potencial de riesgo moral. Establecer estándares académicos adecuados como instrumento de rendición de cuentas, puede contribuir a un mejor control del esfuerzo realizado por los estudiantes, y potencialmente, alinear los incentivos privados y sociales. Sin embargo, existe una importante compensación (o trade-off): mientras que estos requisitos pueden ayudar a mitigar el riesgo moral -estimulando a algunos estudiantes a esforzarse más-, también pueden tener un efecto en la equidad del sistema, al inducir a otros al abandono universitario.

En mi Job Market Paper, investigo cuál es el efecto causal de recibir ayuda financiera sujeta a superar requisitos académicos mínimos en el rendimiento académico, graduación y abandono universitario de los estudiantes de bajo ingreso. Comparar estudiantes que obtienen beca con aquellos que no, conlleva un potencial sesgo de selección, ya que solicitar beca está correlacionado con variables no observadas que afectan a las medidas de rendimiento. Para estimar el efecto causal de obtener distintas cuantías en los resultados de los estudiantes, aprovecho las nítidas discontinuidades que proporcionan los umbrales de renta familiar para tener derecho a percibir beca en España, utilizando una regresión de discontinuidad (RDD). Este procedimiento permite comparar estudiantes muy similares, que se encuentran en cada lado de la discontinuidad por factores no relacionados con las variables de interés.

Para explorar el trade-off enunciado anteriormente, exploto la variación exógena que ofrece la reforma nacional del sistema de becas introducida en 2013. En esta reforma se elevaron los requisitos académicos con respecto a los preexistentes (comparables al de otros programas nacionales en el mundo). En esta investigación uso datos administrativos del universo de solicitantes de beca en la Universidad Carlos III de Madrid para el periodo 2010-2015. Esta base de datos ofrece una amplia variedad de variables que en rara ocasión están disponibles, como medidas de rendimiento, situación familiar, características de los estudiantes, etc.

La evidencia sobre el rol de los requisitos académicos en becas de gran escala es escasa. Hasta la fecha la investigación sólo ha sido capaz de capturar el efecto conjunto de la ayuda financiera (el impacto monetario) y los estándares académicos fijados. El mayor obstáculo para aislar el impacto de estas dos dimensiones, es que los cambios en las cantidades monetarias y en requisitos académicos suelen darse de forma simultánea en la mayoría de reformas educativas. La mayor contribución de este trabajo es ser el primero en conseguir aislar el efecto específico de los requisitos académicos del efecto total de la ayuda financiera.

El sistema español, permite estudiar dos umbrales de renta familiar que ofrecen dos experimentos diferentes: T1 y T2 (ver Gráfico 1). El primero brinda la oportunidad de calcular el efecto de un cambio en la cuantía desde cero euros a una cantidad positiva, mientras que el segundo, posibilita el estudio del impacto de recibir una cantidad adicional a la conseguida en el primero. El Gráfico 1 representa las cantidades monetarias de beca obtenida en T1 y T2, dividida por periodos. El Periodo I corresponde a 2010-2012 (requisitos académicos preexistentes), y el Periodo II a 2013-2015 (requisitos académicos más exigentes). Las cantidades obtenidas en T1 no son estadísticamente diferentes entre periodos, por lo que este umbral ofrece una oportunidad única para estudiar cual es el impacto de recibir la misma cantidad de beca ante distintos requisitos académicos. Desafortunadamente, no se puede realizar el mismo experimento en T2, debido a que las cuantías y los requisitos son diferentes entre periodos (las cuantías bajaron y los requisitos subieron).

Gráfico 1. Cantidad media de beca (euros) obtenida en un curso académico en las discontinuidades T1 y T2, por periodo.

Notas: los puntos representan la media de la variable dependiente por intervalo de la distancia relativa al umbral de ingreso familiar. Las líneas sólidas son los valores ajustados por una aproximación polinomial de tercer orden, estimada separadamente para cada lado del umbral. "Distancia Relativa al Umbral de Ingreso Familiar" se refiere a la distancia relativa del ingreso familiar a los umbrales de eligibilidad de beca. Las líneas rojas verticales identifican los umbrales de ingreso familiar.

La Tabla 1 muestra los resultados principales del artículo:

1. Recibir una cuantía media de 825 euros (relativa a obtener sólo la beca de matrícula) incrementa la nota media y fracción de créditos aprobados en un año académico en 0,45 puntos y 6 p.p. (un 25% de la desviación estándar de dichas variables). Sin embargo, esto sólo ocurre cuando los requisitos académicos son más exigentes, debido a que no hay efecto cuando estos son comparables a los de otros programas nacionales. La mejora del rendimiento es más clara en el segundo cuatrimestre, y además, impacta positivamente en la probabilidad de graduación.

2. La respuesta de los estudiantes a requisitos más exigentes parece ser no lineal con la cantidad de ayuda (resultado consistente con este trabajo). Es decir, los estudiantes parecen reaccionar diferencialmente cuando pasan de cero euros a una cantidad positiva, pero las subsiguientes cantidades adicionales (T2) no fomentan mejoras añadidas en el rendimiento (ni siquiera al recibir una cantidad adicional substancialmente alta de 2.800 euros).

3. El incremento en los requisitos no parece tener un efecto significativo en el abandono universitario. Además del RDD, exploro efectos medios globales en la equidad, con un modelo de Diferencias-en-Diferencias (DID), un RDD-DID, y un Logit para observar cambios en la propensión a abandonar la universidad antes y después de la reforma. No encuentro ningún efecto estadísticamente significativo. Esto contradice el impacto en el abandono universitario encontrado en dos investigaciones sobre EEUU y Canadá. Sin embargo, es consistente con un reciente trabajo de José García Montalvo para las universidades de Cataluña. El contexto institucional, y en especial el coste de asistir a la universidad, puede ser un factor potencialmente relevante que afecte a la elasticidad del abandono universitario con respecto a los requisitos académicos. Además, las características de los estudiantes, como su nivel académico, son relevantes para que la subida de requisitos académicos tenga un impacto real. Estimo que la cantidad de solicitantes con derecho a beca que teóricamente no serían aptos para renovación debido a su rendimiento académico, se incrementa de un 25 a un 45 por cien aproximadamente con la nueva política. Sin embargo, simultáneamente, entre el 50-75 por cien de esos estudiantes consiguen pasar por encima de los nuevos umbrales gracias al impacto medio de la beca con el incremento de los requisitos. Por tanto, el aumento del esfuerzo contrarresta gran parte de la masa de estudiantes que no tendrían derecho a renovación.

Tabla 1. Discontinuidades en la cantidad de beca, nota media, fracción de créditos aprobados en un año académico, y abandono universitario, en los umbrales de ingreso familiar por periodos.Notas: la tabla muestra las estimaciones del RDD para las distintas cuantías medias de beca (Panel A), nota media (Panel B), fracción de créditos aprobados (Panel C), abandono universitario (Panel D) en un año unversitario, y abandono universitario (Panel E) en dos años unversitarios. El Panel D se refiere a aquellos estudiantes que solicitaron en el año t, y que abandonaron la universidad en t+1. El Panel E se refiere a aquellos estudiantes que solicitaron en el año t, y que abandonaron la universidad en t+1 o t+2. El efecto de tratamiento está estimado con una kernel triangular, donde el ancho de banda está calculado como proponen Imbens y Kalyanaraman (2012) para cada regresión separadamente. La media de referencia se refiere a la media de la variable dependiente por encima del umbral (grupo de control). La muestra de Tratamiento T1 incluye solicitantes cuyo ingreso familiar está situado entre el 50 por cien de intervalo en T1. La muestra de Tratamiento T2 incluye solicitantes cuyo ingreso familiar está situado entre el 60 por cien de intervalo en T2. Los errores estándar robustos están entre paréntesis, y calculados con clusters a nivel estudiante. El número total de observaciones está entre corchetes. * p < 0.10, ** p < 0.05, *** p < 0.01.

El Gráfico 2 muestra que los estudiantes incrementan la asistencia y nota media en aquellos exámenes finales a los que asisten, además de reducir el número de asignaturas que deben repetir, sugiriendo un incremento genuino del rendimiento. Sin embargo, las medidas de rendimiento estarían sesgadas si los estudiantes que están por debajo del umbral (y por tanto con derecho a beca), se matriculan en asignaturas más sencillas para aumentar la probabilidad de conseguir renovar la beca. Los efectos son particularmente robustos para las asignaturas obligatorias (donde los estudiantes no pueden elegir), mientras que no hay efecto significativo para las optativas (donde tienen derecho a elegir un sub-grupo de asignaturas).

Gráfico 2. Mecanismos para el segundo cuatrimestre en la Discontinuidad T1 (2013–2015)

Notas: Los puntos representan la media de la variable dependiente por intervalo de la distancia relativa al umbral de ingreso familiar. Las líneas sólidas son los valores ajustados por una aproximación lineal, estimada separadamente para cada lado del umbral. "Distancia Relativa al Umbral de Ingreso Familiar" se refiere a la distancia relativa del ingreso familiar a los umbrales de eligibilidad de beca. Las líneas rojas verticales identifican los umbrales de ingreso familiar para la eligibilidad de la beca.

En cuanto a las implicaciones de política pública (además de las extraídas de este artículo), indican que: condicionar la renovación de las becas a requisitos académicos más exigentes es positivo para incrementar el rendimiento académico de los estudiantes más desfavorecidos, mejorar la efectividad del sistema de becas, y ayudar a mitigar el potencial riesgo moral. Esto no parece dañar la permanencia de los estudiantes en el sistema universitario. Esclarecer la intensidad óptima de requisitos académicos socialmente deseable, permanece como un tema relevante para la investigación futura.

Hay 9 comentarios
  • Gracias por tu artículo José.
    Tengo una pregunta:
    Puesto que se utilizan datos de la Carlos III únicamente, ¿No parece aventurado extrapolar los resultados obtenidos al resto del sistema universitario?
    Podría existir cierto tipo de sesgo de selección dadas las condiciones necesarias para acceder a la universidad.

    • Hola José Luís:

      ¡Muchísimas gracias por tu comentario! Lo que dices es absolutamente relevante.

      Como comentas, no sería un problema de la validez interna del estudio, sino de su validez externa en cuanto a extrapolar los resultados. En las páginas 33 y 34 del papel discuto con datos del Ministerio de Educación la validez externa. Comparo los resultados de distintas variables universitarias agregadas (como graduación, abandono universitario, examen de PAU, fracción de créditos aprobados, etc.) de los estudiantes de la Carlos III con respecto al resto de España, y en concreto de los que obtienen beca universitaria. Lo que obtengo es que los becarios de la Carlos III tienen notas medias similares, fracción de créditos aprobados y tiempo medio de graduación que los becarios del resto de universidades españolas. Sin embargo, los becarios de la Carlos III tienen mejores notas en el examen de acceso a la universidad (medida relevante para observar la habilidad predeterminada de los estudiantes), y una tasa un poco mayor de abandono universitario. Creo que los resultados pueden ser razonablemente comparables para una población de estudiantes de bajo ingreso que esté por encima de la mediana de la distribución de habilidades.

      Sería muy interesante replicar el estudio con los datos de solicitantes de toda España. Sin embargo, hasta la fecha el Ministerio de Educación no ha concedido los datos administrativos a ningún investigador. Ojalá podamos conseguirlos en un futuro cercano.

  • José, no he podido entender el propósito de su investigación. En principio, no hay duda alguna que hay un trade-off entre eficiencia y equidad --salvo que usted use definiciones que no se corresponden con las usuales en el análisis económico. Toda donación --sea del gobierno o de algún privado--. siempre puede ser incondicional, es decir, no sujeta a condición alguna. Si el donante impone condiciones y son efectivas, entonces el número de candidatos disminuye. Cuanto más restrictivas las condiciones, menos candidatos. Hay muy pocos donantes --si alguno-- que no impondrá condiciones y uno podría discutir condiciones específicas para entender sus razones y sus efectos. Además, el problema de la eficacia en el cumplimiento de las condiciones nunca debe ignorarse porque bien sabemos lo fácil que es disfrazarse de lo que fuera necesario para simular su cumplimiento.

    • Hola Enrique Uno:

      Muchas gracias por su comentario. Es muy interesante el debate que plantea. Le contesto por partes a los temas que ha sacado a colación:

      1) El objetivo de mi investigación es analizar si los requisitos académicos cuando se combinan con ayuda financiera mejoran la eficacia de los programas. Para estimar el efecto causal de recibir ayuda financiera utilizo las discontinuidades en la cantidad de beca que reciben los estudiantes en los umbrales de ingreso familiar. Para explorar si los efectos son distintos con requisitos académicos diferente utilizo la reforma a nivel nacional en 2013. T1 nos da un experimento natural muy bonito ya que la cantidad de ayuda media no es estadísticamente significativa, pero los requisitos académicos si, por lo que puedo estimar cual es el efecto causal de recibir el mismo nivel de ayuda con dos requisitos distintos.

      2) Efectivamente, como comento en el post y en el paper, existe un trade-off que se inspira en el paper de Benabou y Tirole (2000) donde: incrementar los requisitos puede inducir a algunos estudiantes a esforzarse más, mientras que inducir a otros a abandonar la universidad. Sin embargo, la reflexión de "no hay duda alguna" es dudosa dados los resultados del estudio. Esto se debe que la magnitud y la existencia de este trade-off es específica del contexto. En concreto los factores institucionales (sobre todo el coste de asistir a la universidad), los estudiantes (la forma de la distribución de habilidad de los

  • Continuo aquí con la segunda parte,Enrique:

    estudiantes), y también de como la magnitud de la subida. La elasticidad de las variables con respecto a los requisitos académicos va a depender de todos estos factores. En el paper encuentro que la política tiene impacto en cuanto a que los estudiantes mejoran su rendimiento académico, y que este simultáneamente induce que más de la mitad de los estudiantes que no serían teóricamente elegibles antes de la reforma, pasen los nuevos requisitos académicos. No encuentro que esto afecte al abandono universitario, lo que potencialmente está relacionado con el coste de la universidad en España, donde la matrícula cuesta en media unos 1.100 euros (con mucha heterogeneidad dependiendo de la carrera, CCAA y disciplina). Por tanto, un país comparable a Francia, Italia, Austria o Bélgica con sistemas universitarios públicos y con coste de matrícula relativamente bajo.

    3) Es muy interesante el punto que comentas del número de beneficiarios. Esto estaría relacionado con el hecho de si la beca tiene un efecto en el margen extensivo de la matriculación universitaria. Una de las contribuciones de mi paper es que puedo ver el efecto en el margen intensivo, usando el periodo de solicitud de la beca en España. Sin embargo, la limitación es precisamente que yo no observo el efecto en el margen extensivo de manera directa por lo que no puedo testear directamente lo que usted comenta. Lo hago de manera indirecta mirando al número de solicitantes de

  • Sigo aquí con la parte tres:

    solicitantes de beca durante el tiempo, y veo que en 2013 baja un poco en agregado. Pero si miramos a los estudiantes de 1º que son los que deberían estar más afectados por el cambio veo que la es una linea con pendiente cero, y que no cambia el número de solicitantes con la reforma. Aquí los incentivos académicos son van destinados sobre todo para renovar la beca, y no para obtenerla en primer lugar. Esto es evidencia indirecta de que no parece estar pasando lo que comenta. Para observarlo de manera directa tendrían que cambiar el calendario de solicitud, a un calendario como el que existe en los demás países como Francia o EEUU (puede ver un artículo que publiqué en El Pais el año pasado hablando de esto).

    4) En cuanto a su comentario sobre "sabemos lo fácil que es disfrazarse de lo que fuera necesario para simular su cumplimiento", no comprendo bien a que se refiere. Entiendo a que se refiere a que los estudiantes o sus familias manipulen el ingreso familiar para conseguir beca. Si es así esto queda descartado ya que el ingreso se cruza con la Agencia Tributaria directamente. Los únicos que tendrían algo de margen para la manipulación serían los autónomos, que son el 2% de la muestra total. Si se refiere a la manipulación de notas por parte de los profesores podemos observar dos tests: (i) Si realizo un modelo de Diferencias en Diferencias para la cohorte que fue sorprendida con el cambio no hay efecto significativo en abandono universitario

  • Continuo aquí con la cuarta y última parte:

    (ni profesores ni alumnos pueden reaccionar ya que los requisitos académicos se basan en las notas del año anterior, y este es el primer año de implementación cuando las notas ya están puestas). (ii) Las asignaturas obligatorias en la Carlos III suelen estar evaluadas de la siguiente manera: aproximadamente un 50% de la nota media por un profesor ayudante (que evalúa trabajos escritos y corrige exámenes parciales), y un 50% de un examen final que suelen poner todos los profesores de la asignatura en conjunto, y normalmente cada uno corrige una pregunta del examen. Por tanto, parece poco probable que un alumno o profesor influya de manera significativa en las notas, ya que el número de factores que debe afectar es abultado. También nos da una pista observar que la densidad de solicitantes no cambia significativamente en el umbral de renta, señal de que habría un potencial sesgo de selección.

  • José, los tres primeros párrafos del post parecen indicar que el objetivo es analizar si un programa de becas para facilitar el acceso a la universidad debe exigir o no requisitos académicos [obviamente distintos a los exigidos por la universidad] y cuáles serían esos requisitos dado que su exigencia dejaría fuera a algunos. El primer párrafo de su comentario 1) no aclara mi duda sobre su objetivo. Las líneas iniciales del comentario 2), referidas a un trabajo de Benabou y Tirole, indican que la situación que usted analiza se refiere a estudiantes ya admitidos en la universidad y que en algún momento de su carrera tuvieron oportunidad de postular a un nuevo programa de becas. Me cuesta pensar bajo qué circunstancias un estudiante ya cursando y que no esperaba tener esa oportunidad dejaría su carrera por no querer cumplir los requisitos exigidos por la beca. Si el estudiante quiere la beca sabe que tiene que cumplir los requisitos, y si fracasa lo lógico es que siga su carrera y la siga financiando como si la oportunidad de beca no hubiera existido. Los premios por mejor desempeño una vez admitidos pueden mejorar el desempeño de algunos pero no todos los que mejoren recibirán premio (además, uno que no quiso mejorar su desempeño puede mejorar sus notas y ganar premio—por ejemplo, copiándose; como buen estudiante, mis amigos podían copiarse de mi a buen precio). Me estoy perdiendo algo, pero los comentarios 3) y 4) confirman que su análisis se centra en estudiantes en curso.

  • En línea con su interés, los efectos importantes de un nuevo programa de becas universitarias con o sin requisitos académicos adicionales a los exigidos por cada universidad se relacionan primero con los estudiantes de la secundaria —algo obvio porque son ellos quienes se benefician directamente— y segundo con las universidades —beneficiarias indirectas de la mayor demanda, más cuando la oferta está regulada. En el caso extremo de la que el gobierno optara por “universidad gratuita” esos efectos deberían ser más fuertes (algo intentado parcialmente aquí en Chile los últimos años pero todavía sin investigaciones).

    En Argentina, la “universidad gratuita” se implementó a partir de 1950 (ley aprobada en noviembre 1949) lo que tuvo un efecto rápido y extraordinario en el número de estudiantes admitidos —yo terminé la secundaria en 1957 e ingresé a la universidad en marzo 1958 pagando el primer año el equivalente a 20 centavos de dólar por el examen físico obligatorio. Para registrarme en la universidad (Facultad Derecho, Universidad Nacional de La Plata) llegué la medianoche anterior al día de apertura e hice fila hasta las 9 de la mañana, cuando la fila se extendía por muchas cuadras (tomó varios días registrar a todos). No he leído que haya habido una experiencia similar de acceso gratuito a la universidad en otros países como la ocurrida en Argentina durante 1950-1960. Entiendo que no hay investigaciones serias de la experiencia argentina.

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