Por Cristina Borra
Todos queremos que nuestros hijos tengan el mejor comienzo en la vida, y parece razonable pensar que el apoyo económico a las familias puede marcar una diferencia real. El informe El Coste de la Pobreza Infantil en España destaca cómo la inacción frente a la pobreza infantil no solo perpetúa la desigualdad, sino que también genera un alto coste económico a largo plazo. Numerosos estudios han demostrado la importancia de los recursos familiares en la formación del capital humano y la salud desde los primeros años de vida (ver ejemplos aquí). Sin embargo, persiste el debate sobre qué tipo de política puede resultar más efectiva: si un programa focalizado en familias de bajos ingresos, como el EITC en Estados Unidos, condicionado o no a que los padres trabajen, o un programa universal e incondicionado que garantice transferencias a todas las familias, aunque posiblemente de un monto inferior. Nuestro trabajo, recientemente publicado en el Journal of Labor Economics, utiliza un experimento natural para arrojar luz a esta cuestión.
El “cheque bebé” español: un regalo generoso pero inesperado
En 2007, España introdujo de forma inesperada un “cheque bebé” universal. Esta política otorgaba una transferencia única de 2.500 euros a todas las madres con un hijo nacido a partir del 1 de julio de 2007, independientemente de sus ingresos o situación laboral. El objetivo era ayudar a madres y padres con los nuevos costes de la crianza y, potencialmente, fomentar un aumento de la natalidad. Esta introducción repentina y no esperada del bono, comparable a un shock transitorio de ingresos, constituye una excelente oportunidad para analizar de manera rigurosa el impacto de un aumento de ingresos al nacer sobre la salud y los resultados académicos de los niños durante la infancia.
Para evaluar el impacto causal de este aumento en los ingresos familiares, empleamos un enfoque de "diferencia-en-discontinuidad". Este diseño comparativo permite analizar las diferencias en los resultados de salud y desarrollo de los niños nacidos justo antes y justo después de la implementación del bono, teniendo en cuenta las diferencias normales entre los niños nacidos en junio y julio en años anteriores. De este modo conseguimos aislar el efecto del "cheque bebe" sin que otros factores confundan los resultados.
Resultados sorprendentes: ausencia de impacto en salud y educación
A pesar de la generosidad de la ayuda, los resultados del estudio son bastante sorprendentes, ya que muestran que recibir el bono no mejoró los resultados de los niños ni en salud ni en rendimiento académico, medidos a través de indicadores clave como las notas escolares y las visitas al pediatra u hospitalizaciones durante la infancia. Además, nuestros cálculos permiten rechazar efectos positivos en educación y salud de magnitudes similares a los observados en estudios previos con aumentos de ingresos comparables.
Curiosamente, sí hallamos indicios de que la ayuda incrementó el gasto familiar en grandes gastos como electrodomésticos y reformas del hogar. Sin embargo, este aumento en los recursos materiales no se tradujo en mejoras apreciables en el desarrollo infantil. Tampoco observamos cambios significativos en la estructura familiar, el empleo materno, el tiempo dedicado a los hijos, o inversiones específicas en los niños.
¿Por qué no encontramos efectos significativos?
Cuando comparamos nuestros resultados con otros estudios que han analizado el impacto de aumentos de ingresos en el desarrollo infantil, encontramos que nuestros resultados son atípicos (ver Figura 1). Mientras que la mayoría de los estudios han documentado mejoras significativas en la salud y el rendimiento cognitivo de los niños tras un aumento de los ingresos familiares (por ejemplo, en contextos como los Estados Unidos o Australia), nuestra investigación muestra que un aumento único e incondicional en los ingresos no siempre produce cambios sustanciales. El análisis comparativo revela que los motivos por los cuales el "cheque bebé" no genera efectos significativos no parecen estar relacionados con la generosidad de la ayuda, ni con la edad de los niños, ni con que no estuviera focalizado en familias de bajos ingresos.
La falta de efectos positivos podría explicarse principalmente por la naturaleza incondicional del bono. A diferencia de otros programas de transferencias condicionadas, como los subsidios para el cuidado infantil o las ayudas vinculadas a gastos de consumo específicos, la ayuda no genera incentivos claros para mejorar el bienestar infantil, lo que podría haber reducido su efectividad. Además, el generoso estado del bienestar en España, con acceso universal a servicios como la atención sanitaria y los permisos de maternidad, podría haber reducido la necesidad de una transferencia para mejorar los resultados de los niños. Esta explicación es coherente con los resultados de estudios previos, como el análisis de los ganadores de loterías en Suecia, que también muestra efectos nulos sobre el desarrollo infantil, para un aumento incondicionado de ingresos, en un contexto de un sistema de bienestar generoso.
Figura 1
Nota: Esta figura compara nuestras estimaciones redimensionadas del impacto causal de un aumento anual de $1,000 en los ingresos con las estimaciones redimensionadas de manera similar en Duncan, Morris y Rodrigues (2011), Black et al. (2014), de Gendre et al. (2021) y Barr et al. (2022). Todos los coeficientes se expresan en unidades de desviación estándar y muestran el IC del 95% correspondiente. Utilizamos las estimaciones reportadas: ATE para Duncan, Morris y Rodrigues (2011), LATE para Black et al. (2014) e ITT para de Gendre et al. (2021), y Barr et al. (2022). Véase el Apéndice B del paper para más detalles.
Moraleja: el contexto importa cuando hablamos de transferencias monetarias
Nuestra investigación aporta valiosas lecciones para quienes diseñan políticas públicas. Aunque la intuición nos dice que más dinero mejora los resultados infantiles, este estudio en España sugiere que una transferencia única y universal, en un contexto de bienestar social consolidado, puede no ser una herramienta eficaz para mejorar la salud o el rendimiento escolar.
Nuestro análisis no descarta que la ayuda por nacimiento española fuera efectiva en general. Estudios previos han mostrado que sí generó un aumento temporal en la natalidad, y que tuvo efectos positivos en la salud al nacer de los niños, cuando el bono fue recibido antes del embarazo (ver este paper y éste). Lo que nuestros resultados sugieren es que, aunque las transferencias monetarias incondicionadas pueden ser útiles en contextos específicos, las políticas orientadas a mejorar el bienestar infantil deben considerar no solo la cantidad de dinero transferido, sino también cómo se invierte ese dinero. Vincular estas transferencias a servicios y programas que favorezcan directamente el desarrollo infantil podría maximizar su impacto a largo plazo.
Hay 9 comentarios
Muy interesante! Este post resuena con mi experiencia personal. Mi primer hijo nació justo antes del cheque bebé y el segundo justo después. Por el primero recibimos 0€ y dos días naturales de permiso. Por el segundo, 2.500€ y 15 días. No hicimos nada diferente en cuanto su tratado, educación etc. Tampoco destinamos el cheque específicamente al segundo hijo. De hecho, nos fuimos de viaje en verano con el cheque, lo cual benefició más al primero (sin cheque) que era ya un poco mayor.
Gracias por tu comentario. Da una idea práctica de lo que sucedió ese año. En nuestro análisis comparamos niños nacidos justo antes y después del 1 de julio con lo que dejamos fuera el impacto del aumento en la baja paternal que se había producido antes en marzo.
No acabo de entender el experimento natural. Vosotros mismos indicáis que el objetivo de la ayuda era ayudar a madres y padres con los nuevos costes de la crianza y, potencialmente, fomentar un aumento de la natalidad. Y según decís este objetivo se cumplió. Si se quiere otro objetivo duradero en pobreza y sus consecuencias en salud o educació sería mejor una prestación continuada. Lo que demostráis es que un pago one-shot no soluciona nada a largo plazo pero puede ser un incentivo para un objetivo a corto. Algo nada extraño para quien conoce un poco la economía del comportamiento. Esto podría ser extrapolable en parte a quienes defienden una herencia universal frente a una renta básica universal continuada.
Gracias por tu comentario, Lluis. En nuestro trabajo admitimos también esta posibilidad: que un pago de una vez pueda no tener los mismos efectos que un pago continuado. No obstante, realizamos una extensa comparativa con otros trabajos. Concretamente un reciente estudio publicado en QJE (Barr et al 2022) muestra resultados positivos bastante grandes para un pago único de unos 1,000$ en Estados Unidos. Es cierto que el contexto institucional es muy diferente, pero las diferencias de resultados con nuestro estudio pueden también deberse a que el EITC americano es una ayuda condicionada.
Si alguna cosa conocemos del impacto que tienen en la salud y la educación los ingresos monetarios es el efecto a largo plazo. Incluso con pilotos de renta básica de dos años es difícil observar que efectos puede llegar a tener en la formación educativa o en la salud de una persona. Es más, si que se ha observado que cuando está a punto de finalizar un piloto las preocupaciones y el malestar psicológico aumentan por la proximidad de la finalización de los ingresos económicos.
Pues depende de la modalidad del ingreso. Y, como se deja claro en el estudio, una única prestación no parece tener efectos a largo plazo, que era una de las preguntas que se trataba de responder.
La preocupación por la falta de ingresos, sean laborales o procedentes de un proyecto piloto, es una respuesta emocional bastante lógica y predecible intuitivamente, pero no veo qué implicaciones tendría esto en el ámbito de las políticas públicas redistributivas.
Efectivamente es muy posible que los efectos positivos de estas ayudas se mantengan latentes y afloren a partir de la adolescencia o la edad adulta, como indican Janet Currie (Garces et al 2002-AER) o Raj Chetty (Chetty et al 2016-AER).
Lo que hemos podido evaluar hasta el momento son los efectos a medio plazo.
Tendremos que seguir indagando para averiguar qué pasa a más largo plazo.
Gracias por vuestos comentarios.
Efectivamente es muy posible que los efectos positivos de estas ayudas se mantengan latentes y afloren a partir de la adolescencia o la edad adulta, como indican Janet Currie (Garces et al 2002-AER) o Raj Chetty (Chetty et al 2016-AER). Tendremos que seguir indagando para averiguarlo.
Gracias por tu comentario.
Efectivamente, Sergi, es muy posible que los efectos positivos de estas ayudas se mantengan latentes y afloren a partir de la adolescencia o la edad adulta, como indican Janet Currie (Garces et al 2002-AER) o Raj Chetty (Chetty et al 2016-AER). Tendremos que seguir indagando para averiguarlo. Gracias por tu comentario.